Dentro de pocas horas comenzará en la capital agramontina una de las expresiones que definen la Cultura lugareña, cuando se inicie el San Juan Camagüeyano en la madrugada del sábado 24 de junio, con la lectura del Bando que regula los festejos desde los balcones del antiguo Ayuntamiento, actual sede de la Asamblea Municipal del Poder Popular.
Desde hace unos días se respira en las principales arterias y repartos de la urbe el ambiente de estas fiestas populares, las más antiguas y esperadas en el territorio, con los preparativos de las tarimas y espacios para la diversión de niños, adolecentes, jóvenes y adultos.
El rescate de áreas inactivas durante varios años será uno de los elementos distintivos en esta ocasión del motivo carnavalesco, tradicional jolgorio que acoge la ciudad de Camagüey hasta el 29 del presente mes.
La celebración, que data del siglo XVIII, sufrió variaciones en fechas e intereses, y lo que en un principio estuvo relacionado con una ceremonia religiosa y fundamentalmente con el desarrollo ganadero de la región, hoy día está muy arraigado en el pueblo. Gracias a la persistencia de sus moradores es la única festividad de su tipo que perdura entre los camagüeyanos como muestra de las tradiciones populares del territorio.
Congas, comparsas, muñecones y charangas protagonizarán los desfiles, arrastrando cada formación a sus seguidores de las barriadas.
La Ciudad de los Tinajones contará, una vez más, con la presencia de la más antigua de las congas camagüeyanas, Los Comandos, que este año se convirtió en la segunda del país (le antecedió Los Hoyos, de Santiago de Cuba) en recibir la Beca de la Cultura Popular Tradicional, otorgada por el Centro Nacional de Casas de Cultura, como permio a su sobresaliente trayectoria de más de 70 años.
Este propio sábado, en muchas de las cuadras agramontinas volverá a materializarse una de las acciones ligadas a los festejos desde su surgimiento, la elaboración colectiva del típico ajiaco camagüeyano.
Entre otras propuestas resaltarán el pintoresco Carnaval Infantil, el paseo de carrozas, congas y comparsas —incluido el itinerario que lo saca por una noche de su ruta principal y lo lleva a tres repartos de la urbe: Julio Antonio Mella, Previsora, Lenin— y por último, el entierro de San Pedro, que pudiera ser considerado el más alegre funeral del planeta.
Sin dudas, el San Juan camagüeyano 2017 se propone ofrecer al pueblo un programa cultural de calidad, en el cual debe primar el aprovechamiento de los espacios, la buena oferta y la disciplina, para que todos disfruten en una ciudad medio milenaria inmersa en costumbres y tradiciones que dibujan la alegría de sus moradores.