Danza contemporánea de Cuba

La Habana, 10 nov (PL) Danza Contemporánea de Cuba (DCC) estrenará hoy una obra de la coreógrafa escocesa Fleur Darkin, Equinolux, concebida especialmente para la compañía.
 
El Teatro Mella de esta capital acogerá la puesta junto a la reposición de Coil, del joven cubano Julio Cesar Iglesias.

La pieza de Darkin se nombra en alusión al momento del año, dentro del equinoccio, en que la duración del día se iguala al de la noche en todo el planeta Tierra.

El proyecto Islas creativas, del British Council, propició esta relación entre la directora artística del Scottish Dance Theatre y la compañía madre de la danza contemporánea en Cuba.

Cuando Darkin llegó en marzo pasado a la sede de DCC en La Habana, vio un ensayo del conjunto y se sintió intimidada, incluso creyó por un momento que debía retornar al aeropuerto pues no sabía qué podía enseñarle a bailarines tan potentes.

Busqué algo en común que tengo con ellos: coraje, para poder desarrollar un proceso artístico, confesó entonces la coreógrafa a Prensa Latina.

A su juicio, esta compañía cubana tiene la rara cualidad de saber combinar el virtuosismo técnico con la danza que emana del interior del cuerpo, destreza en estilos desde el afrocubano hasta el ballet clásico, y los bailarines aportan expresividad, creatividad e inspiración.

A principios de este año, DCC realizó una gira por 10 ciudades del Reino Unido y Darkin vio una de las funciones ofrecidas en Edimburgo, a teatro lleno.

Para ella, la fabulosa reacción del público respondió a ese buen equilibrio entre virtuosismo técnico y espiritualidad, por ello su nueva obra intentará reflejar la metáfora entre el espíritu y varias de las necesidades que vienen del interior, según expuso.

Además de elogiar continuamente a los bailarines de DCC, la coreógrafa británica ponderó el trabajo en equipo, como una familia, y bajo la dirección vigorosa de Miguel Iglesias.

Darkin ha sido considerada por la crítica como la coreógrafa más teatral de la nueva ola británica.

El proyecto Islas creativas, del British Council, auspicia un espacio de creación coreográfica en Cuba donde maestros, coreógrafos y bailarines intercambien, compartan y contribuyan al crecimiento mutuo como artistas.