Arlena García Peñate, estudiante del proyecto comunitario Artecorte, resultó la ganadora de la primera Competencia Femenina de Coctelería de La Habana, Con sabor a mujer.
Arlena García Peñate, estudiante del proyecto comunitario Artecorte, resultó la ganadora de la primera Competencia Femenina de Coctelería de La Habana, Con sabor a mujer, dirigida a expandir la presencia de cantineras en esa profesión mayormente dominada por hombres.
En el evento, efectuado en el habanero círculo social Otto Parellada, ocho jóvenes pugnaron por mostrar sus habilidades en confeccionar una receta propia, con bella decoración y amenizado con la gracia de complicados movimientos malabares, para mayor delicia de los asistentes.
En su primera competencia, la novel ganadora, Arlena García, presentó el coctel Siete días en La Habana, inspirado en el filme homónimo, conformado por la cubanísima canchánchara consumida por los mambises, y el ron de siete años, además de un toque de jengibre, como metáfora de la "picardía" de la que tanto alardean los cubanos.
La difícil categoría "Speed round" donde el concursante debe verter "a ojo" las medidas requeridas, que después comprueban severos jueces a la vista del público, fue ganada por Claudia Font González, también del proyecto comunitario Artecorte, con sede en el llamado Callejón de los Barberos, en la Habana Vieja.
Rodolfo Pérez Rodríguez, juez nacional de técnica en la Asociación de Cantineros de Cuba, entidad organizadora del concurso, junto a la corporación Cubaron S.A., resaltó las habilidades de las competidoras, y llamó a incrementar el número de féminas en el arte de la coctelería para que puedan representar a la Isla en importantes encuentros internacionales.
La Asociación de Cantineros de Cuba (ACC), se considera la organización más antigua de ese gremio profesional de la que se tenga registro en el mundo, con fecha fundacional el 7 de octubre de 1924, entonces como Club de Cantineros de la República de Cuba.
Como objetivos esenciales la ACC tiene la superación de sus asociados, la creación de nuevos cócteles y su estandarización, así como también el enriquecimiento del vocabulario de cantina, en un inmenso esfuerzo por contribuir al desarrollo de la coctelería cubana y elevar su imagen internacional.