Julio García Espinosa Romero

Julio García Espinosa Romero nació en La Habana en 1926 y su obra lo llevó a la inmortalidad.Obtuvo el premio Casa de Las Américas por su libro “Un largo camino hacia la luz” en la categoría de ensayo, abogó por “Un cine imperfecto”, desafió a la tiranía con su cortometraje documental “El Mégano” (1955), obtuvo la Orden Félix Varela, la más alta de la cultura cubana, también el Premio de la Enseñanza Artística, mereció el título Honoris Causa en Arte por la Universidad Concordia, de Montreal y el mismo galardón por el Instituto Superior de Arte de Cuba.

De sus películas recordamos las premiadas Reina y Rey y Mi socio Manolo. Hemos recopilado algunas de sus palabras acerca del arte que abrazó con tanta pasión, y se las entregamos.

El Mégano de Julio García Espinosa

“El cine no es solamente una industria, no es solamente arte”.

“El cine cubano tiene que llegar a dominar nuestras pantallas como algún día el cine latinoamericano llegará a tener un peso fundamental en las pantallas de América Latina.”.

“No es posible que la época que dio origen al cine sea la misma que ahora pretende mantener oscuras nuestras pantallas”.

“El Festival de Cine de La Habana es el brazo más generoso que tienen las relaciones internacionales del ICAIC (Instituto Cubano del Arte e Industria Cinematográficos) y, por lo tanto, el medio más importante para hacer su trabajo. Este evento, que se ha ganado un prestigio nacional e internacional, es el espacio más abierto que ofrece el ICAIC.”

Cerramos con palabras del recordado intelectual cubano Rufo Caballero para el prólogo del libro Algo de mí, que nos ha servido en este modesto acercamiento al imprescindible director cubano llamado Julio García Espinosa. “Julio es uno de nuestros cineastas notables y nuestro principal pensador sobre el audiovisual. Pensar en Julio García Espinosa es pensar en un hombre impaciente. Nunca perdió el buen humor”.