Sabor y Tradición: Natilla

De la natilla se habla en Paradiso (1966). En las páginas iniciales de la novela, Augusta y su hija Rialta, abuela y madre de José Cemí, conversan sobre la repostería cubana y aluden a las yemas dobles y a la natilla, “no como las que se comen hoy, que parecen de fonda, sino de las que tienen algo de flan, algo de pudín”.

A la hora de preparar la natilla, lo primero en lo que repara Augusta es en la canela. Inquiere acerca de su procedencia, la olfatea largamente, recorre su superficie con los dedos… Con la vainilla se demora aún más. Abre el frasco y lo deja gotear en su pañuelo, lo huele a ratos, a intervalos fijos, hasta que los envíos de esa esencia mareante se extinguen. Era entonces, recuerda Lezama, cuando dictaminaba si se trataba de una vainilla que podía participar en la mezcla de un dulce de su elaboración. Si no, tiraba el frasquito abierto sobre la hierba del jardín, declarándola tosca e inservible. Entonces:

    “Se volvía con un imperio cariñoso, nota cuya fineza última parecía ser su acorde más manifestado, y le decía al Coronel: Prepara las planchas para quemar el merengue, que ya falta poco para pintarle los bigotes al Mont Blanc —decía riéndose casi invisiblemente, pero entreabriendo que hacer un dulce era llevar la casa hasta la suprema esencia—. No vayan a batir los huevos mezclados con la leche, sino aparte, hay que unir los dos batidos por separado, para que crezca cada uno por su parte, y después unir eso que de los dos ha crecido.

    Después sometía la suma de tantas delicias al fuego, viendo la señora Augusta cómo comenzaba a hervir, cómo se iba empastando hasta formar las piezas amarillas de cerámica, que se servían en platos de un fondo rojo oscuro, rojo surgido de la noche”.

Muchos de nuestros platos más tradicionales han pasado tanto a la música como a la literatura, son interminables de nombrar, pero esta descripción que se hace de cómo hacer una natilla es maravillosa, se despiertan las papilas y la boca se hace agua.

Les propongo estas recetas y espero que, al igual que yo, disfruten con ellas.
La receta: Natilla

Natilla casera

Ingredientes (4 servicios):

Un litro de leche, 4 huevos, 1 rajita de canela, 1 tira de corteza de limón, 1 taza de azúcar blanca, 3 cucharadas de maicena, 1 cucharadita de vainilla. 1 pizca de sal, 1 gota de vinagre.

Preparación:

Eche en un recipiente hondo las yemas de huevo y reserve las claras. Del litro de leche, reserve un vaso.

Ponga en un jarro la leche, la canela, la corteza de limón, la sal, el azúcar. Mézclelo todo, añada las clara previamente batidas, páselo por un colador y póngalo a la candela.

Aparte, al vaso leche que reservó añádale la maicena y mézclela bien. Cuando la leche que puso al fuego esté caliente, pase por un colador la mezcla de leche y maicena para que no queden grumos y añádala a la leche caliente. Revuelva todo hasta que esté a punto la natilla y viértala en una dulcera grande o 4 dulceras individuales.

Bata las claras hasta que se obtenga un merengue espeso, añádale poco a poco azúcar a gusto y una gota de vinagre. Tome con un tenedor porciones del merengue y quémelo al fuego, cuando este quemado póngalo encima de la natilla para adornar. Quedara delicioso.

¿Qué muchacho con más de 50 años no probó este delicioso merengue?
Natilla a la nieve

Natilla a la nieve

Ingredientes (4 servicios):

Un litro de leche, 2 huevos, 1 taza de azúcar blanca, 1 taza de azúcar prieta, 2 cucharadas de maicena, 1 cucharadita de vainilla, 1 pizca de sal.

Preparación:

Eche en un recipiente hondo dos yemas de huevo y reserve las claras. Del litro de leche reserve un vaso.

En un jarro ponga la leche, la vainilla, la pizca de sal, el azúcar y las yemas previamente batidas, páselo por el colador y ponga a la candela el jarro hasta hasta que esté caliente.

Aparte, en el vaso de leche que reservó añada la maicena y mezcla bien. Cuando la leche que puso al fuego esté caliente, pase por un colador la mezcla de leche y maicena para que no queden grumos y añádala a la leche caliente. Revuelva todo hasta que esté a punto la natilla y viértala en una dulcera grande o 4 dulceras individuales.

Ponga un recipiente a la candela con azúcar prieta para hacer un caramelo, cuando esté viértalo sobre la natilla hasta que la cubra toda. Bata las claras hasta que se obtenga un merengue espeso, añádale poco a poco azúcar a gusto. Cuando esté el merengue, cubra con él todo el caramelo. Deje reposar y refrescar la composición y después póngala en el frío.

Natilla casera