Imagen alegórica al Festival Nacional de Teatro

Camagüey, Cuba, 15 oct (PL) Al culminar hoy el Festival Nacional de Teatro en esta centro-oriental ciudad cubana, el público pudo evaluar la salud de esta expresión artística con distintas puestas en escenas y una serie de talleres teóricos.

Tras uno de los espacios de intercambio entre especialistas, dramaturgos y amantes del arte de las tablas, el Premio Nacional de Teatro, Osvaldo Doimeadiós, expresó 'la importancia de un evento donde lo primordial no es la competencia, es la confrontación con diversos públicos, un diálogo con los teatristas'.

El también director de La cita, presentada por el Centro Promotor del Humor, aseguró que el magno evento 'amplió sus horizontes, siendo inclusivo, aportando propuestas que desde la perspectiva cubana funcionara para el teatro'.

A pesar que en la actualidad el Festival dejó de ser competitivo, sus méritos radican en mostrar lo que acontece en la actualidad en el teatro cubano, en especial en las nuevas generaciones de artistas y directores.

'Sus propuestas son el termómetro', sentenció el actor y guionista quien también ha incursionado en el cine.

El legado del teatro cubano y su continuidad se vio en esta oportunidad evidenciada en cada espacio de una ciudad Patrimonio Cultural de la Humanidad, donde 'a veces las personas se quedan esperando más pues solo hay dos puestas en escena. Deberíamos en el país alargar más las temporadas en especial fuera de la capital cubana', a decir de Doimeadiós.

Convertir todo el año en un gran festival deviene objetivo primordial 'pues si los aficionados crecen, las expectativas van a la par, entonces ese intercambio no se puede perder. Deberíamos hacer más temporadas, así las obras tendrían mayor impacto', declaró el guionista.

Precisamente la cita, que ha llegado a diversas urbes de la mayor de las Antillas, resulta un 'humor defendido por dos mujeres en escenas, algo que nos hace falta en Cuba. Propuestas que no sean vulgares, que convoquen a lo mejor del ser humano, con carga intelectual, para polemizar, ironizar y participar en el debate social implícito en este país', declaró.

Los más prestigiosos dramaturgos de la mayor de las Antillas se reunieron en esta urbe con medio milenio de vida , en un espacio para la interacción con el público que también asistió al desmontaje del espectáculo para descubrir las motivaciones, estéticas y retos de los creadores de la obra.