Con el concierto del pianista cubano Roberto Fonseca en la Sala Avellaneda del Teatro Nacional, concluye hoy aquí la 34 edición del Festival Internacional Jazz Plaza 2019.
El espectáculo, que lleva por título The Cuban Voices y previsto para las 21:00 hora local, contará con la presencia de su grupo Temperamento y la Diva del Buena Vista Social Club, Omara Portuondo, devenida invitada especial.
A ellos se unirán las féminas Bárbara Yanes, Eme Alfonso, Haila María Mompié, Ivette Cepeda, María Victoria Rodríguez y La Reina y La Real, además del saxofonista Michel Herrera, el cantante Paulo FG y el compositor Juan de la Cruz Antomarchi.
Según presagió Fonseca, será una noche llena de sorpresas que demostrará la mixtura de estilos y géneros, todo legítimo cuando hablamos de música.
De acuerdo con su valoración, el festival llamó la atención por la gran cantidad de proyectos novedosos reunidos en Cuba, una de las potencias de la cultura y la música a nivel mundial.
Durante una semana, la capital cubana y la oriental provincia de Santiago de Cuba fueron hechizadas con la diversidad de estilos llegados hasta aquí de la mano de más de 50 músicos foráneos procedentes de Estados Unidos, España, Argentina, Italia, Colombia, Uruguay, Brasil.
Entre las figuras más conocidas están el baterista Dave Weckl, el bajista Jeff Berlin, el flautista Néstor Torres, el pianista Arturo O´Farrill, el baterista Dennis Chambers y la cantante Patricia Kraus.
Igualmente, prestigiaron la cita la inglesa Joss Stone, el cubano Dafnis Prieto, la Preservation Hall Jazz Band de Estados Unidos, el brasileño Rodrigo Sosa y la vocalista australiana Emma Pask.
De los locales participaron el maestro Bobby Carcacéss, fundador del festival, y otros más jóvenes como Héctor Quintana, los hermanos López-Nussa, la cantante de jazz afrocubano Daymé Arocena y el contrabajista Gastón Joya.
Con la insignia de su cartel Jazz=Libertad del artista de la plástica Alberto Lescay, el Festival Internacional Jazz Plaza abrió la plataforma perfecta para descargar, debatir e intercambiar experiencias relacionadas con el género en la actualidad.
Luego de 34 ediciones, hoy se consolida como un evento de gran prestigio, evidencia de ese movimiento jazzístico que trabaja por defender un sonido legítimo y revolucionario para muchos etiquetado como afro-cuban jazz.
