Jacqueline Arenal durante las jornadas de FIC Gibara 2019. Foto: Festival Internacional de Cine de Gibara/ Facebook.

Entre los cubanos, ella siempre será Verena, de la clásica telenovela Tierra Brava. Pero en el cine, hacer de Sofía, en el El siglo de las luces (Solás, 1992) la marcó de por vida, representó un reto muy grande. En aquel tiempo era muy joven, iniciaba este camino difícil y arriesgado de la actuación.

De cuándo filmaban aquella película icónica dentro del cine cubano cuenta alguna que otra anécdota, pero se detiene hablar de Humberto Solás, con una emoción muy grande; trabajar con este soñador eterno, causa y consecuencia de que hoy en Gibara haya un Festival Internacional de Cine, fue para Jacqueline Arenal una oportunidad gigantesca.

“Siendo muy joven, él creyó en mí. En Humberto no solo tuve al director de mi película, tuve un amigo, un hermano, un padre muchas veces. Es un hombre absolutamente apasionado, digo es, porque para mí sigue estando aquí. Un hombre sumamente intuitivo, culto. Me brindó muchas herramientas. Esta película fue una verdadera universidad”, apunta.

La actriz, luego de vivir un tiempo en Colombia, y hacer una carrera sólida en ese país, regresa a Cuba, abierta a proyectos tanto en el cine, como en teatro y la televisión: “Por los horarios y lo larga que eran las producciones en la televisión de Colombia, tuve que dejar oportunidades en el cine. Tengo muchas ganas de hacer cine, pero también tengo ganas de hacer teatro, de hacer televisión para mi gente. Aunque yo sería muy feliz haciendo cine como mi primera opción, disfruto todos los medios y creo que en todos, se pueden hacer las cosas bien o mal, por eso hay que intentar aprovecharlos, disfrutarlos”.

A la Arenal la hemos visto en varios personajes, con distintas caracterizaciones. Sobre lo que le resta por hacer cuenta: “Creo que me faltan muchos personajes, siempre he querido hacer, en cualquiera de los medios, Lo que el viento se llevó, ha sido una deuda. En el teatro, un buen Lorca.

“Me quedan por hacer personajes que digan qué les pasa a las mujeres, qué le pasa a mi generación, qué le pasa a mi país, y tener esa oportunidad, siempre que haya una verdad y donde una empiece a sacar cosas importantes de su vida, de su experiencia, es lo que quisiera poder plasmar en cada uno de mis personajes”, comenta.

Jacqueline dice que en este camino todo ha sido difícil, “quizá por estar lejos de mi lugar, de mi familia, eso ha sido lo más duro”.

“Aunque Colombia me recibió con los brazos abiertos, donde he aprendido mucho, me dio oportunidades de entender otra cultura. Pero todo eso era muy difícil. Llegué y a los 20 días empecé a grabar. Había que lograr el acento, era difícil entender cómo funcionan esas mujeres, porque tú no puedes hacer personajes solo con lo externo, entonces me iba para calle para entender lo que pasaba, fue un reto, para que la gente te crea y te asuma como propia”.

“El secreto más importante y cada día lo aprendo y lo vuelvo aprender es estudiar. Hay actores que dicen ´leo un poco y un poco improviso´. Justamente estudiar después me da muchas libertades, este un secreto a voces, que sería una buena herramienta para todo el mundo. Yo improviso y juego mejor cuando ya tengo muy claro que es lo quiero hacer”.

Como muchos, esta joven actriz, teme perder a la gente que quiere: “Mi sueño estar cerca de mi hija que está estudiando actuación en Madrid, poder estar cerca de mi familia, eso me hace mucha falta, y me hace muy fuerte en la vida. Mis amigos, son una prioridad para mí, gente que estado en las buenas y en las malas. Me temor es perderlos, y mi sueño, tenerlos”.

Gibara es una película

Gibara se inunda de arte durante el Festival de Cine. Foto: Gabriel Guerra Bianchini.

Gibara se inunda de arte durante el Festival de Cine. Foto: Gabriel Guerra Bianchini.

“Cada vez que he tenido la oportunidad he dicho que estoy enamorada, no solo del entorno, maravilloso y bello, de esta ciudad, sino principalmente de su gente, muy generosa, respetuosa, se te acercan con muchísimo cariño. Siento que la gente aquí tiene una cultura de la vida que me gusta mucho y que a veces siento que en cierto lugares de Cuba se ha perdido, estoy realmente encantada”, describe Arenal.

¿Y el Festival? : “Es una oportunidad única no solo para Gibara, sino todos para los que estamos aquí. Uno se va uno absolutamente cargado y lleno de energía, de cultura. Hay que impulsar a toda la gente joven a formar parte de esto, aunque aún no hayan desarrollado sus carreras. Toda la gente del Oriente tiene una oportunidad maravillosa que no debería dejar perder, y ojalá esto se pudiera mantener, de alguna manera, el resto del año”.

Acerca del panorama cinematográfico cubano actual, responde: “Hace falta mucho más cine. Hay muchas cosas que decir, y algunas se puedes hacer con muy pocos recursos, entonces hay que atreverse más, el cine es muy caro, pero uno puede buscar maneras de hacerlo y decirlo sin ningún tipo de censura, que es lo que le pasa al ser humano en Cuba, en lugar de atacar el país, es una manera de defenderlo, de entenderlo. Me gustaría que eso pasara siempre en las películas cubanas”.

A esta artista la veremos próximamente en la serie Rompiendo el silencio, dirigida por Chino Chiong, la cual acaba de rodar: “Como te decía, hacer personajes que digan cosas importantes. Es una serie sobre la violencia de género, pequeñas películas para la televisión, en mi caso lo hice con Jorge Perugorría (Pichi), es sobre el maltrato a la mujer y todo lo que sucede, cuántas concesiones hay que hacer, cuánto nos atrevemos o no a denunciar que esto está sucediendo

“Abilio Estévez, también, me está escribiendo un monólogo, yo tengo muchas ganas de hacerlo en este momento de la vida. Él es una persona que me conoce y creo que todo lo que esa mujer va a decir, va ser importante para mí, y para el público también”, añade.

Entonces, para terminar, habla Verena: “Fue la primera gran oportunidad y el primer gran reto. Yo había hecho televisión, pero eran serie pequeñas. Yo decía ´no me puedo aprender 20 escenas diarias, cómo es esto´. Fue el inicio de entender la televisión, de aprender a trabajar sobre el tiempo, esa también es una buena herramienta que se va adquiriendo. Fue un personaje que quedó en la gente, que me conecta con el público inmediatamente, pasan los años y para la gente siempre seré Verena”.

Jacqueline Arenal en Gibara. Foto: Gabriel Guerra Bianchini/Facebook.

Jacqueline Arenal en Gibara. Foto: Gabriel Guerra Bianchini/Facebook.

Arenal comparte junto a otras actrices invitadas a FIC Gibara. Foto: Festival Internacional de Cine de Gibara/ Facebook.

Arenal comparte junto a otras actrices invitadas a FIC Gibara. Foto: Festival Internacional de Cine de Gibara/ Facebook.

Jacqueline Arenal condujo junto a Tahimí Alvariño Veloz la gala inaugural del Festival Internacional de Cine de Gibara. Foto: Gabriel Guerra Bianchini/Facebook.

Jacqueline Arenal condujo junto a Tahimí Alvariño Veloz la gala inaugural del Festival Internacional de Cine de Gibara. Foto: Gabriel Guerra Bianchini/Facebook.