Fastuosidad en el Barrio Chino de La Habana. Foto: Cáliz Moré Leal/Radio COCO.

 

El colorido propio de la milenaria cultura China resplandece a partir de este 20 de agosto, día de la reinauguración del Barrio Chino de La Habana.

La ceremonia, que contó con la presencia de Luis Antonio Torres Iríbar, primer secretario del Partido Comunista de Cuba en la capital cubana, hizo sentir a los lugareños felices por volver a contemplar una zona emblemática de la ciudad, rejuvenecida a 145 años de su fundación.

Fue en 1874 cuando la inmigración del país asiático se asentó en lo que fue el cuchillo de las calles Zanja y Dragones, donde pusieron en marcha comercios y espacios dedicados a diversos servicios, como tiendas, fondas, lavanderías, etcétera.

Hoy el sitio cuenta con restaurantes, fundamentalmente de comida china, aunque pueden degustarse platos de la cubana, además de un Jardín de Bonsais, arte de cultivar árboles y plantas, reduciendo su tamaño mediante diferentes técnicas.

A lo que se ha dado en llamar proyecto Ciudad Amarilla, se suman otras áreas como la Plaza San Fancón, la Galería de Arte y la imprenta que tiene a su haber la reedición del periódico Po Wan Po, entre otros lugares.

La reinauguración del cuchillo del Barrio Chino es el preludio de lo que será este polo turístico irrepetible en la mayor de las Antillas por la cultura que él encierra.

 

Actuales pobladores del Barrio Chino, descendientes de los fundadores del lugar, participaron en la ceremonia de reinauguración. Foto: Cáliz Moré Leal/Radio COCO.