Cuando los cocteles se escuchan mejor

Trova, música alternativa y hasta el más auténtico guateque campesino encontramos en algunos bares de la iniciativa privada donde el buen gusto entra también por los oídos.

El reciente Festival de música alternativa y electrónica Atenas Fusión, en Matanzas, nos dejó escuchar también los compases de una práctica que, ojalá, se vuelva costumbre: la relación orgánica y ordenada entre los emprendedores privados y el buen arte.

Ubicado en el paseo de Narváez, uno de los regalos que recibió la ciudad en su cumpleaños 325, el Bar Artys fue una de las sedes del evento, pero al decir de Hiram Torres, productor del Centro Provincial de la Música de Matanzas, no se trata de un hecho aislado. A la reanimación de las tradicionales instituciones culturales de la ciudad, se suman “algunos bares de la iniciativa privada, para contratar por todas las vías legales que existen, a través del Centro, a artistas cubanos y matanceros, como Adrián Berazaín, Tony Ávila, Frank Delgado, David Blanco, Ernesto Pita, Rey Pantoja, Silvio Raúl Torres, entre otros”.

Cuando los cocteles se escuchan mejor

“Las puertas nunca se cobran. Llegas a un bar con la novia, con amigos, para tomarte un trago y qué bueno que además te están regalando la música en vivo, la actuación de un trovador, de un artista”, comentó Hiram.

Y no crea que van allí los músicos a “hacer la sopa”, desde ambas partes de la alianza, emprendedores y autoridades culturales, el plan es otro, nos comenta Hiram:

“Yo fui presidente de la AHS en Matanzas muchos años y la vanguardia artística necesitaba espacios que no fueran como Varadero, donde hay una remuneración, pero el trabajo que se hace es más comercial. En estos espacios la idea es que la gente presente su obra, sin concesiones y creo que eso es de muchísima salud para la cultura y para el creador.

“Estamos viviendo en un mundo convulso en que a veces las personas no se detienen un momento a pensar y hay determinados estilos de música que transmiten violencia, degradan y denigran a la mujer con las letras y yo creo que estas cosas tienen que tener una contrapartida, que no sea la banalidad por la banalidad y que se consuma eso y no se sepa que hay más nada, yo creo que estas iniciativas también pueden ayudar a construir esa contrapartida”.

Gaviota Negra: más de cien cócteles y buena música

Pablo Enrique Herrera López asegura que desde que comenzó a gestionar el bar Gaviota Negra tenía una inquietud: “siempre quise promover en mi sitio la música menos apreciada por el público que visita estos lugares, por ejemplo la música campesina, que es muy cubana, la trova..."

David Blanco

Pablo apostó por defender esa música que “no es tan comercial” y ganó, al menos así lo aprecia él: “tengo la satisfacción de que los que han venido la han disfrutado, se han enamorado un poquito y nos ha servido esta intención para que aprendan a apreciar esta música. Te digo que han llegado muchachones buscando los servicios del bar y han encontrado la peña de música campesina, han escuchado a los poetas, sus diálogos poéticos, han escuchado a nuestros trovadores, se quedan  y se maravillan con la calidad de esa música. Es nuestro aporte para esa juventud que hoy llena las plazas con música que no lleva el mejor mensaje”.

Pero este trabajo  no lo ha hecho “por cuenta propia”, sino en coordinación con instituciones y especialistas de la cultura: “La alianza con el Ministerio de Cultura, a través de las direcciones municipal y provincial de Matanzas y el Centro Provincial de la música Rafael Somavilla, tiene un objetivo muy claro, y es que ellos puedan apreciar este centro como un espacio cultural más de la ciudad, no solo por los contratos que ya tenemos firmados, sino para peñas, eventos, actividades muchas cosas en las que se pueden hacer y por qué no tener en cuenta los sitios que no son estatales. Siempre me he planteado que Cultura considere nuestro sitio como uno más de ellos. La integración entre los espacios que no son estatales y el estado, tiene que funcionar, esa unidad de la que tanto se habla hay que hacerla real”.

Música campesina

Bar ART-YS, donde todo comienza desde la creación

En el ART-YS la historia fue al revés, un grupo de artistas plásticos que venían realizando un trabajo de intervenciones y diseños interiores, pintura mural, cerámica, recibieron un lugar para su galería y un reto al mismo tiempo, así nos lo contó uno de ellos:

“Este espacio surge por una necesidad de tener un sitio donde pudiéramos mostrar el trabajo que hacemos desde las artes plásticas. La propuesta de incluir un servicio partió de las autoridades que les asignaron el local: entonces lo que más se nos acercó fue incluir el servicio de bar, que en ese momento era una licencia que salía nueva, para servicio de bar-recreación, entonces concebimos todo el proyecto con la idea de un bar que funcionara de una forma interactiva, donde la persona pudiera llegar a tomarse un trago y a la vez apreciar nuestro trabajo, la ambientación hace que se respire artes plásticas también”.

En el televisor del ART-YS no se proyecta todo tipo de audiovisuales, no se escucha todo tipo de música, aseguró también Yunier Díaz Mesa:

Cuando los cocteles se escuchan mejor

“Por la formación que tenemos, nos interesa la música alternativa, movernos en ese rango. O sea, no tenemos problemas con otro tipo de música, pero la identidad que defendemos es esa. En ese televisor no se proyecta otra cosa que lo que nosotros creemos que el espacio lleva y así mismo asumimos la idea de vincularnos con las producciones escénicas, traer trovadores, artistas que quieran descargar y mostrar su trabajo”.

Desde el zapato de “cuentapropista” o emprendedor, que este artista lo lleva a mucha honra, Yunier concluye: “Yo pienso que podemos aportar mucho, siempre que se trabaje desde el buen gusto y se pueda recibir el asesoramiento y el apoyo de las instituciones culturales. Si se trabaja con ganas, concebirlo bien y tratar de ejecutarlo con buena factura, para que la sociedad pueda sacar provecho de lo que hacemos”.