Habana Mía

Una verdad absoluta es que el buen libro siempre se disfrutará más allá del género o la temática abordada, incluso más allá de su soporte físico, aunque algunos lectores se muestren reticentes todavía ante la versión digital de un ejemplar impreso. Es cierto que la magia de palparlo, hojearlo, descubrirlo en una librería es incomparable, pero creo que acercarse a un volumen e-Book o pdf, como opción de lectura, ha sido de las pocas cosas positivas que la covid-19 permitió, cuando prácticamente todo se paralizó a nivel mundial.

Hoy sabemos que los medios tecnológicos están por todas partes, y con un solo toque del dedo índice o del pulgar quedan interconectados desde un teléfono móvil hasta una computadora; así que, teniendo las herramientas necesarias, es muy fácil e inmediato reproducir un archivo multimedia. Entonces ya no existe justificación, ha llegado el momento de dar el gran salto al futuro.

La Empresa de Tecnologías de la Información y Servicios Telemáticos Avanzados Citmatel, sumándose a las celebraciones por el medio milenio de la capital cubana, lanzó al mercado el libro en formato digital Habana mía, bajo la coautoría de Jorge Valiente López y Sahily Tabares Hernández; un material que, desde sus páginas, también rinde tributo a nuestra ciudad. Cabe señalar que, como mismo lo hicieron en entregas anteriores, la dupla inseparable Valiente/Tabares logró establecer una vez más la fórmula precisa para concebir un complemento entre textos e imágenes.

Habana mía se estructura en varios capítulos que, desde la brevedad de sus líneas, presentan los pilares identitarios que conforman nuestra nacionalidad, justo para que el visitante pueda saber cómo somos. Los valores históricos, culturales y patrimoniales se puntualizan en la riqueza visual que alcanza la urbe habanera, escenario de las fotografías que nos ha legado Valiente. Son precisamente estas las protagonistas de Habana mía. A todo color apreciamos los autos clásicos que transitan por las calles, los edificios con sus estilos arquitectónicos, los lugares conocidos, las instantáneas casuales, los retratos de personajes famosos, los sucesos que marcan el pasado y el presente, los símbolos de cubanía, la gente que interactúa a diario con una ciudad viva. La Habana se nos revela, aquí, en toda su magnitud.

Habana mía constituye el hecho de hacer realidad un sueño surgido a cuatro manos y prolongado a todo aquel que la siente suya, una mirada fugaz llena de cromatismos. A su vez, representa un reclamo de nuevos libros al universo virtual, para que la inspiración no nos falte.