La hija de Marcelo Pogolotti, ese grande del arte cubano, llegaría a ser con el tiempo una figura esencial de la cultura nacional. Una de las intelectuales más raigales, una escritora pródiga, promotora cultural, maestra de generaciones completas de creadores.
Su opinión, sus reflexiones son referentes indiscutibles a la hora de hablar, debatir y pensar la cultura cubana.
Graduada de la Universidad de La Habana y de La Sorbona en París, se ha consagrado al estudio de la literatura, el teatro y las artes visuales en Cuba. Es una cátedra. Y no ha dudado en socializar ese conocimiento.
Ella es también una reconocida periodista. Sus columnas semanales en Juventud Rebelde abordan temas relevantes de la cotidianidad. Y son ejemplares ejercicios de pensamiento.
Asesora de varias instituciones, miembro de consejos editoriales de varias revistas, presidenta de la Fundación Alejo Carpentier... ella no deja de trabajar, con un entusiasmo y un sentido del humor que la distinguen en el panorama nacional.
Casi 90 años, 89, cumple este domingo la Doctora Graziella Pogolotti. Los celebra rodeada del cariño y la admiración de los suyos, que son muchos.