Erick Hernández en el dominio del balón

El lobby del hotel Tryp Habana Libre devino su nicho recordista en esta oportunidad, con un aura combinada especial de fútbol de la Liga de las estrellas (España), y apoyo adicional de otras renombradas figuras del deporte cubano.

Decía Carlos Gardel en un tango que 20 años no son nada. Al parecer, para el recordista mundial y Guinness de dominio del balón, Erick Hernández, 50 tampoco lo son. Sencillamente bastaría con verlo por 40 minutos, dos segundos y 26 centésimas acariciando desde la posición de sentado la Brazuca, únicamente con su testa, para corroborar tal afirmación.

El lobby del hotel Tryp Habana Libre devino su nicho recordista en esta oportunidad, con un aura combinada especial de fútbol de la Liga de las estrellas (España), y apoyo adicional de otras renombradas figuras del deporte cubano.

De hecho, Erick inició su primacía justo después de concluida la goleada de 4-0 del Barcelona sobre el Deportivo La Coruña. Frisaban las 12:15 del mediodía y el Sol resultó un cómplice ingrato, pues sus rayos penetraron a través del techo de la emblemática instalación y pretendieron “sabotear” la hazaña de Erick.

Su atuendo negro también conspiró un poco, pero desde el calentamiento previo, Erick destilaba confianza.

Erick Hernández ejercitando

De hecho, su tiempo superó en casi cuatro minutos la cota de 36:14.10 precedente, que materializó en abril de este año en el hotel Copacabana. Ciertamente Erick ponderó las virtudes de quien está llamado a convertirse en su sucesor: Luis Carlos García, quien inició en esta modalidad con crono de 22 minutos y fracción.

Erick contó con una afluencia de espectadores mayor a la habitual, y como siempre suele expresar, no podía defraudar a los congregados.

Inició entonces su cruzada, a la orden de la otrora árbitro FIFA internacional y actualmente asesora de arbitraje de la Concacaf, Irasema Aguilera. Como naipes comenzaron a caer los minutos, simultáneamente supimos que el Granada le anotó un gol al Atlético de Madrid, Douglas, su hermano y precursor de la disciplina en Cuba, y su preparador físico Jorge Velásquez velaban atentos ante el posible surgimiento de algún percance; Edna y Ronaldo, esposa e hijo de Erick, igualmente destilaban tensión desde el sofá-grada. Jhoen Lefont, escudero de hazañas de Erick en el agua, seguía el balón y contaba toques y segundos para sus adentros… por cierto, según Velásquez, la frecuencia de golpeo de Erick frisó los 130 toques por minuto.

Erick Hernández en el dominio del balón

Así, a medida que avanzaba el tiempo, las gotas de sudor corrían a chorros por su anatomía, pero en definitiva, logró el objetivo y pulverizó la anterior cota, para dar fe de que aún se mantiene en plenitud de forma, como si del lejano 1994 se tratase, fecha en que estampó su primera primacía.

Voces

Boquiabiertos se quedaron los españoles José Luis Carretero y Francisco Fernández, abogados españoles invitados a Cuba y estrechamente vinculados en su profesión a cuestiones deportivas.
Lanzó un swing de aprobación el campeón olímpico Julio César La Cruz, igualmente presente, y los aplausos premiaron el esfuerzo, tras el cual Erick se tendió visiblemente agotado sobre la alfombra.

“La preparación física la realizo muy intensamente, por encima del tope que pretendo implantar. Cuando intento un récord las condiciones son un poco más difíciles que respecto a los entrenamientos, hay alimentos que disocian, además de las transmisiones en vivo.

Aprendí hace mucho que la óptima forma física se traduce en fortaleza psicológica, disposición para realizar cualquier cosa. Respecto al tiempo esperaba rondar los 40 minutos, y en función de eso me planifiqué. Es un récord que aún puedo elevar un poco más, al igual que otras marcas, pero eso será para el año venidero”. “Pretendo entre ellas, superar el de sentado solo con los pies, que tengo fijado en 3:16 minutos. En lo que resta del año pretendo realizar algunas exhibiciones y me siento satisfecho por lo que hemos alcanzado no solo yo, sino también Luis Carlos y Lefont. Considero que somos un equipo, y sus marcas me satisfacen”.

“Siempre he sido del criterio que cuando uno en entrenamientos cumple o supera todos los parámetros de fuerza, resistencia y demás, puede continuar intentando récords, sin importar mis 50 años. Si el cuerpo y la mente te dan señales y fallas, entonces debes saber parar. En ese sentido contribuye mucho la maestría que he ido adquiriendo en el control y la técnica de dominio del balón”.

¿Cuánto influye que tu preparador Velásquez trabaje con deportes de combate en tu preparación?

“Crucial, establecemos un puente directo con ejercicios que emplean esos deportistas para trabajar los planos musculares del cuello, los brazos, la espalda baja, precisamente los de mayor incidencia en este tipo de actividad. Él conoce a la perfección los puntos débiles, sobre los que debe actuar y masajear con mayor rigor, y eso ayuda mucho.

Año de récords de corto aliento… ¿Con el paso de los años se dificultan los de largo alcance?

“Por supuesto, a medida que pasan los años estas marcas se dificultan. Las cargas varían, pese a que me considero una persona bastante responsable con mi preparación. Entonces elevo el tiempo de entrenamiento, para poder contrarrestar la pérdida de capacidades como parte de mi proceso biológico natural.

¿Sería el año 2017 el momento para buscar el anhelado tope de 24 horas?

“Eso no te lo puedo asegurar ahora. Lo que más dificulta mi intención de realizar el de 24 horas es encontrar el escenario ideal. No solo inciden las luces naturales (solar) y artificiales. También juegan un rol el piso, el diseño del techo, un local amplio, son muchos requerimientos que exige ese récord y aún no he podido encontrarlos”.

Velásquez acota

“Para esta marca es esencial que los planos del cuello y los trapecios estén sumamente fortalecidos, eso incluye los ejercicios previos y posteriores de relajación, fuerza para soportar el peso del contacto a medida que el tiempo avanza, recuperar cada zona involucrada y llevar la inclinación de la cabeza a cero. A eso le sumamos el trabajo sistemático de dominio con pelota, ejercicios de concentración sobre un punto del horizonte visual, tanto fijo como en movimiento, mucho esfuerzo y repeticiones de abdominales, y complemento de trabajo anaerobio. Erick es un atleta extra clase, sumamente conocedor de su cuerpo, potencialidades, y en extremo riguroso con su preparación”, sentenció Velásquez.

Además de todas esas virtudes, Erick es un hombre sumamente solidario, pues al terminar, con la Brazuca en la mano, expresó ese sentimiento con los hermanos de la provincia de Guantánamo, seriamente afectados tras el paso del huracán Matthew.

Él, indudablemente, continúa siendo un huracán categoría cinco, si de plusmarcas y dominio del balón se trata.