Para entender la lucha cubana y su condición de disciplina de notorio empuje y prestigio, hay que realizar un viaje en el tiempo, incluso antes de los Juegos Olímpicos de Barcelona 1992.
Pues cuando Héctor Milián, Alejandro Puerto y compañía irrumpieron a ritmo de tackles y desbalances en la ciudad Condal, el trabajo previo sólido respaldó sus rendimientos.
Justamente de eso se trató este 2017 para la disciplina. De ir sentando las bases que le permitan enrumbar hacia Tokio 2020 con la idea de extender la cadena consecutiva de cetros que a ese nivel atesora desde la cita en la urbe catalana. Combinación y herencia de saberes entre atletas experimentados y el relevo promisorio; trabajo consecuente en la espiral de crecimiento con las diferentes categorías desde la base; desarrollo y superación de deportistas, entrenadores y árbitros, son algunas de las variables esenciales en el quehacer cotidiano.
Así, se enfrentaron seis competencias internacionales oficiales durante el presente año, en los cuales se obtuvieron 21 preseas doradas, 17 de plata y 22 de bronce. En ese sentido lo más notorio resultó el metal bronceado del súper completo Oscar Pino (130 kg) en el estilo greco de la cita universal absoluta de París. El capitalino está llamado a convertirse en digno sucesor de Milián y Mijaín López.
En dicha cita igualmente descollaron los libristas YowlysBonne (61 kg) y Alejandro Valdés (65), merecedores de sendos metales bronceados.
En orden jerárquico tras la cita de la urbe parisina se desarrolló en Polonia la justa del orbe sub-23, en la cual el espirituano Reinieris Andreu sorprendió a todos con su cetro de los 57 kg de la libre. Andreu fue respaldado por el bronce de Yudaris Sánchez (69) y los quintos escaños de Mabelkis Capote (75), y Lázaro Hernández (86).
Cerraron los performances de magnitud la propia Yudaris (67) y Lienna de la Caridad Montero (55) con sendos subtítulos en la justa del orbe juvenil (sub-20) de Tampere, Finlandia.
En materia arbitral poseemos cuatro árbitros internacionales de una bolsa de 250, entre los cuales igualmente se hallan tres féminas. Todos ellos tendrán un cierre de año e inicio del 2018 intenso, pues se avecinan transformaciones en su labor, especialmente relacionadas con el estilo clásico. Las generales están relacionadas con los sistemas competitivos. Ahora los gladiadores inmersos en las repescas, semifinales y discusión de preseas tendrán que competir en dos días: el primero se someterán previo a las eliminatorias a un pesaje exacto, y de avanzar en el organigrama al día siguiente se subirán a la báscula nuevamente y tendrán dos kilogramos de tolerancia para definir sus posiciones y discutir las preseas sobre el colchón.
Los grequistas verán las amonestaciones por pasividad después de los dos primeros minutos de acción. Esto significará un punto para su oponente, el cual escogerá la postura en la que querrá atacar: de pie o en defensa de cuatro puntos. Cabe destacar que estas transformaciones transcurrirán en el 2018 a modo de experimento. De no fructificar, se volvería al reglamento habitual.
Esto traería consigo el hecho de que e prolongaría el tiempo de duración de los principales certámenes internacionales y por consiguiente se encarecería la estancia en los mismos. Para tener dos ejemplos exactos, el costo diario de un luchador en la cita Mundial de París fue de 180 euros y de 170 en el certamen sub-23. Saque cuentas…
Mendieta al bate
Julio Mendieta, timonel principal de la escuadra libre masculina señaló en pulir cuestiones técnico-tácticas una de las principales cuestiones a mejorar. Con presencia en cinco certámenes extra fronteras su foja fue de 13-4-9.
Incrementar las capacidades físicas y buscar los objetivos de coronarse en cinco o seis divisiones en los Centroamericanos y del Caribe de Barranquilla, aparecen igualmente como perspectivas de trabajo inmediato. Esta modalidad cuenta con los atletas Alejandro Valdés (65 kg) y Reinieri Salas (97) contratados en la Bundesliga alemana, escenario de nivel que ha resultado muy provechoso en materia de foqueo para nuestros efectivos.
Perfeccionar niveles de efectividad en los movimientos técnicos de mayor impacto de cada atleta también deviene constante en las sesiones de entrenamiento. El clasificatorio a Barranquilla y los propios Juegos luego, devienen junto al Mundial de Budapest y el Panamericano de la disciplina los principales puntos climáticos de cara al 2018.
Raúl Trujillo brinda mieles clásicas
De positivo valoró Raúl Trujillo lo acontecido, amén de las constantes transformaciones a las que en los últimos tiempos se ha visto sometido el estilo grecorromano. Claves en la preparación y ajustes en materia de control del peso se suman a los elementos que constantemente se intenta perfeccionar el colectivo técnico. Junto a las figuras establecidas, como Mijaín López (130 kg), Ismael Borrero (59) y Yasmany Lugo (98), todos de vuelta a la dinámica preparatoria se hallan talentos más jóvenes en franco ascenso como el propio Pino y Daniel Gregorich (85) fundamentalmente.
Como meta fundamental los grequistas buscarán barrer con los seis títulos en disputa, para mantener su hegemonía en la región.
Detalles tácticos en los combates y el mejoramiento del arsenal técnico a tono con los cambios de estrategia, se hallan entre las cuestione prioritarias en las sesiones diarias.
Filiberto, “el Puly” Delgado despega a las féminas
Ir transitando paso a paso ha sido la divisa de Filiberto Delgado. Con par de subtítulos en el Mundial juvenil y buenos dividendos en el sub-23 justificó su teoría. Al frente de un elenco que promedia 18.4 años de edad, entrega, compromiso y ganas de las atletas han sido las principales respuestas a un reto mayúsculo. Ya sus discípulas se atemperan al nuevo sistema competitivo y bajo esa divisa asumirán la Copa Cerro Pelado.
Con esa máxima encararán los Juegos Centroamericanos y del Caribe, que en la modalidad femenina tienen la concentración de fuerzas bastante repartida en nuestra región. Su proyección inicial de cara a ese torneo es de dos cetros, y se siente totalmente respaldado por su colectivo técnico.
La lucha se mueve, en todos los frentes. El primer termómetro del 2018 lo tendrán los clásicos y los libristas en Rusia, donde en las postrimerías del mes de enero enfrentarán competiciones de nivel. Eso, antes de que se muestren en el coliseo de la Ciudad Deportiva como parte del tradicional internacional Granma-Cerro Pelado, que en el caso de la modalidad greco, será punteable para el ranking mundial, por lo que se espera una lid de notorio rigor.
A propósito, como ya explicamos anteriormente en nuestro portal, el nuevo sistema de rankings, establece siembras para los cuatro primeros exponentes del escalafón, y los puntos se acumularán en las lides fundamentales del año y aquellas muy puntuales que por su prestigio la Unión Mundial de Luchas considere, deban aportar unidades. De ahí la importancia de al menos presentar a nuestras primeras o segundas figuras en dichos escenarios competitivos, para no ceder terreno luego y quedar desprotegidos en los organigramas de las magnas competiciones.
El resto, lo pondrán siempre nuestros gladiadores sobre el colchón.
