Roger Machado, exdirector del equipo de Ciego de Avila
El próximo día 22 arrancará la llamada Serie Especial de béisbol, destinada a que los integrantes de la preselección nacional, divididos en los equipos Occidentales, Centrales y Orientales, se fogueen con vistas a los venideros Juegos Centroamericanos y del Caribe.

Esto será un atisbo de lo que fueron las anteriores selectivas y torneos similares, pero el hecho de verse como una preparación pudiera ser contraproducente en cuanto a espectáculo.

Me explico. Cuando se está en fase de preparación, el entrenamiento, y por ende el rendimiento, no pueden ser iguales, y el resultado es que los peloteros no estarán a su máximo nivel. Si a esto se suma que ya estructuras anteriores con estos mismos nombres de equipos no funcionaron para el público cubano, es de presumir que no habrá un gran seguimiento de la afición.

Ya con el tope ante los profesionales mexicanos se vio que la fiebre beisbolera vivida con la postemporada y extendida hasta la Serie del Caribe no es suficiente para motivar a la gente a ir a los estadios. Tampoco los horarios de aquel tope eran los idóneos, y en esto sí se puede mejorar para la Serie Especial.

Por tradición, el aficionado cubano se deja llevar más por el regionalismo a la hora de seguir a un equipo, y nóminas tan abarcadoras como estas no son atractivas, con todo y la concentración de la calidad.

Además, muchos de los enrolados en estas novenas ya han tenido encima el peso de la campaña anterior, y seguramente serán dosificados, por lo que deben ver acción los menos conocidos. Esto es excelente para la preparación, pero fatal para el espectáculo.

Entre los convocados, quiero destacar primero a Dany Valdespino, quien estará al frente de los del occidente. El artemiseño reclama desde hace tiempo un equipo más poderoso para mostrar sus conocimientos, y este redactor, en particular, lo considera entre los más preparados de nuestra pelota. Ahora tendrá, de alguna manera, una prueba de fuego, aunque la etiqueta de «preparación» puede conspirar contra el deseo de explotar al máximo a sus peloteros y las distintas variantes de juego.

En cuanto a los peloteros, me parece que premiaron a casi todos los que tuvieron desempeños destacables en la pasada Serie Nacional (creo que llama la atención solamente la ausencia de Danel Castro), pero es lamentable que persistan las lesiones de algunos como William Saavedra, Víctor Víctor Mesa y Leonardo Urgellés, con calidad suficiente como para estar en Barranquilla. La Comisión Nacional dijo que no estaban descartados, pero prácticamente no se les verá en acción.

Ya veremos cómo funciona este experimento.