Desde que la Comisión Nacional de Béisbol implantó el cambio de estructura con la selección de refuerzos, generó muchos comentarios en los aficionados. La idea, convertía de la noche a la mañana en equipos fuertes a la mayoría de los clasificados, quienes de un plumazo, fortalecían líneas centrales, alineaciones, y cuerpos de lanzadores.
Para algunos no parecía justo que conjuntos provinciales alzaran el trofeo de campeones apoyados en “emigrados” de otras tierras haciendo perder credibilidad y pureza a su hazaña. Sin embargo, otros más analíticos, conscientes de la necesidad imperiosa de levantar la pasión de nuestro deporte nacional, apoyaron el cambio sacrificando justicias por espectáculos y comprendieron la validez de tener, al menos en 45 encuentros más, una calidad más concentrada añorando aquellas famosas selectivasdel pasado.
Ahora, la gran mayoría se ha adaptado a la idea y se motivan solo de pensar en las figuras que podrán ser elegidas por el cuerpo técnico de sus equipos favoritos. Mientras manejan opciones, escarban en las estadísticas y abren un abanico de probabilidades de fichajes, la pasión palpita y las aspiraciones de triunfo crecen en cada uno de nosotros.
Este viernes se despejarán las dudas cuando una masa de 30 jugadores (la mayoría lanzadores) engrosen las filas de los seis equipos clasificados a la siguiente fase y sería bueno aclarar algunas cosas, que en medio de euforias y análisis superfluos, dejamos escapar en la mayoría de las ocasiones.
Antes de entrar en un análisis de los escogidos por los directores de cada conjunto, es necesario aclarar que un refuerzo efectivo no es aquel que exhibe mejores números en el terreno de juego. Un jugador que viene a ocupar el lugar de otro, puede ser un ente disociador y puede romper la dinámica grupal del conjunto si los psicólogos y el mismo director no hacen un buen trabajo profiláctico en sus atletas. Además, el éxito de la selección, dependerá en gran medida de la personalidad del refuerzo, de su capacidad de adaptación, y de la experiencia que tenga acumulada en estos menesteres.
Los directores de equipos saben estas cosas y muchas veces hacen su selección basada en factores subjetivos o psicológicos que no comprendemos desde la distancia. Algunos prefieren peloteros veteranos curtidos en los campos de batallas, otros seleccionan refuerzos de provincias cercanas o prefieren que la mayoría de ellos vengan de la misma región para una mejor adaptación con sus atletas.Lo cierto es que las estadísticas no dejan de ser un elemento más a la hora de tomar este tipo de decisiones y no son concluyentes ni definitorias.
Lo que nunca podemos negar es que serán ellos los que van a inclinar la balanza y dependerá de su rendimiento el logro de los objetivos trazados. Los refuerzos, aunque algunos continúen aferrados a sus ideas de justicias y purezas provinciales, son ahora mismo un mal necesario que llena estadios, aumenta la competitividad y rescata pasiones perdidas.
Listado de los refuerzos disponibles con más posibilidades de ser elegidos:
Pese a la mala campaña de Matanzas, Yoanni Yera tuvo una gran actuación y puede ser uno de los primeros refuerzos. Foto: José Raúl Rodríguez Robleda/ Trabajadores.