Idalys Ortiz, sólo oro en horizonte del judo

«Voy a ser sincera, yo en Lima no pensaré en otra cosa que no sea el oro. Y de Cuba, tenemos que ser optimistas, Siempre por más es un lema que queremos hacer realidad, declaró.

Tenía en Londres 2012 la mirada cándida de las novatas que logran hazañas y una sonrisa ancha tras conquistar el título olímpico en judo: ahora Idalys Ortiz sólo quiere oro en los Juegos Panamericanos de Lima y un poco más allá, en Tokio 2020.

La fornida deportista de 29 años de edad, es una de las grandes esperanzas de Cuba para obtener medallas en las citas continentales y olímpicas del presente ciclo olímpico y tal vez un poco más allá.

«Voy a ser sincera, yo en Lima no pensaré en otra cosa que no sea el oro. Y de Cuba, tenemos que ser optimistas, Siempre por más es un lema que queremos hacer realidad. Esperamos dar muchas alegrías a los cubanos», declaró Ortiz a Prensa Latina.

El diálogo tuvo lugar poco después que leyera el compromiso de la delegación de la isla caribeña para el encuentro en tierras peruanas, en momentos en que debaten las probabilidades de Cuba de incluirse entre los cinco primeros países del medallero y hasta aspirar a la tercera plaza.

«Es muy cierto que en sentido general nuestro deporte (judo) ha dado un salto de calidad tremendo en la región y al mismo tiempo como vimos en Toronto, el nivel es más elevado en todas las disciplinas. Pero para un cubano no hay objetivos imposibles, y vamos a darlo todo por estar entre los primeros de Lima 2019», comentó.

Idalys Ortiz es una de las joyas de la corona en la labor que realizara en el pasado reciente el sobresaliente entrenador cubano Ronaldo Veitía. Nacida en Artemisa, antes de la occidental provincia de Pinar del Río y ahora de La Habana, llegó a la cúspide en la capital británica en 2012.

No puede considerarse ese éxito como sorpresa, porque ya pisaba terreno firme en la división de más de 78 kilos. Fue bronce en los Juegos Olímpicos de Beijing 2008 y plata en Río de Janeiro 2016, también alcanzó oro en los mundiales de Río de Janeiro 2013 y Cheliabinsk (Rusia) en 2014; además de dos preseas áureas en Panamericanos (Guadalajara 2011 y Toronto 2015).

«He tenido un año bastante bueno (oro en Grand Slam de París, y Grand Prix de Hohhot, China y Dusseldorf) y me siento en forma para darle otra alegría a nuestro pueblo. Sin embargo, no hay que confiarse, por eso realizamos una preparación con mucho esmero», apuntó.

A todas luces, su rival más enconada en Lima será la brasileña Beatriz Souza (puesto 8 del ranking mundial, con 4029 puntos), quien la derrotó dos veces en el certamen precisamente de la capital incaica en abril en la final de equipos mixtos. Otra del gigante sudamericano, Maria Suelen Altheman (5735) puede ser otra carta peligrosa.

Pero Ortiz es la número uno con 7340 puntos y esto no debe cambiar.