Béisbol Cuba

Cuando apenas restan cinco días para el inicio de las acciones de la LX Serie Nacional de Béisbol en Cuba, la alerta de la Comisión Nacional ya está dada: hay que cumplir estrictamente el protocolo higiénico-sanitario para evitar el contagio con la nefasta COVID-19.

A fin de que pueda fructificar una temporada tan atípica, y teniendo en cuenta que lo vital es la salud de quienes intervengan en el venidero certamen, cuyos juegos se disputarán a puertas cerradas, la Comisión Médica de la federación cubana del deporte de las bolas y los strikes ha dictaminado un grupo de medidas de obligatorio acatamiento.

Entre esas destacan la prohibición de entrada de atletas, técnicos u otro personal que acuda al estadio con síntomas respiratorios, garantizando su inmediata remisión a los centros de salud; asegurar la limpieza y desinfección con hipoclorito de los utensilios deportivos, así como priorizar el abasto de agua y el saneamiento de todas las áreas.

Además, los horarios de entrenamiento de los equipos serán divididos por áreas y posiciones de juego; tanto para el calentamiento como para las diversas actividades y ejercicios deben cumplirse las normas de distanciamiento (1-2 metros) y, en el gimnasio, evitar las aglomeraciones por aparatos y rutinas de trabajo.

También se exige que el personal de servicio en el entrenamiento sea el indispensable, cumpliéndose todas las normas de bioseguridad; los deportistas no deben interactuar con el público y los saludos en el banco, donde todos deben tener puesto el nasobuco (mascarilla), serán siempre con el codo.

En la atención médica destaca la pesquisa activa, dos veces al día, de todos los participantes (beisbolistas, entrenadores, directivos y personal de servicio) -sobre la temperatura y síntomas relacionados con la COVID-19- y la coordinación, supervisión y seguimiento de los test rápidos y las pruebas de PCR (reacción en cadena de la polimerasa) propuestos para cada fase.