Como el Ciro Redondo de Ciego de Ávila, el 30 de Noviembre de Artemisa dispondrá de una planta bioléctrica. (Foto: acn.cu).

El aumento de la capacidad del central 30 de Noviembre, en San Cristóbal, entre otras obras vinculadas a la producción de azúcar, garantizarán el funcionamiento de la segunda planta bioléctrica de Cuba, prevista a construirse en áreas de esta industria de Artemisa.

La bioléctrica es una tecnología generadora de energía eléctrica limpia a partir de biomasa como el bagazo, desechos de cosechas, paja de arroz o madera.

Cuba cuenta esta tecnología en el central avileño Ciro Redondo, en Ciego de Ávila, la cual aporta la electricidad demandada por el ingenio y el resto la suma al Sistema Electroenergético Nacional (SEN), lo que deviene un sustancial ahorro de petróleo al país, que en el caso de la planta en Artemisa, de capital indio, será de 100 mil toneladas (t) en los 300 días que debe funcionar al año.

Se prevé la instalación de otras dos plantas (en los ingenios azucareros Jesús Rabí, en Matanzas, y Héctor Rodríguez, en Villa Clara) como parte de la estrategia que desarrolla el país para cambiar su matriz energética y ampliar el uso de fuentes renovables.

Aray Otaño Otaño, jefa de mantenimiento del central 30 de Noviembre, refirió en entrevista a la ACN que desde hace cinco años se acometen inversiones en el ingenio para aumentar la capacidad de molienda, indispensable para la producción del bagazo que requiere la bioléctrica como el montaje de cuatro centrifugas discontinuas y un esquema de evaporadores que mejora la eficiencia energética del ingenio.

Resaltan entre estas acciones el montaje de seis  nuevos calentadores, cuchillas de soporte triangular en los molinos, de revolvedores de tachos y tres viradores de camiones, así como el mejoramiento del sistema de tratamiento de residuales, la reposición total del enfriadero y la rehabilitación de un tacho, destacó.

Durante la actual zafra se trabaja en inversiones de continuidad como el montaje de dos pesas modulares de 60 t y su vial de acceso, así como de un tanque de miel nuevo y la reconstrucción de otro, se amplía la capacidad de los centros de acopio y se construye un almacén para azúcar refino, aunque el programa se extiende a la remodelación de baños y taquilleros, añadió Otaño Otaño.

De acuerdo con la jefa de mantenimiento se realizaron estudios de factibilidad sobre el uso de paja de los centros de acopio, paja de arroz de la Empresa Agroindustrial de Granos Los Palacios y la Empresa Forestal Integral Macurije, ambas en Pinar del Río, como combustibles alternativos al bagazo.

Precisó que está determinado el lugar de emplazamiento de la planta bioeléctrica, la cual generaría 54 Mega Watts (MW),   pero se ha retrasado el arribo a Cuba del personal indio especializado vinculado a la obra como consecuencia de la COVID-19, trabajan en un proyecto que permitirá la interacción de la planta, el central azucarero y la preservación del medio ambiente a partir de producciones más limpias.

La bioeléctrica, además de aportar energía al SEN, elimina el uso de los turbo-generadores del central, ya con cuatro décadas de explotación, permite a la fábrica trabajar con agua tratada de mejor calidad y a otras empresas generar utilidades a partir de la venta de biomasa. (ACN).