Estudiantes y profesionales del sector hidráulico en Cuba

La implementación de acciones que ayuden a mitigar la escasez de agua en Cuba, a partir de alternativas como el tratamiento y reúso de residuales, así como la utilización del mar para descargas de inodoros, son resultados del proyecto “Más agua para todos”, conducido por la Universidad Tecnológica de La Habana José Antonio Echeverría (Cujae), y el Instituto para la Educación del Agua (IHE), con sede en Delft, Holanda.

El proyecto, desarrollado durante cuatro años en Cuba, con financiamiento de la Unión Europea y el Gobierno de los Países Bajos, reportó beneficios como la adquisición de novedosas tecnologías para la gestión del agua, la realización de estudios para incrementar su disponibilidad en el país, y la capacitación de más de 100 ingenieros, estudiantes universitarios y profesionales del sector hídrico.

“Este proyecto refleja perfectamente lo que debe ser la educación universitaria: formación de personas, entrenamiento a profesionales de la industria, alianzas estratégicas con empresas de la misma temática y transdisciplinaridad”, destacó José María Ameneiros, Director de Relaciones Internacionales de la Universidad Tecnológica de La Habana, al valorar su implementación.

Según se conoció, uno de los resultados más interesantes fue el estudio de la posibilidad de utilizar el agua de mar para descargas de inodoros, en aquellos lugares de Cuba donde la factibilidad económica lo permita.

“Cuba está rodeada de mar, con lo cual se puede considerar una fuente infinita de agua. Si de toda el agua que consumimos los seres humanos solo necesitamos alrededor de 3 litros al día de una calidad bastante alta para consumo, ¿por qué no emplear el agua salina en otros usos, como para descargas de inodoros?”, reconoció Carlos López Vázquez, coordinador del proyecto y profesor de ingeniería sanitaria en IHE.

La propuesta se basa en la experiencia de uso de agua de mar llevada a cabo en Hong Kong, y de acuerdo con las estimaciones realizadas por el equipo de trabajo, si se empleara esta alternativa en la isla, podría lograrse un ahorro de entre el 15 o 20 por ciento del preciado líquido.

Según detalla López Vázquez, los estudios realizados corroboran que, de llevar esta tecnología al 20 por ciento de la población que habita en zonas costeras cubanas y tomando una dotación de 5 descargas diarias por persona, se lograrían ahorros diario de 27 788 262 litros, lo cual equivale al consumo de una población de 185 255 habitantes o el equivalente al abasto de 27 798 habitaciones en instalaciones turísticas.

Entre otros resultados alentadores, destacó López Vázquez que esta propuesta reduciría el impacto de hasta tres meses de sequía, y que en sectores como el industrial y el turístico, también podrían registrarse ahorros estimables.

Como otro de los resultados del proyecto, explicó López Vázquez que fue estudiada en Cuba una nueva tecnología para el tratamiento de aguas residuales, implementada hoy en el manejo de los residuos industriales generados por la cervecería ubicada en el antiguo Almacén del Tabaco y la Madera, en La Habana Vieja.

De acuerdo con el coordinador del proyecto, la planta, conocida como Biorreactor de membrana y por primera vez utilizada en el país, permite obtener un agua de calidad óptima, que se vierte en la Bahía sin contaminar el medio ambiente.

Explica López Vázquez que la implementación de una tecnología de este tipo en la totalidad de los hoteles cubanos permitiría ahorrar hasta el 20 por ciento del agua dulce consumida en el sector turístico nacional; mientras que, para ahorrar igual cantidad en el sector urbano, estas plantas deberían reutilizar al menos el 12 por ciento del volumen de agua residual generado actualmente.