DISCURSO PRONUNCIADO POR EL COMANDANTE FIDEL CASTRO RUZ, PRIMER SECRETARIO DEL PURS y PRIMER MINISTRO DEL GOBIERNO REVOLUCIONARIO, EN EL GRAN COMBINADO TEXTIL DE LA CIUDAD DE KALININ, URSS, EL 17 DE ENERO DE 1964.

 

(DEPARTAMENTO DE VERSIONES TAQUIGRAFICAS

DEL GOBIERNO REVOLUCIONARIO)

 

Querido compañero Nikita Jruschov;

Queridos trabajadores de este nuevo combinado textil: 

 

Nuestra delegación ha vivido en esta mañana de hoy unos instantes de mucha alegría, de mucha emoción, con motivo de este encuentro con los trabajadores.  De los trabajadores hemos escuchado palabras muy calurosas y muy bellas al mismo tiempo, y por encima de todo, muy sinceras.  De la obrera, del contramaestre jefe, del director, del compañero secretario del comité industrial, y de la compañera secretaria del núcleo del combinado. 

No sé qué estarán pensando ustedes.  Posiblemente estarán pensando en las cosas de Cuba con motivo de nuestra presencia aquí, de las palabras fraternales de los dirigentes y de las palabras de los compañeros que hablaron.  Posiblemente estarían pensando cómo es Cuba, si hace mucho sol en Cuba. 

Sin embargo, yo pensaba otra cosa.  Con motivo de todas las impresiones recibidas aquí en esta fábrica, pensaba en la URSS, en la hermosa historia de la Unión Soviética, de su pueblo, de su partido comunista, de las luchas del pueblo soviético, del trabajo abnegado de su pueblo, y los triunfos tan extraordinarios que ha alcanzado el pueblo soviético.  Todo lo que se ve hoy en la Unión Soviética es la confirmación de la fe extraordinaria y de la confianza que tenía Lenin en su partido y en su pueblo. 

El compañero Nikita Jruschov nos contaba cómo eran los esfuerzos de los primeros tiempos, cómo fue la primera hidroeléctrica, que tenía     50 000 kilovatios, cómo todos los soviéticos de aquel tiempo celebraron el triunfo cuando lograron construir esa primera central hidroeléctrica.  Y ya hoy la Unión Soviética construye hidroeléctricas de 5 y 6 millones de kilovatios.  Y en aquel tiempo el plan era de un millón y medio de kilovatios.  Ya se pueden producir 10 millones. 

Y así es absolutamente en todo.  Esta fábrica, por ejemplo, es una fábrica modernísima, cuando uno ve esas máquinas, cuando uno ve esas hilanderías, cómo la productividad del trabajo ha aumentado, recuerda los tiempos de los primeros trabajadores, los que lo hacían todo con sus manos y vivían muy pobremente, muy explotados.  Luego se desarrollaron las máquinas, y las máquinas estaban al servicio de los explotadores. 

Aquí no se trata solo de que se vea una gran fábrica, una fábrica muy moderna, de trabajadores que están produciendo cien o doscientas veces lo que antes, sino que son fábricas que pertenecen, que producen para los trabajadores; son fábricas que aportan recursos a las industrias de los trabajadores, no a los fondos de los capitalistas. 

Y así, la ciudad de Kalinin, como acaba de decir su secretario, ha entregado 540 millones al Soviet y ha elevado la meta a 900 millones, que se van a invertir en el gran plan... 

NIKITA S. JRUSCHOV.-  Mil millones, él ha dicho 1 000 millones y así lo anotamos nosotros. 

CMDTE FIDEL CASTRO.-  Yo creo que sí, yo creo que él dijo 900, pero estaba pensando en 1 000. 

NIKITA S. JRUSCHOV.-  El pensaba en 1 000 millones y dijo 900 y pueden ser 1 000 millones, de modo que no solo pueden ser sino que sencillamente son 1 000 millones. 

CMDTE FIDEL CASTRO.-  Y eso se va a invertir en la industria química, en nuevas fábricas, en nuevas riquezas para el pueblo trabajador soviético.  Nosotros, en otra fábrica, que visitamos hoy, vimos cómo la celulosa se convertía en fibra y cómo se convertían en fibras los productos sintéticos derivados del petróleo. 

El compañero Nikita nos decía:  Esa es la química, química, química. 

El compañero Jruschov dice, con mucha razón:  Para construir el comunismo hace falta desarrollar la química hasta el máximo”, porque como él dice:  “El comunismo significa que todos tengan absolutamente lo que necesiten de ropa, de zapatos y de bienes materiales.  ¿Cuántos rebaños harían falta para conseguir todas las pieles, todas las fibras que se necesitan para toda la ropa y todos los zapatos?”

Y eso es verdad, nosotros, por ejemplo, en nuestro país tenemos unos 6 millones de cabezas de ganado, casi una cabeza de ganado per cápita, sin embargo, después que la Revolución triunfó, después que los trabajadores tuvieron dinero para comprar zapatos, no alcanzan todas las pieles que se producen en Cuba, y hay muchos países que tienen mucho menos ganado que nosotros. 

Indiscutiblemente que si se quiere vestir y calzar a toda la humanidad, hace falta el desarrollo de la química.  Y los de Kalinin van a aportar 1 000 millones de rublos al desarrollo de ese programa. 

Eso tiene mucho mérito, porque Kalinin no es una ciudad muy grande.  A mí me dijeron que tenía 200 000 ó 300 000 habitantes. 

NIKITA S. JRUSCHOV.-  Doscientos ochenta y cinco mil. 

CMDTE FIDEL CASTRO.-  y si todos aportan así, está asegurado

el programa, y está asegurada la construcción del comunismo en la Unión Soviética (APLAUSOS). 

Estas eran las cosas que yo pensaba mientras visitaba la fábrica, mientras oía hablar a los compañeros. 

Yo sé que el sentimiento, que el corazón y el cariño de ustedes están depositados en nuestra Revolución y era una expresión de ese sentimiento, el internacionalismo proletario que tanto ha desarrollado el Partido Comunista de la Unión Soviética y el compañero Nikita Jruschov (APLAUSOS). 

Ustedes pensaban en nuestro país y nosotros pensábamos en vuestro país (APLAUSOS).  Ustedes pensaban en nuestros trabajadores y nosotros pensábamos en los trabajadores soviéticos (APLAUSOS).  Ustedes admiran lo que hace nuestro pueblo, sin embargo, nosotros nos dedicamos a admirar lo que hace el pueblo soviético.  Ustedes pensaban en las virtudes de los cubanos y nosotros en las virtudes de los soviéticos; las virtudes de este pueblo son tan grandes como es este país, y como es grande su ejemplo, y como es grande su historia, y como es hermoso el porvenir que abrieron para toda la humanidad (APLAUSOS). 

Y si en Cuba hoy tenemos la revolución socialista, eso es posible porque primero hubo la Revolución de 1917. 

Nuestro pueblo no hace más que cumplir con su deber y cumplir su parte en la lucha por la liberación de los pueblos.  Y eso para nosotros ha sido más fácil porque hemos podido contar con el apoyo del gran país de Lenin. 

Nosotros trasmitiremos a nuestros trabajadores el saludo fraternal de ustedes y en nombre de nuestro pueblo agradecemos a los trabajadores su fraternal bienvenida a aquí a esta fábrica.

Muchas gracias. 

¡Viva la amistad entre la Unión Soviética y Cuba!

(OVACION)