DISCURSO PRONUNCIADO POR FIDEL CASTRO RUZ, PRESIDENTE DE LA REPÚBLICA DE CUBA, EN EL ACTO CELEBRADO EN LA PLAZA PRIMERO DE MAYO, LUANDA, ANGOLA, EL 27 DE MARZO DE 1977, "AÑO DE LA INSTITUCIONALIZACION".

(VERSIONES TAQUIGRAFICAS - CONSEJO DE ESTADO)

Querido compañero Agostinho Neto;

Queridos compañeros del MPLA;

Queridos hermanos angolanos:

¡Qué puedo decir yo en la tarde de hoy! Puedo ser muy breve, puedo quizás ser extenso si digo muchas de las cosas que se podrían decir aquí. Pero pienso en ustedes, delante de nosotros, un día de calor, hablando un idioma diferente, y por eso trataré de decirles todo lo que pueda en el mínimo de tiempo.

Las relaciones entre nuestras dos revoluciones y nuestras dos patrias se han estrechado extraordinariamente. Los imperialistas han dicho muchas mentiras en torno a las relaciones entre Angola y Cuba. Pero, ¿a quién van a engañar? ¿A ustedes? No. ¿A los cubanos? No. ¿A la opinión revolucionaria y progresista del mundo? No. Las relaciones entre la Revolución Cubana y el MPLA existían hacía muchos años. Nuestro pueblo siguió de cerca la heroica lucha del pueblo angolano por su independencia. Y cuando después de tantos esfuerzos y sacrificios la independencia estaba a punto de lograrse, los imperialistas trataron de arrebatarle al pueblo de Angola el fruto de sus sacrificios y de su heroísmo.

Recordamos el mes de octubre; no había un solo combatiente cubano en Angola a principios de ese mes. Sin embargo, ya los racistas sudafricanos habían ocupado Cunene, las tropas regulares de Zaire estaban a 50 kilómetros de Luanda, el imperialismo yanki había enviado decenas de millones de dólares en armas a los traidores y fantoches de la UNITA y del FNLA (ABUCHEOS Y SILBIDOS).

A solicitud del MPLA, a mediados de octubre, llegaron a Angola una cantidad de armas procedentes de Cuba y un número de oficiales de nuestras fuerzas armadas para entrenar a los combatientes angolanos (APLAUSOS). El 23 de octubre, partiendo de Cunene, las tropas sudafricanas, con gran número de tanques y de cañones, invadieron Angola. El 3 de noviembre, en las proximidades de Benguela, los alumnos angolanos de la escuela militar, junto a un grupo de instructores cubanos, les hicieron frente, en condiciones difíciles y desventajosas, a las tropas mecanizadas de los racistas sudafricanos. Ese día, el 3 de noviembre de 1975, murieron los primeros cubanos junto a los combatientes del MPLA. La situación era difícil, pero en aquellas circunstancias había que tomar una determinación. El compañero Neto y el MPLA tomaron la determinación y solicitaron nuestro apoyo directo para enfrentarse a los racistas sudafricanos, a los fantoches del imperialismo y a las tropas regulares de Zaire. Nuestro Partido tomó la determinación de prestar ese apoyo que nos solicitaba el pueblo hermano de Angola (APLAUSOS).

En aquellos días, en la primera decena de noviembre de 1975, la situación era muy difícil. Los racistas sudafricanos avanzaban por el sur, los mercenarios y las tropas de Zaire se encontraban a 25 kilómetros de Luanda, y las tropas mercenarias apoyadas por el ejército regular de Zaire se preparaban para atacar Cabinda. Hacía mucho tiempo que el imperialismo organizaba estos planes. Ellos pensaban estar en Luanda el 11 de noviembre, ellos pensaban ocupar Cabinda para esa misma fecha y, en colaboración con los fascistas de Sudáfrica, ocupar todo el territorio de Angola. Dicen que Holden Roberto —tal vez ustedes hayan oído hablar de ese personaje— tenía confeccionadas las tarjetas de invitación para un banquete en Palacio. Pero cometieron un error: no contaron con el pueblo de Angola (APLAUSOS), no contaron con el MPLA (APLAUSOS), no contaron con las FAPLA (APLAUSOS) Y no contaron con la solidaridad internacional (APLAUSOS).

Los imperialistas no pudieron tomar Luanda y en Quifangondo sufrieron una gran derrota. Allí, en Quifangondo, hasta los pioneros angolanos combatieron contra los invasores (APLAUSOS).

Los imperialistas no pudieron tomar Cabinda y sufrieron allí una aplastante derrota. Los sudafricanos fueron detenidos en el sur, a pesar de que se creían invencibles. Y el 11 de noviembre, cuando todavía en Luanda se escuchaba el tronar de la artillería, el compañero Agostinho Neto, después de tantos sacrificios y de tanta lucha, pudo, proclamar al fin la independencia de Angola (APLAUSOS).

La lucha, sin embargo, no había finalizado todavía: más de la mitad del territorio de Angola estaba en manos de los racistas y los imperialistas. Fue necesario luchar muy duro en los meses siguientes para la total liberación del territorio angolano, y fue precisamente un 27 de marzo, hace un año, cuando los últimos soldados racistas abandonaron el territorio de Angola y pudo proclamarse, desde Cabinda hasta Cunene, un solo país, un solo pueblo (APLAUSOS).

No deseo hablar de nuestra colaboración militar. No puedo decir que los revolucionarios cubanos ayudamos a los patriotas y a los revolucionarios angolanos: simplemente cumplimos nuestro deber internacionalista (APLAUSOS).

Después de la guerra comenzó el difícil período de la reconstrucción nacional. Pero los imperialistas no estaban dispuestos a permitir que el pueblo de Angola trabajara en paz, y exigían que Cuba retirara su colaboración militar a Angola. ¿Qué querían? Iniciar de nuevo las agresiones contra el pueblo de Angola. Atacar de nuevo por Cabinda, por el norte y por el sur. ¿Cuál era nuestro deber? Mantener, por un lado, la colaboración militar con la República de Angola mientras se organizan, se entrenan y se equipan las fuerzas armadas de Angola.

Llegará el día en que ustedes no necesiten de nuestra colaboración militar; llegará el día en que el pueblo de Angola cuente con suficiente número de unidades militares, de tanques, cañones, aviones y soldados para enfrentarse a todas las agresiones imperialistas (APLAUSOS).

Después de la guerra, el número de combatientes cubanos en Angola disminuyó progresivamente y el número de trabajadores civiles, es decir, de técnicos para la reconstrucción del país, aumentó día a día. Sobre esto hay una cuestión de política internacional muy importante. Como ustedes saben, nuestro país, país pequeño al otro lado del Atlántico, está constantemente amenazado por los imperialistas. Los imperialistas han establecido un bloqueo económico contra Cuba, que dura ya más de 17 años. Los imperialistas yankis exigían que Cuba retirara la colaboración militar a Angola, de lo contrario el bloqueo no cesaría y la hostilidad hacia nuestra patria tampoco cesaría.

Por eso, deseo aprovechar esta oportunidad para definir las posiciones de Cuba. Nuestra colaboración militar y civil con el Gobierno de Angola se basa en los acuerdos entre el Gobierno de Angola y el de Cuba. Nosotros jamás negociaremos con los imperialistas esta colaboración (APLAUSOS). Hagan lo que hagan, digan lo que digan, este punto no lo negociaremos jamás con los imperialistas (APLAUSOS). Ellos no tienen ningún derecho a decir cómo debemos trabajar y cómo debemos colaborar los pueblos hermanos de Angola y de Cuba. Existen los acuerdos entre Angola y Cuba, qué armas, qué número de combatientes cubanos van a estar en Angola y durante qué tiempo. Eso lo tenemos acordado los Gobiernos de Angola y de Cuba y eso no tenemos que discutirlo con los imperialistas yankis (APLAUSOS Y EXCLAMACIONES DE: "¡Fidel, seguro, a los yankis dales duro!").

Como es lógico, una vez finalizada la guerra, el número de combatientes cubanos en Angola ha disminuido y el número de trabajadores civiles para la reconstrucción del país aumenta. Pero esto no debe conducir a error a los reaccionarios y a los imperialistas. Las fuerzas de las FAPLA crecen y, junto a las FAPLA, el número de combatientes y de armas cubanas son suficientes para aplastar cualquier agresión a Cabinda, o a Angola, al norte, al sur, al este, al oeste, por tierra, por aire o por mar (APLAUSOS).

De modo que este punto debe quedar bien claro. El Gobierno imperialista de Estados Unidos fue el que alentó las agresiones contra Angola. Todo el mundo sabe que desde el principio el FNLA estuvo financiado por la CIA y por los imperialistas yankis. Todo el mundo sabe que la UNITA estuvo financiada por los colonialistas portugueses y después por los racistas sudafricanos. Fue el Gobierno imperialista de Estados Unidos el que alentó al Gobierno neocolonialista y reaccionario de Zaire a enviar sus tropas contra Angola, y fue el Gobierno imperialista de Estados Unidos quien alentó e impulsó a los racistas sudafricanos a invadir Angola.

La verdad histórica es que solo una fuerza verdaderamente revolucionaria levantó en armas al pueblo de Angola por su independencia, y esa fuerza fue el MPLA (APLAUSOS). Por eso, hoy, el MPLA dirige al país y lo lleva a la independencia por los caminos de la revolución y del socialismo. Pero el MPLA dirige al país por la voluntad de su pueblo, por la voluntad de las masas. Si no, que lo diga esta gigantesca concentración de Luanda (APLAUSOS).

Sabemos que Luanda siempre fue muy revolucionaria, que Luanda es para la Revolución Angolana lo que París fue para la Revolución Francesa y lo que Leningrado fue para la gloriosa Revolución bolchevique (APLAUSOS). Pero ese apoyo de masas lo encontramos en todas partes: en Caxito, en Mosamedes, en Lubango, en Benguela, en Lobito y en todas partes de Angola que hemos visitado (APLAUSOS).

Debo abordar otro punto de política internacional. Durante nuestro recorrido por países amigos del Africa ocurrieron acontecimientos determinados. Uno de ellos, muy doloroso por cierto, fue el cobarde asesinato de nuestro compañero Ngouabi, presidente de la República Popular del Congo. No podemos olvidar lo que Ngouabi hizo en los días difíciles de la segunda guerra de independencia de Angola. Le brindó toda su cooperación política y también militar al pueblo agredido de Angola (APLAUSOS). Combatiente revolucionario, patriota decidido, fue cruelmente asesinado por los reaccionarios y los agentes del imperialismo. Con la muerte de Ngouabi los revolucionarios cubanos y angolanos perdimos un gran amigo.

Pero también, en estos días, han tenido lugar otros acontecimientos. En el interior de Zaire han surgido determinados conflictos políticos. Al parecer hay ciertas formas de contienda civil actualmente en Zaire. El Gobierno neocolonialista y reaccionario de Zaire dice que los katangueses están dirigidos por oficiales cubanos. Esa es una acusación mentirosa e hipócrita. Aprovechamos esta ocasión para declarar de manera categórica que no hay un solo soldado ni oficial cubano con los katangueses, que nuestro país no ha suministrado armas ni entrenamiento a los katangueses, que nuestro Gobierno ni siquiera tenía noticia alguna de los acontecimientos que allí se iban a producir. Y nosotros no andamos con mentiras. Cuando nosotros estábamos apoyando a Angola y enviamos armas, y enviamos combatientes, lo declaramos públicamente (APLAUSOS). Nosotros seguimos una línea de principios y mantenemos siempre una actitud moral y digna. Nuestro país, nuestro Partido, se responsabiliza con sus actos.

¿Por qué toda esa propaganda? ¿Por qué todas esas mentiras? Sencillamente, porque el Gobierno reaccionario y neocolonialista de Zaire tiene la conciencia remordida, no se siente seguro, y para pedir ayuda a los imperialistas yankis y a los neocolonialistas europeos pretende presentar un problema interno como un conflicto internacional. Tiene miedo, está asustado, ve fantasmas donde no hay fantasmas, e implora armas y ayuda a los imperialistas (APLAUSOS).

Vamos a hablar claro, vamos a decir la verdad. ¿Cuál ha sido la historia del proceso revolucionario en Angola y quiénes fueron los agresores de Angola, y cuál ha sido la política del Gobierno revolucionario de Angola? ¿Quién agredió a quién?

Los reaccionarios y neocolonialistas de Zaire pretenden hacer creer que angolanos y cubanos están interviniendo en los asuntos internos de Zaire. En realidad, ha sido todo lo contrario. Como decía antes, en la primera decena del mes de noviembre de 1975, tropas regulares de Zaire invadieron Cabinda. Por esa misma fecha tropas regulares de Zaire estaban atacando la ciudad de Luanda desde la dirección de Quifangondo. Y allí no estaban solo las tropas zairenses, allí había artillería de 140 milímetros manejada por los sudafricanos junto a las tropas de Zaire. ¿Y qué se puede pensar de un llamado gobierno africano que se una a los soldados racistas de Sudáfrica para atacar a Angola?

Mas no solo eso. Todos recordamos cómo, a principios de 1976, mercenarios blancos al servicio del imperialismo atacaron a Angola por el norte. Esos mercenarios se reunieron en la capital de Zaire, cruzaron la frontera de Zaire con el apoyo del Gobierno de Zaire y atacaron a Angola.

¿Qué hizo en cambio el Gobierno de Angola desde el instante mismo de alcanzar su independencia? Trabajar tesoneramente por mejorar sus relaciones con los demás pueblos y gobiernos del Africa negra, independientemente de las diferencias políticas e ideológicas. La historia puede dar testimonio de los esfuerzos del compañero Neto por mejorar las relaciones entre Angola y Zaire. La historia es testigo de eso.

Sin embargo, ¿qué ha estado ocurriendo en realidad? El Gobierno neocolonialista y reaccionario de Zaire sigue llevando a cabo actos de hostilidad contra Angola, sigue organizando bandas mercenarias y contrarrevolucionarias en Cabinda para atacar al pueblo de Cabinda, para perpetrar crímenes y fechorías. El gobierno neocolonialista y reaccionario de Zaire sigue organizando campamentos y bandas contrarrevolucionarias en el norte para cometer agresiones y crímenes contra el pueblo de Angola. El Gobierno fascista y racista de Sudáfrica continúa organizando las bandas traidoras y contrarrevolucionarias de la UNITA para realizar agresiones y fechorías contra el pueblo de Angola.

Y ustedes lo saben, las bandas contrarrevolucionarias y mercenarias no se enfrentan a las FAPLA, pero atacan las aldeas lo mismo en Cabinda, que en el norte, que en el sur de Angola. Y ustedes saben bien lo que hacen con los pacíficos vecinos de las aldeas. Cometen increíbles masacres, asesinan hombres, mujeres, jóvenes, ancianos y niños; no respetan la vida de nadie. Hemos conversado con nuestros médicos, que han asistido a las poblaciones atacadas por las bandas mercenarias, y cuentan cosas duras, cosas tristes, no ya solo de personas asesinadas, sino de personas heridas, niños de once meses a los que hay que amputarles un brazo, ancianos heridos, mujeres gestantes heridas o asesinadas. Sabemos muy bien qué clase de increíbles crímenes son capaces de cometer esos bandidos.

Y uno se pregunta, ¿por qué hacen eso, qué ganan con eso? No pretenderán conquistar el corazón de los angolanos cometiendo esos crímenes. ¿Por qué lo hacen? Para sembrar el terror, para impedir la reconstrucción y el desarrollo de Angola.

Nosotros somos testigos, como lo son los gobiernos progresistas del mundo, de que el pueblo de Angola, después de la independencia, ha seguido una política de paz y de buenas relaciones con los países vecinos africanos. Y el Gobierno revolucionario de Cuba apoya esa política de Angola, porque nosotros jamás azuzaremos luchas entre los pueblos del Africa negra. Cualquier lucha entre pueblos del Africa negra ayuda al imperialismo, porque el enemigo principal, desde nuestro punto de vista, es el imperialismo, son los racistas sudafricanos, son los racistas que ocupan Namibia y son los racistas que oprimen a Zimbabwe y al pueblo de Africa del Sur. Ese es el enemigo principal, el enemigo fundamental (APLAUSOS). Por eso, la política de nuestra Revolución no puede ser jamás la de promover conflictos entre pueblos del Africa negra, independientemente de las diferencias políticas, porque ya sabemos lo que pasa en este continente: hay gobiernos revolucionarios y hay gobiernos reaccionarios y neocolonialistas.

Por lo demás, tenemos muy presente los tiempos pasados. A nuestro país no le conciernen los problemas internos de Zaire, aunque nos explicamos el susto de ese Gobierno reaccionario. Es lógico. No hay hombres cobardes ni hombres valientes, no hay pueblos cobardes o pueblos valientes, no hay soldados cobardes o soldados valientes. El valor depende de la motivación que el hombre tiene, que el soldado tiene. Cuando el soldado defiende su patria, cuando defiende una causa justa, es muy valiente (APLAUSOS). Cuando el soldado se ve obligado a defender una mala causa, a cometer un crimen o un acto de agresión, a la larga se desmoraliza, no es valiente; y la historia reciente demuestra que los soldados del gobierno neocolonialista y reaccionario de Zaire no sirven para nada (APLAUSOS). Las tropas regulares de Zaire fueron derrotadas en Cabinda y las tropas regulares de Zaire fueron derrotadas en Quifangondo, y cuando ya vieron que no podían aplastar al pueblo angolano con tropas regulares de Zaire, llamaron a los mercenarios blancos. A lo mejor creían que los mercenarios blancos iban a asustar a los angolanos. Se hablaba mucho de la historia de los mercenarios aquí y allá, pero la verdad es que los mercenarios blancos sufrieron su "Waterloo" en Angola (APLAUSOS).

Yo pienso que el pueblo de Zaire, como todos los pueblos, es un gran pueblo; y pienso que los combatientes de Zaire, si defendieran una causa justa, si estuvieran defendiendo la independencia y la revolución, serían soldados muy valientes. Pero mientras los soldados de Zaire defiendan a la reacción, al neocolonialismo, al imperialismo, a los intereses extranjeros, mientras los soldados de Zaire se vean obligados a defender un gobierno reaccionario, aliado a los racistas sudafricanos, no serán buenos soldados. Pero si son buenos o malos, si defienden una causa u otra, si hay luchas internas en Zaire, no es un problema nuestro ni nos concierne a los cubanos ninguna participación en esas cuestiones internas.

Estos son dos puntos que nosotros deseábamos dejar claramente definidos en el acto de hoy.

Hemos recorrido una parte importante del país, hemos observado la marcha del proceso revolucionario en Angola, y podemos expresar aquí que, a nuestro juicio, el proceso revolucionario de Angola está marchando bien (APLAUSOS).

Hoy se cumple un año del final de la guerra contra los agresores extranjeros, y es mucho lo que nosotros vemos que ustedes han hecho en un año. Y eso tiene un mérito grande. Hay que meditar sobre esta cuestión.

¿Qué dejó el colonialismo en Africa? Nada. Hemos recorrido el Africa o una parte del Africa en las últimas semanas, y lo que vimos en Africa nos preocupa seriamente. Durante siglos de dominio los colonialistas explotaron este continente y esclavizaron a sus hijos. ¿Qué derecho tenía ninguna nación de Europa a conquistar el Africa? Las naciones capitalistas de Europa conquistaron a sangre y fuego al Africa, de la misma forma que conquistaron al continente americano. Y esto exige cierta reflexión.

Los capitalistas europeos consideraron a los pueblos del hemisferio americano y de Africa como pueblos inferiores, tenían mentalidad de conquistadores, y en ciertas regiones del mundo exterminaron pueblos enteros. ¿Qué ocurrió donde hoy está Estados Unidos de América? Los conquistadores europeos ocuparon el país, exterminaron a la población indígena, trasladaron millones de africanos 'para trabajar como esclavos. Los conquistadores europeos hicieron cosas similares en el resto del hemisferio americano. Y en Africa también enviaron a sus tropas, sus soldados para conquistar los territorios y oprimir a los pueblos. Los capitalistas y colonialistas europeos esclavizaron, y si lo consideran conveniente, no vacilan en exterminar a las poblaciones africanas.

¿Qué es lo que quieren hacer los racistas en Africa del Sur? Tres millones de opresores, de conquistadores, oprimiendo a 20 millones de africanos, han inventado el apartheid y los bantustanes. ¿Quiénes son los dueños del Africa, los que nacieron en estas tierras, los que son hijos de estas tierras, o los conquistadores? En Zimbabwe, 250 000 conquistadores europeos oprimiendo a 6 millones de africanos.

Y en Angola, ¿qué quisieron hacer los conquistadores europeos? Quisieron hacer lo mismo que están haciendo hoy en Zimbabwe o que están haciendo hoy en Africa del Sur. Vemos que los conquistadores europeos querían convertir a Angola en un lugar para vivir ellos. No hicieron absolutamente nada, ni lo más mínimo, en beneficio del pueblo angolano. Los peores trabajos para los angolanos, los sueldos más bajos, la ignorancia, la pobreza, los museques para los angolanos.

Y eso pasó también en el resto de Africa. Hemos visto con nuestros propios ojos los resultados del colonialismo. No había universidades, no había médicos, ni técnicos, ni ingenieros, ni profesores, no había nada. Y, ¿qué nos encontramos en Africa? Una población que crece y un continente donde la lucha es dura y difícil. La mitad del continente africano es prácticamente desértico, otras áreas del continente africano son semidesérticas, y otras están cubiertas de selvas húmedas donde la lucha por la vida es dura. Africa ciertamente tiene recursos naturales cuantiosos. Africa podría desarrollarse, Africa podría mejorar extraordinariamente sus condiciones de vida.

Pero, ¿qué tenemos en Africa, qué vemos sobre todo en los pueblos del Africa negra? Vemos la incultura, el analfabetismo, las enfermedades, todo tipo de enfermedades, incluyendo la malaria, la tuberculosis, el parasitismo, la poliomielitis, el tétano, la desnutrición y otras muchas. No hay médicos, no hay hospitales, no hay una alimentación adecuada. De modo que en muchos pueblos del Africa negra no se ven viejos. ¿Por qué? Porque los seres humanos no llegan ni siquiera a viejos. Para luchar contra las enfermedades hay que trabajar, hacen falta gobiernos revolucionarios, progresistas. Un solo país no puede luchar contra las enfermedades. Para luchar contra la malaria tienen que trabajar unidos todos los pueblos de Africa; para luchar contra la enfermedad del sueño —para citar otro ejemplo— u otras muchas enfermedades, hace falta un esfuerzo unido de los gobiernos y de los pueblos de Africa.

Pero, ¿cómo se puede esperar que los gobiernos neocolonialistas puedan hacer nada en beneficio de los pueblos africanos? ¿Cómo pueden resolverse los problemas de Africa sin la independencia, sin la revolución y sin el socialismo? El crimen más grande que se puede cometer hoy contra este continente es el neocolonialismo, el intento de establecer el capitalismo en los pueblos de Africa. Y yo les pregunto a ustedes, que vivieron siglos de colonialismo, de humillación, de discriminación: ¿acaso los combatientes del MPLA murieron para establecer el capitalismo en Angola? (EXCLAMACIONES DE: "¡No!") Por eso hemos dicho que sin revolución no hay verdadera independencia, y sin socialismo no hay revolución (APLAUSOS).

Ustedes, los angolanos, han adoptado el camino de la revolución y del socialismo. ¡No más amos de la riqueza de Angola que el propio pueblo de Angola! (APLAUSOS) ¿Y qué otro camino podrían seguir los pueblos del Africa?

Yo sé que ustedes son muy entusiastas, es cierto. Yo sé que ustedes hablan de revolución y hablan de socialismo. Pero lo más importante en este momento es saber que el progreso, la riqueza y el socialismo no bajan del cielo. Tiene que construirlo el propio pueblo con su sudor y con su esfuerzo. El compañero Neto insiste mucho en este problema, en el trabajo, en la producción, en la productividad. Y yo les pregunto a ustedes, hombres y mujeres angolanos: El progreso de Angola, el bienestar del pueblo angolano, ¿de dónde puede venir? Del trabajo, del esfuerzo, del sudor de los angolanos. Ustedes aman la independencia, ¿verdad?, ustedes aman a la revolución. ¿Cómo responderán ustedes al llamamiento del MPLA y del compañero Neto? Con el trabajo (APLAUSOS).

Hoy fueron presentados aquí los Héroes del Trabajo. En la guerra hay los héroes, los combatientes que arriesgan su vida, que no tienen miedo; y en la paz hay también los héroes, que son los héroes del trabajo (APLAUSOS).

Hemos visitado una parte del país, hemos visto muchos museques. ¿Cómo se pueden acabar los museques? Con el trabajo. La hora de la independencia significa para ustedes la oportunidad de construir escuelas, hospitales, fábricas, viviendas, desarrollar la agricultura y crear las bases del bienestar material y espiritual del pueblo. Eso es lo que significa la independencia, la revolución, el socialismo.

Y en esa lucha por la reconstrucción del país, los cubanos estaremos también junto a los hermanos angolanos (APLAUSOS). Seguiremos enviando médicos, enfermeras y técnicos de la salud para colaborar con ustedes, para luchar contra las enfermedades, para salvar vidas. Seguiremos colaborando con ustedes en la agricultura, en la construcción, en el transporte, en la pesca, en el desarrollo industrial. Seguiremos colaborando con ustedes en todo lo que está al alcance de nuestras manos. Y nuestras relaciones se desarrollarán, porque se basan en principios. ¿Cuál es el principio fundamental en que se basa nuestra colaboración? Nuestro respeto absoluto a la soberanía del país, nuestro respeto absoluto a las cuestiones de política interna, nuestra lealtad al MPLA, a la dirigencia del MPLA y en especial al compañero Neto (APLAUSOS).

Y esa es nuestra política de principios con todos los pueblos hermanos de Africa con los cuales colaboramos: el respeto a la soberanía, el respeto a las cuestiones de política interna y la lealtad a los compañeros dirigentes de esos países que confían en nosotros (APLAUSOS).

Hay un número creciente de técnicos cubanos trabajando en Angola. A ellos me dirijo. Sé cuánto sacrificio significa ese esfuerzo, cuánto sacrificio significa estar separados de la patria, de la familia, de los compañeros, de los seres queridos. Sabemos que nuestros técnicos realizan este esfuerzo con sacrificio, puesto que nuestros técnicos vienen solos al país. Sería muy costoso para Cuba y sería muy costoso para Angola que nuestros técnicos y nuestros trabajadores vinieran con sus familiares para Angola. Por eso nuestra colaboración con el pueblo de Angola en la paz, igual que en la guerra, significa esfuerzos y significa sacrificios. Si algo les puedo decir hoy a nuestros compatriotas, si algo les puedo pedir, es mantener en alto siempre los principios revolucionarios, las banderas del internacionalismo, la humildad, la modestia. Que no se diga jamás que un revolucionario cubano fue autosuficiente o se consideró mejor que un angolano o superior a un angolano.

Y lo que he visto en todas partes de Angola donde hemos estado con nuestra delegación, nos alienta. Hemos conversado con los médicos, con los técnicos de la salud con los constructores, con los cubanos que colaboran con los angolanos en muchos frentes de trabajo; he podido observar en ellos realmente entusiasmo, espíritu de sacrificio, fraternidad, y sobre todo, un inmenso cariño por los angolanos, por la Revolución Angolana (APLAUSOS). He podido observar en nuestros compatriotas ese interés de trabajar y de luchar como si estuvieran en su propia patria. Pero debo decir algo más. Es nuestro deber trabajar en Angola más que si estuvieran en la propia Cuba (APLAUSOS).

Los imperialistas no entienden esto, y se preguntan por qué los cubanos ayudan a los angolanos. Ellos no entienden lo que son los sentimientos revolucionarios, ellos no entienden lo que es la solidaridad, ellos no entienden lo que es el internacionalismo. Ellos no comprenden nuestro desinterés. Para nosotros, los marxista-leninistas, todos los pueblos son hermanos, todos los trabajadores debemos unirnos para luchar contra la explotación del hombre por el hombre, para luchar contra el imperialismo, para luchar contra la injusticia, para luchar por la fraternidad de toda la humanidad. Y cada revolución victoriosa es una victoria para todos los pueblos del mundo, cada éxito de un pueblo es un éxito para los demás pueblos. Y solo unidos, sólo cooperando unos con otros lograremos vencer al imperialismo (APLAUSOS).

Hermanos angolanos:

Nos satisface y nos hace felices apreciar los frutos de esta hermosa hermandad y colaboración entre nosotros. Los colonialistas creían que Angola no podría marchar adelante sin ellos; los colonialistas creían que las industrias no podrían volver a funcionar. Cuando ellos decidieron marcharse, porque no aceptaban la revolución o porque no se resignaban a la independencia de Angola, creían que Angola se arruinaría y, sin embargo, hace apenas un año de la victoria y ya muchas fábricas están trabajando, muchas escuelas y muchos hospitales están funcionando, y la agricultura se está atendiendo cada vez mejor. Sabemos que solo en la rama de la construcción se han puesto a funcionar más de 100 fábricas. Y cada industria, cada central azucarero, cada fábrica de cemento, cada fábrica de materiales de la construcción, cada equipo que se pone a funcionar, es una victoria de la Revolución Angolana (APLAUSOS).

En Benguela, en Lobito, en Caxito, en Mosamedes, en Lubango y en Luanda, hemos visto muchas fábricas marchando, hemos visto muchas obras realizándose, hemos visto muchos hospitales trabajando, hemos visto muchos niños estudiando, hemos visto muchos trabajadores alfabetizándose (APLAUSOS), hemos visto a las mujeres organizándose a través de la entusiasta OMA (APLAUSOS), hemos visto combatientes angolanos aprendiendo a manejar sus armas para defender la patria (APLAUSOS); hemos visto a los militantes del MPLA laborando, consagrándose al pueblo y creando las condiciones para organizar el partido de vanguardia de los revolucionarios angolanos (APLAUSOS).

Hemos tenido oportunidad de conocer al pueblo angolano, su entusiasmo, su fervor revolucionario, su espíritu de lucha. Nos hemos sentido estimulados, nos hemos sentido más hermanados a ustedes que nunca, nos hemos sentido dispuestos a seguir trabajando y a seguir luchando junto a ustedes. Ha sido también una gran oportunidad ésta de estrechar nuestras relaciones con los dirigentes de la Revolución Angolana, y en especial, con nuestro querido compañero Agostinho Neto (APLAUSOS).

El presidente Agostinho Neto consagra todas las horas del día y de la noche a trabajar por el pueblo angolano (APLAUSOS). Pienso que los hombres pasan y los pueblos quedan. Pienso que ningún hombre es insustituible. Soy enemigo del culto a la personalidad. Pero sé también que en determinados momentos históricos los dirigentes juegan un papel de extraordinaria importancia (APLAUSOS). Ese fue el papel del compañero Neto en la conducción de su pueblo hacia la independencia y la revolución. Ese fue el papel del compañero Neto en la primera y la segunda guerras de independencia. Y ese es el papel del compañero Neto en esta etapa de reconstrucción del país, de la creación del Partido y de la marcha del pueblo angolano hacia el socialismo (APLAUSOS).

El prestigio del compañero Neto, su incansable lucha por la independencia de Angola, su confianza en los días difíciles de la prisión y el destierro, fueron factores fundamentales en el apoyo que el MPLA encontró entre los países revolucionarios y el movimiento progresista mundial.

Hay que ayudar al compañero Neto (APLAUSOS). Esto lo digo, en primer término, a los trabajadores angolanos, a los campesinos, a las mujeres angolanas, y lo digo a los combatientes de las FPLA y a los combatientes de la Seguridad. El imperialismo muchas veces conspira para liquidar a los dirigentes revolucionarios, porque sabe que el pueblo necesita jefes, necesita líderes en el combate revolucionario. Cuando los años transcurren, los procesos se institucionalizan, y el Partido se crea, los hombres son cada vez menos importantes. Pero en esta fase en que vive el pueblo de Angola, los dirigentes tienen un papel fundamental y por eso es que digo que al compañero Neto hay que apoyarlo, hay que defenderlo y hay que protegerlo (APLAUSOS).

Ahora ustedes están organizando el Partido y dicen que este es el Año del Primer Congreso del Partido (APLAUSOS). Eso será un gran paso de avance. Esa experiencia la hemos vivido en nuestro país. Cuando los revolucionarios están organizados en una poderosa vanguardia que toma en sus manos la conducción de la revolución y la construcción del socialismo, entonces el proceso es irreversible. Por eso los felicitamos y les deseamos éxitos en el Primer Congreso y en la formación del Partido (APLAUSOS).

Antes en Africa no se podía hablar de independencia; al que hablaba de independencia lo enviaban a la cárcel o lo fusilaban. Antes en Africa no se podía decir una palabra contra el capitalismo, antes en Africa no se podía hablar de socialismo; al que hablara de socialismo lo encarcelaban o lo fusilaban. Incluso alguna gente empieza a hablar de socialismo, pero con miedo todavía al imperialismo, sin embargo, en Cuba se habla de socialismo, en Angola se habla de socialismo. Pero no sólo hablamos de socialismo, hablamos de socialismo científico.

Sí, hay gente que habla también de socialismo científico, pero nada más. Nosotros, los cubanos y los angolanos, hablamos de socialismo científico, hablamos de internacionalismo, hablamos de marxismo-leninismo, y no tenemos ningún temor de que los retratos de Marx, Engels y Lenin, junto a las figuras y las imágenes de los héroes nacionales, presidan nuestros actos (APLAUSOS).

Y esto es lo que nos acerca, esto es lo que quiere decir el compañero Neto cuando afirma que lo que nos une no es la geografía, sino la ideología (APLAUSOS). Pero también nos une la historia; nos une nuestra tradición de lucha contra la esclavitud, contra el colonialismo y contra el imperialismo. Pero, además, geográficamente no estamos tan lejos. Dicen que hay 10 000 kilómetros entre Cuba y Angola, pero también los barcos navegan rápido en estos tiempos, los aviones vuelan cada vez más veloces y las comunicaciones son cada vez más inmediatas (APLAUSOS).

Los imperialistas además sabían que estábamos unidos por la ideología, pero ahora saben que no estamos tan separados por la geografía. Y cuando los racistas sudafricanos invadieron Angola desde Namibia, pensaron que los amigos de Angola estaban muy lejos, que estaban muy separados geográficamente. Pero ahora saben que el hombre revolucionario, hermanado en la ideología, es capaz también de vencer la distancia (APLAUSOS).

Hermanos angolanos:

¡Estamos unidos no solo en la ideología, sino también en la sangre derramada, en la lucha común contra el imperialismo y por la victoria de los pueblos!

Para terminar estas palabras, quiero decirles al compañero Neto, a los dirigentes del MPLA y al pueblo angolano, que nos sentimos orgullosos de nuestra amistad, de nuestra alianza y extraordinariamente estimulados en nuestro trabajo de lucha común.

¡La lucha continúa, la victoria es cierta!

¡Patria o Muerte!

¡Venceremos!

(OVACION)