DISCURSO PRONUNCIADO POR EL COMANDANTE EN JEFE FIDEL CASTRO RUZ, PRIMER SECRETARIO DEL COMITE CENTRAL DEL PARTIDO COMUNISTA DE CUBA Y PRESIDENTE DE LOS CONSEJOS DE ESTADO Y DE MINISTROS, AL CLAUSURAR LA SEXTA CONFERENCIA CUMBRE DE LOS PAISES NO ALINEADOS, EFECTUADA EN EL PALACIO DE CONVENCIONES, EL 9 DE SEPTIEMBRE DE 1979, "AÑO 20 DE LA VICTORIA".

(VERSIONES TAQUIGRAFICAS - CONSEJO DE ESTADO)

Queridos amigos:

No voy a pronunciar un discurso. Yo mismo, después de 27 horas de incesante actividad sin un segundo de descanso, después de más de 20 horas de sesiones, no estoy seguro de que fuera capaz de elaborar un discurso responsable. Nada nuevo podría decirse que no se haya dicho ya, y nada podría decirse mejor de lo que se ha dicho. Y estoy seguro de que ustedes agradecerán más mi brevedad.

Se ha dicho que esta constituye la más grande reunión de Jefes de Estado y dirigentes que se haya producido nunca; pero nunca, tal vez, un conjunto de hombres responsables, de estadistas como los que aquí se reúnen, han estado en una sesión plenaria desde las 8:00 de la noche hasta las 9:00 de la mañana. Tal vez nunca en una conferencia internacional se ha trabajado tanto como hemos trabajado en esta Conferencia.

Por aquí han desfilado, por esta tribuna, 93 oradores, sin contar los de hoy. Hombres realmente brillantes, talentosos, extraordinarios, han participado en el debate. Cuando los veíamos desfilar por aquí, pensábamos y meditábamos sobre cuántos valores tiene nuestro mundo, cuántas figuras han surgido, cuántos dirigentes, qué calidad, qué seriedad, qué honestidad, qué espíritu de lucha, qué entusiasmo. Podríamos afirmar, sin exageraciones, que muchos de los mejores valores de nuestro mundo han hablado, se han expresado y han trabajado juntos en estos días.

He meditado sobre la conveniencia de que recojamos todos los discursos y los publiquemos en un libro, para enviarle un ejemplar a cada uno de los que han participado en esta Conferencia. Yo mismo pienso volver a leer, analizar y meditar sobre todo lo que aquí se ha dicho. Y estoy seguro de que ningún libro podrá ser más rico en experiencia, ni podrá darnos más información y una idea más real sobre los problemas de nuestro mundo.

En esta Conferencia, el espíritu de solidaridad ha brillado como nunca. En esta Conferencia se han analizado los problemas más importantes y más urgentes de nuestra época. En esta Conferencia no ha habido una sola causa justa, una sola aspiración de nuestros pueblos que no haya recibido el máximo de consideración y el máximo de apoyo. En esta Conferencia se ha hablado como nunca sobre los problemas de la paz. En esta Conferencia se ha hablado más que nunca de los problemas de la economía, sobre lo cual se ha dicho, con mucha razón, que debe ser centro de nuestras preocupaciones y de nuestro trabajo.

Ya casi al final de la sesión se planteó aquí una Resolución, que expresaba la preocupación de los miembros de nuestro Movimiento de llevar a cabo medidas prácticas y concretas. Nos alegramos de que ya al final de la Conferencia no hubiésemos adoptado precipitadamente una Resolución sobre problemas que requieren atención, profundización, análisis y el máximo de seriedad.

El hecho de que no hayamos adoptado la Resolución propuesta, no significa que dejemos para la otra Conferencia, o que dejemos para las calendas griegas la consideración y la adopción de las medidas concretas que en este campo debemos dar.

Hay una cuestión muy importante, quizás la más importante de todas en esta Conferencia, cuando nuestros enemigos auguraban la división, cuando nuestros enemigos auguraban que en la Sexta Cumbre el Movimiento de los No Alineados estallaría como una granada, tomando en cuenta lo que tantas veces se ha dicho y repetido, el hecho de que constituimos un Movimiento de países heterogéneos; tomando en cuenta serios escollos que teníamos en el camino. Sin embargo, hemos superado los escollos, hemos abordado los problemas más difíciles, y hemos adoptado acuerdos sobre cada uno de ellos mediante consenso casi unánime. Y por ello podemos decir así, por ello podemos proclamar que nuestro Movimiento está más unido que nunca (APLAUSOS), que nuestro Movimiento está más vigoroso que nunca (APLAUSOS), que nuestro Movimiento es más poderoso que nunca (APLAUSOS), que nuestro Movimiento es más independiente que nunca (APLAUSOS), que nuestro Movimiento es más nuestro que nunca (APLAUSOS).

Desde las responsabilidades que le corresponden a nuestro país, nos esforzaremos todo lo que seamos capaces para el cumplimiento de los acuerdos adoptados, para el fortalecimiento de la unidad, porque a pesar de nuestras diferencias hemos podido ver cuántos intereses tenemos comunes, cuántos objetivos tenemos comunes.

En esta Conferencia hemos tenido oportunidad de ver cuán cerca estamos todos nosotros, cuán iguales somos todos nosotros, cuán hermanos somos todos nosotros (APLAUSOS).

Alguien dijo esta noche que dentro de algunas horas este salón sin nuestra presencia estaría muy vacío; pero aún más vacíos nos vamos a sentir por dentro cuando ustedes se marchen.

De tal manera hemos vivido absorbidos en el trabajo de la Conferencia, que a veces desde ese podio no nos dábamos cuenta de que realmente estábamos en nuestro país. A veces teníamos la sensación de que estábamos de visita, en una conferencia en otro país.

Ha sido realmente una experiencia inolvidable.

No tengo palabras para expresarles cuán agradecidos estamos de todos ustedes, cuán agradecidos estamos del apoyo que le brindaron a la Conferencia, que era, en cierta forma, un apoyo a nuestro país.

Es imposible expresar cuán honrados nos hemos sentido con la presencia de ustedes. Es imposible expresar cuán animados, cuán estimulados nos hemos sentido con la presencia de ustedes, a pesar de las distancias, a pesar de los miles y miles de kilómetros que hay que viajar para venir desde Africa, desde Europa, desde Asia, desde América Latina a nuestro país. Es imposible expresar cuán profundamente reconocidos nos sentimos, al pensar que pese a todas las campañas, pese a todos los augurios, ustedes no vacilaron en participar en esta Conferencia. Es imposible expresar cuán hondo hemos sentido las pruebas de amistad, las pruebas de solidaridad, las pruebas de apoyo que hemos recibido de muchos de ustedes.

ĄCuánto nos estimula a seguir luchando, a seguir combatiendo, a seguir practicando la solidaridad, a seguir practicando el internacionalismo! Porque todo lo que se haga por los demás, todo lo que se haga por otros pueblos, todo lo que se haga por la humanidad, es lo que puede dar sentido a la vida de un revolucionario. Es lo único que nos permite poder sentirnos miembros de la familia humana.

Esta Conferencia le ha dado a nuestro país un gran prestigio, le ha dado a nuestro país una gran autoridad; pero ese prestigio y esa autoridad no los utilizaremos jamás en beneficio de nuestro país. Lo utilizaremos todo para luchar y trabajar por los demás. Cuba no se beneficiará en lo más mínimo a sí misma por estar en los años futuros en la dirección del Movimiento.

Una cosa podemos decir: ĄCuba se sacrificará más, Cuba trabajará más por los demás!

No nos corresponde a nosotros decir que la Conferencia, que la Sexta Cumbre ha sido un éxito. ĄCorresponderá a la historia!

Declaro clausurada la Sexta Cumbre del Movimiento de los No Alineados.

Muchas gracias.

(OVACION)