DISCURSO PRONUNCIADO POR FIDEL CASTRO RUZ, PRESIDENTE DE LA REPÚBLICA DE CUBA, EN LA VI CUMBRE IBEROAMERICANA DE JEFES DE ESTADO Y GOBIERNO. SANTIAGO DE CHILE, 10 DE NOVIEMBRE DE 1996.

(Versiones Taquigráficas)

Muy estimado señor Presidente Eduardo Frei,

Majestad,

Excelencias:

La situación no es exactamente igual en cada país, pero hay fenómenos que afectan en mayor o menor grado a toda la región, dignos de tomarse en cuenta ahora que nos sentamos para hablar sobre gobernabilidad democrática.

Mientras el abismo entre los ricos y los pobres crece cada vez más hasta colocar a América Latina en el triste papel de campeona de estas diferencias entre todas las regiones del mundo;

Mientras decenas de millones de niños sin hogar se encuentran abandonados en las calles de las grandes ciudades;

Mientras un número igual o mayor son explotados inescrupulosamente en vez de estar en las escuelas;

Mientras mueren cada año medio millón de menores de cinco años que pudieran salvarse;

Mientras los barrios marginales se multiplican incontenibles por todas partes y el número de personas por debajo de los índices de pobreza se acerca al 50 por ciento;

Mientras el desempleo crece cada vez más como un terrible azote social;

Mientras los presupuestos de educación, salud pública y otros programas sociales son recortados a instancias de organizaciones internacionales que nos imponen su filosofía económica;

Mientras la deuda externa se incrementa y, tras haberse pagado 630 mil millones de dólares en los últimos diez años, es ahora más alta que nunca;

Mientras la corrupción se hace una práctica cotidiana en muchas partes;

Mientras un voraz y gigantesco mercado externo de placeres y consumismo ha traído a la región el enorme problema de las drogas, con su secuela de violencia y destrucción para muchos países;

Mientras todo se privatiza a cualquier precio y el Estado se desprende de riquezas que generaciones anteriores acumularon con grandes sacrificios, debilitándose, empobreciéndose y renunciando a todo papel activo en la economía;

Mientras el capital extranjero y las transnacionales se van apoderando de los centros de producción de bienes y servicios más estratégicos;

Mientras estamos a la zaga en la investigación científica;

Mientras nuestra cultura es descuartizada por el monopolio de los medios masivos de la potencia hegemónica;

Mientras se aprueban leyes extraterritoriales y se aplican bloqueos criminales por parte de esa misma potencia que reiteradamente ha invadido países de la región y constantemente interviene en asuntos puramente internos de nuestros Estados;

Mientras tienen lugar estos y otros muchos preocupantes problemas como la prostitución infantil, el comercio de órganos, la discriminación de la mujer y del indio, las mafias y los escuadrones de la muerte, me pregunto y les pregunto a ustedes, distinguidos colegas:

Si no tomamos conciencia plena de estas realidades, si cerramos los ojos y no actuamos con la unidad, la lucidez y la energía que este momento crucial de nuestra historia exige,

¿Qué será de nuestros Estados en el siglo XXI?

¿Qué quedará de nuestra independencia?

¿Qué significado tendrá para los pueblos el objetivo de nuestras luchas?

¿Qué posibilidad real habrá de alcanzar una verdadera gobernabilidad democrática con justicia y esperanzas para todos?

Muchas gracias (APLAUSOS).