Discurso pronunciado por Fidel Castro Ruz, Presidente de la República de Cuba, en la sesión  inaugural de la XII Cumbre del Movimiento de Países No Alineados, efectuada en Durban, Sudáfrica, el día 2 de septiembre de 1998.

 

(Versiones Taquigráficas-Consejo de Estado)

 

Estimado Señor Presidente de la República Sudafricana;

Señores Jefes de Estado y de Gobierno;

Distinguidos delegados e invitados:

 

 

         Tiempos difíciles se avecinan.  Una profunda y ya inevitable crisis económica globalizada de consecuencias imprevisibles nos amenazan a todos.

 

         Tenemos la absoluta convicción de que el Movimiento de Países No Alineados, hoy más necesario que nunca, ahora bajo la conducción de Sudáfrica y de su ilustre Presidente, un hijo del Africa que es ya todo un símbolo de tenacidad, capacidad de lucha, sabiduría y talento político, podrá continuar con paso firme el proceso de reagrupación y revitalización de la inmensa fuerza potencial que representamos.

 

Estamos plenamente confiados y seguros de que nuestros hermanos sudafricanos, los mismos que enfrentaron durante décadas al oprobioso sistema del apartheid y lograron derrotarlo a pesar de su poder, sabrán, con el concurso de todos nosotros, poner en alto las banderas de unidad y solidaridad, que tanto requerimos, para defender con pasión y tenacidad las aspiraciones y las justas causas de nuestros pueblos del Tercer Mundo, en una época donde se está jugando algo más que el desarrollo:   nuestra propia supervivencia como especie.

 

         Muchas gracias (Aplausos).