COMPARECENCIA DEL PRESIDENTE DEL CONSEJO DE ESTADO DE LA REPUBLICA DE CUBA, FIDEL CASTRO RUZ, PARA TRATAR TEMAS DE ACTUALIDAD NACIONAL, EL 1º DE NOVIEMBRE DE 1999.

(Versiones Taquigráficas - Consejo de Estado)


 
 


Héctor Rodríguez.- Buenas noches. Como se ha venido informando, amigos televidentes, de inmediato el Comandante en Jefe Fidel Castro comparece ante un panel de periodistas de los medios cubanos de prensa para tratar temas de actualidad nacional. Esta comparecencia se trasmite, además de por Cubavisión, por Radio Rebelde y las ondas internacionales de Radio Habana Cuba. Con ustedes, el Comandante.

Fidel Castro.- Permítanme unas palabras:

La Proclama de la Asamblea Nacional y sus consecuencias jurídicas, las denuncias y los pronunciamientos de la delegación de Cuba en las Naciones Unidas, las batallas en torno a las agresiones contra Cuba en la esfera deportiva internacional, nuestra victoria en Winnipeg a pesar de esas agresiones, las valientes posiciones de nuestro país en torno a la guerra genocida contra Yugoslavia, el crecimiento de nuestra economía en 1999 en contraste con una grave recesión en casi todos los países de nuestra región, el creciente movimiento contra el bloqueo en Estados Unidos y las iniciativas llevadas a cabo por hombres prominentes del Senado, la increíble proeza de nuestro pueblo al recuperarse con sus propios recursos en apenas 72 horas de las más dramáticas consecuencias del huracán que nos azotó hace apenas dos semanas, la visita del Gobernador de Illinois, la inminencia de la IX Cumbre Iberoamericana y el fracaso de los intentos para sabotearla han desatado histeria y reacciones desesperadas en determinados sectores extremistas de Estados Unidos y en la mafia contrarrevolucionaria y terrorista de Miami.

He citado solo algunos de los elementos; podrían añadirse unos cuantos más como, por ejemplo, la presencia de Cuba en la reunión cumbre de Río de Janeiro, en la que participaron todos los países latinoamericanos y caribeños con los 15 países de la Comunidad Económica Europea; los contactos con los estudiantes de la universidad más importante de Venezuela, a raíz de la toma de posesión del presidente Chávez; o con los estudiantes de la Universidad Estadual de Río de Janeiro; o con el Congreso de la Unión Nacional de Estudiantes Brasileños, en el que participaron miles de delegados. Esto en la esfera internacional.

El excelente Congreso de los escritores y artistas cubanos que tuvo lugar este año; el igualmente excelente Congreso de los periodistas cubanos, verdaderamente periodistas y verdaderamente revolucionarios, con relación al cual acabamos de tener un consejo ampliado, tan ampliado que estaban todos los delegados del congreso, para hacer un análisis del trabajo realizado.

Reuniones como aquella sobre economía, en que participaron cientos de prestigiosos economistas, celebrada aquí en La Habana, y otras muchas cosas que pudieran enumerarse como hechos que incuestionablemente han ido llevando a la desesperación, a una verdadera histeria de los enemigos de nuestro país en Estados Unidos, son cosas muy evidentes que pueden presentarse con absoluta claridad. Por eso, alrededor de estos temas quisiera intercambiar con ustedes hoy; repito, intercambiar impresiones con ustedes. Por eso le pedí a la televisión que nos prestara un canal para esta reunión.

Tengo cosas que decir y procuraré decirlas intercaladas con las respuestas a las preguntas y a los comentarios de ustedes. Prefiero hacerlo así y no en forma de discurso.

Si me permiten, para comenzar, quiero darles una idea de la feroz campaña lanzada contra Cuba en este momento. Utilizaré con frecuencia despachos cablegráficos procedentes de Estados Unidos, aparte de informaciones precisas recopiladas mediante fuentes absolutamente seguras y de hechos irrebatibles.

Voy a empezar por dos o tres cables, dos o tres despachos correspondientes al 29 de octubre de 1999. El día en que, alrededor de las 10:00 de la mañana, comenzaríamos la reunión del Consejo Ampliado de la UPEC, esa mañana, como de costumbre, me puse a leer algunos cables.

El primero de todos, aquí diré nada más que las cosas esenciales:

"Miami (EE.UU), oct. 29 (EFE).- El Departamento de Estado de Estados Unidos enviará próximamente una notificación a la cadena hotelera española Sol Meliá, en la que se le dará un plazo de 45 días para abandonar Cuba o indemnizar a los demandantes, para evitar sanciones administrativas previstas en la Ley Helms-Burton.

"El Departamento de Estado está muy cerca de enviar la segunda carta a Sol Meliá. Ya le enviaron la primera que decía: ‘Tenemos evidencias razonables de que están traficando propiedad confiscada de norteamericanos’. La segunda dirá ‘hemos determinado que están traficando’," dijo a EFE el abogado Nicholas Gutiérrez.

"Gutiérrez, representante legal de la familia Sánchez Hill, explicó que ‘cuando se emita la notificación, Sol Meliá tendrá 45 días para abandonar el país o llegar a un arreglo con la familia, esto último lo pueden hacer ahora, no tienen que esperar a la segunda carta’.

"Eso es después de un período extendido de intercambio de documentos, donde Sol Meliá ha suministrado todo tipo de documentos que han sido desconocidos por el Departamento de Estado como fehacientes en comprobar que no estaban traficando con propiedad privada, con conocimiento", agregó el abogado en una entrevista telefónica con EFE.

"Según Gutiérrez, el Comité de Relaciones Exteriores del Senado del Congreso norteamericano está presionando al Departamento de Estado para que agilice los trámites." El presidente de este Comité es el señor Helms.

Bien, vean qué arremetida contra la más importante empresa de turismo que tiene relaciones con nosotros.

Otro cable:

"El testimonio de un empresario español sobre una carga de cocaína incautada en 1998 en Colombia debe servir de base para incluir a Cuba en la lista de países-puente para el narcotráfico, afirmó hoy, viernes, un congresista estadounidense.

"Dan Burton" —la otra pata de la famosa ley—, "presidente del Comité de Reforma Gubernamental de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, dijo que investigadores de ese organismo entrevistaron al empresario español José Herrera el pasado día 16.

"Herrera dijo a los funcionarios del Congreso que a su entender el Gobierno de Cuba sabía del cargamento de 7,5 toneladas de cocaína decomisado el pasado diciembre, que la policía cubana ha dicho que estaba destinado a la empresa Unión del Plástico, donde los españoles Herrera y José Royo tenían el 49% de las acciones de esa empresa y el gobierno cubano el 51%, según el Comité Legislativo.

"Herrera dijo que su impresión es que sectores de los Servicios Secretos del Gobierno cubano utilizaron el nombre de la empresa para transportar el cargamento, debido a que Unión del Plástico llevaba a Cuba cargamentos procedentes de Colombia."

"Según Burton, el testimonio de Herrera debe facilitar que el Departamento de Estado incluya a Cuba en la lista de naciones que sirven de tránsito para la droga que entra a Estados Unidos."

"‘El gobierno de (el presidente estadounidense Bill) Clinton ha dejado de lado la complicidad del gobierno de Cuba en su intento de normalizar relaciones con ese país’, sostuvo el legislador republicano."

Esta es la famosa historia de los dos empresarios españoles, nobilísimos, beatíficos, que propusieron la creación de una empresa mixta para producir unos artículos en que ellos ofrecían la tecnología, el mercado y una determinada cantidad de capital.

Hace muy poco tuve la curiosidad, por otras razones, para una entrevista que teníamos, de pedir ejemplares de aquel famoso producto —que, por cierto, lucen bastante interesantes, lamento no tener algunos aquí—, y con el cuento de hacer esos productos que tenían mercado, porque estoy seguro de que aquí se venden todos rápidamente, estos señores, con una empresa de 12 ó 14 trabajadores, eran muy eficientes, muy consagrados a la cosa, de manera que cuando llegaba un contenedor iban a buscarlo, y cuando embarcaban un contenedor lo acompañaban hasta los muelles. La idea clarísima era, desde luego, idear un producto que necesitaba una materia prima, unos pellets de plástico —tiene un nombre, no recuerdo ahora exacto— que lo producen en Colombia; venían los contenedores con la materia prima y en esa planta, con su tecnología y los 12 trabajadores, se producían las figuras, y en los mismos contenedores las embarcaban a España, con las características especiales de que esos contenedores tenían doble pared; parecían contenedores normales, pero tenían dos paredes. Ni un solo cómplice tenían, ni lo necesitaban, porque ellos montaron la empresa, ellos eran los que compraban la materia prima, se realizaba la producción aquí y la embarcaban a España. Afortunadamente se descubrió a tiempo eso, pero eran, realmente, intenciones ambiciosas las que tenían. Está por precisar todavía, y yo creo que se llegue a precisar un día, cuánta droga llegaron a embarcar. Pienso que tal vez con los primeros contenedores —y no fueron muchos los que sacaron— estarían haciendo pruebas.

Cuando hablamos el 5 de enero de este año, hice la denuncia de ese problema; protestamos, incluso, de que las autoridades colombianas, a pesar del convenio que teníamos, la colaboración que teníamos y tenemos, no nos hubieran dicho una sola palabra. Encontraron allí unos contenedores que inmediatamente asociaron con estos individuos, y de inmediato salió publicada la noticia que decía: "Tantas toneladas de cocaína con destino a Cuba."

Aquello, realmente, nos indignó y planteamos el problema públicamente. Esa fue una de las razones, ya que hemos hecho una apertura, y hay zonas francas, y vienen materias primas en contenedores, y estamos tan indignados, porque ya no se trataba de esos casos que han ido apareciendo, en menor escala, de que alguien trae una faja con un kilogramo, otro lo trae en unas maletas, en los percheros de los trajes; no, no era eso, era un intento de traficar con la droga en gran escala, pasando por nuestro país. De ahí nació la proposición de establecer la pena máxima para aquellos que intentasen traficar con drogas en gran escala por nuestro país. ¡Ah!, los individuos se aparecieron allá en Europa haciendo declaraciones de que todo eso era falso, que era un invento cubano para confiscarles su negocio.

De ahí descubrimos una serie de cosas más que no voy a mencionar. De eso hablé el 26 de julio en Cienfuegos; de eso ya hemos hablado con unas cuantas gentes, incluso algunas personas españolas, preguntándonos por qué están sueltos aquellos "caballeros", por qué están en completa libertad; preguntándonos por qué no nos avisaron a nosotros con un poquito de tiempo nada más y los habríamos podido capturar aquí con las manos en la masa. Realmente no se actuó bien ahí, quizás el interés de dar una noticia espectacular y nada más. Pero allí capturaron un centinela y los tipos están allá en Europa.

Nosotros vamos a seguir reclamando y vamos a seguir denunciando este problema, porque tenemos suficientes evidencias, suficientes pruebas para encausar a esos tipos, porque hemos capturado contenedores de estos donde está todo el sistema metálico, de esos que estaban aquí, había tres; cómo lo hicieron, todas las soldaduras, una investigación exhaustiva. Y hasta los perros especializados en esto descubrieron el olor de las drogas en esos contenedores.

Con los elementos de juicio que tienen los colombianos —que estamos recibiendo algunos, según tengo entendido—, tenemos las suficientes pruebas para encausar a estos señores. Lo que nosotros estamos reclamando es que se juzguen aquí, porque aquí es donde han cometido el delito más grave. Sí, que los envíen, y que envíen —como hemos dicho— todos los abogados que quieran a defenderlos. Al fin y al cabo, como estos hechos ocurrieron antes de la ley, promulgada después, en que se sancionaba el tráfico de drogas con mayor rigor, y la sanción por el tráfico en gran escala con la pena capital no estaba vigente en ese momento, por lo tanto los individuos no corren ningún riesgo de que les apliquen la máxima pena.

Nosotros reclamamos que nos los envíen; somos nosotros los que estamos indignados con eso. ¡Ah!, es el colmo de la desvergüenza estar buscando a unos tipos, que debieran estar en la cárcel, para interrogarlos y, en virtud de su interrogatorio, aportar un elemento para que en el Congreso de Estados Unidos los que quieren destruir toda posibilidad de acuerdo para luchar verdaderamente contra el tráfico de drogas con el máximo de eficiencia consigan su propósito de llevar allí esos individuos casi como testigos, a dos bandidos, o a uno de los dos bandidos, estos dos señores: Herrera y José Royo. Que los manden aquí y que hagamos un juicio público por televisión; y que vengan todos los abogados que quieran, de donde quieran, a defender a los individuos. Pero es el colmo que anden libres a esta hora y además sean testigos.

Nosotros hemos insistido y ahora tendremos que proceder a establecer la causa por vía legal. Hasta ahora hemos estado esperando, ¿no? Vamos a establecer la acusación, y reclamarlos a la Interpol para que los traiga aquí a ser juzgados. No sé quién los va a defender, quién los podrá defender y con qué argumentos los podrá defender.

Todo esto ha sido en un solo día, lo de la cadena Meliá...

Aquí hay otro cable:

"El embajador cubano ante la ONU, Bruno Rodríguez Parrilla, ha protestado ante Naciones Unidas y el gobierno de Estados Unidos por ‘la actitud injustificable y arbitraria’ de Washington de continuar la imposición de restricciones de movimiento a los diplomáticos de ese país", etcétera.

Aquí hay otro de ese mismo día. Este también es de EFE, desde Washington:

"Líderes republicanos del Congreso de Estados Unidos han pedido al gobierno de Bill Clinton que reabra una investigación sobre la supuesta participación de tres militares cubanos en actos de tortura contra prisioneros de guerra en Viet Nam.

"La congresista republicana Ileana Ros-Lehtinen, de origen cubano, ha pedido formalmente al presidente Clinton y al Pentágono que se reanude la investigación en torno a este caso, inicialmente examinado por el gobierno a principios de la década de los 70.

"‘Los 19 hombres que fueron torturados por los agentes castristas merecen que su gobierno haga todo lo posible para identificar a estos criminales’, dijo Ros-Lehtinen" —que no sé cómo se pronuncia bien, de verdad que no estoy pronunciándolo así intencionalmente, es tal como lo leo—, "elegida por Florida y opositora del gobierno de Fidel Castro."

"El presidente del Comité de Relaciones Internacionales de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, el también republicano Benjamín Gilman aplazó para el jueves próximo una audiencia prevista para hoy en la que se iban a examinar estas denuncias.

"Documentos de la Fuerza Aérea de Estados Unidos aluden a un ‘Programa a Cuba’, por el cual, según los informes, militares cubanos participaban en las torturas vietnamitas contra prisioneros de guerra de Estados Unidos, supuestamente ocurridas entre 1967 y 1968.

"‘Tenemos el deber de estudiar los hechos y hacer lo necesario para encontrar a los culpables’, sostuvo el congresista Gilman.

"Los congresistas republicanos pretenden que el gobierno, por medio del Pentágono, la CIA y el FBI, ayude a identificar a los supuestos torturadores cubanos.

"‘Estos cubanos fueron reclutados por Hanoi para utilizar todas las medidas necesarias para destruir física y psicológicamente a un grupo de 19 militares estadounidenses’, agregó Ros-Lehtinen, al indicar que debe buscarse la forma de que sean sancionados.

"Gilman dijo que los ‘delitos cometidos’ por los supuestos torturadores cubanos no han prescrito, por lo que ‘tampoco debe haber un límite en el compromiso de descubrir la verdad en este caso’."

Este es el famoso caso en que acusan a Vecino, nuestro ministro de la enseñanza superior, de ser el jefe de los torturadores, y, además, hay uno de esos pilotos que asegura que ese es Vecino y fue uno de los que estuvo torturando a los pilotos allí, y resulta que Vecino nunca ha estado en Viet Nam.

Pero es groseramente mentiroso y cínico afirmar semejante cosa, salirse ahora con eso, cuando todo el mundo conoce la historia de nuestros combatientes en todas partes.

Sí, en Viet Nam hubo unos pocos compañeros que fueron a ver las experiencias de la guerra, e incluso alguno murió allí bajo los bombardeos. Y nos interesaban muchísimo las experiencias de Viet Nam, y nos siguen interesando, ¿entienden?

Afirmar esto es ignorar algo que todos aquellos que han conocido a combatientes cubanos lo deben saber. Y, por ejemplo, soldados sudafricanos que estuvieron prisioneros de los cubanos, cómo se alegraban de caer prisioneros de los cubanos, porque en todas partes donde estuvieron —y estuvieron en unas cuantas partes—, los cubanos fueron, en todos los sitios, predicadores del ejemplo con que hicimos la guerra y promotores de la única política sabia e inteligente que se pueda hacer en cualquier guerra, que es la de respetar la integridad de los prisioneros.

Así ganamos nuestra guerra, miles de soldados hicimos prisioneros allí, como en Girón, como en otras partes; y nosotros no le pusimos un dedo encima a ninguno de los 1 200 mercenarios de Girón, nosotros que conservamos no se sabe cuántos años los cadáveres de pilotos norteamericanos que murieron en los combates cuando la invasión. Y ese ha sido nuestro mayor orgullo, nuestro tratamiento a los prisioneros.

Muéstrennos que un cubano haya torturado en Viet Nam a un norteamericano, y nosotros estaríamos dispuestos a ser juzgados, ¡todos nosotros! Muestren uno solo, prueben que un cubano hizo eso en Viet Nam.

Vean el colmo del descaro; y la misma gente, la misma mafia, la misma alianza extremista de la extrema derecha con esta mafia terrorista. Y todas estas cosas en un solo día.

Yo pensaba hablar de esto al final del encuentro con los periodistas, en el pleno de la UPEC pensaba que iba a ser posible el primer día; pero esa jornada se prolongó, y al otro día también se extendieron los debates, entonces dije: "Es mejor no abordar este tema en el encuentro"; porque allí se habló mucho sobre los temas del Congreso de la UPEC, y preferí buscar una oportunidad de hacerlo. Es una de las causas de esto, y por lo tanto hago mi primer alto.

Nidia Díaz (Granma).- Comandante, usted precisamente se ha referido a que por los propios triunfos de Cuba y la consolidación de Cuba en el escenario internacional, hay desesperación e histeria, no solamente entre la mafia anexionista de Miami, sino, incluso, entre algunos personeros del gobierno de Estados Unidos. Incluso hace unos días el propio portavoz del Departamento de Estado, hablando en nombre de la Albright, dijo que ellos están instando a las personalidades políticas norteamericanas a que no se entrevisten con usted.

Nosotros quisiéramos que usted nos comentara un poco sobre la reciente visita que hizo a nuestro país el Gobernador de Illinois, el señor Ryan, y la casi imposición por parte de Estados Unidos de algunas actividades paralelas a esta personalidad política norteamericana. Nos gustaría que nos hablara de esas actividades paralelas que la Oficina de Intereses casi le impuso al gobernador Ryan, y que forman parte también de esta histeria y de esta desesperación a las que usted hacía referencia.

Fidel Castro.- Sí, yo tengo materiales sobre eso. Tengo materiales de todo tipo aquí, y de las principales locuras y las principales ridiculeces también.

Por ejemplo, debo decir que la visita del Gobernador de Illinois tiene los antecedentes en la Resolución No. 547 de la Cámara de Representantes de Illinois. Aquella Cámara aprobó, y el Gobernador suscribió, una resolución presentada por varios representantes: López, Acevedo, Erwin, Rutherford, Currie, Howard, Johnson, siete de aquellos legisladores.

Aquí están los Por Cuanto, en el primer párrafo dice:

"Por cuanto: El embargo de Estados Unidos contra Cuba impuesto hace 35 años ha promovido penurias físicas cada vez mayores para el pueblo de Cuba, privándolo de medicinas y alimentos y exponiéndolo, incluidos los niños, a los efectos de la malnutrición y otros severos problemas de salud,

"Por cuanto: La reciente visita a Cuba del Papa Juan Pablo II atrajo la atención del mundo hacia las necesidades del pueblo cubano y apeló a la reconciliación mutuamente beneficiosa y al levantamiento del embargo estadounidense contra Cuba,

"Por cuanto: Muchos cubanoamericanos residentes en Estados Unidos como ciudadanos norteamericanos tienen familias sometidas a tales penurias que desearían ayudar sin violar las leyes de Estados Unidos,

"Por cuanto: El estado de Illinois, paladín de la educación, el comercio, la agricultura y la tecnología puede beneficiarse del desarrollo económico y el comercio potencial que podría establecerse con Cuba,

"Por cuanto: El Congreso de Estados Unidos examina en estos momentos la HR-1951 y la S-1391 que favorecen el levantamiento del embargo contra Cuba con el propósito de hacer llegar a ese país ayuda humanitaria en forma de medicinas y alimentos, que así sea,

"Resuelvo: En nombre de la Cámara de Representantes en su Noventa Asamblea General del estado de Illinois, instar a que se aprueben y promulguen la HR-1951 y la S-1391 para el levantamiento del embargo estadounidense por razones humanitarias y que se permita la entrega de alimentos y medicinas al pueblo cubano; instamos así mismo que tales ajustes de nuestra política exterior reflejen el humanitarismo de Estados Unidos, más allá de ideologías políticas, y que este se amplíe.

"Resuelvo: Que se envíen copias de esta Resolución al Presidente de Estados Unidos, al Presidente de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, al Presidente pro tempore del Senado de Estados Unidos, y a todos los miembros de la delegación de Illinois.

"Adoptado por la Cámara de Representantes a los 21 días del mes de mayo de 1998.

"Firmado: Michael J. Madigan, presidente de la Cámara.

"Firmado: Anthony D. Rossi, secretario de Actas de la Cámara."

Tengo entendido que esto se aprobó de forma unánime por demócratas y republicanos, fue presentado por siete de los miembros, y con una resolución que se aprobó ya en mayo de 1998. Tiene una lógica que el gobernador recién electo —debe haber sido por aquellos días, creo que tiene un año de electo—, adopte la decisión de hacer el viaje con el consentimiento del Parlamento, con el consentimiento de todas las fuerzas que allí lo apoyan, cumpla todos los requisitos y solicite permiso. Primero consulta con nosotros, como es lógico. Nosotros de inmediato le extendimos una invitación y él cumplió todos los requisitos: solicitó permiso.

Pero desde el momento en que se habló de que el Gobernador venía a hacer una visita a Cuba, se armó la guerra contra él por parte de la gente de extrema derecha y por parte de la mafia terrorista cubano-americana y comenzaron las declaraciones de todo tipo, con la insolencia con que suelen hablar ellos. El Gobernador se mantuvo firme en su idea, o sea, una de sus características es la firmeza. Decidió venir, se organizó un programa, él envió su avanzada. Era, sin duda, la más alta autoridad en ese país que nos visitaría en estos 40 años.

Aquí han venido senadores a lo largo de estos años, y últimamente un número mayor; representantes han venido muchos; han venido todo tipo de personalidades, muchas personalidades académicas, dirigentes de iglesias de las más diversas denominaciones, de iglesias evangélicas. La Presidenta del Consejo de Iglesias Evangélicas ha estado varias veces aquí, incluso habló en la Plaza de la Revolución; nos han visitado cardenales, obispos y líderes de otras religiones de Estados Unidos; aquí ha estado hasta Farrakhan que es islámico.

Recuerdo cuando vino Jackson, que también es un predicador de una Iglesia evangélica.

Pero el Gobernador de Illinois es la personalidad, digamos, al nivel de un estado y de un importante estado norteamericano que posee creo que más de 20 votos electorales federales, y que, además, es republicano. Se trataba, incuestionablemente, de una visita importante, y nosotros, a los buenos gestos, siempre respondemos con buenos gestos, y nos propusimos atenderlo con todas las consideraciones que merecía.

Envió una avanzada a concretar todo su programa en medio de la guerra allí en que se cuestionaba si se iba a reunir conmigo. Y el Departamento de Estado dándole instrucciones, yo diría que exigiendo. Bien, en esas condiciones se prepara y se produce la visita, que creo que empezó el 23. ¿Cuándo tuvimos nosotros el huracán? Fue unos días antes; sí estábamos todos ocupándonos de eso, había un grupo de compañeros atendiéndolo.

La visita tuvo una repercusión muy grande. Felipe, nuestro ministro de Relaciones Exteriores, me explicaba la connotación que tuvo en Europa, en Inglaterra —él estaba allí, había ido a Irlanda para establecer las relaciones—, dice que la noticia era noticia de primera página y también todas las actividades del Gobernador. Todas sus solicitudes, todos sus intereses fueron atendidos y con plena libertad para actuar.

El, desde luego, tuvo que librar una tremenda batalla, y a cada rato había que introducir algún cambio en el programa, porque eran presiones allá y presiones aquí por parte de la Oficina de Intereses. A lo mejor más adelante hay que hablar de este tema, pero el hecho es que ha sido en medio de una batalla campal el desarrollo de esta visita, y algunas cosas se proponían y después se cambiaban.

Había algunas cosas que realmente a mí me parecían correctas, de elemental cortesía hacia un Gobernador norteamericano, a los representantes de un estado cuyo Parlamento adopta una Resolución como esta de que hablábamos.

Nosotros éramos, incluso, partidarios de realizar una pequeña ceremonia allí al recibirlo, ya que era no un jefe de Estado, pero sí el jefe de un estado, ¿comprenden? Hacer una ceremonia mínima, elemental, que consistiera en que una banda tocara los dos himnos, el himno de Estados Unidos y el himno de Cuba. Estoy seguro de que mucha gente no habría entendido de inmediato aquello; habría, incluso, que explicarlo no antes de poner el himno sino después, porque las personas no conocían estos antecedentes, los detalles, ni la actitud demostrada por él. Vimos la batalla que estaba librando por venir.

Este Gobernador no es solo gobernador de allí, es presidente de una asociación que comprende no sé si ocho o diez estados, de los estados más importantes del centro de Estados Unidos. El es presidente de esa asociación. Es un hombre influyente, puede influir y lo han nombrado en ese cargo, porque lo respetan.

Los gobernadores participan en una reunión de gobernadores que hay todos los años. Todo eso, a mi juicio, realzaba la importancia de la personalidad que podía venir.

Eso no está en ningún protocolo, pero, bueno, teníamos la idea de una mínima ceremonia que habría que hacer al recibirlo. No pudo ser, porque las presiones fueron tan grandes, que no pudo ser una cosa que beneficiaba más a Estados Unidos que a nosotros, en nada deshonraba a Estados Unidos que su himno se entonara aquí, en ese aeropuerto, a pesar de las cosas que han pasado, las diferencias y los problemas.

A mí me parece que ese hombre era acreedor de ese gesto, pero no pudo ser. Nosotros hubiéramos podido hacer todavía más, una pequeña ceremonia allí con las dos banderas y un himno en un recibimiento; pero el clima creado por los enemigos de la visita lo hacía muy difícil, y quedó limitado solo a la presencia en el aeropuerto del Presidente de la Asamblea Nacional, el compañero Alarcón, y unas palabras de saludo por ambas partes.

Algunos no han entendido por qué se pronunció el discurso en inglés. Bueno, con razón. Sí, yo asumo la responsabilidad, porque Alarcón iba a hablar y me preguntó, y le dije: "Mira, Alarcón, tú no vas a hablar en ese momento para la población cubana." Cuando llegó, recuerdo que no había traductor, la traducción se improvisó, porque no sabíamos hasta último momento si era conveniente o no para él que el Presidente de la Asamblea Nacional fuera a recibirlo. El comprendía bien el gesto, no le desagradaba; al contrario, la primera expresión de él fue de satisfacción. Pero evidentemente no pudo ser por la guerra que le hicieron.

Entonces yo le digo a Alarcón: "Mira, ahí va a estar el Gobernador, van a estar no sé cuántas cadenas de televisión norteamericanas, tú vas a hablarle a él, a su delegación, a los 40 periodistas que le acompañan y a los reporteros, y siempre es mejor dirigirse directamente a ese público en inglés." Esa es la razón por la que el discurso se pronunció en inglés. Me parece que fue absolutamente correcto.

Yo lo llamé cuando iba para allá, le digo: "Habla en inglés", aunque yo sabía que nadie podía comprender, porque es raro que esté hablando en inglés. Es una situación muy especial. Nuestra prensa podía tomar la traducción y 10 millones de cubanos lo habrían escuchado en español y no es un deshonor, ni una deshonra, ni un lacayismo, ni mucho menos. Los hombres que somos verdaderamente libres e independientes como somos los cubanos, los verdaderos revolucionarios no andan con esos prejuicios y esas cosas, hacen lo más correcto y lo más indicado.

Realmente si yo supiera chino, por ejemplo, y llega Jiang Zemin y le tengo que hacer un discurso en el recibimiento, en realidad si sé chino lo pronuncio en chino, porque le estoy hablando a él y en su idioma a 1 250 millones de chinos, al mismo tiempo que se hace una traducción al español para los cubanos.

Esa es la razón. Quiero explicarlo ya que todo está asociado, porque todo era una incertidumbre, nadie sabía si a última hora iban a presionar tanto que le impedirían el viaje.

Marina Menéndez (Juventud Rebelde).- Ahora, Comandante, quería comentarle: En medio de estas presiones y estas reacciones adversas que despertó la visita de Ryan en determinados sectores norteamericanos y de la mafia cubana o mal llamada cubana, yo pienso que hay muchos sectores, sobre todo empresariales agrícolas, que vieron una esperanza con esta visita, porque ellos —lo han reconocido— también pierden mucho con la imposibilidad de comerciar con Cuba. ¿En qué medida estos sectores podrían quizás equiparar un poco la balanza?

Fidel Castro.- Mira, hay unos cuantos estados. No hace muchos días yo recibí una delegación numerosa de Texas, de empresarios productores de arroz, que tenían plantaciones y exportaban arroz a nuestro país antes del triunfo de la Revolución. Ellos quieren más mercado. Conversé muchísimo sobre tecnología y todas esas cuestiones. Varios representantes y autoridades del estado de Texas, un grupo interesante, tienen un gran interés en reanudar sus exportaciones a Cuba, porque últimamente han tenido años de malos precios. Este ha sido un año de malos precios.

Los agricultores pasan trabajo. Yo les he preguntado a ellos y a los mismos de Illinois lo que les pagan por la tonelada de maíz y los costos que realmente tienen por cada tonelada de maíz que venden a 60 dólares. Digo: ¿Quiénes obtienen la mayor ganancia? ¡Ah!, los que la compran y la exportan, ya esos reciben una cantidad mucho mayor y cuando salen al mercado, pues 100, 120, 130, a veces el precio está a 140 dólares la tonelada de maíz, y a ellos les pagan 60 dólares. Son los problemas que tienen y tienen preocupaciones, tienen angustias con todas esas cuestiones, y no solo estos dos estados, sino varios estados más tienen el mismo criterio.

Yo les explicaba aquel día que por lo menos los de Illinois en estos 40 años, con un cálculo muy conservador, han dejado de venderle a Cuba 20 000 millones de dólares, sí, 20 000 millones de dólares, y los de Texas deben haber dejado de venderle a Cuba unos cuantos miles de millones de dólares, solo por las importaciones agrícolas que nosotros hacíamos.

Eso es indiscutible. Pero también ya existe no solo el simple interés comercial, ya hay disgusto e inconformidad, y se preguntan por qué. Se abre paso el creciente movimiento de oposición al bloqueo en Estados Unidos, lo dije inicialmente. Es uno de los factores que está presente y crece, realmente crece ese movimiento.

Así que explico lo que tú me preguntaste sobre la cuestión de la visita, pero ahí había mucha gente. Tienen interés en intercambios científicos, deportivos, culturales.

Hay una cosa conocida públicamente: en el Departamento de Estado les prohibieron hablar de temas comerciales. En realidad una de las personas que se iba a reunir con el grupo de empresarios y con los periodistas era el compañero Cabrisas y les prohibieron eso. Realmente hubo que sacar a Cabrisas de la delegación, porque les prohibieron hablar de comercio. Todas esas cosas son un poco absurdas, casi es manejar a un gobernador como un niño al prohibirle esas cosas.

En realidad, tenían gran preocupación de que el gobernador Ryan fuera a hablar conmigo. No estaba en el programa la conversación conmigo.

Nidia Díaz.- Pero habló siete horas.

Fidel Castro.- Sí, y después podría explicar un poco hasta por qué. Tuvimos varias horas de conversación y después lo invité a cenar; no con toda la delegación que traía, pero sí con el grupo principal del staff de ellos hablamos de muy diversos temas. Y después en la cena, fue una mesa así, cuadrada, con capacidad para un mayor número de personas. Estaban allí alrededor de 20 ó más de ellos y un grupo de compañeros nuestros. Se conversó bastante, en un buen clima. Después, cuando se terminó esa cena, hubo que reunirse a la 1:00 de la mañana para analizar el caso de uno de los dos niños, que después explicaré.

Pero sobre lo que tú dices de que no querían que se reuniera conmigo, ese es el ridículo de los ridículos, porque antes el Departamento de Estado, a cualquier delegación que venía la reunía para hablarle de que no se dejaran confundir por mí, que no se dejaran seducir. Realmente trataban de crear un antídoto para tratar de que fueran herméticos a los argumentos que yo pudiera utilizar. En realidad esperé, porque yo ni sabía siquiera si él consideraba necesario o conveniente hablar conmigo; no, yo no lo sabía, y realmente el penúltimo día, a las 4:00 de la tarde, después que hicieron todo el recorrido por La Habana, y conociendo por la avanzada y por el equipo de él, que consideraban que sí, que era imprescindible, y que, incluso, si no se producía... Hasta me di cuenta de que podía parecer una ofensa o un desaire no recibirlo. Entonces se lo informé a través del compañero Remírez, que Remírez tiene contactos con mucha de esa gente. Remírez fue trabajando, fue desarrollando estas relaciones, después de esta Resolución, trabajó mucho en eso, y, además, estaba una avanzada de ellos aquí.

Pero esto se había convertido en un tema delicado, porque tenía que ser cuidadoso y tenía que conocer la opinión de su equipo de si la reunión mía con él iba a perjudicarlo o no. Y así fue como se produjo la reunión con todo el equipo, estaban completamente de acuerdo y el Gobernador se sentía satisfecho; él es franco. A esa hora lo teníamos todo preparado y todo listo, le explicamos: una reunión para hablar, y después la cena, organizada de forma que prosiguiera la reunión. ¿A qué hora fue? Empezó a las 6:30 de la tarde, fueron seis horas, y hasta un poquito más, porque vino el episodio final que les cuento.

Entonces, ¿qué aparecía en los cables de Estados Unidos? Esto es inusitado, esto es lo nunca visto:

"Washington (EFE).- El gobierno de Estados Unidos dijo hoy que prefiere que los líderes y funcionarios estadounidenses que viajan a Cuba no se entrevisten con el presidente cubano, Fidel Castro." Vean qué democracia, vean qué ejemplo de democracia, que a un líder político de cualquier partido de allí, qué sé yo, demócrata, republicano, le digan que "el gobierno prefiere". ¡Caballeros!, eso de que le prohíban a un político reunirse y hablar con alguien...

"James Rubin, portavoz del Departamento de Estado sostuvo que si esos funcionarios deciden reunirse con el gobierno de Castro, también deben recordar al Presidente cubano la situación de los derechos humanos en el país caribeño.

"‘La secretaria de Estado ha pedido que no haya muchos contactos de alto nivel con Castro mientras mantenga su embargo contra el pueblo cubano. Pero, si van a ir gente allá, los alentamos a tratar el tema de los derechos humanos’, sostuvo Rubin.

"Según Rubin, ‘es preferible’ que se eviten reuniones con Castro o con el gobierno de Cuba ..."

"Washington (NTX).- El gobierno de Estados Unidos reiteró hoy que mantendrá la instrumentación de su política de aislar económicamente a Cuba, y rechazó que su política humanitaria signifique un cambio de posición con respecto a la isla."

Vean, estos deben estar recordando todavía el discurso de Felipe en Naciones Unidas y la réplica del representante de Estados Unidos allí diciendo que no existe bloqueo, que cómo es eso de bloqueo. Claro, eso se desmintió a los pocos días, porque ya estaban discutiendo la Enmienda Ashcroft, que presentaron allí en el Senado, y que obtuvo mayoría franca en el Senado nada menos.

Pero mire, esto es recordando las palabras de aquel hombre, al cual le replicó un joven dirigente universitario, con una excelente réplica, porque decir que no existe bloqueo es una mentira del tamaño, qué sé yo, del edificio de Naciones Unidas; tan tranquilamente dice que no, que no sé cuántos miles, o no sé qué cantidades de alimentos; que no, que el bloqueo no existía.

Aquí dice: "El vocero del Departamento de Estado, James Rubin, indicó que hasta que el presidente Fidel Castro, no abra (Mutilado)", así que no sé lo que dijo ahí.

"‘Continuaremos cumpliendo con la instrumentación y reforzamiento de las leyes de Estados Unidos, las que incluyen el embargo económico, pero promoviendo la asistencia humanitaria para el pueblo cubano’, declaró el portavoz del Departamento de Estado." Son tan "nobles" que... no, cese del bloqueo, pero promoviendo "acciones humanitarias". Para que ustedes vean el valor de las palabras de ese sistema, de esa democracia.

"El gobernador del estado de Illinois, George Ryan, quien realizó una visita a Cuba, logró que Castro permitiera que el niño enfermo, de siete años de edad, Raudel Medina Alfonso y su madre viajen a este país, luego que Estados Unidos les otorgó la visa." ¡Ah, qué nobles, han otorgado una visa!

"El niño cubano sufre de una enfermedad mortal en el hígado, cuyo tratamiento médico no existe en Cuba" —¡mentira! ¡Mentira del tamaño del Capitolio ese que tenemos aquí! ¡Mentira del tamaño del edificio de Naciones Unidas!, sencillamente—, "pero que en Estados Unidos está disponible a un costo de por lo menos 700 000 dólares, que esperan ser pagados con donaciones humanitarias." Vean. Me alegro, nos enteramos cuánto cuesta el tratamiento de los niños que hemos salvado, porque hay seis casos iguales, que han sido atendidos y salvados por los médicos cubanos, que tienen cada vez más experiencia, y a esos no tenemos que enviarlos a ninguna parte.

Así que cuesta 700 000 dólares el tratamiento, a pagar por donaciones. ¡Ah!, muy bueno, qué posibilidad extraordinaria de presentarse como gente noble, y no nos permiten comprar un medicamento, no nos permiten comprar ni un alimento para niños, ¡muy noble! Entonces dan inmediatamente visa para un tratamiento que supuestamente no puede ser atendido en Cuba. En cualquier momento dicen que aquí, que fuimos de los primeros en hacer trasplantes del corazón, un país donde se está haciendo trasplante de hígado ya, con éxito, y que lleva un montón de años trasplantando riñones; que hace operaciones a corazón abierto a niños de meses, ahí en el centro de cardiología infantil, que ha salvado no sé cuántas vidas; que ha hecho complicadísimas operaciones del corazón, no se puede operar una apendicitis. Y no es del hígado el problema, es intestinal, del sistema gástrico. Es más, nuestros médicos recomiendan que no debe operarse ahora.

El niño está bien, el niño está en la escuela. Allá fue a retratarlo la CNN, el niño llegando, viniendo; había algunas vistas de otro muchacho descalzo —todos sabemos que los muchachos andan descalzos, porque les gusta andar descalzos—, algunos detallitos de estos. Al niño lo filmaron; una cosa correcta, yo no critico eso; pero fueron allá, a la escuela, yo lo vi por televisión, al niño hablando, y hablando de su problema. El niño está mejorando visiblemente, respondiendo al tratamiento, y quizás no haya que operarlo nunca. ¿Y por qué lo van a operar a los 7 años, si quizás sea mejor esa operación a los 9, a los 10, a los 11, si está seguro y mejorando el niño?

La razón por la cual el niño iba a Estados Unidos era otra, ¿no? Y solicitado permiso, pero como era para llevarlo al estado del señor Helms —y ya estaba el señor Helms metido ahí en la politiquería de lleno, nada menos que ese brutal monstruo, "salvador de niños", un genocida—, entonces ya era esa la cuestión: llevarlo a un hospital de allí de Carolina del Norte, en algún lugar donde está Helms.

Entonces, todo se hacía en el plan de fastidiar al Gobernador y hacer politiquería: "Oiga, mire, por favor, para salvar esas vidas usted influya, pídale a Castro que le dé permiso de salida." Ese niño y otro niño. Uno, interés del señor Helms; otro, interés del señor Díaz-Balart, como se verá después. ¡Qué casualidad!

El cable sigue diciendo que es una enfermedad del hígado.

"Rubin señaló que el visado que se le dio a Raudel y a su madre no significa que Estados Unidos quiera o esté iniciando un cambio de política respecto a la isla, a la cual seguirá manteniendo con el embargo económico impuesto hace más de 40 años."

¿Por qué tiene que dar esa explicación al dar una visa para que un niño viaje a Estados Unidos? Si han ido otras veces niños por gestiones de Cuba, y nuestro país ha pagado todos los gastos de niños y adultos. No había ninguna necesidad de explicar que dar una visa a un niño —que supuestamente no podía ser tratado aquí— no significaba más que una cosa "muy humanitaria", y no que Estados Unidos "quiera o esté iniciando un cambio de política respecto a Cuba, la cual seguirá manteniendo con el embargo económico impuesto hace más de 40 años". Hay que ser desvergonzado, casi para hacer alarde, casi para enorgullecerse, para mencionar 40 años de embargo y decir que lo va a seguir manteniendo. ¿Hay una muestra de desesperación, de histeria, o de qué? ¿Rabia, o qué?

"Si hay un cambio es humanitario, y no en la política...", sigue reiterando. "‘Seguiremos promoviendo los intercambios entre gentes estadounidense y cubana, y respaldando a los que presionen para que se dé el respeto a los derechos humanos en Cuba’, añadió Rubin." ¡Mire que hablar de derechos humanos después de todo esto! Es una desvergüenza, realmente.

"Durante su estancia en Cuba, el Gobernador de Illinois se declaró en contra de la política aislacionista de Estados Unidos, y señaló la necesidad de que Washington levante la sanción económica que le impuso a la isla en 1962.

"En el Departamento de Estado las declaraciones de Ryan fueron totalmente descalificadas en lo que se refiere al embargo económico." Así fue, estaba él aquí, estaba el hombre aquí.

Otro cable:

"El Departamento de Estado dijo hoy que no accederá al pedido del gobernador de Illinois, George Ryan —quien retornaba esta noche de Cuba—, para que se levante el embargo comercial sobre la nación comunista." No sé qué dirán ahora cuando se vaya a discutir lo del bloqueo. Dirán que no hay bloqueo, que para qué hará falta esa resolución, si allí en Naciones Unidas el representante de Estados Unidos dijo que no existía el bloqueo, que eso era mentira.

"Ryan se refirió también reiteradamente al embargo comercial que Estados Unidos impuso a Cuba hace 40 años, alegando que afecta a los habitantes de ambas naciones. Grupos agrícolas, de gran influencia en Illinois, han exigido abiertamente que se suspenda por lo menos parcialmente el embargo, para que tengan otro mercado para la venta de sus productos." Lo dijeron ellos.

"‘El embargo es una ley inamovible y, por tanto, no hay fomento del comercio’, destacó Rubin."

¿Esto no es histeria? ¿Esto no es desesperación? Hay, realmente, que buscarle una explicación a esto. Desde luego, está claro, es obvio.

Bien, otro alto, sobre el tema, ¿no?

Roberto Agudo (NTV).- Comandante, yo quisiera preguntarle sobre un aspecto. Hablando de histeria, casualmente un cable dice que al no lograrse una declaración del gobernador Ryan de oposición a la Revolución, y su visita aquí, ya esos círculos conservadores lo acusan de haber sido manipulado por usted, dicen de los periodistas que informaron de la visita, y están informando en este momento, que aquí se les lavó el cerebro.

Fidel Castro.- Es el colmo que aquí se le lave el cerebro a un gobernador de un estado que tiene un Producto Interno Bruto más grande que Argentina y casi la mitad del de Brasil, un Producto Interno Bruto equivalente al que hoy tiene Rusia, y que cuenta con 22 votos electorales federales en la elección presidencial, y tiene, además, esas relaciones de que yo hablaba, y esa jerarquía e influencia dentro de un conjunto de estados importantísimos en el centro de Estados Unidos. ¡Que le laven el cerebro aquí en unas horas! Yo creo que es un insulto realmente, un insulto grosero al Gobernador.

El Gobernador es un hombre de carácter, es firme. En la universidad hizo un excelente discurso, que no se parece en nada a los discursos que estamos acostumbrados a oír de ellos, porque no hubo ni arrogancia, ni prepotencia; actuó con mucho tacto allí, a tal extremo, que sin hacer concesiones, simplemente diciendo cosas racionales, recibió un gran aplauso de todos los que estábamos allí, y la gente es exigente.

Marina Menéndez.- Hasta ahora, Comandante, a pesar de las presiones, el gobernador Ryan ha cumplido con lo que había anunciado, la idea de crear un Consejo entre Illinois y Cuba.

Fidel Castro.- En uno o dos días, en el avión lo promulgó. Yo sí sé que él se llevó una buena impresión, porque estuvo en muchos lugares y habló con mucha gente. El habló conmigo el último día; pero visitó instituciones hospitalarias, visitó escuelas, entre ellas la escuela "Abraham Lincoln", visitó la Escuela Latinoamericana de Medicina, que tiene 2 000 alumnos, estuvo por La Habana Vieja, estuvo por distintos tipos de instituciones. Fue tenso, largo el programa, y tuvo actividades; desde luego, desde que él llegó aquí, empezó la señora Vicky Huddleston, la nueva jefa de la Oficina de Intereses de Estados Unidos de América en La Habana, que tiene más gente y más empleados que ninguna embajada, casi tantos como la soviética en sus buenos tiempos...

Después hay que hablar de eso. Si quieren hablamos ahora.

Y me gustaría, incluso, que se mencionara el problema de los niños, puesto que no ha sido tal vez suficientemente explicado, y yo puedo explicarlo, ¿comprenden?

Pero, como les dije, fue una guerra aquí con el Gobernador, porque esa señora le quería trastocar el programa a toda costa, quería alterarlo, sabotearlo, reducirlo al mínimo, aunque debo confesar honestamente que ya no es la primera, ni es la única vez. Esa Oficina de Intereses, de la cual tengo que decir algunas cosas más después, viene manteniendo esa política de sabotear todas las visitas que vienen a Cuba, dondequiera que haya alguna gente, por ejemplo, cuando vienen legisladores, senadores, algún político, y este año han venido unos cuantos; pero es una guerra a cada delegación que viene, porque ella empieza a prepararles el programa.

Miren, les voy a decir, por ejemplo, una cosa inusual que ocurrió. Se suponía que Alarcón debía acompañarlo. Como se hace en todas partes del mundo, alguien del país visitado acompaña al visitante desde el aeropuerto hasta la residencia. Quien ha viajado a veinte lugares lo sabe, siempre, en las cumbres y en todas las visitas, hay un hombre que es el que lo espera en el aeropuerto y es quien lo acompaña —no crean que uno va con un compañero de la delegación—, eso es norma universal, y a este hombre, al gobernador Ryan, le han impedido prácticamente, a base de exigencias allá y exigencias aquí, que fuese acompañado por el compañero que lo recibiera.

He pensado que a lo mejor se asustaron con la idea de que yo lo fuera a recibir. Y gustosamente lo hubiera ido a recibir. Yo no ando con esos cuentos de jerarquía, ni esas cosas. He recibido a mucha gente: he recibido a cancilleres, he recibido a ministros. Al canciller Ivanov, de Rusia, lo fui a recibir allí en el aeropuerto, y lo acompañé, y realmente tuve que ir a toda velocidad a llevarlo y volver corriendo porque quería recibir a nuestra delegación que fue a las Naciones Unidas. Lo recibí, conversé con él y fui hasta la casa de protocolo.

Ni siquiera lo propuse, porque me di cuenta de que en medio de esa guerra no era conveniente. A él se le consultó, no era cuestión de que al llegar aquí lo sorprendiéramos con una ceremonia de himnos y esas cosas. Se le consultó, y a él realmente le emocionó, él veía en eso una cortesía, veía un gesto que apreciaba, pero es que las presiones fueron tremendas. Se le dijo que un alto dirigente lo recibiría, y la cuestión de los dos himnos. Alarcón va y viene, Alarcón discute allí y aquí con las cuestiones migratorias, Alarcón se reúne con personalidades políticas destacadas, prominentes senadores, diputados y figuras de la prensa, editores, se reúne con mucha gente allí, incluso, cuando va a las reuniones migratorias.

Yo creo que la razón de llegar al absurdo y a la estupidez es esa especie de complejo que tienen, de miedo que tienen, de que yo converse con él; pero yo me puse a pensar también en el otro ángulo, y por eso consulté: no yo —dije—, sino un alto dirigente. No sugerí que fuera yo, e incluso al final tenía que tomar una decisión, de acuerdo con el análisis que hiciera, y aunque él hubiese estado de acuerdo con que yo lo recibiera, habría ido tal vez otro dirigente. Por la atmósfera creada habríamos hecho, a mi juicio, lo que había recomendado al principio, que fuera Alarcón, para no incendiar demasiado aquello y no perjudicarlo, porque lo que más nos preocupaba a nosotros era no perjudicarlo; puesto que es un gesto amistoso que él tiene, es un gesto razonable, un gesto decente, no íbamos a responder con trampas de sorpresa en el programa. Cualquier cosa siempre se le consultaba a él.

Entonces ya se dijo que con la misma avanzada se acordó, bueno, Alarcón lo iba a recibir, y ya conté que lo recibió y le habló en inglés; pero el colmo es que Alarcón no pudo acompañarlo al hotel, porque se empeñaron en que la señora Jefa de la Oficina de Intereses era la que tenía que acompañarlo. ¡Lo inusitado, es el colmo ya de la anticortesía! Lo han obligado, a él tiene que haberle amargado eso, tanto el problema del himno como el problema de que no lo acompañara el Presidente de nuestra Asamblea, que lo fue a recibir, y que lo recibió en inglés. ¡Tiene que haberle molestado! Y él compensó un poco la cosa, porque entonces a su señora, que también habíamos oído decir que iría aparte, el Gobernador propuso que Alarcón la acompañara hasta el lugar donde iban a hospedarse. No quiero hablar mucho para no ser...

Las exigencias eran mayores, un acoso, una presión tremenda, la campaña por allá principalmente de la mafia y de la extrema derecha. Esos fueron los que orquestaron todo, no era la gente de Illinois ni de Estados Unidos; había otra percepción. Hasta eso pasó, y así fue la visita. Le dijimos que cualquier cambio que quisiera hacer que lo hiciera, libertad absoluta para todo, no se le puso condición alguna para nada. Todo se le consultó, así se organizó después.

Como les expliqué, cuando me cercioré de que, incluso, a juicio de todo el staff del propio Gobernador, habría sido como un desdén, un insulto, un menosprecio, no reunirme con él, es que tomo la decisión de reunirme con él, y así se hizo todo.

Roberto Agudo.- En ese mismo sentido, Comandante, la visita inesperada que organizó la Oficina de Intereses de los cabecillas contrarrevolucionarios, está enmarcada en el programa?

Fidel Castro.- ¿Cuál visita inesperada?

Roberto Agudo.- La de los cabecillas contrarrevolucionarios que lo estaban esperando y se fueron a tratar de reunir o se reunieron con el Gobernador.

Fidel Castro.- ¿Dónde lo estaban esperando dices tú?

Roberto Agudo.- En el patio del lugar donde él estaba almorzando.

Fidel Castro.- No, no, no es así. A él no se le puso condición en su programa ni mucho menos; habría sido casi una ridiculez poner una condición, más a un hombre que estaba siendo atacado allá ferozmente.

Desde luego, ¿a qué se dedica esta Oficina de Intereses entre sus muchas artimañas? Cuanta gente viene aquí tiene que reunirse con los llamados grupos disidentes, con los llamados líderes de los disidentes. No tener un tipito de reunión al llegar aquí es pecado mortal. Esas presiones son tremendas. Hay algunos que no lo hacen.

Aquí vienen personalidades muy importantes, digamos, el Presidente de la Cámara de Comercio de Estados Unidos, que es presidente de 3 millones de empresarios, que estuvo aquí de visita y con quien sostuvimos larga conversación. Es un hombre realmente independiente, que no depende de nada, no tiene que andar preocupado por los votos de la Florida, como andan otros, además, erróneamente equivocados, porque nosotros sabemos bien los que votan entre la gente que está allí, lo que piensan muchos de esos votantes, y cada vez más son los que están en contra del bloqueo.

Mucha gente ha vivido allí bajo el terror, porque los insultan, los calumnian, los quitan del empleo, es un terror fascista el que tienen allí en relación con los cubanos, lo sabemos porque hemos hablado con muchos cubanos allí, no voy a entretenerme ahora en las cosas que les hacen.

Hay gente que no le da la gana y que son independientes, y viene mucha gente aquí a quienes no lo pueden prohibir. Ellos mismos hablan de este contacto pueblo a pueblo; ha venido bastante gente y cada vez vienen más. Esa es la verdad.

¿Había algo más por responderles sobre el tema este? Estaba explicándoles a dónde llegaron, a qué extremo de presiones han llegado. Tú me hiciste la pregunta, ¿no?

Roberto Agudo.- Sí.

Fidel Castro.- Estábamos hablando de la reunión. Yo no participé en el programa del Gobernador. Yo estaba en el ciclón realmente, yo no estaba organizando eso; pero los compañeros que la organizaron sí tenían la tarea de atenderlo y no ponerle condición alguna. Si él quería reunirse, que se reuniera, y tengo entendido que la reunión se hizo de acuerdo con él, porque fue una de las exigencias que le hicieron allá y no solo que le hicieron los que estaban presionándolo, sino que la campaña que le hicieron prácticamente lo obligaba a ello.

Eso no tenía trascendencia ninguna. Era mejor, incluso, que hablara con ellos y bastante tiempo, para que los conociera un poquitico y pudiera distinguir entre una gente y otra; entre nosotros y los mercenarios asalariados de la Oficina de Intereses, pagados por Estados Unidos, traidores a este país, eso es lo que son, que se cobijan bajo el manto de esto y de lo otro. Nosotros sabemos quiénes son todos y qué pretexto buscan cada uno de ellos, hace mucho rato que sabemos bien de todo eso. Pero, bueno, eso no tenía trascendencia ninguna, y hasta incluso yo entiendo, en la situación en que él estaba, que era correcto que se reuniera; era hasta conveniente que se reuniera con ellos. Esa es mi opinión, porque le crearon unas condiciones tales... El es político, ¿no?, hay que tenerlo en cuenta, lo iban a empezar a bombardear con todo tipo de imputaciones, va y lo acusan hasta de comunista, a un hombre que es del Partido Republicano, con el extremismo ese estúpido de que hacen gala. Yo entiendo, mi opinión es que sí, que era conveniente.

Hay otros que lo hacen por tontería de moda, o porque allá se lo están pidiendo; porque a eso se dedica el Departamento de Estado, y no ya con funcionarios, pienso que con cuanta gente viene aquí. A cuanta gente viene aquí la llaman, o la presionan todo lo posible, de una forma o de otra. Los otros desatan una campaña descomunal contra todos, y esta es su gente, es la gente de ellos, es la gente de la mafia, es la gente de los que apoyan al bloqueo. Algunos de estos hipócritamente dicen que ellos están contra el bloqueo, eso es de los labios para afuera, todo lo que hacen es en contubernio con esos bandidos, con esa mafia y en apoyo de esa mafia, y en apoyo de la política de Estados Unidos contra Cuba; todo lo hacen por esto.

Alguno hasta a los visitantes les dicen: "No, nosotros no queremos bloqueo. ¡Ah!, no, no, pero a estos bandidos hay que asesinarlos, dicen, cuando se refieren a nosotros: No, no, estamos contra el bloqueo, pero qué va, a esos..." Y empiezan a apoyar todas las tesis, uno tiene pruebas de esas cosas, ¡vaya que si tengo pruebas!, no estoy diciendo cosas aquí por decir.

Bueno, eso se lo imponen a todos. El, como político, habría tenido que hacerlo. Y otros políticos tuvieron las instrucciones, incluso no norteamericanos, porque son amigos, o porque son aliados, enseguida les exigen algo. Es uno de los mecanismos que utilizan para tratar de que la visita no le salga bien al visitante y para que nosotros nos disgustemos.

Otra cosa es que nos quieran poner condiciones a nosotros. El rey de reyes que nos diga: "Oye, para ir allí, digamos, yo pongo como condición que me dejes reunirme con los astros luminosos del patriotismo, de la libertad y de los derechos humanos." ¡Ah!, no, el rey de reyes viene y nos pone como condición eso, y tengan la seguridad de que el rey de reyes no consigue que nosotros aceptemos esa condición. Y ya ha habido algún casito con motivo de la Cumbre y bajo amenaza de "no voy", y aun deseando venir; es algo como non queiro, non queiro, algo de eso..., ustedes terminan el refrán.

Son cosas diferentes, a quien pretenda chantajearnos, a quien pretenda hacer demagogia con nuestro país o con la Revolución Cubana, nada va a conseguir, y lo que haga es una varita que sirve para medir el grado de libertad, independencia y dignidad de mucha gente, realmente; más bien es una varita para medir a cada cual. Pero nosotros sabemos atender a los visitantes y atender con respeto a los visitantes, como también tenemos derecho a hacernos ideas y juicios acerca del comportamiento que tiene cada persona de las que nosotros recibimos en este país: qué causas tienen, si son reales, si son objetivas, en fin, siempre analizamos cada uno de los casos, según su comportamiento.

Ahora, lo que sí es evidente —eso lo dijo el vocero— es que hubo un desayuno. No digo más detalles. Invitaron a unos cuantos embajadores de distintos países —no los voy a mencionar para que no se vayan a sentir aludidos. Por la mañana, correcto, fueron, conversaron. Terminaron con los embajadores y se produce la reunión allí con algunos cabecillas. Sabemos muy bien que el Gobernador, cuando terminó la reunión —no voy a mencionar los que se reunieron allí, que son los que obtuvieron esos "altísimos honores"—, les aconsejó: "No vayan a reunirse con la prensa aquí, porque puede parecer una provocación" —allí, en la casa, después de la reunión con él— "y va a provocar un disgusto en las autoridades cubanas." Fue el consejo que les dio. Y él marchó para el restaurante La Pastora con su delegación a esa hora; terminaron relativamente tarde. Los visitantes fueron a distintos lugares, a distintos restaurantes.

Entonces, sí, el dato que sé con absoluta seguridad es que la SINA los llevó hasta allí; eso sí lo sé, sé quiénes los llevaron rápido para el mismo restaurante donde el Gobernador estaba almorzando con su delegación. No se lo he preguntado, ni es una cuestión fundamental; pero yo dudo, al conocer su carácter, un hombre que hacía las cosas con discreción y que tiene una reunión allí discreta y hasta los aconseja que no hagan algo que puede lastimar, que puede parecer una provocación, eso está en contradicción con la idea de que les hubiera aconsejado o hubiese estado de acuerdo con que fueran a tener la entrevista con la prensa, en el mismo restaurante donde él iba a almorzar con su delegación.

Yo este tema ni lo hablé, ni lo mencioné, ni me voy a poner a preguntar ahora: Oiga, ¿esto fue con su permiso, sin su permiso? ¿Fue idea suya o fue idea de otro? No. Lo que sí sé es lo que él aconsejó. Y no es porque tengamos un espía allí, sino porque hay con él todo un equipo de personas serias y honestas, y cuando había cualquier cosita de esas que estaba un poquito extraña nunca dejaron de explicar: Mire, pasó esto, esta cosa, sentimos tal cosa. Sí, en el staff había gente que hablaba con los compañeros que estaban atendiéndolos, y sabemos cómo pensaban; y realmente la SINA los llevó al mismo restaurante, y él estaba con su delegación comiendo en un reservado.

Yo no sé cuántos habría de su delegación allí, ese dato no me he ocupado de investigarlo ni falta hace; pero los cabecillas estaban en el patio, y de eso se sabe hasta el menú: ron, cerveza —lo que dijo el vocero—, lasquitas de jamón y unas cuantas cosas más allí, que el vocero lo contó con su dosis de ironía. Se conocen los nombres de los que participaron en todas estas operaciones, en su logística, en su organización; son como siete funcionarios de la SINA: está el traductor que tradujo con los periodistas y posiblemente el que tradujo en la reunión de la mañana. Estaban los periodistas, el traductor —un español—, la esposa del traductor también, el segundo... Todo el mundo intervino, desde el jefe de la SINA, en todas estas operaciones, y más o menos nos contaron, vieron a este allí, vieron al otro allá. Todos esos detalles se conocen, porque allí había gente del personal de protocolo y todos los que estaban atendiendo la visita. La SINA completa se dedicó a eso. Es lo que puedo decirle.

Así que lo demás, ya le digo lo que sé y lo que no puedo afirmar; pero dudo mucho que él hubiera propuesto eso, es todo lo contrario del tacto y del comportamiento que ha tenido.

Pero no solo eso, la SINA hizo todo lo posible por obstaculizar la reunión mía con ellos, lo que pasa es que la misma SINA no sabía, ni nadie lo sabía hasta las 4:00 de la tarde de ese día, en un lugar exacto donde estaba, en que nuestro Jefe de la Oficina de Intereses le informó que a tal hora íbamos a tener una reunión y que después habría una cena. Coordinaron quiénes iban a la reunión, los que ellos querían llevar, y cuántos podían llevar a la cena, los que quisieran, porque había un grupo invitado a la cena que no estaba en aquella reunión. Ellos decidieron quiénes iban a la cena y disponiendo de 16 puestos, "y los demás que estime conveniente llevar", entonces él escogió hasta 20 ó 21 los que fueron; así que hubo gente que estuvo en la cena que no estuvo en la conversación.

Los funcionarios de la SINA no pudieron hacer muchas trampas, pero trataron de obstaculizar, y estaban obstaculizando todo lo posible la intervención del gobernador Ryan en la universidad, todo lo posible, trataron de hacerlo, lo sabemos bien, pero no podían impedirlo. Estaba en el programa, y yo apreciaba que quisiera ir a la universidad, y, como he hecho otras veces, fui también a escucharlo allí. Eso sí no lo consulté, porque eso lo he hecho con muchos visitantes, asistir a una conferencia; así que creo que no puedan culpar a nadie, echarle la culpa a nadie de que yo asista a una conferencia y me siente allí entre los alumnos. Yo no voy a sentarme allí en la mesa presidencial del acto, yo prefiero oír el discurso desde abajo.

No sabía de qué iba a hablar, y escuché bien hasta la última palabra. Me sorprendió el equilibrio de ese discurso, la seriedad del discurso, la falta de miedo y, a la vez, la capacidad de exponer, de una forma persuasiva y elocuente, las ideas.

Incluso, en un momento dado venía una sesión de preguntas y respuestas; el tiempo apremiaba, terminó su intervención con gran altura, y a mí me preocupó, porque, figúrate, con la historia de 40 años de problemas y como son muy inteligentes y cultos los profesores y los alumnos que suelen ir a estas conferencias, y hacen excelentes preguntas, a mí me parecía que era un riesgo prácticamente entrar en eso, podían producirse debates complicados y disminuir el buen efecto de la intervención, y digo: "Más vale que esto termine en su mejor momento." Y propuse, cuando iban a dar la palabra a alguien para las preguntas, que no se hiciera la sesión de preguntas, que estaba muy bien explicado y era una situación compleja y delicada. Si empiezan allí a bombardearlo con unas cuantas preguntas, entonces había riesgo, realmente, de disminuir, digamos, la atmósfera creada y la recepción que tuvo su discurso.

Pensé que unas siete u ocho preguntas podrían, realmente, crearle complicaciones a él, y como para nosotros era muy importante que no corriera esos riesgos, yo planteé eso, tomé la iniciativa allí, me levanté cuando vi que iban a comenzar las preguntas. Es que no hacían falta preguntas realmente, porque se había producido un discurso, pronunciado por un Gobernador norteamericano, en aquellos términos, que yo creo que no hacían falta preguntas. Ya él había dicho prácticamente el máximo que podía decir, había dicho allí lo que pensaba con una gran franqueza, con una gran sinceridad.

Yo he visto otras personas pronunciar allí discursos, y créanme que en ocasiones es como caminar sobre espinas, y sin los problemas de él, que fue resuelto, lo que tenía que decir, lo dijo, anunció aquello. En la conversación lo había dicho, que tenía tales y más cuales ideas de crear ese consejo. Esa es la historia.

Nidia Díaz.- Comandante, comentando, como usted dijo al principio, a mí me parece que fue muy bueno este encuentro del propio Gobernador con estos representantes de los grupúsculos ahí, como se los pusieron, porque a estas alturas él mismo se debe estar burlando de los famosos patriotas que fabrica Estados Unidos y hasta de los premios que reciben algunos de ellos, ¿eh?

Fidel Castro.- Yo no debo decir eso, porque estaría prejuzgando el pensamiento.

Nidia Díaz.- No, yo digo que él mismo debe estar pensando...

Fidel Castro.- Yo no digo que era bueno; no, yo no puedo decir eso, no puedo afirmarlo. Si lo afirmo estaría metiéndome en un tema que a él no debe agradarle, de ninguna manera, que yo diga que tengo la opinión de que se ha dado cuenta de que estos son unos idiotas. Yo nada más me limito a decir que es bueno que pueda hacer comparaciones con la gente, su pensamiento hasta dónde llega, qué alcance tiene. Eso es lo único que puedo decir sobre eso.

Pero hay un tema importante que a ustedes se les ha olvidado. Como es un cambio de impresiones, yo sugiero que hablemos del tema de los niños.

Nidia Díaz.- La pregunta de los niños, que ya se la había hecho Marina, pero yo quería precisar si ya usted conoce si las propias autoridades sanitarias norteamericanas han comprobado el diagnóstico que hicieron los médicos cubanos sobre el caso de este niño que no era necesario enviar allá.

Fidel Castro.- Yo no tengo que comprobarlo allá, porque lo comprobé aquí, con relación a un caso.

Nidia Díaz.- A ese caso.

Fidel Castro.- Más bien a dos casos, porque eran dos: uno era el de Matanzas, que es el niño de siete años, al que se le dictamina con toda certeza el diagnóstico —que ese iba para Carolina, el estado de Helms—, y el otro es el caso del niño de dos años, de Marianao, que sufre un accidente tremendo, horrible.

¿Qué ocurrió con esos dos casos?, que ocurre a veces. Hay problemas que son insolubles muchas veces, pero cuando a cualquier familia, cualquier padre o madre le dicen: Oye, hay una solución aquí o allá para un problema insoluble, entonces quisiera ir a cualquier lugar en que le dieran una solución. Sería algo prácticamente imposible. Además, todos los casos que necesitan atención en el exterior, siempre, y aun en estos dificilísimos tiempos del período especial, allí donde se puede salvar una vida, allí donde se puede salvar una vista, porque no estemos en condiciones nosotros de hacerlo ahora, o no hayamos alcanzado en esa especialidad un nivel muy alto, se envía a cualquier ciudadano, sin preguntarle quién es la familia ni qué piensa, un niño, joven, adulto o anciano. Allí donde una vida se pueda salvar, la Revolución nunca se ha detenido en hacer el gasto, y a veces son decenas de miles de dólares. Y nosotros hemos tenido pacientes que han costado más de 100 000 dólares.

También hemos tenido la suerte de muchos amigos en muchas partes, muchos médicos que hacen la operación que tengan que hacer y no la cobran. Hay que hacer el gasto de los pasajes, el hospedaje y todas esas cosas; si es un niño, pues va la madre.

Ahora, lógicamente, muchas personas pueden haber tenido noticias de que hay una solución para su caso, pero sabiendo de manera absolutamente cabal que no hay una solución posible, el país no puede gastar el dinero para tratar de resolver el problema, cuando lo han visto no solo nuestros médicos, sino muchos de los médicos que nos visitan, o consultamos y han confirmado nuestro criterio. Si los compañeros a veces están haciendo una operación determinada y saben dónde hay un especialista, y están haciendo la operación en comunicación con el que más sepa de eso en España o en cualquier otro lugar del mundo, para un cierto asesoramiento.

Se hace, se toman las medidas, y cuando hay un caso que se sabe con rigor absoluto que no tiene una solución, entonces el país no gasta el dinero. Pero eso tiene que decidirlo, sencillamente, una comisión. Y por ahí nosotros entregamos por escrito el día de la conferencia de prensa, y a ellos, todos, les entregamos por escrito cuánto gastamos por año. Antes eran cantidades más altas, ahora se ha reducido porque muchos problemas los estamos resolviendo aquí y, además, porque tenemos médicos amigos de los propios Estados Unidos o de otras partes que vienen aquí y permanecen una semana, ó 10 días, ó 15 días, y hacen operaciones. Igual que el avión que viene de cuando en cuando, del proyecto Orbis, de una institución norteamericana, que llega aquí y se le dan todas las facilidades y atenciones, para atender casos con problemas en la vista.

Todo eso ahorra tener que enviar un número elevado de pacientes a otros países porque muchas de esas operaciones pueden hacerse aquí. Tenemos condiciones técnicas para ello, lo que pasa es que el médico calificado para atender esos casos debe venir del exterior, por supuesto resulta más conveniente que cuando esto suceda atienda varios casos que se puedan haber acumulado. Son médicos que muchas veces traen insumos y algunos instrumentos para realizar la operación, y no cobran nada al país por brindar ese tipo de atención especializada.

El país tiene muchos amigos, son mecanismos que nos permiten ahorrar recursos y atender a todos. Aquí no se escatima un centavo por salvar una vida, y no se le cobra un centavo, ni en dólares, ni en pesos.

En el caso del segundo niño, hubo cosas infames.

Hay un artículo del Nuevo Herald, de este órgano que ustedes saben que está por completo al servicio de la mafia y escribiendo todo tipo de horrores sobre la Revolución, un órgano de Miami que escribe de todo, que es insultante. Es un artículo sobre una carta que Díaz-Balart le escribe a la directora del hospital La Rábida, de Chicago, alguien que junto al Ministro de Salud de Illinois vino con el Gobernador, y son de su máxima confianza. En dicha carta dice que ha sabido que hay un niño cubano... y le pide que lo visite y se interese por él , porque ese niño necesita una atención en un hospital que es para turistas y para la alta jerarquía política del país —¡para la alta jerarquía política del país!—, y él no tiene dólares para pagar eso. ¡Ah!, y porque requería un medicamento que no había y tenía que pagar en dólares.

Aquí —como ustedes saben— no se vende en dólares ningún medicamento. En algunos hospitales ha habido pisos en los que se autorizó dedicar un número de camas a turismo de salud, para destinar los ingresos que se obtengan por esa vía, ciento por ciento, a la adquisición de piezas y medicamentos de esos hospitales.

El "Hermanos Ameijeiras" tiene unas camas allá arriba, en un piso superior, y otros hospitales las tienen, para turismo de salud. Nosotros lo hemos planteado, para que los ingresos los dediquen a medicinas y equipos. Eso no es dinero para otras cosas del país, no sé si le entregan una pequeña cantidad a Salud Pública. En muchos casos está excluido incluso de la pequeña cantidad a entregar a Salud Pública, para los mismos objetivos; algunos hospitales, y algunos casi se desarrollaron, determinados hospitales de rehabilitación muy especializados.

¡Ah!, hasta en los policlínicos tenemos servicio de masajes y departamentos de rehabilitación. ¡Hasta en los policlínicos!, para que no tengan que ir, como tenían que ir antes, de Guanabacoa, por ejemplo, a Boyeros, donde estaba aquel hospital que era casi una barraca. Bueno, allí tenemos hoy un hospital que es una maravilla, se hizo con tecnología yugoslava, porque ese país tenía una gran experiencia en rehabilitación.

Ese hospital es una maravilla, y lo hemos terminado en período especial. Para problemas congénitos, niños que nacen con problemas, defectos, o resultado de accidentes, van para ese hospital. Tiene no sé cuántas camas y se destinaron millones de dólares para su construcción y equipamiento. Ese hospital es para el pueblo.

Hay más hospitales que rehabilitan pacientes, hospitales ortopédicos y otros centros de rehabilitación en todo el país. Entonces los casos más complicados acuden allí. Tenemos varios centros excelentes; pero hasta en los policlínicos tenemos servicios de rehabilitación, y a nadie se le cobra un centavo, ni un dólar por eso.

En los lugares donde se pueden atender los extranjeros, puede ser un embajador, un turista o cualquier otro tipo de visitante, en algunos de esos establecimientos se venden medicamentos. Lógicamente reciben una buena atención y tienen que pagarla. Si van los embajadores, o hay turistas que se enferman, hay que cobrarles, aquí no hay medicina gratuita para el turista, ni para el representante diplomático, ni para los representantes de empresas extranjeras. Todos ellos necesitan atención médica, y se les brinda a un costo menor que en otros países, pero tienen que pagarla.

Lógicamente tienen una atención especial. Sí, la tienen, y la pagan; pero esa misma atención, con las mismas facilidades materiales, desgraciadamente, no podemos brindarla a millones y millones de ciudadanos. Tratamos de darles la mejor, y en estos tiempos hemos tenido dificultades que vamos poquito a poco solucionando y vamos haciendo cosas, te lo puedo garantizar, y hemos logrado reformulaciones, materias primas, reducir los costos de los medicamentos. Hemos dado la atención médica gratuita a 11 millones de ciudadanos, y hemos incorporado en estos 10 años de período especial 30 000 médicos de la familia que además tienen su reserva en los hospitales, y los ciudadanos de este país tienen el médico, excepto en el campo, que están un poco más lejos, porque viven aislados, a 150, a 100, a 60, o a 30 metros de su casa, de noche, así, como les digo.

Esos son los servicios que les hemos dado a nuestro pueblo. Hemos creado controles para que nadie acapare medicamentos. Nunca pusimos obstáculos para que se enviaran medicamentos de otros lugares. Cuando iban y venían muchas personas entre Estados Unidos y Cuba, por ejemplo, se les autorizaban hasta 10 kilogramos de medicamentos que podían traer gratuitamente en el avión. Claro que cualquiera traía 10 kilogramos de medicamentos aquí, pero era preferible que entraran y los repartieran, o los vendieran, lo que se hiciera; pero no se puso el menor obstáculo.

Ese era el producto para el que más facilidades tenían los que viajaban a Estados Unidos, decíamos: Tráiganlo para familiares. Nadie les preguntaba qué iban a hacer con ellos; pero veíamos una forma de alivio de necesidad de medicamentos, o se enviaban donaciones. Esto da lugar a que a veces un medicamento determinado, última cosa que apareció, que no lo tenemos en nuestro formulario, lo han traído familiares o visitantes, o lo han enviado como donaciones, hay ocasiones en que el médico lo recomienda, a veces por irresponsabilidad: "Mire a ver si se puede conseguir ese medicamento, si alguien lo tiene, algunas donaciones."

Aquí se sabe cómo es la cosa: las donaciones van directamente para los hospitales. El Estado tiene hasta su reserva de productos esenciales vitales, existen dos reservas: primero se creó una en el Ministerio de Salud Pública y después otra en el Consejo de Estado. Cuando es vital, si falta algo... Bueno, no debiera faltar ninguna del formulario, y hay que controlarlas bien para que no las esté acaparando alguien, controlarlas bien para que no se produzcan hurtos de medicamentos. Algunas de esas están centralizadas y ahí no puede haber hurto, llama el hospital de donde sea, de Santiago de Cuba o de Baracoa: "Oigame, tal medicamento se me acabó, tal medicamento no aparece aquí", se saca de la reserva e inmediatamente que se emplean se renuevan. Ese es el método que seguimos.

A ese niño del accidente, se le entrega un medicamento que vale 22 dólares y se le vende a 22 pesos, porque ya ese no es para el tratamiento en el hospital. En el hospital los medicamentos no se cobran. La medicina para el tratamiento en la casa se debe comprar.

¿Qué precio tienen aquí los medicamentos? El precio que tenían hace 40 años rebajado casi a la mitad muchos de aquellos que se usaban. Eso es lo que se cobra en la farmacia. Pero estos muy estratégicos no se pueden llevar ni a la farmacia en estas actuales circunstancias. Hay que tener una reserva de ellos para garantizar que los que son vitales no falten. Luego a ese niño no le faltó nada. Ya después ellos mismos dijeron: "No, tal medicamento, yo tengo unos familiares que me lo mandan." Era uno de los medicamentos que necesitaba el niño.

¿Y qué ocurre? Pasa lo de siempre en este fenómeno: tienen familiares allá en Estados Unidos, algunos que tienen relaciones. A mí me contaba el padre de este muchacho, que era una hermana que vio nacer al niño, y está muy traumatizada con lo que le ocurrió en el accidente.

En los dos casos los familiares habían dicho que les podían resolver medicamentos, o que habían gestionado una atención para ambos niños. Fueron los dos casos por los que se interesó el Gobernador, y existía el supuesto de que querían salir, que los padres querían salir.

Cuando yo hablo con el Gobernador el penúltimo día, la noche aquella, el 26 por la noche, en la conversación me plantea el problema de los dos niños, y le digo: "No hay absolutamente ningún problema con esos dos niños." En estos casos se adopta lo que decidan los padres, aunque se trate de casos que puedan resolverse y que han recibido en nuestro país el tratamiento requerido.

Damos por seguro que van a salir, que las familias están de acuerdo con que envíen a los dos niños, uno para Carolina y otro para Chicago. Y él me pregunta en un momento: "¿Me los puedo llevar mañana en el avión?" Digo: "Sí. ¿Qué hora es?" "Ahora deben ser como las 9:00 de la noche, 9:30." Le digo: "Cómo no, de inmediato nos vamos a comunicar con las familias. No importa el pasaporte, con papel, o con certificado, lo que sea le damos", porque él se iba a ir a la 1:00 p.m.

Una familia está en Matanzas, hay que consultar a los padres. Se llamó a Matanzas desde allí mismo, un compañero llamó. Le pedí: "Comuníquese con los padres, con todos los que haya que comunicarse, para ver si tienen pasaporte, si no lo tienen." Incluso este que se fue con él ya tenía pensado en unos días más adelante hacerlo, y al vocero le habían preguntado cuál era la posición de Cuba, puesto que era un interés de Helms. El vocero le contestó muy correctamente: "Se hará lo que más convenga al niño." Es la cosa. Yo suponía eso.

Cuando terminamos la reunión, pasamos un momento por el despacho para conversar con él unos minutos antes de ir a cenar, y entonces me dice Carlitos: "El padre del muchacho de Marianao no quiere que salga." Dicen que tuvo una larga conversación con el médico y no quiere que salga, le dijo: "No hace falta." Fíjense qué problema. Pienso: "Caramba, qué inventarán ahora: que lo presionaron, que lo amenazaron." En ese momento le digo al Gobernador: "Mire, ha pasado esto con uno de los niños. Vamos a localizar al padre, vamos a localizar al médico que lo operó, vamos a localizar al director del hospital —a la 1:00 de la mañana le dije—, tenerlos aquí, que se reúnan ellos con la directora de su hospital de Chicago, y con el responsable de salud del estado, un hombre capacitado, y discutan con ellos y que él explique las razones por las cuales decide permitir o no permitir el viaje, cuál es la voluntad de él." Ese es el niño que habían utilizado para una maniobra política desvergonzada, que fue lo que dijeron allí, y que le habían prohibido atenderse en el CIMEQ. ¡Ah!, porque no tenía dólares, la tragedia, que para qué la voy a leer; es que hay tantas otras cosas que no voy a leer, todas del indecente artículo famoso que está por aquí.

Leo frases, ¿no?, ellos dicen "una modesta familia aguarda impaciente por la llegada de esta ‘misión humanitaria’ (...) Carlos Prieto e Ileana Sideris Borges, residentes de la barriada capitalina de Marianao confían en que la doctora Lisa Thornton, directora del hospital pediátrico de La Rábida, en Chicago, pueda escuchar el caso de su hijo Christian, de dos años, y ofrecerles alguna ayuda para su caso. El pasado 5 de junio Christian se cayó del balcón de su casa." Este era el que iba para Chicago, el otro iba para Carolina del Norte, el de Matanzas que ahora está allí, pero es posible que finalmente lo atiendan en Chicago.

La indecencia del artículo al que nos referimos es grande: "Los padres de Christian están esperanzados en que la doctora Thornton, con los ocho especialistas médicos que van en la delegación, atienda una petición del representante Lincoln Díaz-Balart, republicano de la Florida, para que visite al niño", no le escribe al Gobernador, le escribe a esta doctora: "...Le pido que durante su visita, usted pregunte por la salud de Christian y que visite al niño y su familia, para así poder conocer de primera mano la realidad de la Cuba de hoy, donde los miembros de la jerarquía del régimen y los turistas con dólares tienen acceso a los mejores productos y servicios, mientras que el pueblo cubano sufre la discriminación y la miseria," etcétera. Está la politiquería detrás de toda esta gente "tan humanitaria". Eso es muy lamentable.

El artículo habla de lo que había declarado Ryan: "...Mi esperanza es que esta misión abra una puerta, una Cuba aislada no va en interés de Illinois o Estados Unidos." Entonces dice que Díaz-Balart consideró: "...Muy lamentable el viaje de la delegación de Illinois. No se puede esperar nada bueno de una delegación en la que viajan poderosos hombres de negocios, afilándose los dientes con el futuro de Cuba." Casi casi un comunista, ¿no? Ese es el concepto que tienen de los hombres de empresa que venían con el Gobernador, unos lobos afilándose los dientes para lucrar con el futuro de Cuba; casi casi para devorarse el futuro de Cuba. Era indignante.

Realmente en el hospital CIMEQ no se atienden esos casos. Esos casos se atienden en el mejor hospital de rehabilitación que hay en América Latina y uno de los mejores del mundo, el Centro Internacional de Restauración Neurológica, adonde ha llegado gente inválida por mucho tiempo y ha salido caminando de ese hospital, donde hay fisioterapeutas que se dedican ocho horas a un solo paciente. Tiene una fama y un prestigio tremendos. Se atienden en ese hospital casos de ciudadanos cubanos que no puedan tener solución en ningún otro centro, y allí fue el niño.

¿Y cuándo había ocurrido este accidente? Hacía casi cinco meses, fue el 5 de junio de este año. Y lo triste de esto es que esta patraña de Díaz-Balart aparece después que le han salvado la vida al niño los médicos del hospital "Juan Manuel Márquez" y los de este Centro Internacional de Restauración Neurológica (CIREN), y, sobre todo, los del "Juan Manuel Márquez".

Aquí está más completo el caso de Matanzas (Muestra documentos). Este es el resumen de las historias clínicas de los dos; el de Matanzas decía algo importante: "Este paciente no necesita ir a ningún otro centro en este momento, porque en nuestro país tiene garantizada la atención. El tratamiento quirúrgico no es necesario en la actualidad, por su evolución favorable y en una edad no recomendada." Estas son las consideraciones finales del servicio de gastroenterología del hospital pediátrico "Juan Manuel Márquez"; expresan su opinión sobre esto cuando se les pide: "en una edad no recomendada; no obstante, si fuera necesario, el hospital cuenta con todas las condiciones para realizar el mismo, lo cual ha tenido que hacer en seis pacientes con anterioridad".

Recomiendan no operarlo. Ya esto tiene otra connotación, ya es un tema más serio y yo se lo planteo al Gobernador, le digo: "Mire, Gobernador, esta es una responsabilidad que tenemos nosotros. Hay una recomendación de por medio de que no se haga, hay dos criterios, es algo que se va más allá, realmente, de lo que decidan los padres. Ya que usted ha pedido llevarse al niño, tengo que explicarle claramente lo que consideran sus médicos." Todavía no nos hemos levantado de la mesa donde sosteníamos el encuentro inicial con el Gobernador, todavía no conocemos la decisión del otro caso que yo estaba contando, con cuyo padre tuvimos que reunirnos a la 1:00 de la mañana...

Y prosigo: "Hay una responsabilidad: si se comete un error, si el niño muere, si usted se lo lleva mañana, y nosotros estamos de acuerdo con que usted se lo lleve, sin explicarle que existen dos criterios, ¿cuál sería nuestra culpa si le hacen una operación prematura y el niño fallece?" Además, ese niño está bien, le advertí eso, que nosotros no poníamos objeciones; pero que sí le pedíamos a él, como Gobernador de Illinois, y les pedíamos a los médicos que venían con él que prestaran especial atención a este punto, que los médicos cubanos opinan que no se debe operar, que resulta prematuro hacerlo, que está evolucionando perfectamente bien, y que si ocurriera alguna cosa, ellos lo podrían resolver. Ese es el de Matanzas que estaba incluso asistiendo a la escuela.

El otro caso era el que cayó desde una segunda planta; cayó de cabeza, y el golpe le hizo unos estragos terribles, el niño hoy prácticamente no puede moverse. Lo primero que han hecho es salvarle la vida. Lo que han hecho con este niño para salvarle la vida es mucho más complejo que lo que tendrían que hacerle al de Matanzas; y si la atención al de Matanzas vale 700 000 dólares..., no, no, lo que ellos le hicieron a este niño debe valer —yo había dicho el otro día 100 000, pero cuando vi estos detalles y tuve más datos...— no se sabe, un millón, dos o tres, en dos palabras; nadie sabe, además, quién los va a pagar. ¿Por qué? Porque este niño necesita rehabilitación durante no se sabe cuántos años.

Vean el caso con el que se está haciendo politiquería, politiquería barata, los defensores del genocidio, aquellos que no quieren que le vendan alimentos al país ni para niños, ni para ancianos, ni que les vendan medicinas, y promueven el bloqueo para que no tengamos ni con qué comprarlas. Hay que decir que si un día nos dan permiso para comprar alimentos y medicinas hay que preguntarse con qué; porque si usted no puede comerciar no puede vender nada, no puede desarrollarse; si a usted lo someten a una guerra económica en todas partes, entonces, de nada vale; hay que agradecer el día que nos vendan alimentos, pero no podemos resolver nada. Y estos son partidarios, estos son los que defienden el bloqueo y vienen a decir esa cosa infame.

Al niño del accidente hay que hacerle una operación inicial porque prácticamente le estalla el cerebro, pierde el 25% de la masa encefálica, y después hay que hacerle cinco operaciones más, ante cada problema que surgía, porque era un caso muy difícil; la gran operación inicial y cinco más. Yo hablé con los médicos después, con el que lo operó, y en detalle. Después que lo salvaron, que ya estaba vivo, ni veía ni oía, ni tenía conciencia, ni lloraba, absolutamente nada, entonces empieza el programa de rehabilitación y es cuando lo mandan para el CIREN. Tres días en el CIREN, tres días en el "Juan Manuel Márquez", de acuerdo con el tipo de rehabilitación. Después que le salvaron la vida y ya estaba en su casa, el problema de que se hablaba entonces era de qué recuperación podía tener ese niño. Lo estudiaron todo, y empezaron a rehabilitarlo. Resultado: ya el niño ve, ya el niño oye, ya el niño siente sensaciones, ya el niño llora, va realmente mejorando para iniciar un camino quién sabe de cuántos años. Estaba el padre cerca de allí, estoy hablando aparte con el cirujano y el director cubanos del hospital. ¿Alguno está aquí? (Pregunta.) Los dos están aquí. Por favor, vengan y párense aquí aunque sea un minuto; vengan aquí, yo quiero que los conozca el pueblo. No están todos los médicos, pero sí los dos que tuvieron la principal responsabilidad de salvarle la vida (Presenta ante las cámaras a los médicos, al cirujano y al director del hospital).

Finalmente aquella noche, ya conversando con el padre y los médicos nuestros, le pregunto al primero por qué ha cambiado de opinión, en ese momento ya le han dado unas copias de los papeles, diagnóstico y todo, y la carta también, el artículo del Nuevo Herald que dice que no lo han atendido en el CIMEQ, y entonces le digo: "Bueno, aquí hay un artículo." Dice: "No, yo lo tengo por ahí." Le digo: "Te recomiendo que no lo leas, te va a ser desagradable", porque le están imputando a él haber dicho tal y más cual cosa. El hombre se pone a llorar y dice: "Lo único que yo he dicho es tal frase." Es lo que él dijo. "Si hay otras cosas las inventaron allá", toda la historia del CIMEQ.

En el CIMEQ no se tratan esos casos. Alguien le habló de un jacuzzi, que es como una bañadera. Ese servicio se presta en un número de policlínicos, ¿es un masaje de qué? (Uno de los médicos dice que es un tratamiento de fisioterapia de hidromasaje.) ¿Cuántos equipos de esos tenemos? (Le responde el director del hospital que en casi todos los departamentos importantes de fisioterapia existen.) ¿Y los policlínicos qué tienen? (Le responde que no sabe realmente.) ¿Tú sabes algo de los policlínicos?, le pregunta al otro (El otro médico dice que existen en los policlínicos que atienden una gran parte de la población, y que todo el mundo tiene acceso). Es decir, es lo más sencillo del mundo, ese tratamiento de aguas tibias e hidromasaje es realmente una bañadera con algunos equipos. Este hospital los atiende, se le da la sesión allí en rehabilitación, y el hidromasaje es posible hacerlo incluso en el policlínico.

Ustedes lo tienen también. ¿Qué tratamiento le dan ustedes en el hospital? ( Explica el neurocirujano que el tratamiento que se realiza es fisioterapia pasiva, con algunos elementos de fisioterapia activa, ya que este niño necesita en estos momentos la cosa pasiva sobre todo, la afectividad, el trabajo consecutivo de la madre con el niño, que es lo más importante en estos momentos, y algunas otras atenciones especializadas.)

El está recibiendo seis tratamientos a la semana (Plantea que en estos momentos está tres veces a la semana en el hospital "Juan Manuel Márquez" en fisioterapia y también tres veces en la semana en el CIREN).

Iniciada ya la reunión, de pie, en un pequeño salón de Palacio, a la 1:00 a.m., es cuando me dirijo al padre, está allí, le pido que no lea el artículo, estaba contándoles —con nosotros están también el Gobernador, la Directora del hospital de Chicago y el responsable de salud del estado de Illinois—; el padre de todos modos, como ya dije, ve el artículo, y cuando lo ve casi no lo termina y se echa a llorar. Realmente, en ese momento yo pude percibir que el Gobernador estaba indignado, se sentía como engañado en su buena fe por la carta que le hicieron a la Directora del hospital de Chicago. Luego me quedo solo con los dos médicos, les digo: "Respóndanme una pregunta, ¿cuáles son las posibilidades de mejoría de ese niño? ¿Puede llegar a caminar?" Dicen: "Sí, puede llegar a caminar." Les digo: "¿Puede llegar a estudiar?" Dicen: "Sí, puede llegar a estudiar, porque en casos como este, a esa edad, aunque haya pérdida de un elevado porcentaje de masa encefálica, otras partes del cerebro desarrollan las funciones que ejercían aquellas que se perdieron y puede llegar a estudiar", siempre con algunas limitaciones, desde luego, pero puede llegar a estudiar.

Cuando yo escucho aquello, digo: Bueno, ya es un respiro, y ya el padre había dicho que no quería que el niño viajara. Entonces al final despido a todos. El Gobernador se tuvo que ir antes de que terminara esto, porque ya era tarde, eran como las 2:00 de la mañana, y él tenía un programa por la mañana, tenía que ir a unos cuantos lugares y tenía que dictar la conferencia en la universidad.

Se fue, lo despedimos ahí, y se quedaron allí los médicos cubanos y norteamericanos, el Ministro de Salud y todos ellos discutiendo por lo menos otra hora más. Estaban discutiendo todavía cuando yo despedí al resto de la delegación norteamericana. Los despido y voy a conversar con el padre y los que aún se encuentran allí. Al padre ya le puedo dar la buena noticia: "Mire, mientras usted estaba apartado, los médicos me han dicho esto, me parece excelente, porque hay una posibilidad amplia, una posibilidad de mejoría magnífica."

El me cuenta cómo surgió la idea de ir allá, una hermana que estaba en Miami llamó e hizo todas las gestiones. Le digo: "Ahora consúltalo con la madre del niño también, para ver cuál es su opinión." Yo estaba contento y él estaba feliz, por lo que le había comunicado. La verdad es que esa es una noticia buenísima. ¿Qué requería? Lo que ellos están haciendo ahora. Eso es lo que requería.

¿A qué conclusión llegan los dos médicos cubanos? Ellos le explican todo a la Directora de aquel hospital, la doctora Thornton, que incluso es graduada de una especialidad relacionada con el problema que tiene este niño, y al especialista que viene de responsable de salud de Illinois, y, al final, cuando terminan su conversación, acuerdan ir al hospital "Juan Manuel Márquez" a las 9:00 de la mañana de ese día y ver al niño, con los médicos del equipo que le atendió y con los padres. Entonces allí terminan, están como dos o tres horas. ¿Qué tiempo duró eso? (Le dicen que como tres horas.)

Yo estoy en la universidad con el Gobernador casi al mediodía y dicen: "Han terminado, ya vienen para acá." Me quedo esperando impacientemente para conocer a qué conclusión han llegado. La Directora del hospital y el Ministro de Salud de Illinois tardaron en aparecer un poco entre tanta gente, hasta que llegaron a la entrada del Aula Magna y hablamos con ellos, y nos dicen: "Lo hemos examinado, ese niño ha recibido todas las atenciones que pueda haber y le han salvado la vida. El tratamiento que se le ha aplicado es perfecto, no hace falta que ese niño viaje." Se lo comunican al Gobernador. Correcto, es la opinión de su gente más calificada; tranquilo.

Después hay una confusión, porque había distintas instrucciones: Salud Pública tenía un hombre ocupándose del asunto; a aquellos había que irlos a buscar a Matanzas, traerlos y ubicarlos en un lugar; los médicos tenían que estar a las 9:00 de la mañana en el hospital, y a los padres había que localizarlos. El Gobernador se iba a la 1:00 p.m. y estaban pendientes visas o no sé qué detalles todavía. Se crea hasta cierto conflicto en el aeropuerto. ¿Y qué ocurre? El Gobernador, después de la conferencia, se fue a almorzar antes de partir hacia el aeropuerto.

Yo di una conferencia de prensa y cuando termino allí y voy para mi despacho, me dice Carlitos: "Hay un problema allá en el aeropuerto, porque llevaron a los dos niños." ¿Y qué pasó? Tuvimos que averiguar eso después. El hombre de salud pública tenía instrucciones de que había que estar a las 12:00 con los dos niños, él no sabía el veredicto de los médicos, a él le habían dicho: Llévese a los dos para allá, tienen que estar allí a las 11:00, él creía que se iban los dos... Es que el funcionario de Salud Pública encargado de esa gestión no estaba en esta discusión de la madrugada, ni estuvo en la discusión de la mañana, y él y el de protocolo se llevan a los niños, con los padres al aeropuerto. Se los llevan a las once y tanto. La conversación que yo sostengo a la entrada del Aula Magna es a las 12:00 o un poquito después de las 12:00, porque allí hubo varios discursos, no solo el de él, o el del Rector, o el del profesor que toca la campana, ustedes saben cómo es todo eso allí. Hubo después algunos saludos, despedimos a alguna de la gente, y esperamos a que aparecieran los médicos.

El estaba impaciente por salir, y le digo: "Vamos a esperar a que lleguen los médicos." Y llegaron los médicos, eso fue como a las doce y tanto. Yo me voy a mi conferencia, él a su almuerzo, y se suponía que se iban a la 1:00, y yo digo: "Esto no será a la 1:00."

A los periodistas, impacientes, por otro lado, les dije: "No se impacienten." En una conferencia improvisada allí, que apenas se oía, les digo: "No se preocupen, que yo les dije al Gobernador y a la gente que no se pueden ir sin ustedes." Así que estuvieron allí y los despedí hasta en el ómnibus. En ese momento es que me dicen que hay un problema en el aeropuerto, que han llevado a los dos niños, que la Jefa de la Oficina de Intereses está bravísima, "que cómo han llevado a esos niños para allá sin visa". Yo no sé lo que iba a hacer el hombre aquel que tenía la misión de recoger a los niños y a la familia y llevarla a tal hora, que eran las instrucciones que tenía, cuando todavía no habían tomado una decisión los médicos. Fue correcto, porque entonces si se toma la decisión, no iban a ir a buscarlos a la casa, dos horas más tarde, y en vez de a la 1:00 se iba qué sé yo a qué hora el Gobernador. Al fin y al cabo, el Gobernador se fue después de las 2:00 p.m., o bastante más tarde por todo esto.

La Jefa de la SINA, furiosa y diciendo que era una barbaridad, porque los habían llevado sin visas, el Gobernador había pedido una gestión urgente a la SINA, y se suponía que estuviese resuelto. Y me dicen todo eso, y a mí me da pena con el Gobernador, y pregunto: "¿Dónde está el Gobernador en este momento? Avísenle, llamen a Remírez por el telefonito ese y comuníquenle lo que ha pasado allí, que están aquella gente en el aeropuerto, que se quieren ir."

Como quedó pendiente que aquello lo comunicaran al Gobernador y que él tomara la decisión, los médicos norteamericanos les dieron su opinión a los familiares del niño de Marianao, pero dijeron que no podían decidir, que hasta que no hablaran con el Gobernador no podía tomarse una decisión final. Hablaron con el Gobernador allí, a la hora que yo dije, al salir del Aula Magna. Cuando el Gobernador marchaba para el aeropuerto, Barrios —un jefe del Departamento de Relaciones Exteriores, que atiende relaciones con Estados Unidos, y que había estado todo el tiempo acompañando al Gobernador, un compañero muy serio— se adelanta en un carro, y le doy unas instrucciones, llega rápido.

Cuando llega me dice: "Hay un problema aquí en el aeropuerto." Digo: "¿Llegó el Gobernador?" Dice: "No, el Gobernador está saliendo." Le digo: "Procura arreglar eso ahí, todos los problemas, explicar; espéralos allí." Y el Gobernador llegó un poco más tarde.

¿Cuál fue la preocupación nuestra? Que el Gobernador se extrañó. Dice: "¿Y cómo han podido pasar por Inmigración y todo?" Porque estaba la Jefa de la SINA furiosa. Sí, habían pasado Inmigración y habían pasado todo, porque no sabían cuál era la decisión tomada por el Gobernador, y estaban allí.

Hay otro incidente, después se va a ver.

A mí me daba pena, como dije, con el Gobernador, pues como nos habíamos ajustado tan estrictamente a todo lo acordado, me preocupaba que por un momento tuviera la idea de que, habiendo acordado allá a las 12:15 que se iba uno, le hubieran llevado a los dos niños. Le dije a Barrios: "Explícale bien cómo ha sido todo, y que tome él la decisión, cualquiera, en un sentido o en otro." El planteó su opinión, y expresó que ese niño, de acuerdo con los criterios de sus especialistas, no tenía necesidad de viajar, no era necesario que viajara, y que si en alguna ocasión hiciera falta el hospital, entonces ellos lo recibirían. Fue así todo.

Muy bien, regresan los padres a la casa, y al otro día, el 29, se presentan en Inmigración solicitando salida del país. Digo: ¿Pero qué pasó?, ¿una vez más? Primero se iban, después no se iban. Dan el veredicto los médicos allí, no se iban. Regresan tranquilos y al otro día, noticia de Inmigración: Permiso para salir. Pregunto: "¿Qué ha ocurrido?" Dicen: "De allá de Miami llamaron que le van a conseguir un hospital no sé dónde, y que vaya para allá." La SINA había dado de inmediato las visas.

Entonces, bueno, tenían que llenar los formularios, los requisitos para la salida en Inmigración. Nosotros queríamos hacer algunas gestiones más y obtener alguna información adicional, y la opinión, realmente, que había del hospital aquel, porque nos entra otra inquietud seria: Estaba realmente este señor Díaz-Balart jugando con el niño y la tragedia de los padres.

Yo tengo la convicción más absoluta de que es un inconveniente llevarse a ese niño, de que no le podrán dar en ningún lugar ese tratamiento de años que tiene garantizado aquí, que eso cuesta millones de dólares. Y la vida del niño está salvada, y está la promesa que hizo el Gobernador de Illinois: si un día hiciera falta, ellos, en Illinois, lo recibirían.

¿Cuál va a ser la suerte de ese niño al que la medicina y los especialistas cubanos le han salvado la vida? ¿Cuánto habrían costado estas operaciones y todo el tratamiento en más de cuatro meses, si dicen ellos que cuesta 700 000 dólares el otro caso? Hay que multiplicarlo por lo menos por cinco. ¡Son años con tratamiento!, hasta el día en que pueda hacer eso: ir a la escuela, o aprender, que es la esperanza que tienen los médicos. Y ha mejorado, y existen pruebas, y lo comprobaron los médicos norteamericanos. Esa es la situación en este momento, y he querido explicarlo todo en detalles porque es un problema serio.

A nosotros hay que darnos garantías, hay que darnos garantías de que si los padres desean llevarlo, tiene que ser atendido en un hospital de óptima calidad, y, por supuesto, no en un hospital de Miami, en dos palabras, porque esto ha sido una ofensa, un insulto para todo el mundo, un truco; un crimen politiquero, en dos palabras.

Ese fue el problema, los presionaron. Al otro día, enseguida los presionaron otra vez, los de allá de Miami, y para Miami. Show y más show.

Nosotros ahora, en esta situación, autorizaríamos al niño, y tiene que darnos la garantía el gobierno de Estados Unidos, no un mafioso miserable, la garantía de que este niño va a ser llevado al mejor hospital de Estados Unidos, y de inmediato le damos autorización a la madre para que viaje con el niño; de inmediato, puede ser pasado mañana, si hay que decidir, y garantizar lo que el niño tiene garantizado aquí.

Ahora debe ser el gobierno de Estados Unidos el que se pronuncie, y cuanto antes mejor, y que nos diga cuál es el mejor hospital allí en Estados Unidos para atender este caso, al que le han salvado la vida los médicos cubanos. Es casi un ultraje al hospital que los atendió, a los esfuerzos que hicieron todos ellos, reconocidos por una especialista destacadísima de uno de los mejores hospitales de Estados Unidos, que es ese de Chicago. Pero ahora no le podemos exigir al Gobernador de Illinois que lleve al niño; ya debe ser el gobierno de Estados Unidos.

Nosotros le hemos dedicado un montón de horas a esto, tiempo perdido, que alguien allí en Estados Unidos se moleste ahora en cumplir este requisito y sale de inmediato, cuando den la garantía para una atención óptima, y que esto no va a ser objeto de politiquería barata, como está siendo objeto este hecho.

Esa es nuestra posición, y la digo aquí de una vez. Yo creo que de esto no hay que hablar nada más. Me refiero al caso de los dos niños.

Así que vamos a pasar a otro tema.

No me quedó más remedio que explicar esto, porque usted comprenderá que esto es serio.

Marina Menéndez.- Usted decía en el preámbulo que entre los motivos que determinaban este momento de histeria en Estados Unidos contra Cuba, además de la visita del gobernador Ryan, estaba la cercanía de la Cumbre Iberoamericana, y habló del fracaso de intentos de sabotaje. Me gustaría que ampliara un poco más sobre ese aspecto.

Fidel Castro.- Correcto.

Ya hay materiales por aquí que están hablando de sabotear la Cumbre, allá en la mafia están inventando cosas. Hay un montón de datos aquí, no los voy a leer, no hace falta, ¿comprende? Los intentos de sabotear la Cumbre vienen desde hace meses, desde julio, sí, incluso desde mucho antes.

Entonces voy a leer aquí. Tú te refieres a la Cumbre, no al sabotaje a las relaciones, porque son dos temas.

Periodista.- No, no, a la Cumbre Iberoamericana.

Fidel Castro.- Ha sido la función de esta Oficina de Intereses.

Yo preferiría mencionar algunos antecedentes, y te voy a leer desde atrás.

Aquí había un señor que se llama Kozak, que era jefe de la Oficina de Intereses. Había un señor en el Departamento de Estado que se llama Hamilton y que desempeñaba la responsabilidad de Subsecretario de Estado para Asuntos Interamericanos, aquel era un hombre más razonable, más decente. Lo puedo decir porque, por ejemplo, estando él allí, se presentaron distintos problemas cuando la guerra de Kosovo, informaciones que enviaron sobre Guantánamo para recibir refugiados de Kosovo, hubo intercambios en todos esos temas; yo me ocupé personalmente cuando iban a ver esos puntos, porque era una situación muy seria. No es que ellos nos consultaran, sino que tuvieron por primera vez la amabilidad de informarnos previamente de esas decisiones. La posición nuestra sobre eso se conoce.

Hubo lo del famosísimo juego de pelota de Baltimore, y un rollo tremendo porque había gente queriendo sabotear de todas formas el juego de pelota allí en Estados Unidos. Entonces el tema: las visas no aparecían, esas se tardaron en darlas y las dieron a una parte, pero no todas las que nosotros habíamos pedido. Cuando el juego de los Orioles, aquí les dimos todas las visas que pidieron, y hubo aviones que pidieron el permiso dos horas antes de venir para acá, y visas, y les dijimos: Vengan. Les dimos todas las facilidades. Y vino mucha gente de Estados Unidos.

Lo acordado era que nuestros atletas irían en aviones cubanos, igual que ellos vinieron en avión norteamericano. Ibamos a enviar en el avión todos los que cupieran. Entonces plantean su preocupación de que el avión corría el riesgo de que lo embargaran. Nos dicen: "Es casi seguro que lo embarguen", por el mismo rollo en virtud del cual nos han embargado allí los fondos de la empresa telefónica, de ETECSA. Bueno, estaban realmente preocupados. Es decir, a nosotros nos costaba mucho trabajo renunciar a aquel acuerdo y a aquel derecho de llevar a nuestros atletas en nuestro avión. Estábamos ahí en una posición, planteando que no era correcto viajar en otra línea.

Este hombre, Hamilton, respondía, explicaba, él dio una explicación bien razonable de los riesgos. Se veía que no estaba en él la intención de obstaculizar. Entonces, estaban preocupados de verdad, y era casi seguro que embargaran el avión allí. Yo pensé: Si nos empeñamos en que vaya el avión de todas formas, se va a echar a perder el partido, y todo el esfuerzo que ha hecho mucha gente del lado de allá, de Baltimore, y otras gentes relacionadas con el deporte de Estados Unidos, y va a parecer un capricho nuestro. Y ante las realidades de que son impotentes para impedir que embarguen el avión, va a parecer que nosotros lo que queremos es realmente un gran rollo allí; porque allí se hubiera podido armar un gran rollo si a todo nuestro equipo y a los más de 250 ciudadanos que iban allí con el equipo y los técnicos, les embargan el avión. Fueron 300, porque como hubo que contratar otro avión, ese otro avión tenía capacidad para 300 y entonces aumentamos el número, días antes, con tiempo suficiente para conceder las visas.

¡Ah!, pero empezaron a fastidiar, y las visas no llegaban. Estaba Kozak fastidiando de lo lindo aquí, y tenía gente allá que lo apoyaba. Después supimos que estaban todas las visas en Cuba y nada, fue un intento de quitar una parte de los que iban, limitar a 200 su número, y estaban ya con pasaportes y en La Habana los 300. ¡Ah!, bien selectivo. ¿Quién no iba? Ordaz no iba. Mandan a decir eso, que la visa..., que si no podía ir. Cuando veo que se trataba de Ordaz me acuerdo de inmediato de las asquerosas calumnias que le han hecho a Ordaz, un hombre que había ido el año anterior a Washington, a recibir un premio de la Organización Panamericana de la Salud. ¡Ah!, me acordé, porque la gusanera, los repugnantes sujetos estos, ha inventado la calumnia —ya no en Viet Nam— de que ese hospital que dirige hace muchos años, del cual se puede decir de verdad que es uno de los mejores del mundo, que ha tenido un éxito colosal, reconocido internacionalmente, era un centro donde les aplicaban torturas a los presos políticos, a los "presos de conciencia", esas cosas; que allí había un departamento de torturas en ese hospital.

Les cuento, me reuní con los 300 que iban, incluido todo el equipo, en horas de la tarde, la víspera de la salida, y les dije: "Si impugnan a uno solo de los que están aquí, de los que conocemos aquí, compañeros que no han cometido delitos, ni tienen antecedentes penales, no va ninguno." El encuentro fue allí, donde mismo fue el juicio por la Demanda, en el salón aquel; y la gente empezó a aplaudir y reaccionaron todos unánimemente apoyando la decisión: Si no va uno, no va nadie.

Ya les habíamos dicho a los norteamericanos que si ese problema no se resolvía no íbamos. Incluso, cambiamos la hora de salida, porque tenían que hacer un entrenamiento allá por la tarde y a lo mejor se ponían a fastidiar hasta el mediodía, y les dijimos: "Entrénense por la mañana, para esperar hasta la tarde."

¡Ah!, desde luego, se le avisó allá a todo el mundo: a los de los Orioles, a todos los que se habían interesado por eso, a un número de altas personalidades y con autoridad en aquel país, partidarias del encuentro deportivo, que se movieron e hicieron gestiones, incluso, con el Presidente. Casi no había terminado la reunión de la que estoy hablando, cuando llega ya la noticia anunciando la solución del problema. Porque nosotros razonamos, enviamos una respuesta bien razonada, cuando lo del avión les dijimos: Miren, en esto estamos dispuestos a ceder, sí, por esto y por esto; pero en esto no. Hemos renunciado a aquel derecho, pero a este no renunciamos, porque es injusto, arbitrario. Nosotros les dimos las visas con tanto tiempo, hasta con dos horas de antelación, como ya dije, y ahora están diciendo en la Oficina de Intereses que no es posible. Después que habían dicho que sí, ahora decían que no.

No nos dijeron realmente que no; lo que dijeron es que 100 no iban, y en la lista de los que no iban, además de Ordaz, ¿a quiénes sacaron?, ¡ah!, a los campesinos, a la gente de las organizaciones de masa, a estudiantes, a esos los sacaron. Y nosotros dijimos: "Si no van, no hay juego."

La bronca se la buscaban con los de allá que habían gastado muchísimo dinero, casi un millón de dólares estaban vendidos ya en entradas, y por una cosa tan absurda, tan estúpida, todo estuvo a punto de fracasar. Nosotros preferíamos en ese caso que no hubiera juego.

Al terminar la reunión, ya estaba la noticia desde Washington en que Remírez nos comunicaba que sí, que estaban autorizados todos sin excepción. Así fue como se viajó a Estados Unidos.

Pero, bueno, esa es la táctica contra nosotros: método de hostigamiento, de fastidiar incluso. Ese es el estado en que están las dificultades para resolver cualquier cosa, era la tarea a la que se dedicaba la gente de la SINA. Ya dieron toda esa guerra hasta que fueron y vinieron los atletas, todos, menos Betancourt, un ex-atleta que se quedó por allá, un pitchercito zurdo —no voy a decir nada malo de él—; aquí iba con nosotros a ver las prácticas como muchos otros aficionados. El se quedó, no voy a decir nada de eso. No tenía pensado quedarse, se le ocurrió allí.

El 16 de julio de este año 1999 se efectuó un coctel en la residencia del entonces jefe de la Sección de Intereses Norteamericana (SINA), Michael Kozak, al cual estaban invitados seis cabecillas y 33 elementos contrarrevolucionarios, entre ellos integrantes de la llamada "prensa independiente". Las invitaciones se estaban realizando por la oficina de prensa y cultura de la citada sede, a solicitud del Jefe de la SINA. El propósito de la referida actividad fue despedir a Michael Kozak y que este pronunciara una encendida arenga antes de marcharse. Es decir, recibirlos allí, ya que estos no habían podido participar en la recepción que organizó por el 4 de julio. Organizó una el día 2 para los ciudadanos norteamericanos, y en vísperas de su partida realiza una actividad exclusiva para los contrarrevolucionarios. ¿Qué discurso pronuncia?

Texto del discurso pronunciado el 16 de julio de 1999. Voy a leer también párrafos esenciales:

"Bienvenidos a nuestra celebración del 4 de julio. Deseo compartir con ustedes las observaciones que hice a los ciudadanos estadounidenses durante nuestra conmemoración el 2 de julio. Creo importante que ustedes conozcan lo que nosotros creemos que es nuestra misión en vuestro país. Algunos colegas y yo nos vamos de Cuba en breve. Es en este contexto que ustedes deben comprender este discurso:

"Este no es solo el último 4 de julio del siglo XX. Este es, probablemente, el último 4 de julio que algunos de nosotros pasaremos en Cuba —al menos bajo el actual gobierno.

"Nuestros colegas que se quedan aquí continuarán el esfuerzo para ayudar al pueblo cubano a llevar a cabo una transición pacífica a la democracia. Esta sigue siendo la esencia de nuestra misión. Pero en lo que entregamos las riendas a un nuevo equipo, es útil reflexionar sobre nuestros propósitos."

(...)

"Queremos democracia en Cuba para que nuestros cónsules no tengan que actuar bajo la premisa de que la mayor parte de los cubanos en sus cabales no desean otra cosa mejor que escapar de su propio país.

"Queremos democracia en Cuba porque no queremos ver a nuestros guardacostas emplear mangueras y gas contra personas cuyo único delito es tratar de edificar para sí mismas una vida mejor en libertad.

"Queremos democracia en Cuba porque no deseamos ver una situación caótica aquí" —esa que ellos quieren provocar— "que nos coloque ante una serie de alternativas sociales y militares.

"Queremos democracia en Cuba porque simplemente este pueblo ha sufrido ya bastante."

(...)

"Corresponde a los cubanos resolver su propia situación. Pero así como nuestros antepasados necesitaron ayuda desde el exterior cuando estaban luchando para ganar el derecho democrático a tomar sus propias decisiones, el pueblo cubano necesita nuestra ayuda y la de otros para recobrar ese derecho fundamental."

(...)

"Así que para celebrar el advenimiento de la democracia en nuestro país, redediquémonos a ayudar a nuestros colegas cubanos a recobrar la suya.

"Puedo asegurarles a ustedes aquí esta noche que aunque esta es mi última celebración del 4 de julio antes de finalizar mi misión en Cuba, los que me siguen continuarán sus esfuerzos al respecto por los derechos humanos fundamentales en este hermoso país.

"Muchas gracias."

Ese es el discurso.

Bien, les acabo de leer la arenga del mariscal de campo Michael Kozak a sus tropas en el momento de la despedida y asegurándoles que todo sería igual, que los que venían detrás iban a hacer lo mismo, y es exactamente todo lo que está ocurriendo.

Ahora, ¿quiénes estaban en ese coctel? Bien, había un cierto coctel: cabecillas contrarrevolucionarios —voy a decir nombres—: Elizardo Sánchez Santacruz Pacheco, Odilia Collazo, Lázaro Cuesta Morúa, Mario Julio Viera, Lázaro Cabrera, Gustavo Arcos Bergnes, y, además, Néstor Baguer, Raúl Rivero, Marvin Hernández, Ricardo González, Tania Quintero, Juan A. Sánchez, Jorge Olivera, Lázaro Rodríguez, María del Carmen Carro, Jesús Zúñiga, Manuel David Orrio, Oswaldo de Céspedes, Aurora del Busto, Luis García, Manuel Vázquez Portal, Armando Añel Guerrero, Claudia Vázquez, María de los Angeles González, Gilberto Figueredo, Manuel Brito, Mercedes Moreno, Omar Rodríguez Saludes, Mario Julio Viera, Carmelo Díaz, Pedro Pablo Ramos, Ramón Alberto Cruz, Adolfo Fernández, Juan Carlos González de Avila, acompañado de Maritza Calderón, Gustavo Rafael Rodríguez, Edel García —de Caibarién—, Ramón Humberto Colás, Berta Mexidor, Santiago Santana —de Santiago de Cuba—; es decir, recogió en la invitación a su gente más predilecta.

Además, fueron invitadas 16 agencias extranjeras de prensa: CNN, AP, AP-TN, ABC, NBC, El Clarín, AFP, BBC, REUTERS, NOTIMEX, ANSA, EFE, El País, Financial Times, Proceso, TVE. Las invitaron, no las estoy culpando de nada; pero sí, uno conoce bien las tácticas y las combinaciones, porque casi casi implica cierta forma ofensiva para los corresponsales de prensa. No diré, con toda franqueza, que unos pocos no lo hicieran con gran gusto, no quiero mencionar nombres de ninguno; incluso algunos de esos pocos que trabajaban estrechamente vinculados a la SINA y dentro de sus planes de subversión y desestabilización, no están ya en Cuba. Los shows veremos un poco más adelante cómo se iban organizando.

(Representantes de tres agencias de prensa, ANSA, REUTERS y NOTIMEX, afirmaron que no estuvieron presentes en esa reunión, incluso puede haber otros. Se trata de la lista de las agencias invitadas. No se mencionan nombres de reporteros. No se deseaba lastimar o culpar a ninguno).

Esto era en la despedida de sus tropas, con cabecillas y todo, aunque no estaban todos los cabecillas. Creo que aparecen los cabecillas también en otros lugares por ahí. No hay problemas, ellos reparten dulces, bastante, el contacto con ellos es constante.

Ustedes verán algunas cosas que pueden hasta dar ganas de reír.

Bien, estoy hablando del 16 de julio.

El hombre aquel que habíamos conocido —yo dije que había un hombre allí en el Departamento de Estado, casi por excepción apareció un hombre que, por lo menos, razonaba y al menos nos convenció de que el peligro de embargo del avión era real—, tenía una forma de plantear las cosas con respeto y con un poco de talento diplomático, por lo cual había cosas que se resolvían. Sí, se resolvió, aquello fue complicado, lo del viaje allá; ya no está ahí, pusieron a otro. Ya también se sabía quién venía para acá y ya se conocían las características de la que venía, porque en fecha tan temprana como en 1992 ya estaba fastidiando, venía aquí de visita, ya se le conocía y algunos decían que era peor que el que se iba.

Desde luego, en materia de Oficina de Intereses no hay agreement; ese famoso agreement no se usa, sino sencillamente el país nombra. Si hubiera agreement, por todas las informaciones que teníamos, le habríamos dicho: Por favor, propongan a otro o a otra. Bueno, a lo mejor ponen 10 y los 10 son cortados con la misma tijera y con la misma idea. Está bien, así que eso no lo discutimos. Yo creo que sí tenemos derecho a decir las cosas tranquilamente, y no quiere decir que vayamos a declarar non grata a la señora, sería perder el tiempo y no se gana nada con eso; pero sí es bueno que nuestro pueblo conozca cuáles son las misiones. O sea, aquí no están solo para dar visas, están para hacer guerra, conspirar contra el país incesantemente y de manera abierta, no lo disimulan.

Entonces, pronto habrían de cambiar al Jefe de la SINA ya habían nombrado otro jefe del Buró de Asuntos Cubanos en sustitución del señor Ranneberger y había concluido su misión el señor Hamilton. Si el nuevo Jefe del Buró llega a estar allí no se solucionan aquellos problemas de Baltimore, se fastidian, y hubo algunas otras cosas que resolver, muchas cosas que discutir, asuntos prácticos.

Del 3 al 9 de agosto de 1999 visitó nuestro país el nuevo Jefe del Buró Cuba del Departamento de Estado norteamericano, Charles Shapiro. Ya viene aquí como Jefe del Buró, todavía está Kozak en la SINA, él no se fue enseguida. No estaba todavía la nueva Jefa.

El 5 de agosto a las 15:30 horas —había pasado solo dos días en Cuba—, Shapiro sostuvo un encuentro con algunos cabecillas de grupúsculos contrarrevolucionarios en la residencia del Jefe de la Sección de Intereses Norteamericana, Michael Kozak, donde participaron, además, Lawrence Corwin, Víctor Vockerodt y Mark Shaheen —estoy pronunciándolo con mi estilo inglés—, secretario de prensa y cultura, segundo secretario de la Oficina de asuntos políticos y económicos, segundo secretario y vicecónsul de la citada sede, respectivamente.

Los cabecillas contrarrevolucionarios asistentes fueron Elizardo Sánchez Santacruz Pacheco —que estaba allá también—, Oswaldo Payá Sardiñas, Odilia Collazo Valdés, Jesús Yánez Pelletier, Leonel Morejón Almagro, Lucas Gálvez, Manuel David Orrio y Jesús Zúñiga. Hay algunos repetidos por allá, que aparecen por acá, ¿no? Ocho cabecillas, están un poquitico más seleccionados.

Durante la reunión Shapiro se interesó en los siguientes aspectos:

Situación actual de la represión y la violación de los derechos humanos en Cuba;

Situación económica de nuestro país;

Beneficios que traería para Cuba la celebración de la Cumbre Iberoamericana en la isla;

Criterio de los contrarrevolucionarios en relación con las inversiones extranjeras, fundamentalmente las norteamericanas;

Situación de los presos contrarrevolucionarios en las cárceles;

Influencia de la radio y TV subversivas en la población;

Funcionamiento de los trabajadores por cuenta propia.

El funcionario del Departamento de Estado instó directamente a los cabecillas a organizar una cumbre paralela a la Iberoamericana, sugiriéndoles utilizar como mediador entre ellos y los presidentes visitantes a José Miguel Vivanco, director regional para las Américas, de la organización Humans Right Watch. Eso es el 5 de agosto.

Con posterioridad, el 10 de agosto, apareció publicado en una página de Internet, un artículo firmado por el "periodista independiente" Manuel David Orrio, participante en la citada reunión —y en la anterior también, que no fue como jefe, porque tiene su categoría profesional.

En el artículo, titulado "Un encuentro con Charles Shapiro", se divulga una reseña de algunos aspectos abordados en el encuentro, con énfasis en los planteamientos efectuados por los contrarrevolucionarios, destacándose en concreto el criterio prevaleciente en estos, y presuntamente trasladados a los estadounidenses, acerca de la conveniencia de eliminar por parte del gobierno norteamericano las restricciones a los envíos de remesas de dinero y viajes, como forma de influir en la evolución de nuestra sociedad. En esta posición sobre remesas se apartaban de la tradicional mantenida por la mafia de Miami y las de Vladimiro y sus compinches dos años antes. Ponían ahora sus esperanzas en los efectos políticos de tales remesas en medio del período especial.

Respecto a la cumbre paralela, el referido artículo se limitó a señalar textualmente: "Varios disidentes opinaron sobre la celebración de la Cumbre Iberoamericana como oportunidad para llamar la atención sobre la situación de los derechos humanos en Cuba. En este sentido se analizó la posibilidad de celebrar una cumbre alternativa de derechos humanos." Discutido ya entre todos los cabecillas y el jefe de Asuntos Cubanos del Departamento de Estado.

Ahora, yo dije que con anterioridad la señora Vicky Huddleston, en ocasión de la visita que realizó en septiembre de 1992, la cual tuvo como propósito tratar de eliminar la ayuda humanitaria en medicamentos que llevan a cabo las instituciones religiosas norteamericanas, se entrevistó en la SINA con varios cabecillas contrarrevolucionarios, entre los que se encontraban Elizardo Sánchez Santacruz y Gustavo Arcos Bergnes, a quienes sondeó respecto a su posición ante la aprobación de la Ley Torricelli. Miren qué tiempo hace, ¡siete años! Ya estaba en estas andanzas.

Después que llega a Cuba el 30 de septiembre de este año, realiza algunas actividades iniciales, se reúne con la gente, explora, y ya el 4 de octubre realizó una visita de cortesía al director de América del Norte del Ministerio de Relaciones Exteriores (MINREX), Dagoberto Rodríguez Barrera, acompañada por el también recién nombrado primer secretario para Asuntos políticos y económicos de la SINA, Jeffrey D'Laurentis.

Durante el encuentro, la Jefa de la SINA tuvo la osadía —se puede decir así— de referirse a su reciente visita a Miami, donde, según expresó, diferentes sectores de la comunidad cubana en el exterior insisten en que deben realizarse cambios en la isla —viene aquí casi dando órdenes—, sin la presencia de nuestro Comandante en Jefe, cuestión que le fue rebatida por el funcionario del MINREX.

Bien, dijo eso, no llevaba muchos días aquí; después hizo todo lo que les conté. Y, como cosa importante, después de la gran batalla alrededor del Gobernador, en horas de la mañana del 25 de octubre efectuó en su residencia un desayuno en honor del Gobernador invitando... Ya dije eso, bien.

El Gobernador llegó el 23. El 25 —el mismo día en que se reúnen allí con los cabecillas— desarrollaron el encuentro con los cabecillas contrarrevolucionarios Elizardo Sánchez Santacruz —ese está a pupilo en todas las cosas—, Oswaldo Payá Sardiñas, Vicente Escobar, Gustavo Arcos Bergnes, Odilia Collazo, Jesús Yánez Pelletier, Mercedes Moreno y Manuel David Orrio. Algunos se van repitiendo.

Otra cosa rara. El 28 de octubre de 1999, realizó viaje de monitoreo a balseros de la provincia de Matanzas. Saben que en virtud de conversaciones ulteriores a los acuerdos migratorios, y a fin de cumplimentar lo mejor posible las medidas acordadas, la parte cubana concedió a los funcionarios de la SINA algo que no forma parte de los acuerdos suscritos: facilidades para comprobar la forma con que Cuba cumplía la política trazada con relación a los emigrantes ilegales que eran devueltos al país. Ese privilegio que, de buena fe y con carácter transitorio hasta crear un clima de confianza, se concedió a la SINA, sirvió también para contactos y actividades de otro carácter: monitoreo y patente de corso para conspirar y hacer contactos con otros propósitos. Ahora es cuando más tendremos que asegurarnos de que haya monitoreo y solo monitoreo, y si Alarcón estuviera aquí pudiera explicar mejor esa cuestión, que no está en los convenios; porque ya se ha probado y requeteprobado que nosotros cumplimos los acuerdos, y que aquellas cosas a las que nos comprometimos en los convenios se cumplen rigurosamente, y eso no puede ser un eterno monitoreo, sobre todo, si lo que hay es una eterna conspiración.

Así que el 28 la Jefa realiza viaje de monitoreo a balseros de la provincia de Matanzas, acompañada por Patricia Murphy y Jaime González. Esta actividad no tiene precedentes en otros jefes de la SINA. Es nuevo.

El 29 de octubre de 1999, Vicky Huddleston fue citada por Dagoberto Rodríguez, director de América del Norte de nuestro MINREX, para expresarle el malestar de las autoridades cubanas por la actitud asumida por ella durante la despedida en el aeropuerto al Gobernador de Illinois. La jefa de la SINA acudió a la entrevista acompañada del segundo jefe de esa sede, John Boardman.

El funcionario del MINREX expuso a la Jefa de la SINA que su irrupción intempestiva en la sala donde se encontraba el Presidente del Parlamento cubano despidiendo al Gobernador —irrumpió intempestivamente—, fue considerada por las autoridades cubanas como inapropiada, irrespetuosa, ofensiva e inaceptable no solo hacia el compañero Ricardo Alarcón de Quesada, sino también hacia todas las autoridades cubanas; entró allí por la fuerza, empujando.

Le puntualizó que hay reglas de protocolo que son iguales para todas las misiones diplomáticas, y que siempre han sido respetadas por estas, incluso por la propia SINA en el caso de los jefes de misiones anteriores, así como que no estamos dispuestos a permitir la repetición de tales actitudes, sugiriéndosele regresar a la relación profesional que existe entre la SINA y el MINREX, y entender que en Cuba las reglas las establecen nuestras autoridades, como sucede en cualquier parte del mundo.

Vicky Huddleston trató de justificarse planteando que el Gobernador de Illinois le había pedido conversar con ella, y que tenía la información de que a su llegada al aeropuerto iría directamente al avión. Agregó que el tema de conversación sería el relacionado con las visas de los dos niños que debían viajar con él.

Alegó que no conocía nada acerca de la despedida y que los compañeros de la Seguridad le impidieron la entrada, por lo que ella forzó la situación para llegar hasta el Gobernador, sin saber que se encontraba con el Presidente del Parlamento. Afirmó que su conducta fue la correcta, y que quienes actuaron de manera incorrecta fueron los compañeros de la Seguridad que le impedían llegar hasta el Gobernador.

A continuación expuso que no hubo cooperación de las autoridades cubanas con la SINA durante la visita del Gobernador, y que no acepta nuestro criterio de que su conducta fue inadecuada.

También dijo que el Gobernador no cumplió con lo que declaró como objetivo de su viaje cuando solicitó la licencia del gobierno norteamericano, pues no se limitó a la labor humanitaria, sino que habló de negocios.

Agregó que en el futuro, si se efectuaban nuevas visitas, lo que puso en duda, tendrá que asegurarse de que se cumplan los objetivos declarados en la solicitud de licencia. Arremete contra el Gobernador.

En relación con ese asunto, el funcionario del MINREX cubano le planteó que no tenemos interés en interferir en las decisiones del gobierno norteamericano, ni tampoco en sus maniobras para restringir el derecho de esos ciudadanos a visitar a Cuba y reunirse con quienes deseen, y que si tenían queja de la actuación del Gobernador, debían exigirle a él, pues se trataría de un problema entre el gobierno de Estados Unidos y un ciudadano de ese país, aclarándole que no impusimos a la delegación nuestros intereses, sino les proporcionamos ver y hacer lo que ellos plantearon que deseaban hacer.

Respecto a su comentario acerca de la necesidad de cooperación en posibles futuras visitas, el funcionario del MINREX le señaló que tal cooperación solo será posible cuando ellos cambien la política y tengan la intención de que estos cambios contribuyan a mejorar las relaciones; pero que mientras mantengan su actual posición de entorpecer y condicionar todos los contactos, no podremos cooperar con la SINA, pues sería estúpido colaborar con una política que va contra los intereses de Cuba.

De forma sarcástica Vicky Huddleston manifestó que esperaba una excusa de nuestra parte por la forma en que habíamos entorpecido el contacto de la SINA con el Gobernador, y en cambio recibía una disertación sobre su actitud.

Además entregó una nota donde expone su versión del incidente de los niños que debían viajar con el Gobernador y sus visas, así como del supuesto tratamiento indelicado que recibió en el aeropuerto de parte de funcionarios cubanos.

El compañero Dagoberto Rodríguez le reiteró que se había actuado en concordancia con el hecho de que existía la decisión de las autoridades norteamericanas de recibir a los niños, así como que la brevedad del tiempo desde que se les pudo confeccionar los pasaportes hasta la salida del avión fue lo que pudo provocar que se presentaran en el aeropuerto sin las visas, no existiendo objetivo alguno de crearle dificultades a la SINA, cuestión que consideraba había quedado clara en una anterior conversación con la jefa de la SINA, aunque se percataba, por la insistencia de la diplomática en el asunto de su intencionalidad de hacer de esto un problema mayor cuando ella sabía que constantemente llegaban a territorio norteamericano, sin visas y sin pasaportes, asesinos, delincuentes y secuestradores de naves, y ellos los reciben con los brazos abiertos. Merece una felicitación el compañero Dagoberto, realmente, por la franqueza con que le respondió a la dama.

¿Quieren decir algo?

Hemos hablado del comportamiento.

Nidia Díaz.- Sí, de cómo están tratando de sabotear con la cumbre esta paralela, y todo lo que están tratando de hacer.

Fidel Castro.- Es que hay aquí otro papel interesante, voy a tratar de ir rápido.

Bien, ahora la guerra allí es contra el Gobernador.

Les voy a leer algo que les va a interesar, tal vez estoy hablando de la injerencia. Como les decía, ellos no hacen más que conspirar y tratar de crear problemas de todas clases, es casi ya una tradición.

Voy a poner otro ejemplo de cómo trabajan en la constante provocación. Hay un señor bastante provocador él, y, a mi juicio, creo que medio trastornado, lo digo francamente, por las cosas que hace, por los rollos que arma, por las broncas que tiene con su propia gente, que tal vez lo que necesite es una atención psiquiátrica; no lo digo por ofender, estoy hablando francamente, no lo digo por ofenderlo. Este señor es de los que trabajan en línea con la SINA, desde luego, tiene muy buenas relaciones, y los hechos lo demuestran.

A este señor se le ocurrió, en combinación con otros —este es un individuo que está constantemente provocando—, organizar un "ayuno", ese "ayuno" muy publicitado, pensaban incluso extenderlo, y lo iniciaba a las 10:15 del 7 de junio de 1999; se encontraban en una casa por ahí por Lawton —eso está relacionado con el letrerito que sacó aquel provocador en el juego de Winnipeg, en que apareció con un letrero de Lawton—, entonces de todo esto ustedes verán, desde luego, mucha publicidad, y nosotros observando qué se traía el tipo, qué planes tenía, ¿y por qué iban algunas gentes por allí? Porque era una provocación franca para ver si nosotros caíamos en la provocación, esa especie de trampita que estaban haciendo, con varios más, en la casa de Migdalia Rosado Hernández, por Lawton.

Entre las 10:15 y 12:00 horas acuden al lugar varios corresponsales de la prensa extranjera acreditada. No estoy criticando, repito otra vez en este caso; pero ellos trabajan así, surge una información: "Hay cosa gorda, tremenda, se va a acabar el mundo, mire, vayan a la casa tal, los invitamos." Estaban allí.

La agencia Notimex hizo referencia a la realización del "ayuno"; Angel Pablo Polanco Terrejón, de la llamada "Cooperativa de Periodistas Independientes" —no sé si este estará por la lista de ellos—, se ha encargado de divulgar en las diferentes agencias de prensa extranjera la realización del "ayuno".

Esa noche, Elsa Morejón Hernández, esposa de Biscet, dio a los "ayunantes" leche, chocolate, refresco instantáneo, frutas y caldosa con 20 pastillas de caldo de pollo concentrado. Ese fue el día que se inicia el "ayuno".

Roberto Rodríguez Aragón, cabecilla —este es el 8.6.99; todo coordinado por allá— de la "Junta Patriótica" en Miami, aseguró que en unión de otros miembros de esa organización iniciarán un "ayuno" por 40 días, como muestra de apoyo a Biscet González.

Debe haber sido un "ayuno", me imagino, con bisté filete y no sé cuántas cosas, porque eso era allá en Miami.

Ya empiezan entonces visitas de distintas agencias, distinta gente. Ese fue el día 8.

Ese día no han ingerido alimentos sólidos, pero sí han consumido caldo de carne de res concentrada, leche en polvo con chocolate, helado, yogur y refresco instantáneo; también piensan consumir más tarde naranjas y otras frutas. Ese es el segundo día del "ayuno".

El 9: Durante los tres días transcurridos han ingerido refresco instantáneo, helado, leche en polvo con chocolate, yogur, naranjas y mangos.

El 10: Desayunaron leche con chocolate y con posterioridad se han mantenido ingiriendo cada dos horas, indistintamente, refrescos, helados y jugos. Es cada dos horas, se puede leer hasta el horario (Risas).

Desde que se inició el "ayuno", las agencias que han dado cobertura son equis, equis, equis y no las voy a mencionar. Esta no es una guerra contra las agencias, más bien estamos informando algunos datos que tal vez ellos ignoren y nosotros sabemos desde el primer día el menú completo.

Una agencia, en este caso sí la menciono porque es una noticia internacional: EFE informó que los congresistas Ileana Ros y Lincoln Díaz-Balart realizaron en el pleno de la Cámara Baja planteamientos de apoyo a los "ayunantes" e instaron al Congreso a enviar un mensaje de solidaridad con los mismos.

El día 11: Desayunaron leche con chocolate, y se han mantenido tomando jugos, refrescos y helados cada dos horas. Sigue por el estilo el recuento.

Día 14: A las 05:00 horas desayunaron bien temprano para evitar que la prensa los vea comiendo. Después continuaron ingiriendo alimentos cada dos horas. Así sigue, sería interminable.

Día 16: Una agencia amistosa, no de nosotros, sino de los amigos de la SINA, refiriéndose a la "conferencia de prensa" ofrecida por los "ayunantes" el 14 de junio, comentó que "fue un acto poco común, de abierto desafío por parte de los disidentes cubanos; denunciaron al gobierno de Castro como una dictadura totalitaria, responsable de un genocidio planeado contra los presos políticos e interesados en convertir al país en un campamento de concentración para todos los cubanos". Han dado la noticia. Así sigue ese día.

Se mantuvieron ingiriendo caldos de pollo concentrado, leche vitaminada y yogur. A las 21:00 horas tomaron caldosa de sustancia.

Otro día: Se mantuvieron ingiriendo leche vitaminada, yogur, caldo de pollo concentrado, refresco y jugo con espirulina en polvo. Saben que la espirulina es un producto que tiene mucha proteína, como 70%.

El día 18: Conferencia de prensa. Alrededor de 26 personas, entre ellos el segundo secretario y vicecónsul de la SINA, Mark Shaheen.

Algo de interés: Durante el día 27 ingirieron leche de vaca con vitaminas, jugo y caldo.

Un vinculado a Horacio Salvador García Cordero, directivo de la Fundación famosa, entregó 500 dólares a Elsa Morejón, esposa de Biscet, destinados a los "ayunantes". Eso fue el 27. Ellos recibieron distintos regalos, distintas cosas, distintos productos que traían algunos que venían de Miami y algún dinerito también.

Ese mismo día, Ohalys Víctores Iribarri entregó a Biscet 140 dólares, que fueron enviados por la también miembro de la FNCA, Alina Garrido. En este abastecimiento se incluyeron varias latas de refresco vitaminado.

Visitas de distintos cabecillas que iban y venían, y el pueblo observando.

El 30 sigue la cosa todo por el estilo, no les voy a decir día por día, hasta el día 17 de julio en que concluyó el "ayuno". A las 05:15 horas llegó allí un auto trasladando los "ayunantes" sus pertenencias hacia el vehículo, entre ellas tres catres y tres almohadas.

A esa hora, 06:00, Biscet leyó algunos salmos y dijo que Migdalia Rosado, Ohalys Víctores y Rolando Muñoz Yyobre ya no son más miembros de la Fundación Lawton de Derechos Humanos, por indisciplinas cometidas y por tratar mal a los visitantes, y en el orden personal no quieren nada con ellos. Acto seguido abandonó el lugar en el auto, mientras que Lázaro Torres León y Joaquín Rafael Martínez Rodríguez se retiraron caminando. No hubo presencia de la prensa extranjera. Estaban ya hastiados.

En el interior de la vivienda quedaron Migdalia Rosado y Muñoz Yyobre.

Se retira de la casa Rolando Muñoz Yyobre a las 06:20 horas.

Bien, son interesantes los datos, ¿no? Correcto.

En esos 40 días visitaron a los "ayunantes" 54 corresponsales de 21 agencias extranjeras —diferentes corresponsales, y algunos más de una vez— y cinco miembros de la Oficina de Intereses de Estados Unidos. Estos fueron:

El 8.6.99, es decir, el día siguiente de iniciada la huelga, visitó la vivienda Thimothy Zúñiga Brown, en aquel momento primer secretario de la SINA.

El 18.6.99 participó en conferencia de prensa Mark Shaheen, segundo secretario y vicecónsul de la SINA.

El 24.6.99 visitan el lugar Michael Kozak, entonces jefe de la SINA, y Mark Shaheen, segundo secretario y vicecónsul de la SINA.

El 30.6.99 visitó el lugar Marisela Kramer, funcionaria de la SINA en aquel momento.

El 15.7.99 —es decir, ya próximo a terminarse eso— concurrieron al lugar Michael Kozak, jefe de la SINA, y Víctor Vockerodt, segundo secretario de la oficina de asuntos económicos y políticos. Fueron los visitantes principales, no he querido mencionar más nombres. Pero vean qué número de gente estuvo haciéndole creer al mundo —involuntariamente, porque no sabían cuál era la dieta— que había una gente ayunando. Y, desde luego, ya ustedes ven quiénes son sus visitantes.

Un datico que falta, interesante: Calorías diarias ingeridas por los "ayunantes": 4 017,18 kilocalorías. Yo creo que los levantadores de pesas no consumen tanto, aunque ellos estaban incansables, infatigables, en un ajetreo tremendo.

Proteínas: 262,27 gramos. Se calcula que es más que suficiente 80 gramos de proteínas.

Grasas: 111,82 gramos.

Carbohidratos: 597,93 gramos.

Aquí está el menú con los contenidos de calorías —no me voy a extender mucho en eso—, lo que tiene cada una de las cosas que consumían y las cantidades que consumían.

Aquí está igualmente el aproximado del contenido energético ingerido por los "ayunantes", la relación de los alimentos, los parámetros de salud están todos aquí, los horarios —si quieren—, es lo último que les voy a hablar de esto:

Aquí está hasta por nombre lo que cada uno consumía.

La presión arterial excelente: 120 y 80, 110 y 70, más o menos. Bueno, la de cada uno de ellos está aquí. Había uno que estaba en 100 y 60, y otro más en 110 y 70.

Faltaba decir en qué consistía el caldo reforzado: era caldosa: caldosa No.1 y caldosa No.2. Una era a las 20:00 y otra a las 23:00. La de las 20:00 tenía carne de cerdo, de res, pollo y algo más; la otra era un poquito más ligera, porque era más tarde; no tenía pollo, lo demás sí.

El mundo se debe haber creído lo de los "ayunantes". Y así el engaño, la mentira, la intriga.

Ya me van quedando menos cosas, pero algunas valen la pena.

Bien, estábamos hablando de todos los planes, ¿no? Ahora mismo, con relación a la Cumbre, hemos conocido de fuente fidedigna que directivos de la Fundación Nacional Cubano Americana aseguraron que esa organización está dispuesta a gastar millones de dólares en un plan dirigido a potenciar la "disidencia interna" y a la Iglesia Católica cubana, precisando que centrarían el énfasis de su trabajo en el arzobispo de Santiago de Cuba, Pedro Meurice Estiu y en los cabecillas contrarrevolucionarios Oswaldo Payá Sardiñas y Elizardo Sánchez Santacruz Pacheco, con el propósito de unirlos en un bloque capaz de formular una petición o realizar una provocación que llegue al conocimiento de los mandatarios asistentes a la Cumbre de Jefes de Estado y de Gobierno.

No estamos acusando a Maurice ni a la Iglesia Católica, estamos denunciando las ideas y los planes de la mafia terrorista cubano americana concebidos desde hace meses. Hemos comprobado ya gestiones del señor Elizardo con distintas embajadas y con vistas a la Cumbre.

La idea es solicitar a todos y presionar allá, por el Departamento de Estado, aquí, por la SINA, secundados por esta gente, a los presidentes que asistan a la Cumbre, a fin de aplicarles la receta de Ryan: reunión con estos "extraordinarios patriotas e insuperables defensores de la democracia y de los derechos humanos".

Con relación a esto, vale la pena señalar que están usando una táctica —ya esta no es de la Fundación, ya esta es del gobierno norteamericano— poniendo de moda el procedimiento de conceder premios, algunos de ellos "gordos", algunos de ellos tanto como la Lotería Nacional, el billete completo, cuando aquí había lotería, ¡ah!, por sus escritos. Desde luego, no habrá un escritor cubano, un periodista verdadero, un patriota, como esos con los cuales nos reunimos nosotros ayer, o como los que andan recorriendo Centroamérica, Haití, y todas esas regiones, o cualquier lugar del mundo visitando a los médicos cubanos, a esos no les dará un premio ni la SIP ni nadie; ahora son los premios, un nuevo método de entregar dinerito.

"Nueva York, sept. 28 (AFP).- El periodista cubano Raúl Rivero, que iba a ser honrado el miércoles por la Universidad de Columbia, durante la ceremonia de entrega de los prestigiosos premios María Moors Cabot, no podrá estar presente porque Cuba le denegó el permiso de salida, se anunció el martes en Nueva York."

¿Qué querían, que nos chupáramos el dedito, que lo aplaudiéramos y hasta le pagáramos el pasaje?

"...Fue galardonado con una mención especial por la universidad en reconocimiento de ‘reportajes independientes, en un clima de acoso, detenciones y amenazas por parte del gobierno’, indicó un comunicado."

"El decano de la Facultad de Periodismo de Columbia, Tom Goldstein, expresó su ‘decepción’ por la negativa del gobierno cubano a permitir que Rivero viajase a Nueva York." Un premio, y luego cables, y varios cables, mucha divulgación a todo eso, elogios alrededor de todo eso.

"El Gobierno de Cuba mantiene una estrecha vigilancia sobre unos 100 periodistas independientes que trabajan en forma semiclandestina y, muy a menudo, les corta el servicio telefónico como represalia, denunció hoy la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) con sede en Miami."

Apareció de nuevo la famosa SIP, la organización de propietarios de los patronos, de los dueños de los órganos de prensa —de nuevo—, que tanta guerra dio a la Revolución con sus campañas reaccionarias y sus tenebrosas mentiras, desde los primeros momentos del triunfo, con un tal Dubois, que era entonces el magnate de aquella institución. Esta tiene la sede en Miami. Nunca protestó, jamás, por el criminal bloqueo contra Cuba; nunca denunció ningún crimen cometido contra nuestros pueblos.

El 13 de octubre, otra noticia: "Magaly de Armas, esposa de Vladimiro Roca, detenido hace dos años acusado de sedición, viajará mañana jueves a Estados Unidos para recibir un premio que le otorgó la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) a su cónyuge, se informó hoy aquí.

"Ileana Someillán, vocero del llamado ‘grupo de los cuatro’, comentó que Chuny Montaner, representante en el extranjero de Martha Beatriz, René Gómez y Félix Bonne, compañeros de Roca, será quien reciba el galardón de la SIP a nombre de estos tres opositores.

"Dijo que según el programa de la entrega de premios, del 15 al 20 de este mes, en el marco de la reunión de la SIP, el presidente de Estados Unidos, William Clinton, entregará las estatuillas como un reconocimiento a la labor desempeñada por ‘los luchadores sociales’ en la isla.

"Recordó que hace tres meses el jurado de la SIP concedió el premio ‘Libertad de expresión’ al ‘grupo de trabajo de la disidencia interna’ en Cuba."

"Este es el segundo premio que recibe el llamado ‘grupo de los cuatro’, ya que la Fundación Nacional Cubano Americana le otorgó uno durante el primer semestre de este año, el mismo que recibió José Angel Izquierdo a nombre de estos opositores." Dos, uno de la Fundación y otro de la SIP. Ya tres premios aparecen. Todo eso, ahora en septiembre, en octubre, todo en vísperas de la Cumbre lo tienen montado.

Más adelante añade:

"El permiso otorgado por el gobierno a la esposa de Roca para que permanezca más de un mes en Estados Unidos fue interpretado por la oposición como ‘una maniobra para sacarla del país’ antes de la IX Cumbre Iberoamericana que se realizará en noviembre próximo aquí." No se le otorgó permiso, desde luego, pero cuando creían que se lo habían otorgado, lo atribuían al propósito de sacarla del país antes de la Cumbre. Aquí, en general, se da permiso y permiso. Y se lo han dado otras veces, es que normalmente se lo daban. Correcto; pero esta vez era todo un gran show organizado, con estatuilla y todo del honorable señor Presidente de Estados Unidos. Y, sencillamente, cuando se vio con claridad todo eso, se le denegó el permiso. Así: se le denegó.

El 13 de octubre, otro cable: "...Las autoridades cubanas negaron a Elizardo Sánchez, presidente de la Comisión Cubana de Derechos Humanos y Reconciliación Nacional, un permiso de salida para viajar esta semana a Praga, a donde fue invitado por el presidente checo Václav Havel.

"Sánchez indicó que la negativa de las autoridades cubanas violaba ‘de manera deliberada’ la Declaración Universal de los Derechos Humanos."

¡Mentira!, tan grande como el Capitolio. Se retrasó aquello, estaban no sé cuántos problemas por el medio; y, realmente, hicieron una consulta. El ha salido varias veces. ¿Así que lo quiere recibir el señor Václav Havel? Ah, muy bien, sí, concédanle el permiso. Esa consulta me la hicieron a mí, sí, y dije: Sí, que vaya.

Normalmente sale y vuelve, y esta vez se le dio permiso, tenía que estar allí un martes. En horas de la madrugada del sábado al domingo veo ese papel, casi por casualidad, porque no era hora para papeles de esos; era domingo, al amanecer, llamo a una compañera de nuestra oficina, que estaba en su casa, y le digo: "Mira, ahora es que veo esto, y va a parecer que se ha hecho deliberadamente lo de no darle el permiso. Trata de ver qué pueden hacer ustedes, a ver cómo pueden resolver los problemas de pasaje, de avión y todo eso." Y a los compañeros que estaban haciendo la consulta, eran los compañeros del Ministerio del Interior, qué podían hacer, cómo podían localizarlo, para hacer todo en cuestión de dos horas casi. Y los compañeros del Ministerio resolvieron el pasaje para las 5:00 de la tarde, y lo citaron para hablar con él. Entonces dijo: "No, ahora no, porque ya se me hace un poco tarde, yo prefiero no hacerlo, porque tengo que hacer no sé que otra cosa", explicó. Podía haber estado el lunes en Praga con tiempo para iniciar la reunión, hablar, y después hacer lo que le diera la gana, volver cuando quisiera; lo ha hecho varias veces el famoso personaje.

Sin embargo, a los dos días aparece un cable donde este señor le ha dicho al corresponsal que no ha ido porque el gobierno no lo autorizó a ir. Ha dicho una mentira colosal; tenía el pasaje, el permiso.

Yo creo que esa carta solicitando salida a última hora me la envió a mí. ¿No me hicieron esa carta? ¿No la entregaron allí en Palacio?, y la vi como tres o cuatro días después; no sé, pasaron unos días, fue la madrugada del sábado para el domingo, y me ocupé de que se resolviera el problema; después dijo la grandísima mentira. Así son estos "caballeros".

Aquí en el mismo cable vuelven a decir que Rivero no fue autorizado. Se habla otra vez del premio que les iban a dar a los cuatro. Está lo de la estatuilla. Hay un montón de cables sobre el tema.

¿Qué dicen de estos señores? ¡Ah!, que son "presos de conciencia". En cada uno de estos cables dice "presos de conciencia", "disidentes". "Presos de conciencia", sí, tranquilamente, unos "presos de conciencia" muy sui generis.

Con relación a esto ustedes recordarán el Editorial del periódico Granma, donde se explicó quiénes son los "disidentes" y los "presos de conciencia" en Cuba; se habló ampliamente, con todos los argumentos, sobre el tema. No hacen más que repetir y repetir y repetir que son "presos de conciencia". Estos son unos "presos de conciencia" muy peculiares, son unos "presos de conciencia" que les escribieron a todos los empresarios que invertían en Cuba, amenazándolos y diciéndoles lo que les iba a pasar. Ya antes los de la Fundación y un grupo de organizaciones terroristas trazaron la pauta.

En una carta fechada el 10 de abril de 1997, en Ciudad de La Habana, suscrita por los cuatro y enviada a todos los empresarios extranjeros que invierten en Cuba, se les comunica:

"En un plazo que cada vez se hace más corto, ocurrirá una transición hacia la democracia en nuestro país y esto aconseja que se adopten medidas que eviten que la inversión actual de capitales pueda ser valorada, en ese futuro cercano, como una forma de complicidad en el ocasionamiento de los males que padece la sufrida población cubana."

El país doblemente bloqueado y en pleno período especial, y estos "presos de conciencia" escriben amenazando a los industriales para que no inviertan en Cuba, en medio del doble bloqueo, para que el país no pudiera salir: doble delito, la amenaza y el delito de traición. Este es un delito de traición, en realidad, al pueblo y al país.

Ahora viene otro ataque contra las remesas familiares y además el insulto y el chantaje contra los que las reciben. El propio día 10, en un "Llamamiento a los compatriotas del exilio", suscrito por los cuatro, en la Ciudad de La Habana, se dice: "(...) Está latente el debate acerca de si es conveniente o no enviar ayuda a los familiares y amigos dentro de la Isla. (...) Pretendemos pronunciarnos sobre la incidencia que esas remesas puedan tener en el acallamiento en las voces de muchos que dentro de la Patria están en desacuerdo con el régimen comunista", etcétera.

Y luego más adelante: "...Llamamos su atención sobre el hecho de que, si junto con el dinero enviaran firmes exhortaciones a que los destinatarios se incorporen a la lucha pacífica por el cambio, ello se traduciría en un aumento dramático de los que en Cuba han emprendido ese camino.

"Si una parte de esos receptores de la ayuda saliese de las llamadas ‘organizaciones de masas’, dejase de fingir un apoyo al régimen que no siente, cesase de asistir a los actos políticos convocados por el gobierno y se negase a participar en ‘las elecciones a la comunista’, en las que nada se elige, aunque no es obligatorio votar, ello representaría un apoyo inapreciable a la lucha pacífica que se viene librando dentro de nuestra Patria por el logro del cambio."

Y entonces exigen: "Corresponde justamente a los hermanos exilados que envían esa ayuda influir sobre sus parientes y amigos para que estos comprendan esa simple realidad y actúen en consecuencia." Están planteando que tienen que actuar así, a los que reciban dinero hay que exigirles todo lo demás:

"Buscar formas de ayuda a la ‘disidencia’ interna.

"No continuar haciéndole el juego al gobierno.

"Tratar de lograr un buen nivel de abstencionismo en las elecciones."

Ahora, eso no es delito, nada de eso.

El 5 de mayo en la primera conferencia de prensa convocada por el mismo grupo, se produce el diálogo, se conoce en esencia lo que dicen: "Uno de los primeros trabajos de la convocatoria, que fue el Llamamiento a los Hermanos del Exilio para que la gente que envía remesas a los cubanos que están aquí, les pidan favor utilicen la abstención para poder acelerar un poco más la democratización, es decir que los presionen con el problema ese del envío de remesas..." Presión para todos los familiares que están allá. Eso es muy humano y muy fácil, dicho por unos señores que reciben cantidades de dinero, todas las que quieran de Estados Unidos y de la Oficina de Intereses, "...es decir que los presionen con el problema ese del envío de remesas, si yo te estoy enviando dinero, tú estás mejor que los demás, ¡haz algo porque esto cambie! Y es una cosa muy fácil, que es abstenerse, no ir a votar".

Y no solo eso: "el 3 de junio de 1997 llega a Cuba el jefe de la Oficina de Asuntos Cubanos del Departamento de Estado, Michael Ranneberger" —dos Michael hay aquí. "Después de solicitar autorización para ‘trabajos internos en la Sección de Intereses’, solicitó contactos con autoridades del Partido y del Gobierno cubanos que le fueron concedidos. De inmediato, realmente su conducta se apartó de los asuntos internos de la Sección de Intereses, para dedicarse por entero a los asuntos internos de Cuba. Ello dio lugar a que el 17 de junio de 1997 el Ministerio de Relaciones Exteriores presentara una enérgica protesta oficial, algunos de cuyos párrafos transcribimos:

"El Sr. Ranneberger, en franca actividad injerencista, sostuvo varias reuniones con cabecillas de grupos contrarrevolucionarios ilegales, en las que exhortó a la subversión interna y a atentar contra el orden constitucional de la República de Cuba. Prometió ayuda económica y apoyo material y logístico para tales fines, en cifra superior a la de un millón de dólares estadounidenses, e incitó a actos de desobediencia civil, abstencionismo político y mediación foránea en los procesos electorales de Cuba.

"(...) El Ministerio ha conocido también que el Sr. Ranneberger sostuvo encuentros o reuniones con representantes de empresas extranjeras radicadas en el país, a los que pretendió presionar y dictarles las prácticas que debían observar en sus negocios con Cuba." Ahí está trabajando en las dos vertientes: en la subversión y en el sabotaje a la inversión.

El 9 de junio, cuando todavía no había concluido la visita de Ranneberger, el señor Vladimiro Roca se comunicó... Bueno, con tal estímulo de promesas y las cosas que le dijeron —es que yo no leo más cosas aquí—, después de estar dos horas con ellos, y apenas terminado eso, junto con los otros tres y otros cabecillas, Oswaldo Payá y Odilia Collazo —estoy hablando de 1997—, contacta con Radio Martí, que trasmitió algo de considerable gravedad: su apoyo a la internacionalización del bloqueo a Cuba.

¿Estos son presos de conciencia? ¿Eso no es un delito ni es una traición?, ya no pedir que nos bloquee Estados Unidos, sino que se internacionalice, y le dice babosamente a la radio subversiva del gobierno de Estados Unidos: "Te puedo decir que fue una reunión para mí muy buena, porque se desarrolló en un clima muy caluroso realmente... A mí lo que más me impactó fue la forma en que el Sr. Ranneberger nos informó de la política del gobierno de Estados Unidos hacia Cuba y los esfuerzos que estaba haciendo por tratar de conciliar una política común con los países de Europa y de América, en lo cual nosotros le manifestamos nuestro apoyo, ya que es necesario acabar de sacar el problema de Cuba."

¿Son presos de conciencia? Hay que tener desvergüenza para sostener tales tesis. Y les van a entregar una estatuilla. Claro, debieran entregarles la Estatua de la Libertad, es muy chiquita una estatuilla para el tamaño de la traición de estos "caballeros" que van a recibir un premio de la SIP, y creo que tiene muchísimo dinero el gran premio, el número uno. Sí, y lo citan en el primer lugar, es el gran premio.

Ahora bien, no es el único: "Gran premio a la libertad de prensa a cuatro disidentes cubanos presos", fulano, fulano y fulano, "por sus actividades en favor de la libertad de expresión". Esto sí ya es concertado directamente por el gobierno de Estados Unidos.

Otra acción concertada: " Reporteros Sin Fronteras pidió a los 22 Jefes de Estado y de Gobierno de los países que participarán en la Cumbre Iberoamericana en La Habana, se dirijan al Presidente cubano ‘para pedirle la liberación de cuatro periodistas’, indica la organización este jueves en comunicado enviado a la AFP en París."

Hay otros premios andando, uno de ellos muy reciente, del que no quiero hablar ahora, y que alcanza la suma de 100 000 dólares. Eso es tema para algún otro momento, no para este momento.

Ya dije todas las visitas y correcorre en que ha andado la SINA en los últimos días. Elizardo recorriendo embajadas por instrucciones suyas para solicitar reuniones con personalidades de la Cumbre. Sí, eso es lo que tenía que hacer, y por lo cual no fue a la República Checa, a él, que le gusta tanto hacer los viajecitos esos. Era esto lo que tenía que hacer más urgente, para sabotear la Cumbre, y otros planes que están por ahí, lo sabemos, ya les leí lo que dicen los dirigentes de la Fundación, los planes que se proponían.

Por ahí hay otro montón de datos, que no hace falta usarlos, todos con el mismo fin. Parece que van a someter a un acoso a los jefes de gobierno aquí. Andan en eso.

¿Y ellos cómo están? ¿Cómo anda la Fundación en este momento, después del viaje del Gobernador y todas las cosas que han ocurrido? ¿Cómo les va?

Pues aquí, tal vez lo último, por ahora solamente; tal vez lo último, sí:

Circular de prensa pagada por la Fundación Nacional Cubano Americana en que se hace referencia a la carta enviada por dicha organización a Jim Nicholson, Presidente del Partido Republicano, con relación a la visita del Gobernador George Ryan a nuestro país.

"En una carta dirigida hoy al Presidente del Partido Republicano Jim Nicholson, la FNCA denunció el reciente viaje del gobernador republicano de Illinois, George Ryan, y afirmaron que ‘aventuras mal orientadas como estas amenazan con tener serias repercusiones políticas para el Partido Republicano’.

"La Fundación dijo al presidente Nicholson que ‘la tradicional y firme posición anticomunista, pro libertad del Partido Republicano a nivel internacional’ estaba siendo socavada por ‘unos pocos, pero importantes, republicanos’ y lo llamaron a ‘reafirmar cada vez que fuera posible la posición oficial del Partido Republicano de dar su apoyo a la libertad del pueblo cubano y manifestar su repudio a la tiranía comunista de Fidel Castro en Cuba’.

"La carta firmada por el presidente de la Fundación, Jorge Mas, señalaba que por las payasadas del Gobernador en Cuba, calificadas por la FNCA ‘como un claro ejemplo de bufonería’ la Administración Clinton puede ahora asumir la posición de línea dura contra Castro, ‘al hacerlo se reflejarían entonces las opiniones de la gran mayoría de la comunidad de exiliados cubanos, en clara contraposición con la sostenida posición en contra del embargo y a favor de la distensión del mal informado Gobernador’.

"Al describir las acciones del Gobernador en Cuba, la FNCA hizo referencia a un artículo de prensa que calificaba la actuación de su delegación ‘como un aula de escolares’ que se agrupaban para que les tomaran su foto junto al dictador cubano y le suplicaban autógrafos. Además, durante su estancia en Cuba, el Gobernador difamó al senador Jesse Helms, afirmando erróneamente que el senador estaba obstruyendo el viaje a los Estados Unidos de un niño cubano enfermo, cuando de hecho la oficina del Senador trabajaba tranquilamente detrás del telón para facilitar su viaje y atención médica en Carolina del Norte.

"La carta añade: ‘Señor Presidente, como usted es un combatiente veterano con altas condecoraciones, creemos que usted también se horrorizará al leer esto... especialmente, sabiendo que la próxima semana la Cámara de Representantes desarrollará audiencias sobre las torturas de prisioneros de guerra estadounidenses en Viet Nam a manos de agentes cubanos’.

"La Fundación concluye la Carta apelando al líder republicano a que recordara a republicanos de todo el país que fue precisamente la posición anticomunista, pro libertad de Ronald Reagan, la que sirvió de pilar al fortalecimiento del Partido Republicano que condujo al ‘gran éxito de hoy’."

Calculen el nivel de desesperación en medio de su arrogancia, su malacrianza, acostumbrados a hacer todo lo que les da la gana, que han amenazado al Partido Republicano. Así. Esa fue la última noticia que recibí al salir para acá.

Para concluir esta historia, debo añadir que el CIMEQ no es hospital de "la jerarquía cubana". Faltó decir eso en su momento, cuando abordé el tema del niño accidentado cuya vida fue salvada por eminentes y consagrados médicos cubanos; explicar, sencillamente, que la dirección de este país fue atendida durante un montón de años en una antigua casa que creo fue de Menocal —ahora se perderá, ¿no?, por la Helms-Burton y todas esas cosas—; en una casa se ha atendido la dirección de este país durante muchos años.

Recuerdo la muerte de Lázaro Peña, en un pasillo estrecho, donde había modestísimos cuartos; en uno de ellos murió Lázaro Peña. Y he visto a compañeros operados allí en ese lugar. Un día planteé: Bueno, señores —ya habíamos terminado el "Ameijeiras", el mejor equipado y más moderno del país con alrededor de mil camas, era uno de los mejores momentos en la construcción de hospitales—, ¿por qué no hacer un pequeño hospital para atender a la dirección?, me pregunté. La instalación que teníamos era una vergüenza. Recuerdo que una vez vi a Osmany allí operado de vesícula, con un gran tajo, porque no existía entonces la microcirugía. ¿Por qué no hacemos algo mejor?, y se lo planteé al Ministerio del Interior. En aquella época estaba el compañero Abrantes de ministro. Dije: "Busquen un diseño, hagan una cosa adecuada, pero pequeña."

Hicieron el proyecto. Empezaron a construirlo, se tardó, por cierto, varios años. Cuando ya estaba casi terminado y por inaugurar, visité el lugar y vi que tenía pasillos interiores tan anchos que por ellos podía viajar un ómnibus; visité algunas habitaciones y en algunas de ellas se podía jugar pelota. Digo: ¿Cómo ustedes han hecho esta locura? Vaya usted a saber lo que les dijeron. Es como en todo, los médicos empiezan a pedir; pero no tengo que echarles la culpa a los médicos, a los técnicos y a todo el mundo. Tardó un montón de años y ni terminado estaba, se terminó recientemente para el Centro Internacional de Restauración Neurológica. Cuando propuse construir un hospitalito decente, pedí que se conservara la vieja casa. Porque a mí nunca me gustó cerrar nada, ya había un salón de operaciones, tenía equipos de Rayos X y otros, más solo unas pocas camas. Dije: "Amplíenlo un poquito", y se inició una ampliación para disponer de 30 ó 40 camas. Ni se sabe los años que estuvieron haciéndolo, fue un desastre colosal de la construcción aquella sencilla ampliación.

Cuando el nuevo se terminó y lo visité, y antes de que se inaugurara, me reuní con el Buró Político y le expliqué que bajo ningún concepto los dirigentes podían ir a ese hospital, que no podía ser el hospital de los dirigentes, y que el hospital de los dirigentes tenía que seguir siendo aquella casa, y ampliada con un pequeño número de habitaciones. Esa es la verdad, nunca he contado esto; pero como ahora han dicho una miserable calumnia, tengo que esclarecerlo, y lo esclarezco.

Yo lo que quería era algo más decentico que una casa, y que tuviera algunas decenas de camas para que los equipos se pudieran utilizar racionalmente. Se equivocaron al hacer un lujoso hospital, pero nosotros no aceptamos. Allí se atienden algunos oficiales del Ministerio del Interior que administra esa instalación. Allí son atendidos viejos y destacados combatientes.

López Cuba, ese compañero que enterramos hace unos días y que fue el que llegó con el primer tanque a Playa Larga, murió en ese hospital. Pero quedó establecido que el hospital de los principales dirigentes seguiría siendo la vieja casa con una pequeña ampliación, y no tiene ni mucho menos los equipos del CIMEQ. Y dijimos: Solo cuando se produzca una necesidad imperiosa, por algún equipo que no haya en el antiguo hopitalito o una enfermedad complicada, atienden en el CIMEQ a un miembro del Buró Político o a un alto dirigente del Estado.

Hubo unos cables en que a mí me mataron, o dijeron que yo había sido atendido en el CIMEQ debido a no sé qué terrible enfermedad —otra de las grandísimas mentiras—, por la loca aquella que en Costa Rica dijo que había sido médico de aquella instalación; han pasado dos años. ¡Nunca me he puesto ni una inyección allí!

En ese hospital se atienden importantes personalidades de América Latina o de otros continentes cuando lo solicitan, allí se atienden jefes de gobierno, y este país tiene muchos amigos, y políticos importantes. El 70% de los servicios de ese hospital se dedican a la atención de los héroes del trabajo, de constructores destacados, miles de obreros del contingente "Blas Roca". En ese hospital se atienden destacados científicos del Polo del oeste de la capital, que laboran no muy lejos de allí. En ese hospital se atiende cualquier caso complicado de cualquier provincia del país, que pueda requerir sus servicios; no es que allí se resuelvan todos. En aquel hospital se atienden vecinos de la zona donde está ubicado. Se realizan chequeos médicos a un número de cuadros civiles. Esos son los que se atienden allí, y por excepción se atiende un alto dirigente del Partido o del Estado, esa es la verdad.

Quiero que ustedes sepan que el elevador del viejo hospitalito donde se atienden los principales dirigentes fue un desastre cuando lo compraron, muchas veces no funcionaba o funcionaba con poca seguridad. Tuve que librar serias batallas para que aquella modesta construcción se terminara un día, porque ya la obra estaba casi concluida, estaba en uso y había una escalera hasta el tercer piso todavía en construcción, sin terminar y con real peligro para los pacientes.

Allí hay una casa anexa al hospital para rehabilitación; una casita al lado que tiene algunos servicios de rehabilitación, y nada más. Ese es el hospital de los dirigentes y lo digo aquí por eso, me habría preocupado no haberlo dicho.

Yo llamé, incluso, al Director y le pedí datos: "Dime todos los que se están atendiendo ahí." He protestado mucho realmente con relación a ese hospital, la concepción con que lo hicieron la cambié también, luchando contra el exceso de plantilla. Es en la actualidad un buen hospital, sin duda que es hoy un buen hospital, uno de los mejores del país y realiza importantes investigaciones clínico-quirúrgicas.

Y para turismo solo tiene 12 camas, y casi con esas 12 camas se pagan los gastos en medicamentos del hospital, los gastos en piezas de repuesto, los gastos en material, ¡con doce camas!, para servicios especiales que prestan allí. Y no se les cobra a las personalidades de que hablé, no se les cobra a esos amigos de nuestro país.

Tiene el Centro Internacional de Restauración Neurológica al lado; aunque no pertenece a él están juntos y se apoyan mutuamente. Ese es otro excelente hospital de gran prestigio internacional. Tiene clientes de todas partes. Recauda importantes sumas en divisas que se dedican enteramente a medicamentos y equipos para los servicios nacionales de salud. No por ello deja de atender a pacientes cubanos a los que jamás se les cobra un centavo.

En el CIMEQ ya están haciendo trasplante de hígado, y ningún dirigente aquí se ha hecho trasplante de hígado; los trasplantes de hígado aquí, como los del corazón y riñón, se realizan a las personas que necesitan un trasplante para salvarse. Están avanzando rápidamente en eso, están avanzando en muchas cosas en ese hospital, y no lo queremos para nosotros; pero si un compatriota, sea quien sea, un hombre del pueblo lo necesita, lo tiene. Si lo necesita cualquier dirigente de la Revolución, como caso complicado o como caso difícil, igual que cualquier ciudadano de los 11 millones de habitantes de este país, también puede contar con él. Incluso el hospital fue diseñado para solo 64 camas por los proyectistas con el apoyo de especialistas médicos, y lo primero que hice fue pedirles que, aprovechando bien el espacio disponible, elevaran su capacidad. Les dije: Hay que duplicarlo de inmediato. Si se añaden las camas del CIREN, ya terminadas y ampliadas las edificaciones, el centro original se ha convertido en sede de dos instituciones prestigiosas, cuenta con más de 200 camas, un cuerpo de especialistas de altísimo nivel y un centro de investigaciones médicas que prestan servicios nacionales e internacionales, que constituye un motivo de orgullo para Cuba.

Esta es la historia.