CONTUNDENTE DENUNCIA DEL FISCAL EN SU ALEGATO FINAL
 
 

Luego de abordar el análisis de los informes, documentos, testimonios y demás pruebas que demostraban en forma irrefutable la culpabilidad del acusado Raúl Ernesto Cruz León en el juicio por terrorismo que se le sigue en la Causa 1 de 1999, el Fiscal Rafael Pino Becker, en su alegato final, formuló una contundente denuncia que a continuación reproducimos:

Después de las declaraciones de los tres testigos y del sólido e irrebatible informe del Coronel Rabeiro, así como de la prueba documental mostrada por él, no puede existir la menor duda de que Posada Carriles, actuando a través de Chávez Abarca, ordenó los atentados terroristas realizados en La Habana por Raúl Ernesto Cruz León.

Mas, si no fuera suficiente todo lo que anteriormente se había dicho, basta con la prueba que nadie podría cuestionar: la propia confesión de Posada Carriles.

En sus declaraciones a la CBS el 2 de agosto, formuladas con absoluta libertad y espontaneidad aun sabiéndolo arrestado y sometido a investigación, dándolo por perdido, sostiene el siguiente diálogo:
 

"Periodista.- Usted ha dicho, según The New York Times, que el salvadoreño que está arrestado en Cuba, Raúl Cruz León, trabajaba para usted, ¿es correcto?

"Posada.- Cruz León fue contratado por alguna persona que trabajaba para mí, nunca tuve contacto con él y cumplió su cometido por dinero.

"Periodista.- ¿Usted no cree que estas declaraciones que está haciendo le están firmando su sentencia de muerte?

"Posada.- La sentencia de muerte él la tiene firmada ya. No depende de lo que yo diga ni de lo que yo hable."

Ahora bien: ¿quién es Posada Carriles y quiénes están detrás de él?

Para caracterizar a este personaje no voy a utilizar mis propias palabras, que pudieran despertar la suspicacia de parcialidad y apasionamiento. Voy a utilizar documentos y materiales diversos que no corren riesgo alguno en ese sentido.

El conocido diario norteamericano The New York Times, en sus ediciones del 12 y 13 de julio de 1998, publica tres artículos sobre las acciones, aventuras y relaciones de este personaje, de los cuales he seleccionado un número de párrafos de suma importancia:

"El señor Posada fue entrenado por la Agencia Central de Inteligencia en demolición y guerra de guerrillas en el decenio de 1960.

"Posada expresó que la colocación de bombas en los hoteles y otras operaciones habían sido apoyadas por líderes de la Fundación Nacional Cubano-Americana. Su fundador y jefe, Jorge Mas Canosa, quien murió el año pasado, fue acogido en la Casa Blanca por los presidentes Reagan, Bush y Clinton.

"Posada manifestó que los líderes de la Fundación discretamente financiaban sus operaciones. Mas Canosa supervisaba, personalmente, el flujo de dinero y el apoyo logístico, dijo.

"Poderosa fuerza tanto en las elecciones de la Florida como en las nacionales y renombrado donante de las campañas, Mas Canosa desempeñó un papel decisivo en persuadir a Clinton de que cambiara su manera de pensar y siguiera el derrotero de imponer sanciones y aislar a la Cuba de Castro.

"'Jorge lo controlaba todo', expresó Posada. 'Cuando yo necesitaba dinero, yo decía: dame 5 mil dólares, dame 10 mil, dame 15 mil, y ellos me los mandaban.'

"A través de los años Posada calculó que Mas Canosa le había enviado más de 200 000 dólares [...] el dinero llegaba con el mensaje: ‘Esto es para la iglesia.’"

"Fueron exiliados cubanos, como Posada, los que fueron reclutados por la CIA para los subsiguientes atentados contra la vida de Castro. Encarcelado por uno de los más vergonzosos ataques anticubanos, la colocación de una bomba en un avión civil de Cubana en 1976, escapó más tarde de una cárcel venezolana para integrar el eje de la cruzada anticomunista de la Casa Blanca en el hemisferio occidental iniciada por Reagan: las actividades clandestinas del teniente coronel Oliver North para suministrar armas a los contras de Nicaragua.

"Parte de lo que dijo sobre su pasado, puede verificarse mediante documentos del gobierno, recientemente desclasificados, así como mediante entrevistas con ex miembros de la Fundación y funcionarios de los Estados Unidos."

"Las autoridades estadounidenses, encargadas de hacer cumplir la ley, mantuvieron una actitud de propicio abandono respecto de Posada durante la mayor parte de su carrera, permitiéndole que siguiera libre y en actividad.

"La Fundación de los exiliados, creada en 1981, ha tratado de presentarse como la voz responsable de la comunidad de exiliados cubanos, dedicada a debilitar el régimen de Castro mediante la política y no la fuerza. Gracias a ese enfoque y millones en donaciones para las campañas la Fundación se convirtió en una de las organizaciones de cabildeo más efectivas de Washington y en el principal arquitecto de la política estadounidense hacia Cuba.
 
 

"Cualquier prueba de que la Fundación o sus líderes repartían dinero a los republicanos y a los demócratas, y al mismo tiempo apoyaban sabotajes con bombas, pudiera debilitar las afirmaciones de legalidad que hace el grupo. Esa clase de actividad pudiera también violar la Ley Logan, que ilegaliza cualquier conspiración para matar, secuestrar, lisiar o lesionar a personas, o causar daños y perjuicios a la propiedad de otro país."

"Los comentarios de Posada sugieren que la promoción que la Fundación hace en público de llevar a cabo una oposición contra Castro estrictamente no violenta fue una ficción cuidadosamente elaborada. Cuando se le preguntó si él funcionaba como el ala militar del ala política de la Fundación, muy similar a lo que el Ejército Republicano Irlandés hace para el Sinn Fein, replicó: ‘Parece algo así’, y se rió."

"En las entrevistas y en su autobiografía Posada dijo que había recibido apoyo financiero de Mas y de Feliciano Foyo, tesorero del grupo, y también de Alberto Hernández, quien sucedió a Mas como presidente.

"Cuando las bombas comenzaron a explotar el año pasado en los hoteles cubanos, el gobierno de ese país aseguró que los ataques habían sido organizados y pagados por exiliados que operaban desde Miami, afirmación que reforzaron con la cinta de video de un operativo que confesó estar realizando algunos de los sabotajes.
 
 

"Sin embargo, él dijo a The New York Times que las autoridades estadounidenses no habían hecho ningún esfuerzo para interrogarlo sobre el caso. Atribuyó la falta de acción, en parte, a su antigua relación con los órganos americanos de inteligencia y los órganos encargados de hacer cumplir la ley.

"'Como ustedes pueden ver' –dijo– 'el FBI y la CIA no me molestan, y yo soy neutral con ellos. Siempre que puedo ayudarlos, lo hago.'

"Al principio habló de vínculos permanentes con la Agencia de Inteligencia de los Estados Unidos y de una íntima amistad con al menos dos oficiales activos del FBI, incluido —manifestó— un importante oficial de la oficina de Washington.

"G. Robert Blakey, consultor principal del Comité Especial de la Cámara en relación con asesinatos en 1978, manifestó que había revisado muchos de los expedientes secretos del FBI sobre los cubanos anticastristas desde 1978, y había observado muchos ejemplos en los que el Buró se había hecho el de la vista gorda respecto de posibles violaciones de la ley.

Como él expresó: ‘cuando leí algunas de aquellas cosas –yo soy un viejo fiscal federal–, pensé: ¿por qué no se acusa a nadie por esto?’

"Posada admitió con orgullo haber sido el autor de los ataques con bombas a los hoteles, realizados el pasado año. Los describió como actos de guerra. Las bombas estaban dirigidas también, dijo Posada, a sembrar la duda en el extranjero acerca de la estabilidad del régimen, a hacer que Cuba pensara que tenía operativos en el ejército y a estimular la oposición interna.

"Posada calificó la muerte del turista italiano de singular accidente, pero declaró que tenía la conciencia tranquila, y dijo: ‘Duermo como un bebé’. ‘Es triste que alguien haya muerto, pero no podemos detenernos’, añadió. ‘Ese italiano estaba sentado en el lugar equivocado en el momento equivocado’.

"’Los atentados a los hoteles fueron organizados desde El Salvador y Guatemala’, expresó Posada.
 
 

"Posada dijo que Mas Canosa sabía muy bien que él estaba detrás de los sabotajes con bombas, efectuados en los hoteles el año pasado; pero los dos hombres tenían un acuerdo, muy antiguo, manifestó: no tratar nunca los detalles de ninguna operación en la que Posada estuviera participando.

"Interrogado acerca de la última vez que había visitado los Estados Unidos respondió con una risa y una pregunta, que él a su vez hizo, ‘¿oficialmente o extraoficialmente?’ Un funcionario del Departamento de Estado dijo que constaba que Posada había visitado Miami en el verano de 1996.

"Posada reconoció que tiene no menos de cuatro pasaportes, todos con diferentes nombres. Se considera ciudadano venezolano, pero tiene un pasaporte salvadoreño con el nombre de Ramón Medina Rodríguez, el nombre de guerra que adoptó durante el escándalo Irán-Contras.

"También admitió a regañadientes tener un pasaporte estadounidense. Pero no habló de cómo lo había obtenido ni divulgó el nombre que tenía en ese pasaporte."

Continúo con la cada vez más interesante selección de párrafos tomados del diario The New York Times: "Ciudad de Guatemala: Durante el verano de 1997 se produjeron explosiones de bombas en algunos de los hoteles, restaurantes y discotecas más de moda en La Habana, resultando muerto un turista extranjero y sembrando la confusión y el nerviosismo en toda Cuba. Fue algo sorprendente e inexplicable.

"En su oficina aquí, en las montañas de América Central, un hombre de negocios cubano-americano llamado Antonio Jorge (Tony) Alvarez, estaba seguro de saber la respuesta. Durante casi un año había visto con creciente preocupación cómo dos de sus socios, que trabajaban con un misterioso hombre de cabello cano, que tenía acento cubano y múltiples pasaportes, compraban explosivos y detonadores y se felicitaban mutuamente por un trabajo bien hecho cada vez que una bomba explotaba en Cuba.

"Lo que es más, Alvarez llegó a escuchar a los hombres hablar de asesinar a Fidel Castro en una conferencia de Jefes de Estado que se iba a celebrar en isla Margarita, Venezuela. Alarmado, acudió a los oficiales de seguridad guatemaltecos; cuando no respondieron, escribió una carta, que a la larga llegó a las manos de los agentes de inteligencia venezolanos y de los oficiales del FBI de los Estados Unidos.

"Las autoridades venezolanas reaccionaron enérgicamente al conocer la información e hicieron registros en busca de explosivos en la isla, donde la reunión habría de celebrarse; pero en los Estados Unidos la carta despertó lo que Alvarez calificó de una respuesta sorprendentemente indiferente. Si el FBI se hubiera reunido con Alvarez, los agentes habrían escuchado una historia muy curiosa sobre el bajo mundo anticastrista, también se habrían enterado de los posibles vínculos entre los conspiradores de Guatemala y los exilados cubanos que viven en Union City, New Jersey, de quienes Alvarez dijo que estaban enviando dinero a los conspiradores. Esa alegación plantea interrogantes sobre si las leyes estadounidenses se violaron en los sabotajes de los hoteles cubanos, en los que un turista italiano murió y tres personas resultaron heridas.

"Pero Alvarez dice que el FBI mostró una estudiada falta de curiosidad sobre los sabotajes, y Posada, quien reconoció en una entrevista que había dirigido la operación, dijo que no había indicio de que el FBI lo estuviera investigando.

"Posada expresó confianza en que el FBI no estuviera analizando sus operaciones en Guatemala, ‘porque la primera persona con la que querrían hablar sería conmigo y nadie llamó, además’, dijo, ‘nadie del buró ha tratado de entrevistar a sus colaboradores, yo lo sabría’, afirmó.
 
 

"Alvarez, por el contrario, está disgustado por sus experiencias como informante y cree que Posada, desde hace tiempo, ha proporcionado información a las autoridades norteamericanas. ‘Yo creo que están todos confabulados: Posada, el FBI’, dijo. ‘Arriesgué mi vida y mi negocio y ellos no hicieron nada’.

"Según Alvarez, estando en su oficina un día, a comienzos del año pasado, vino Posada y entregó un enorme fajo de billetes de 100 dólares a sus socios, estos, a su vez, dijo, adquirían detonadores y pequeñas calculadoras con cronómetros del tipo que puede usarse en bombas. Eso era lo suficientemente sospechoso, dijo Alvarez, pero su mayor sorpresa fue la que recibió cuando halló explosivos en el closet de una oficina. Recuerda que en una bolsa plástica tenían 23 tubos de algo fabricado por la industria militar mexicana, que se suponía eran los materiales explosivos más modernos del mundo.

"En agosto, en el apogeo de la campaña de explosiones en Cuba, Tony Alvarez dijo que había interceptado un fax enviado por Posada desde El Salvador, con la firma de Solo. El mensaje decía: ‘Si no hay publicidad el trabajo no es útil, los periódicos estadounidenses no publican nada que no se haya confirmado. Necesito todos los datos de la discoteca para confirmarlo. Si no hay publicidad no hay pago’.

"Alvarez dijo que el fax lo alarmó tanto que escribió una carta sobre esta cuestión horrible y se la entregó a la inteligencia de Guatemala. Asimismo Alvarez recuerda haber escuchado planes de perpetrar atentados contra Castro durante su visita a Guatemala, prevista para diciembre de 1996 y después durante la visita a la isla Margarita en noviembre de 1997.

"Poco antes de su llegada, más de 250 agentes, venezolanos y cubanos, inspeccionaron el lujoso hotel Bonita, donde se celebraría la reunión, y el gobierno expulsó a los exiliados cubanos que habían viajado a la isla antes que el dirigente cubano.

"Sin embargo, poco antes de la reunión se produjo una curiosa detención: cuatro hombres que viajaban en una embarcación fueron detenidos por los servicios de guardacostas de Estados Unidos saliendo de Puerto Rico; casi de inmediato el líder del grupo, Angel Alfonso Alemán, de Union City, declaró que iba en una misión destinada a ultimar a Castro, según testimonio presentado ante los tribunales por funcionarios federales.

"Los oficiales de la policía estadounidense rápidamente constataron que la embarcación estaba registrada a nombre de un miembro de la Junta Ejecutiva de la Fundación Nacional Cubano Americana. Además, una de las armas que se encontraban a bordo, se halló que pertenecía al presidente del grupo de esa Fundación, según documento de los tribunales. El juicio también condujo a Union City."

A pesar de estar muy consciente del tiempo que nos consume el número de párrafos seleccionados, me veo en la necesidad de continuar citándolos por constituir elementos esenciales para responder a la pregunta que me hice sobre quién es Posada Carriles y quiénes están detrás de él. "Dos años después de que la invasión de Bahía de Cochinos terminó en una derrota ignominiosa en las playas cubanas, dos jóvenes exiliados cubanos, Jorge Mas Canosa y Luis Posada Carriles, de pie, uno al lado del otro, bajo el sol primaveral de Fort Benning, Georgia, se entrenaban para su próxima salida hacia La Habana. Corría el año 1963, momento de febriles complots estadounidenses contra el gobierno de Castro; los dos hombres pertenecían al grupo de exiliados que habían sobrevivido a la burda operación para derrocar al dirigente cubano, y se habían alistado en el Ejército de Estados Unidos, confiados en que el presidente Kennedy pronto organizaría otro ataque que barrería el comunismo del hemisferio."

"La CIA nos enseñó de todo –dijo Posada–, nos enseñó sobre explosivos, asesinatos, bombas, sabotajes.

"Ambos hombres dejaron el ejército cuando se hizo evidente que los Estados Unidos no tenían intención de volver a invadir a Cuba; se asentaron en Miami, epicentro de la actividad contra Castro. Mientras Mas Canosa se abría paso en los negocios, Posada establecía estrechos lazos con la CIA, que utilizaba Miami como base de las operaciones contra Castro.

"Eran momentos confusos de conspiraciones y complots, algunos atolondrados, otros terriblemente serios. La estación de la agencia en Miami era una de las más grandes, y sus oficiales se afanaban por inducir a los cubanos opuestos a Castro a ingresar en la compañía.
 
 

"Las figuras del crimen organizado de Miami, que habían obtenido grandes ganancias con el gobierno de Batista, estaban deseosas de financiar la oposición cubana o utilizar a los cubanos para sus propios fines. En las entrevistas Posada solo se refirió indirectamente a ese período y proporcionó menos datos aún acerca de su autobiografía de 1994.

"Documentos recientemente desclasificados, puestos a disposición del The New York Times por el Archivo Nacional de Seguridad, grupo de investigación no lucrativo radicado en Washington, aclaran el porqué durante una buena parte de ese tiempo la CIA dirigía las actividades de Posada y se inmiscuía en cuestiones tan insignificantes como si debía o no comprar una embarcación. Esos documentos pertenecen a los voluminosos expedientes compilados por el Comité Selecto sobre Asesinatos, establecido por la Cámara en 1978. Como parte de su investigación del asesinato del presidente Kennedy, se permitió que los investigadores que examinaban si los cubanos opuestos a Castro tenían o no vínculos con el asesinato de 1963, leyeran y resumieran un sinnúmero de cables y documentos gubernamentales que siguen siendo secretos.

"Según esos resúmenes, Posada proporcionaba ininterrumpidamente a la agencia y al FBI un caudal de información valiosa sobre las actividades de los exiliados cubanos en Miami. Fue la CIA la que dio instrucciones a Posada de que estableciera un centro de entrenamiento para operaciones de guerrilla contra Castro.
 
 

"A finales de los años 70, cuando fue entrevistado por investigadores del Comité de la Cámara sobre Asesinatos, Posada dijo que lo habían entrenado como operativo de la CIA en los cayos de la Florida y muy pronto se había convertido en agente principal. Afirmó que su grupo antiCastro había trabajado directamente con la compañía y que había tenido armas, embarcaciones y una red de casas de refugio.

"Al mismo tiempo, Posada profundizaba sus relaciones con Mas Canosa, a quien se le describe en uno de los documentos de la CIA como uno de sus grandes amigos. Ambos desempeñaban un papel activo en el grupo RECE (Representación Cubana en el Exilio) y, posteriormente, en la gran alianza general, denominada CORU (Coordinadora de Organizaciones Revolucionarias Unidas), las cuales emprendieron acciones violentas dirigidas a derrocar el gobierno de Castro.

"En un documento se citó a Posada cuando expresó que Jorge Mas Canosa, del grupo RECE, había pagado a un asesino 5 mil dólares para que cubriera los gastos de una operación de destrucción en México, y que el propio Posada tenía planes de colocar minas magnéticas en un barco cubano-soviético en el puerto de Veracruz, y que tenía 10 libras de explosivo C-4 y detonadores.

"Según otros documentos Mas Canosa tenía en su posesión 125 libras de Pentol, que se colocarían como carga en los barcos, y había propuesto a los expertos en demoliciones viajar él mismo a España y México a expensas del RECE y colocar las bombas en instalaciones comunistas en esos países.

"Según los cables, el 24 de julio Posada había terminado dos bombas de 10 libras para el RECE, trabajando directamente con Mas Canosa. En ese momento los cables informaban misteriosamente que se había instruido a Posada retirarse de las actividades.

"En 1967 la vida de Posada dio un nuevo vuelco cuando abandonó abruptamente Miami y se unió a la inteligencia venezolana. Ello marcó el comienzo de sus años como oficial operativo para una serie de gobiernos latinoamericanos.

"Obtuvo su empleo de jefe de operaciones de la inteligencia venezolana con la ayuda de las recomendaciones de la CIA y fue enviado inmediatamente a aniquilar los movimientos de guerrillas izquierdistas que Castro apoyaba en Venezuela. 'Los perseguí muy intensamente. Muchas, muchas personas murieron’.

"Posada también organizó el viaje de un viejo amigo de sus días en la CIA –Orlando Bosch– a Venezuela a hacer un sabotaje contra el gobierno de Castro. Bosch había sido condenado anteriormente en los Estados Unidos por hacer estallar una bomba en un carguero polaco destinado a Cuba y preconizó el derrocamiento violento de Castro.

"Por ese tiempo las relaciones de Posada con las autoridades estadounidenses entraron súbitamente en crisis por un informe de la Inteligencia de que Posada puede estar involucrado en el contrabando de cocaína de Colombia a Miami, a través de Venezuela, así como en la falsificación de dinero estadounidense en Venezuela.

"Según el informe –una copia resumida del cual se encuentra en los archivos de los investigadores de la Cámara–, la CIA decidió no enfrentar directamente a Posada con las acusaciones para no comprometer las investigaciones en marcha.

"'A Posada se le interrogó, y solo se le halló culpable de tener malas amistades' –según dice la sinopsis de otro informe–. 'Los interrogadores quedaron convencidos de su negación del tráfico de drogas', concluía el informe.

"Aun así, en febrero de 1976, los oficiales de la Agencia decidieron romper sus vínculos con Posada, por lo que misteriosamente se describió en los documentos como preocupaciones en torno a 'asuntos tributarios pendientes'.

"En los meses siguientes Posada pasó información a la Agencia. Alertó de que Bosch y otro exiliado cubano conspiraban contra el sobrino del depuesto presidente izquierdista de Chile.

"En junio de ese año Posada llamaba nuevamente a la CIA en relación con planes del exilio de hacer estallar la aeronave de Cubana que salía de Panamá.

"Cuatro meses más tarde, el 6 de octubre de 1976, un avión de Cubana, con 73 pasajeros a bordo, estalló en el aire poco después de despegar de la isla de Barbados. Entre los muertos se encontraban adolescentes integrantes del Equipo Nacional de Esgrima de Cuba.

"Al día siguiente, la CIA hizo lo que se denominó como ‘intentos infructuosos’ de contactar a Posada.

"La explosión cambió dramáticamente la suerte de Posada. Los investigadores de Venezuela localizaron la bomba en el compartimento del equipaje del avión e identificaron a dos venezolanos que habían despachado el equipaje hasta La Habana, pero se habían quedado en Barbados. Los hombres habían trabajado para Posada, quien fue arrestado y acusado de la explosión. Asimismo fue arrestado Bosch, quien había colaborado con Posada por largo tiempo.

"Un oficial retirado de la CIA, familiarizado con el caso, dijo en una entrevista reciente que Bosch y Posada eran los principales sospechosos, y añadió: ‘no había otros’.

"Posada reconoció que él pudiera estar aún encarcelado en Venezuela si sus amigos, principalmente Mas Canosa, no hubieran venido a su rescate. En una declaración jurada, tomada en proceso civil, Ricardo Mas, hermano de Jorge Mas, enemistado con él, contó cómo había viajado a Panamá para buscar el efectivo que se utilizó para pagar la fuga de Posada.

"De 1972 a 1985 Ricardo Mas fue el controlador de la compañía Church and Tower, propiedad de su hermano. Afirmó que por instrucción de este depositó un cheque en una de las cuentas de la compañía panameña y regresó con el efectivo. ‘Dijo que necesitaba que yo viniera y trajera 50 mil dólares que se utilizarían para sacar a Luis Posada Carriles de la prisión, que era mejor que Carriles estuviera fuera, que podía empezar a hablar’, declaró Ricardo Mas. ‘Creo que el hombre se estaba rindiendo, había que sacarlo de la prisión’.

"En la madrugada del 18 de agosto de 1985, durante un cambio de guardia, Posada, vestido con una chaqueta negra y con la capucha sobre la cabeza como un sacerdote, cruzó el patio de la prisión. Llevaba una Biblia para dar más la imagen de sacerdote y un bolso con algunos alimentos y una linterna. Después de 15 días en Caracas, Venezuela —dijo Posada— llevaron a Aruba, en un barco camaronero. De allí voló en un avión privado a Costa Rica y posteriormente a El Salvador.

"Posada estaba nuevamente trabajando para el gobierno estadounidense, esta vez en una operación encubierta que tenía vínculos con la CIA y con el agregado militar local, pero que era dirigida por la Casa Blanca."

Me he visto obligado a utilizar un elevado número de párrafos de The New York Times porque, si bien los artículos no expresan todo el verdadero fondo de esta historia ni aclaran importantes lagunas que permitirían comprender de forma realmente coherente todo lo sucedido, aportan elementos valiosos para la reconstrucción de la vida y la obra de Posada Carriles y sus estrechas y nunca interrumpidas relaciones con la CIA, la Fundación Nacional Cubano-Americana y las más altas autoridades políticas de Estados Unidos.

El instructor habló de la amplia información ofrecida por los órganos de la Seguridad del Estado a un reportero de un importante órgano de prensa norteamericano.

Casi simultáneamente, por aquellos mismos días, interesantes análisis y opiniones de las más altas autoridades del gobierno de Cuba sobre los actos terroristas que venían ocurriendo fueron trasmitidos a un importante e influyente medio de difusión de Estados Unidos.

Este Fiscal ha podido obtener un documento que contiene el material trasmitido, del cual subrayé párrafos e ideas que ayudan a comprender mejor la verdadera esencia de la vinculación de Posada Carriles con la Fundación Nacional Cubano-Americana y las administraciones de Estados Unidos que se han sucedido en los últimos años.

Al abordar los artículos de The New York Times, en la parte referida a la supuesta ruptura de vínculos entre oficiales de la CIA y Posada Carriles en febrero de 1976, en el documento que contiene los análisis y opiniones del gobierno cubano se afirma:

"¿Dónde consta y por qué consta que en febrero se rompen los vínculos? ¡Qué casualidad!, se rompen los vínculos y sin embargo siguió pasando información a la CIA.

"Según afirmación textual de The New York Times:

"'En los meses siguientes, Posada pasó información voluntariamente a la Agencia con la esperanza de obtener visas estadounidenses para él y su familia. Alertó de que Orlando Bosch y otro exiliado cubano conspiraban contra el sobrino del depuesto presidente izquierdista de Chile.

"'En junio, Posada llamaba nuevamente a la CIA en relación con posibles planes del exilio de hacer estallar la aeronave de Cubana que salía de Panamá'.

"Si esto es cierto" —expresa categóricamente el documento cubano—, "no hay duda de que la CIA conoció con meses de anticipación que iba a estallar el avión.

"Otra casualidad: la CIA rompe con él en febrero de 1976; al mismo tiempo, casi simultáneamente, todo un grupo de organizaciones que radicaban en Miami –todavía no existía la Fundación– crearon en junio de 1976 en Costa Rica algo que se llamaba Comando de Organizaciones Revolucionarias Unidas (CORU). Dicho grupo de organizaciones contrarrevolucionarias terroristas estaba formado por las denominadas Frente de Liberación Nacional de Cuba, Acción Cubana, Movimiento Nacionalista Cubano, Brigada 2506 y F-14, integradas en su mayoría por elementos que habían trabajado para la CIA durante varios años y recibieron de ella el entrenamiento.

"Entonces se puede ver la cronología:

"En febrero rompe vínculos la CIA con Posada. Se supone que rompe.

"En junio Posada informa a la CIA en relación con posibles planes del exilio de hacer estallar la aeronave de Cubana que salía de Panamá (era él precisamente quien tenía la misión de volar el avión), y en ese mismo mes de junio todas aquellas organizaciones, en Costa Rica, crean lo que se llama CORU.

"En Estados Unidos estos grupos proclaman públicamente sus crímenes y anuncian nuevos actos vandálicos.

"En el mes de agosto de 1976, apareció publicado en un periódico contrarrevolucionario que se edita en Miami un supuesto parte de guerra, donde después de referir cómo volaron un automóvil frente a la Embajada cubana en Colombia y destruyeron las oficinas de Air Panamá, declaran al final textualmente: 'Muy pronto atacaremos aeronaves en vuelo.' Ya van apareciendo raras coincidencias que es necesario reiterar: junio, la fecha de la creación de CORU; junio, Posada informa a la CIA posibles planes del exilio de hacer estallar la aeronave de Cubana que salía de Panamá; agosto, aparece en Miami el parte de guerra de estas organizaciones, donde estaba toda esa gente, entre ellos Bosch, y declaran: 'Muy pronto atacaremos aeronaves en vuelo'.

"El 6 de octubre, efectivamente, cuatro meses después de que Posada informara a la CIA, y apenas dos meses con posterioridad a la pública amenaza del CORU, el avión vuela, estalla, nadie hace nada por evitar el sabotaje del avión de Barbados.

"¿Por qué nuestras sospechas? Son muchos hechos concatenados, que no pueden ser atribuidos al azar."

Prosigue el documento con las reflexiones del gobierno cubano: "Aquel mes de febrero era el momento oportuno para simular un rompimiento entre la CIA y Posada. Entre febrero y junio es que se realiza todo el trabajo de organización y de unión para crear el CORU. ¿Quién unió a estas organizaciones? Porque realmente estas organizaciones nunca se unían por sí solas. Ellas se subdividen, como regla, pero nunca se unen; ellas se multiplican en varias, pero nunca se unifican.

"En Costa Rica se unen las cinco más conocidas y más connotadas, que habían sido creadas en Estados Unidos. Todas sin excepción fueron organizadas por la CIA y estaban vinculadas con ella oficialmente.

"¿Qué pasa, además, en ese año 1976? Desde que la CIA rompe supuestamente con Posada se desata contra Cuba una ola de hechos terroristas:

"- 6 de abril. Dos barcos pesqueros, «Ferro-119» y «Ferro-123», son atacados por lanchas piratas procedentes de la Florida, causando la muerte al pescador Bienvenido Mauriz y graves daños a las embarcaciones.

"- 22 de abril. Una bomba es colocada en la Embajada cubana en Portugal ocasionando la muerte de dos compañeros y heridas graves a varios más, destruyendo totalmente el local.

"- 5 de julio. La misión de Cuba ante la ONU es objeto de un atentado con explosivos, ocasionando importantes pérdidas materiales.

"- 9 de julio. Una bomba hace explosión en el vagón que cargaba los equipajes del vuelo de Cubana de Aviación, en el aeropuerto de Jamaica, momentos antes de ser transbordados. Es decir, por pura casualidad no explotó en el aire el 9 de julio un avión de Cubana que iba a cargar aquellos equipajes.

"- 10 de julio. Una bomba estalla en las oficinas de la British West Indies de Barbados, que representa los intereses de Cubana de Aviación en ese país.

"- 23 de julio. Un técnico del Instituto Nacional de la Pesca, Artagnán Díaz Díaz, es asesinado en un intento de secuestrar al cónsul cubano en Mérida.

"- 9 de agosto. Dos funcionarios de la Embajada cubana en Argentina son secuestrados sin que se haya vuelto a tener noticias de ellos.

"- 18 de agosto. Una bomba hace explosión en las oficinas de Cubana de Aviación en Panamá, causando daños de consideración.

"- 6 de octubre, el más monstruoso de todos los crímenes: Es destruido en pleno vuelo un avión de Cubana de Aviación con 73 personas a bordo.

"¡Cuántos hechos se suceden! Así que, rotos aparentemente los vínculos, ya la CIA no tiene nada que ver, es decir, institucionalmente no asume una responsabilidad. ¡Qué casualidad!, ya estas no eran actividades de la CIA, sino de grupos organizados, unidos por ella.

"Se produjo una ruptura simplemente formal de vínculos. Es decir, los planes terroristas y los planes de atentado contra los dirigentes de nuestro país dejan de ser una actividad institucional de la CIA, y es puesta en manos de estos elementos que asumían la responsabilidad de las cosas que se hacían.

"¿Qué pasa después del crimen de Barbados? Posada Carriles va para la prisión. El escándalo era tan grande que de allí no lo podían sacar fácilmente. Cuando lo capturan, está Carlos Andrés Pérez en la presidencia de Venezuela, donde se organizó el monstruoso crimen. Carlos Andrés Pérez se siente comprometido a actuar y actúa.

"Aquel hombre lo podían haber traído a juzgar a Cuba, lo podían haber juzgado en Barbados, porque en un hecho de ese tipo se impone hasta la pena capital, o lo podían juzgar en Venezuela. Carlos Andrés puso el juicio en manos de los tribunales militares. El hecho es que el hombre años después escapa, el 18 de agosto de 1985.

"En ese momento ya existía la Fundación, ya no hay CORU; porque la Fundación se crea en 1981 y se crea durante el gobierno de Reagan, después del Documento de Santa Fe.

"La Fundación reúne el dinero. En su autobiografía Posada hace la historia de que hipotecó una casa para costear su fuga; es conocida la verdad, porque en los propios artículos de The New York Times, se menciona una declaración jurada de Ricardo Mas Canosa que dice textualmente:

"’Afirmó que por instrucción de Jorge Mas Canosa depositó un cheque en una cuenta de la compañía panameña y regresó con el efectivo. «Dijo que necesitaba que yo viniera y trajera 50 000 dólares que se utilizarían para sacar a Luis Posada Carriles de la prisión, que era mejor que Carriles estuviera fuera, que podía empezar a hablar. Creo que el hombre se estaba rindiendo, había que sacarlo de la prisión» añadió.' "Esto dice: 'En una declaración jurada, tomada en proceso civil, Ricardo Mas, hermano de Jorge Mas, enemistado con él, contó cómo había viajado a Panamá para buscar el efectivo que se utilizó para pagar la fuga de Posada.' Luego está probado que la Fundación pagó eso; lo ha dicho nada menos que Ricardo Mas, hermano de su jefe. Eso tiene importancia, por todas las cosas que vienen después.

"En el famoso libro del famoso guerrero que nunca va al combate, sino que alquila gente para enviarlas a los combates, este cuenta la historia de cómo llega hasta El Salvador, a la base de Ilopango: ‘Allí está Félix’ –debe ser el tal Félix Rodríguez, viejo agente también, viejo terrorista, organizador de actos terroristas, que todavía continúa organizándolos.

"Entonces Félix es el que lo recibe, maneja un helicóptero, según él. Luego cuenta que 'dos días después' –es decir, a los dos días de llegar a Ilopango–, 'recibo la visita del doctor Alberto Hernández'. El vínculo entre Posada y la Fundación no se rompió nunca. Toda esta gente estaba en el CORU, toda esta gente estaba en aquellas organizaciones. Lo sacan de la cárcel y, según escribió, son los primeros que van a verlo dos días después de su llegada a Ilopango. Dice textualmente: 'Alberto Hernández, próspero médico y patriota cubano con residencia en Miami, en varias ocasiones me ha demostrado su valor y amistad', etcétera." (Alberto Hernández es nada menos que el actual Presidente de la Junta Directiva y jefe principal de la Fundación).

"Continúa luego expresando Posada: 'Un grupo de Miami, gente muy calificada, entre las que están Jorge Mas Canosa, Feliciano Foyo –-tesorero de la Fundación–, Pepe Hernández y otros, han hecho un pool para solventar mis necesidades económicas'

"Este libro se supone que lo hace en 1994. Toda la gente que menciona son los principales dirigentes de la Fundación. Es la misma gente que lo sigue sosteniendo y manteniendo: le dieron 50 000 dólares para sacarlo de la cárcel y le han pagado todos los gastos. Son los primeros que lo visitan en Ilopango desde Miami –esto lo cuenta él, y no lo ha desmentido–, los mismos que están ahora en la Fundación y los mismos que prepararon y pagaron los actuales planes terroristas con Posada Carriles.

"Luego añade: 'Unos días después de llegar, me encuentro con una agradable sorpresa: Luis Orlando Rodríguez está en El Salvador, es el segundo al mando del grupo militar de asesores que tiene el Ejército americano.' Ese mismo Orlando Rodríguez es el que aparecerá más tarde, en 1998, preparando junto a Posada Carriles el atentado en la República Dominicana. Es irrebatible la conexión entre Posada Carriles y la Fundación Nacional Cubano-Americana.

Continúan las reflexiones trasmitidas por el gobierno cubano: "¿Qué reafirma nuestra convicción de que los vínculos de Posada con la CIA nunca se rompieron? Es que este señor con el cual ha roto la CIA, es rescatado por la Fundación, visitado por la Fundación, y de inmediato lo ponen a trabajar en una de las operaciones más secretas, más delicadas y más comprometedoras de las que ha hecho el gobierno de Estados Unidos: la operación Irán-Contras, la más escandalosa que se ha hecho nunca, violando las disposiciones del Congreso, intercambiando armas por rehenes, armas que fueron a dar a manos de los contrarrevolucionarios en Nicaragua; operación en la que Posada Carriles era el responsable de los almacenes y prácticamente de la distribución de aquellas armas. Está probado, por lo que él cuenta y por lo que se sabe, que esa operación se realizaba con participación de la CIA.

"Lo más grave es que esa operación se hace con este hombre, con el que se supone que ha roto la CIA en febrero de 1976. En 1985, han pasado nueve años que ha estado preso y lo han rescatado; sin un día de por medio, sin una cura de reposo siquiera, lo ponen a trabajar, como ya dijimos, en una de las más delicadas operaciones de Estados Unidos, donde están participando la CIA, incluso la Casa Blanca, que a través del teniente coronel Oliver North dirigía directamente la operación. El mismo Posada lo dice de esta forma:

"'En abril llega un Lear Jet procedente de Washington. En este vienen Oliver North, el general Seacord y Dick Gadd; traen pilotos, copilotos y aeromoza.

"'Vienen a una reunión con el general Bustillo y con Bermúdez. A la reunión asisten también el capitán López y Félix Rodríguez. Dick Gadd sale conmigo a hacer un recorrido por los almacenes y casas donde están alojadas las tripulaciones.'

"Toda la gente que dentro de El Salvador trabaja en esta operación está bajo el control de Posada.

"¿Cómo es posible que hayan roto con un hombre, en aquellas condiciones que ya se dijo, en febrero de 1976, con todas las cosas que ocurren, y que de inmediato –fue de inmediato–, apenas sale de la prisión, se le haya asignado tarea tan delicada? Solamente a un hombre de la máxima confianza se le trata de esa forma.

"A él lo tenía que conocer allí todo el mundo, es absolutamente imposible que los responsables principales norteamericanos de aquella operación no lo conocieran, sin excluir al presidente Reagan.

"El propio Posada Carriles afirma: 'Sofisticadas máquinas de codificar y descodificar mensajes telefónicos del tipo KL-3, suministradas por Oliver North, nos permiten transmitir mensajes seguros a Washington y a Joe en Costa Rica.'

"'El coronel James Steel, jefe del grupo militar norteamericano en El Salvador, tiene una de ellas. Joe nos da la localización de las tropas de tierra y posteriormente nos avisará si la misión del suministro ha tenido éxitos.'

"Es imposible creer la historia de febrero de 1976. Es imposible ignorar que a este hombre lo saca la Fundación, lo visita la Fundación, y todos los hombres que estaban allí, estos que él menciona, son los mismos que ahora están al frente de esa institución.

"Todos estos ataques, todo el plan de la Fundación ha estado dirigido fundamentalmente contra el turismo, a partir de la idea de que el turismo se desarrolla rápidamente y se convierte en una importante fuente de ingresos de la economía. El plan terrorista de ellos en Cuba ha estado dirigido fundamentalmente contra ese objetivo, desde que ellos toman la decisión de llevar a cabo un fuerte plan terrorista.

"En general, lo que hacía la Fundación era actuar a través de numerosos grupos.

"Publicidad era precisamente lo que ellos querían, y ellos se desesperaban porque no había publicidad, es por eso que el señor Posada, en uno de los mensajes que envía a sus socios, dice que si no hay publicidad no hay dinero. A ellos les interesaba mucho que sus fechorías adquirieran el máximo de publicidad para sembrar el pánico.
 
 

"'Tengo dos gentes, los mandé, al parecer fueron capturados y no lo han publicado, ¡qué extraño!', dice Posada Carriles, '¡qué extraño!'

"Tenemos a un hombre que fue capturado con todos los explosivos, que envía Posada Carriles el 10 de junio, tres días después que sale publicado su historial terrorista en El Nuevo Herald. Aquel artículo tiene cierta característica, cierto elogio y él se sentía inflado como un sapo.

"Es absolutamente imposible que esta gente hayan hecho lo que han hecho sin que la CIA y el FBI lo conocieran.

"El plan de la Fundación Nacional Cubano-Americana Posada lo describe perfectamente en The New York Times. La esencia de ese plan la revela cuando él dice: 'Solo queríamos hacer un gran escándalo para que los turistas no vayan más. No queremos más inversiones extranjeras.'

"Ellos creían que la Revolución se derrumbaba en cuestión de días, semanas, meses cuando más; pero ya en 1992 aprecian que no se va a derrumbar, que el país resiste, que el pueblo se prepara para enfrentar las grandes dificultades, quieren desesperadamente golpear las inversiones y golpear el turismo, que va creciendo vertiginosamente.

"'Las bombas estaban dirigidas también –dijo Posada– a sembrar la duda en el extranjero acerca de la estabilidad del régimen, hacer que Cuba pensara que tenía operativos en el ejército y a estimular la oposición interna.'
 
 

"Cuando viene la ola de bombas, que ya se conoce y se arma el escándalo en los meses de julio y agosto de 1997, plan terrorista organizado y pagado por la Fundación, inmediatamente –una prueba más de la complicidad–, y que de acuerdo con sus planes, los hechos son públicos y han salido por todas las agencias de prensa, la Junta de Directores de la Fundación Nacional Cubano-Americana emite una declaración pública, ampliamente divulgada, con lenguaje ridículamente pretencioso y cínico de alta política y profundo patriotismo, presentando las bombas en los hoteles exactamente como acto de rebeldía del pueblo y de la gente del ejército y los órganos de Seguridad. Esa era la teoría; pero cuando se descubre el primero no pudieron seguir sosteniéndola, porque en realidad, y ellos lo saben mejor que nadie, ni una sola de esas bombas tuvo origen aquí, todas vinieron de allá, sin excepción.

"Decía la Declaración:

"'La Fundación Nacional Cubano Americana, consciente de su responsabilidad para con el pueblo cubano, respalda sin ambages ni reparos cuanta denuncia, enfrentamiento o acto de rebeldía interna vaya encaminado a la expulsión de Fidel Castro del poder y, por ende, a la obtención de la paz y el bienestar de nuestro pueblo.

"'Independientemente de quiénes sean los autores materiales, la responsabilidad final , los incidentes de rebeldía interna que durante las últimas semanas se vienen sucediendo en hoteles de la isla, hablan claramente de la exasperación de un pueblo que no se resigna al destino de esclavitud y miseria en que lo ha sumido el régimen castrista.'

"Es decir, después del terrorismo, después del crimen, la mentira que se ajusta totalmente a lo que Posada ha dicho y no ha desmentido.
Hasta aquí las partes subrayadas del material enviado a un importante medio de difusión norteamericano.

Se puede apreciar por este documento, cuyas partes esenciales subrayé, que un bloqueo endurecido en pleno período especial por las leyes Torricelli y Helms-Burton por un lado, y el feroz ataque terrorista contra el turismo por otro, ambos con el propósito de destruir la economía de Cuba, son parte inseparable de la misma política, bajo los mismos principios y la misma dirección.

Aparte de los esclarecedores análisis y puntos de vista suministrados por el gobierno de Cuba, que argumentan de manera irrebatible la nunca interrumpida relación entre Posada Carriles, la CIA y la Fundación Nacional Cubano-Americana, hay otros elementos de juicio muy reveladores y dignos de atención.

Apenas una semana después de haber sido detenido en La Habana Raúl Ernesto Cruz León, el viernes 12 de septiembre de 1997, el periódico El Nuevo Herald de Miami —nada sospechoso de amistad con Cuba, sino todo lo contrario, y muy revelador por venir de donde viene— publicó un artículo titulado "ATENTADOS LIGADOS A VETERANOS DE GIRÓN", en el que se afirma que el arresto de Cruz León "dio legitimidad suplementaria a los informes que circulan desde hace tiempo, de que las bombas podrían ser el trabajo de un veterano de la Agencia Central de Inteligencia, CIA, y de Bahía de Cochinos, Luis Posada Carriles, apodado "Bambi", del que se había dicho últimamente que estaba viviendo en El Salvador." Y se añade:

"Posada, que declaró a una estación de televisión de Miami en una entrevista el año pasado que una campaña de atentados contra objetivos turísticos en Cuba secaría la principal fuente de divisas de Fidel Castro, no pudo ser localizado para que comentara.

"Amigos dijeron que Posada se mudó a El Salvador el año pasado o a principios de este, tras haber tenido que salir de la vecina Honduras debido a acusaciones de haber colocado allí 41 bombas en 1995 como parte de una campaña, respaldada por los militares, para intimidar al presidente Carlos Roberto Reina y hacerlo abandonar planes de reducir las fuerzas armadas."

Posteriormente, el 16 de noviembre de 1997, otra vez el diario El Nuevo Herald volvió sobre el tema al publicar un artículo titulado "EXILIADOS FINANCIARON EXPLOSIONES EN CUBA". En el mismo se afirma: "Una serie de bombas que estallaron en Cuba este verano fueron obra de una red de ladrones de automóviles y de autores de robos a mano armada salvadoreños, dirigidos y financiados por cubanos exiliados en El Salvador y Miami.

"El líder de la red es Francisco Chávez, un rufianesco pistolero hijo de un traficante de armas, con estrechos vínculos con exiliados cubanos y que podría haber estado en La Habana horas antes de la explosión de la primera bomba en el lujoso hotel Meliá Cohíba."

"Y fue Luis Posada Carriles, un veterano sesentón de la guerra secreta de los exiliados cubanos contra Fidel Castro y experto en explosivos, el eslabón clave entre El Salvador y los exiliados del sur de la Florida que recaudaron 15 mil dólares para la operación."

Siete meses más tarde, el 7 de junio de 1998, El Nuevo Herald publica nuevas revelaciones en las que detalla los planes de Luis Posada Carriles: "Encabezó un grupo de 6 exiliados que trató de asesinar a Fidel Castro en Colombia hace 4 años.

"Conspiró para llevar explosivos plásticos de Guatemala a Cuba en el otoño pasado, escondidos en pañales, botellas de champú y los zapatos de algunos guatemaltecos que se hacían pasar por turistas. Planeó volar un barco de carga cubana en Honduras en 1993 y establecer una base secreta en Honduras al año siguiente, desde la cual exiliados cubanos podrían lanzar ataques comandos contra la Isla."

"La trama más conocida es la serie de bombas que llevaron a Cuba unos mercenarios contratados por Posada, que les dio instrucciones de hacerlas detonar en centros turísticos, como hoteles y restaurantes, según dijeron varios personajes involucrados. Mientras la policía de Cuba estaba arrestando a Raúl Ernesto Cruz León, uno de los salvadoreños, en septiembre pasado, Posada y otros dos conspiradores en Guatemala estaban tratando de introducir más explosivos en La Habana, según dijeron dos personas con conocimiento profundo del asunto.

"Una persona con conocimiento del plan escribió después un detallado informe sobre este, y lo envió a la agencia guatemalteca equivalente a la CIA, llamada Agencia Presidencial de Análisis Estratégico, diciendo que quería impedir 'alguna acción bárbara'. El Herald consiguió una copia del informe y habló largo rato con su autor, que lo mismo que la mayoría de las otras fuentes entrevistadas, quiso mantenerse anónimo por temor a un encausamiento o a represalias.

"Los funcionarios de la agencia guatemalteca no quisieron hablar con el Herald, pero un diplomático dijo que la agencia investigó algunas de las alegaciones del informe, las halló 'creíbles' y alertó al gobierno de Estados Unidos. La Oficina Federal de Inteligencia (FBI), que se sabe tiene una copia del informe, no quiso hacer comentarios.

"Tal vez el mayor misterio que rodea a Posada es de qué vive y cómo se las arregla para costear sus conspiraciones. Una versión que circula en Centroamérica es que está protegido por la CIA, un rumor suscitado por su papel de coordinador del plan del teniente coronel Oliver North a fines de los años 80, denominado 'Irán-Contras', de enviar suministros desde El Salvador a los rebeldes nicaragüenses respaldados por la CIA."

En este artículo se afirma también que en un fax al que tuvo acceso El Nuevo Herald, enviado a dos de sus cómplices por Posada Carriles, este se mostraba preocupado por el hecho de que el gobierno cubano estuviera ocultando muchos de los incidentes de las bombas "para evitar crear el pánico en su próspera industria turística", y les dice a los otros confabulados: "Si no hay publicidad, la labor no es útil. Los periódicos de Estados Unidos no publican nada a menos que esté confirmado."

Es realmente notable, y da una idea de cómo piensa este individuo, el hecho de que tres días después de la publicación de este artículo Posada envía hacia La Habana a otro de sus mercenarios terroristas, Otto René Rodríguez Llerena, con la misión de ejecutar nuevas acciones.

El 9 de agosto de 1998 el diario El Nuevo Herald publicó, bajo el título de "COMPLOT PARA ASESINAR A CASTRO EN REPÚBLICA DOMINICANA", la siguiente información:

"En la más reciente de las conspiraciones, exiliados cubanos en la capital dominicana habían estado reuniendo información sobre los movimientos de Castro y estaban listos para ayudar a albergar y transportar a un comando que debía llegar a último minuto, según dijeron fuentes del exilio y de la Policía.

"El atentado habría de ocurrir entre el 20 y el 25 de agosto, cuando el gobernante cubano tiene señalado asistir a una cumbre de dirigentes caribeños en Santo Domingo.

"'El plan era matarlo de cualquier forma que pudiéramos, explosivos puestos en la calle, granadas tiradas en la reunión, disparos hechos en la calle', dijo un exiliado implicado en la conspiración.

"Posada describió el plan dominicano como la mejor oportunidad que se ha presentado hasta el momento porque la seguridad local probablemente sería porosa y se podrían introducir fácilmente armas y explosivos desde el vecino Haití, según dijeron los exiliados.

"Pero el plan de Posada fue informado a las autoridades de Estados Unidos. El mes pasado agentes de la Oficina Federal de Investigaciones (FBI) registraron un complejo de embarcaciones propiedad de Enrique Bassas, identificado por tres exiliados como uno de los activistas que se reunieron con Posada en Guatemala para discutir el plan de asesinato.

"Veteranos de la Policía interpretaron el registro como una señal para que Bassas cancelara cualquier conspiración. Esto es una práctica común en el sur de la Florida, que se dice es conocida como 'regañar' o 'desmovilizar' una operación."

Como se puede apreciar, es un método típico cuando en realidad lo que se quiere es alertar a los conspiradores de que sus actividades son conocidas para evitarles dificultades.

Próximo ya a finalizar las conclusiones, y para demostrar plenamente lo que he venido sosteniendo, es imprescindible seguir utilizando información reconocida ya por todo el mundo, de modo especial la que expongo a continuación, porque demuestra de un modo irrebatible el carácter terrorista, la simulación y la mentira que caracterizan los procedimientos de la Fundación, en este caso sorprendida con las manos en la masa en una acción directamente organizada por ella que no han tenido posibilidad de justificar o explicar, la que a su vez pone en grave aprieto a la Administración de Estados Unidos.

Bajo el título de "COMPLOT CONTRA CASTRO PONE EN EVIDENCIA A PODEROSO GRUPO DE EXILIADOS", el diario The New York Times publica el 5 de mayo de 1998 lo siguiente:

"Cuando el guardacostas se acercó al pequeño yate de recreo 'La Esperanza', cerca de Puerto Rico en octubre pasado, los cuatro exiliados cubanos a bordo dijeron que iban de pesca.

"Pero los únicos avíos de pesca que había en el bote estaban en sus envolturas plásticas y los hombres dijeron que habían navegado las 900 millas desde Miami en un solo día —un imposible marino en su embarcación.

"Despertaron sospechas, el guardacostas escoltó el bote hasta la costa, lo registró y encontró un compartimento secreto debajo de una pequeña alfombra que se encontraba en cubierta.

"Adentro había un arsenal de armas, incluyendo mirillas nocturnas y dos fusiles de gran potencia para francotiradores.

"'Estas armas son mías', dijo un investigador de la Aduana estadounidense, citando una frase pronunciada por Angel Alfonso Alemán, quien registró el barco y más tarde testificó en la corte sobre lo ocurrido. 'Los demás no saben nada de eso. Yo mismo las coloqué allí. Son armas para asesinar a Fidel Castro'.

"El incidente desencadenó una vasta investigación federal que, según funcionarios gubernamentales, ha conducido a las autoridades hasta una de las más poderosas organizaciones de cabildeo de Estados Unidos, la Fundación Nacional Cubano-Americana.

"El grupo, que había recaudado más de un millón de dólares tanto para los Republicanos como para los Demócratas, ha abogado públicamente por enfoques no violentos para fomentar cambios en Cuba y ha forjado estrechos vínculos con cada presidente desde Ronald Reagan.

"El presidente Clinton se entrevistó en privado con dos de los líderes de la Fundación en una recaudación de fondos que tuvo lugar en Miami el pasado año, poco después de que investigadores federales habían comenzado a examinar la posible participación del grupo en un complot para asesinar al Sr. Castro.

"Las coordenadas de navegación a bordo de la embarcación se habían fijado hacia Isla de Margarita, cerca de las costas de Venezuela, donde el Sr. Castro y otros líderes latinoamericanos se reunirían para celebrar una reunión cumbre a principios de noviembre.
 
 

"Uno de los dos rifles de asalto Barret de calibre 50 capturados a bordo aparecía registrado a nombre de Francisco (Pepe) Hernández, presidente de la Fundación, de acuerdo con un informe del FBI. El curtido crucero de 46 pies, según consta en las actas del estado de la Florida, pertenecía a una compañía cuyo dueño era José Antonio Llama, un miembro del buró ejecutivo de la Fundación. El bote zarpó de Coral Gables, Florida, del muelle privado de otro miembro de la Fundación, cuyo socio comercial es el tesorero del grupo.

"José Antonio Pagán, quien representa al Sr. Llama, reconoció que su cliente es dueño de la compañía que a su vez es propietaria de 'La Esperanza'.

"El abogado que representa al Sr. Alfonso, Ricardo Pesquera, advirtió en una entrevista que si el Departamento de Justicia somete a juicio a su cliente, ‘vamos a arremeter contra el Gobierno enérgicamente y atacaremos su hipocresía’. Blandiendo un legajo de documentos desclasificados por la CIA acerca de los esfuerzos del gobierno para derrocar al líder cubano, él se quejó de que, 'durante 30 años ellos trataron de matar a Castro y ahora dicen que otros no pueden hacer lo mismo que ellos estaban haciendo'.

"Entre los artículos que los funcionarios de la Aduana y Guardacostas encontraron a bordo del buque "La Esperanza" había siete cajas de municiones, uniformes militares, seis radios portátiles, un teléfono vía satélite, binoculares y mirillas nocturnas y dos rifles de asalto que cuestan cerca de 7 mil dólares cada uno y pueden dar en el blanco a más de una milla de distancia.

"El Sr. Alfonso, quien afirmó al ser arrestado en el barco que las armas eran para asesinar a Fidel Castro, dijo haber visitado la Casa Blanca en cuatro ocasiones, 'una con Reagan, una con Bush y dos veces con Clinton'.

"Con orgullo mostró una fotografía suya con el Sr. Clinton, así como otras fotos en las que aparece con el senador demócrata por New Jersey, Robert G. Torricelli, con el Sr. Mas Canosa y con Félix Rodríguez, el agente de la CIA que capturó al Che Guevara y más tarde resultó involucrado en el escándalo Irán-Contras. La foto con el Presidente fue tomada hace un año en la ceremonia realizada en la Casa Blanca para la firma del proyecto de ley Helms-Burton, que ampliaba el embargo estadounidense contra Cuba."

¿Qué es la Fundación Nacional Cubano-Americana?

Esta organización, registrada legalmente en Estados Unidos con la inscripción 501/C/3 y definida en el registro como no lucrativa, filantrópica y educacional, y cuyas funciones son las de investigar, publicar y realizar actividades educativas y humanitarias, ¿realmente qué es?

Una mafia terrorista manchada de sangre y cuya elevada fortuna de muy oscuro origen fue amasada con fraude, malversación, privilegios y apoyo gubernamental. Suministró abundante dinero y sufragó costosas campañas políticas; eligió Alcaldes, Representantes y hasta Senadores; aportó fondos a uno y otro partido, realizó lobbies, promovió leyes genocidas contra el pueblo de Cuba; hizo aprobar los engendros jurídicos de Torricelli, Helms y Burton —mal llamadas leyes— y numerosas Enmiendas para matar de enfermedad y hambre a nuestro pueblo. Anexionista y al servicio de una potencia extranjera, reunió y apoyó a los peores terroristas que, salidos de las escuelas tenebrosas de la CIA, llevaban sobre sus hombros, unido a las acciones de esa institución, miles de víctimas. Organizó y pagó planes de atentados y asesinatos de dirigentes cubanos. Concibió y ejecutó crímenes contra trabajadores y turistas para destruir la economía del país, cooperando con la guerra económica de Estados Unidos contra Cuba. Provocó incidentes graves y no ha dejado de apoyar nunca cuantos planes de agresión e intervención militar pudieran concebirse contra Cuba. Está dispuesta a entregar aunque sea las cenizas de nuestro pueblo y nuestra patria a Estados Unidos. Estos son sus fines filantrópicos, educacionales, humanitarios y no lucrativos.

El pasado viernes 5 de marzo de 1999, bajo el título LA FUNDACIÓN SE REÚNE CON CLINTON, el periódico Nuevo Herald informa textualmente:

"Dirigentes de la Fundación Nacional Cubano Americana anunciaron que tuvieron una audiencia con el Presidente Bill Clinton durante un evento de recaudación de fondos para la campaña política del senador demócrata Robert Torricelli el miércoles en Nueva Jersey.

"En la conversación, a la que asistió Torricelli, el presidente de la Fundación, Alberto Hernández, el vicepresidente Jorge Mas Santos, y Remberto Pérez, director de la delegación de la FNCA en Nueva Jersey, le plantearon al Presidente Clinton los objetivos que ellos consideran vitales para realizar una transición pacífica hacia la democracia en la Isla.

"'Lo primero que le dije a Clinton fue que tomó la decisión correcta al no apoyar la Comisión Bipartidista', afirmó Mas.

"’Necesitamos el respaldo de la administración Clinton para acercarnos a la libertad de Cuba.’"

Me hago una pregunta:

¿Es acaso posible que la CIA, el FBI y las autoridades norteamericanas no sepan dónde está y qué hace en estos momentos Posada Carriles? Lo conocen sin duda. Podrían fácilmente solicitar a sus amigos salvadoreños su arresto y extradición a Estados Unidos, cuyas leyes ha violado reiteradamente. Pero incluso, si alguna vez lo desearan, no se atreverían jamás. Tendrían que someterlo a juicio y sabe demasiado.

Mientras tanto, ¿en qué situación estamos?

Los órganos de la Seguridad de Cuba reciben una delegación de especialistas enviada por importantes autoridades de Estados Unidos, a la que le ofrecen todas las informaciones pertinentes, algunas muy sensibles, materiales, documentos, testimonios, pruebas. Prometen regresar en dos semanas. Han transcurrido ocho meses y 22 días sin que se hayan producido todavía los contactos acordados.

Funcionarios del Ministerio del Interior, entre los días 13 y 24 de agosto de 1998, reciben a la representación de un importante y prestigioso órgano de prensa de Estados Unidos y le ofrecen casi toda la información disponible. Tienen acceso a los terroristas detenidos y a testigos claves. Investigan cuanto desean y nada útil se publica.

Cuidadosos análisis, argumentos y reflexiones de altas autoridades cubanas son trasmitidos a un importante e influyente medio de divulgación de Estados Unidos, y la entera, transparente y honesta verdad no acaba de darse a conocer a la opinión pública internacional ni al propio pueblo de Estados Unidos.

El Presidente de la nación se reúne, hace apenas ocho días, con los jefes de la Fundación Nacional Cubano-Americana en Nueva Jersey, para recaudar fondos a favor de Torricelli, como si aquella fuese la más beatífica institución de Estados Unidos. Detrás, han quedado incontables crímenes.

¿Hace falta más?

Por mi parte, he sacado mis propias conclusiones y, por tanto, compañeros miembros del Tribunal, ratifico las conclusiones provisionales del ministerio fiscal y solicito la pena de muerte para el acusado Raúl Ernesto Cruz León.