Conferencia de prensa del Ministro de Relaciones Exteriores, Felipe Pérez Roque, ante los medios de prensa nacional y extranjera, en la sede de nuestra Cancillería, el día 9 de noviembre de 1999. 

(Versiones Taquigráficas-Consejo de Estado)

 

Moderador.- Con ustedes, el compañero Felipe Pérez Roque, Ministro de Relaciones Exteriores de nuestro país, quien hará algunos pronunciamientos y responderá posteriormente preguntas que ustedes quieran formularle.

Con ustedes el Ministro.

Felipe Pérez.- Buenos días a todos.

Creo que hay aquí más gente que la habitual.

Saludos a todos.

Sé que a ustedes este deporte les gusta más con Alejandro últimamente; pero, bueno, lo que voy a intentar es un breve partido de entrenamiento para los próximos que ustedes van a tener.

Quiero hacer un anuncio y un comentario. El comentario tiene que ver con el restablecimiento de las relaciones diplomáticas entre la República del Paraguay y la República de Cuba. Este es el documento firmado ayer por el viceministro primero de Relaciones Exteriores, Jorge Bolaños (Muestra documento), y el Canciller de Paraguay.

Quiero expresar que nuestro Ministerio de Relaciones Exteriores y nuestro gobierno aprecian con satisfacción esta decisión conjunta que hace posible que Cuba tenga en este momento relaciones diplomáticas con 169 países.

Recientemente nuestro país estableció las relaciones diplomáticas con la República de Irlanda, y ahora, con el restablecimiento de las relaciones diplomáticas entre Paraguay y Cuba, son 169 países con los que Cuba tiene relaciones diplomáticas.

El compañero Bolaños, viceministro primero de Relaciones Exteriores de Cuba, se encuentra en este momento cumpliendo un apretado programa en el Paraguay, atendiendo a las múltiples solicitudes, saludos y felicitaciones que, como una gran avalancha de amistad y cariño hacia Cuba, se han desatado en este momento en la capital paraguaya. Debo decir que todos los sectores de la sociedad paraguaya, a nivel del gobierno, del Parlamento, de la opinión pública, de los sectores empresariales y populares, han saludado esta decisión.

Como se comprende, esto da una prueba de la "eficacia" que va teniendo la política norteamericana hacia Cuba, que en el día de ayer hizo un nuevo y curioso anuncio, coincidiendo con el momento en que Cuba firmaba las relaciones con el país número 169, que dice: "El Departamento de Estado anunció la próxima puesta en servicio de una página Web en Internet para —y cito textualmente— "promover la política de aislamiento del régimen cubano." Y la dirección dice que va a ser www. state.2 Cuba y varias cosas más.

Coincide el anuncio de esta página Web —no sé si alguien se está ocupando de hacer, de vez en cuando, tocar contacto con la realidad a los cibernautas del Departamento de Estado y no sé si en el Departamento de Estado han medido lo que significa una página Web para promover la política de aislar a Cuba en el momento en que Cuba establece relaciones con el país número 169. Pero, bueno, el Departamento de Estado no ha dado recientemente pruebas de mucha cordura.

Ese es el comentario.

El anuncio que quiero hacerles es que en este momento, hace unos minutos, Ricardo Alarcón acabó de intervenir ante la Asamblea General de las Naciones Unidas presentando este otro documento (Lo muestra), que es el Proyecto de Resolución que nuestro país presenta este año, desde 1992 lo ha hecho consecutivamente, al Plenario de la Asamblea General. En esta se reitera la exhortación a Estados Unidos a que se abstenga de promulgar y aplicar leyes del tipo de las que se han descrito arriba como violatorias; insta una vez más a Estados Unidos a que en el plazo más breve posible, tome las medidas necesarias para derogarla o dejarla sin efecto; pide al Secretario General que prepare un informe sobre el cumplimiento de esta Resolución que, como se sabe, el Secretario General ha preparado año por año, pero el gobierno de Estados Unidos tozudamente ha continuado ignorando el criterio de la Comunidad Internacional.

Dice, además, este Proyecto de Resolución —que será aprobado, pienso, más o menos sobre las 12:30, dentro de una hora— que el año que viene vuelva a verse este asunto en la Asamblea General, lo cual garantiza que en los próximos 1 000 años el gobierno norteamericano y los que en Estados Unidos promueven la política de bloqueo hacia Cuba, estarán siendo perseguidos una y otra vez —según expresó en una ocasión Alarcón, como una maldición gitana— por esta Resolución de la comunidad internacional.

Este año se presenta una particular situación y es que seis de los 157 países que el año pasado votaron a favor de la Resolución cubana, no tienen este año derecho a voto por encontrarse en mora financiera; son países pobres, no han podido cumplir sus cuotas a la ONU y han perdido el derecho al voto. No se habla, sin embargo, de que Estados Unidos debe 1 700 millones, tiene a la ONU prácticamente al borde de la bancarrota; pero no ha perdido su derecho al voto. Pero, bueno, usted sabe que allí en la ONU todos somos iguales, pero unos somos más iguales que otros.

Entonces, hay seis países: Níger, Burundi, República Centroafricana, Vanuatu, Mauritania y Kirguistán, que realmente habiendo votado el año pasado a favor de la Resolución cubana, este año no podrán hacerlo por encontrarse en mora financiera; sin embargo, esperamos otra contundente victoria y un resultado similar aproximadamente al del pasado año, de manera que en las primeras horas de la tarde de hoy estaremos anunciando que la Asamblea General de las Naciones Unidas, una vez más, por abrumadora mayoría, ha pedido al gobierno de Estados Unidos que cambie su política hacia Cuba, que acepte la realidad de que el bloqueo no tiene prestigio ni en la comunidad internacional, ni ante la opinión pública norteamericana, y lo derogue de una vez, y derogue la Ley Helms-Burton y decrete el cese inmediato, incondicional y total del bloqueo contra Cuba, que lleva ya más de 40 años y que está —como se sabe— previsto como delito de genocidio en la Convención de Ginebra del 1948 y en otras convenciones internacionales.

En su intervención ante el Plenario, Ricardo Alarcón de Quesada, Presidente de la Asamblea Nacional del Poder Popular de Cuba, expresó nuestra intención de próximamente establecer, además, una demanda por más de 100 000 millones de dólares contra el gobierno de Estados Unidos por indemnización por los daños ocasionados por el bloqueo económico y financiero del gobierno de Estados Unidos contra el pueblo de Cuba.

Estos son el anuncio y el comentario, y un anuncio adicional que tengo para todos ustedes es que, como saben, va a haber una Cumbre Iberoamericana en La Habana (Risas), que se desarrollan los preparativos óptimamente y que vamos teniendo la confirmación de la llegada y los programas que irán cumpliendo en Cuba los dignatarios asistentes, a quienes esperamos con gran satisfacción, con todas las condiciones preparadas y mucho respeto y cariño de nuestro pueblo.

Estos son los adelantos. Si existe alguna pregunta...

Moderador.- Tengo aquí una lista de corresponsales que han solicitado formular preguntas. Si el Ministro tiene tiempo, por supuesto, vamos a tratar de agotar la lista.

Comenzamos con Rafael Martínez, de Prensa Latina.

Rafael Martínez (Prensa Latina).- Ministro, con respecto a la Cumbre, pudiera darnos detalles sobre la participación y posible asistencia de mandatarios caribeños a la Cumbre.

Felipe Pérez.- A la Cumbre Iberoamericana asistirán dos mandatarios caribeños, lo harán en su condición de dirigentes de organizaciones regionales: el presidente de Haití, René Preval, asistirá en su condición de presidente en este momento de la Asociación de Estados del Caribe, y el presidente de Suriname, asistirá enviado como representante del CARICOM.

Oscar Moreno (ANSA).- ¿Existe el temor, fundado o no, de que en esta Cumbre Iberoamericana se pueda "pinochetizar" la Cumbre a través del diferendo entre España y Chile, y con, por supuesto, la ausencia del presidente Menem? ¿Alberga los mismos temores Cuba como país anfitrión? ¿Cuál es el criterio de Cuba frente a esta situación? ¿Cuál es la postura de Cuba en torno al documento, el punto número ocho, exactamente, de la Declaración de La Habana, aprobada por algunos gobernadores? ¿Podría sufrir modificaciones este punto número ocho, después de la presencia de Chile en las discusiones? La segunda después la respondemos.

Felipe Pérez.- Los elementos de juicio que tenemos en nuestro poder nos dan para pensar que la Cumbre Iberoamericana no se va a "pinochetizar", no tenemos ese temor. La postura de Cuba es que la discusión en la Cumbre es una discusión libre, abierta, franca, democrática y centrada especialmente en el tema que nos ha convocado, que es "Iberoamérica y la situación financiera internacional en una economía globalizada." Pero cualquier tema que los mandatarios asistentes quieran plantear y discutir, podrá ser discutido, por supuesto.

Los documentos no están cerrados, y cualquier parte del documento puede ser todavía modificada. Los documentos tienen en estos momentos un gran consenso. Se ha discutido ampliamente, durante todo el período de preparación de esta Cumbre se han efectuado un número de reuniones que han contribuido a la elaboración del documento a nivel ministerial, a nivel de coordinadores, a nivel de los cancilleres; pero los documentos son en este momento proyectos que serán vistos por los coordinadores, por los cancilleres, y los jefes de Estado y de Gobierno serán los que tengan la última palabra.

Oscar Moreno.- Hoy se cumple el décimo aniversario de la caída del muro de Berlín que marcó supuestamente el fin de la guerra fría, donde Cuba jugó un rol importante. ¿Qué evaluación puede hacer de esta década, Cuba sigue siendo víctima de la guerra fría?

Felipe Pérez.- Y más fría cada vez. Hoy es un día triste, digamos, para los sectores que se hicieron la ilusión de que en Cuba iba a ocurrir lo mismo. Pienso que hoy es un día realmente muy triste, por ejemplo, para el señor Andrés Oppenheimer, quien hizo seis ediciones, creo, de un libro pronosticando cada vez que en los próximos seis meses vendría el derrumbe de la Revolución Cubana.

El décimo aniversario de aquellos acontecimientos revela también que las cosas no fueron como se pensaban, no solo en Cuba, que está hoy recibiendo más solidaridad y admiración que nunca y viendo como cada vez más la política de sus persecutores está realmente más desprestigiada. Pero no solo en Cuba. Las cosas no fueron tampoco igual a como se pensaban del otro lado del muro, y todos los días se leen encuestas donde la población de algunos de los países de la otrora Europa socialista del Este, proclaman que vivían mejor en la otra sociedad, esta es una idea que no pretendo aquí defender ni debatir, es solo un comentario al margen de lo que he leído en estos días publicado por muchos despachos de prensa de cómo mira la población de aquellos países lo que ha ocurrido, para no hablar de lo que ocurrió en la otrora Unión Soviética, que en este momento se debate en una muy difícil situación.

Nosotros aquí, mientras, tranquilos, campantes y cada vez más alegres.

Anita Snow (AP).- No sé si este es un tema que le toca a usted o no, pero quiero saber si usted tiene los detalles sobre un partido de béisbol que va a tener lugar después de la Cumbre.

Felipe Pérez.- Me toca de manera muy cercana. Sí va a haber un partido de béisbol, y el presidente Chávez va a ser el lanzador del equipo venezolano. El lo ha pedido y en su visita oficial a Cuba, en un momento de reposo se efectuará el partido. Nosotros obviamente hemos accedido, tratándose de Chávez y tratándose del béisbol, y va a haber un juego de béisbol contra un equipo cubano, del que Fidel Castro va a ser el manager. Dicho eso, todos los demás seremos activistas, coach, ayudantes del equipo, cargabates (Risas).

Anita Snow.- ¿Y usted va a ayudar? ¿Cuál posición va a jugar?

Felipe Pérez.- Es un equipo probablemente de expeloteros y peloteros en activo y se requiere un mínimo de calidad para acceder a la preselección (Risas). Va a haber ese juego de béisbol, va a haber una visita oficial a Cuba del presidente Chávez después que concluya la Cumbre Iberoamericana, y un amplio programa de actividades y de encuentros de la delegación que él va a encabezar con nuestras autoridades y nuestro pueblo; va a haber también una visita oficial del presidente dominicano, Leonel Fernández, quien aprovechará su viaje a la Cumbre para también realizar una visita oficial a Cuba. Y va a haber programas privados de otro número de mandatarios que sostendrán reuniones y harán visitas, como parte de su presencia en la Cumbre. Va a haber el juego de béisbol, probablemente el 18 de noviembre, en el estadio Latinoamericano de La Habana; va a ser un juego abierto a la prensa, por supuesto, y al público.

No puedo garantizar aquí que nuestra caballerosidad y nuestra capacidad de anfitriones nos convenzan de perder ese juego; el presidente Chávez debe entrenar fuertemente y debe saber que la amistad de los cubanos hacia él no llega hasta el punto de permitirle un juego fácil (Risas).

Anita Snow.- ¿Quién es el pitcher cubano?

Felipe Pérez.- No, el pitcher cubano es uno de los secretos mejor guardados en este momento (Risas), en un país donde ustedes saben que no es muy fácil guardar los secretos.

Carlos A. Bastener (Sub-director de El País, España).- Quisiera hacerle otras preguntas también, pero se las haré todas al mismo tiempo.

Usted presentó hace unos días el permiso a los dignatarios visitantes de la Cumbre de entrevistarse con quien quisieran, en el tiempo que estuviesen aquí, y lo presentó, lógicamente, como una concesión; pero yo digo, si el sistema castrista está tan convencido, como parece estar, de su continuidad, de su verdad, etcétera, etcétera, ¿por qué realmente se presenta como una concesión?, ¿y por qué dijo usted: "aunque no nos guste"?

La otra cuestión, es por qué oigo exclusivamente a las fuentes oficiales hablar de bloqueo, cuando todo el mundo sabe que es embargo lo que hay.

Felipe Pérez.- ¿Es primera vez que usted viene a Cuba?

Carlos A. Bastener.- No.

Felipe Pérez.- ¿Ha venido otras veces?

Carlos A. Bastener.- Sí.

Felipe Pérez.- ¿Reciente?

Carlos A. Bastener.- Hace tiempo, cuando estaba la situación entonces mucho peor que ahora.

Felipe Pérez.- ¿Principio de los noventa?

Carlos A. Bastener.- Sí.

Felipe Pérez.- Me imagino que usted se refiera a las declaraciones de Alejandro, ¿puede ser?, del vocero de la Cancillería.

Carlos A. Bastener.- Sí, sí.

Felipe Pérez.- Hemos expresado, señor, nuestra posición sobre eso. Hemos dicho que no nos sentiremos ofendidos, y reitero eso aquí, y reitero que cada mandatario asistente tendrá libertad de movimiento para hacer en Cuba lo que estime; y reitero también, obviamente, el derecho de la opinión pública cubana y de nuestro pueblo, de hacerse de una opinión sobre todo eso.

Carlos A. Bastener.- Esa es una posición, un punto de vista, si no les gusta, como se dice, a lo mejor no está convencido de que no tiene nada que contar.

Felipe Pérez.- Nosotros expresamos qué nos gusta y qué no nos gusta, esta es una libertad de nuestro gusto, que debe ser respetada, como nosotros respetamos el derecho de cada asistente a hacer en Cuba lo que considere.

Sobre la disquisición teórica de si es un bloqueo o un embargo, puedo decirle que nosotros, y la mayoría de la opinión pública en el mundo y en Estados Unidos, consideramos que es un bloqueo; va más allá de una prohibición a sostener comercio con Estados Unidos. El bloqueo es una política refinada, amplia, meticulosa, fría, que establece todo tipo de prohibiciones y obstáculos, que persigue y sanciona no solo a los empresarios norteamericanos para que no tengan negocios con Cuba, sino a los demás, por ejemplo a los españoles.

La compañía Sol Meliá le podrá decir a usted si esto es un embargo o un bloqueo; en este momento enfrentan sus directivos el peligro de perder sus visas para entrar en Estados Unidos, ellos y su familia. Los niños, los nietos de los ejecutivos, los próximos, que nacerán el año que viene, nacerán ya sancionados a no entrar en Estados Unidos.

También la compañía Club Med, por ejemplo, francesa, le podrá aclarar si ellos creen que es un bloqueo o un embargo; o la compañía LTU, alemana, que espera también sanciones; o la compañía Sherrit International, que ya fue sancionada, o decenas de otros empresarios, cientos, que han sido perseguidos y amenazados con que si no cesan sus negocios en Cuba —hechos en virtud de las leyes internacionales de comercio y con arreglo a las prescripciones de la Organización Mundial del Comercio— serían sancionados.

Se lo podrán decir los ciudadanos norteamericanos, por ejemplo, que no pueden venir a Cuba y enfrentan penas de hasta 10 años de cárcel y multas de 300 000 dólares, por ejercer el derecho establecido en la Constitución norteamericana de viajar libremente. Ellos le podrán decir por qué se han organizado para luchar contra lo que llaman bloqueo, como nosotros.

Se lo podrán decir también, por ejemplo, los potenciales compradores de mercancías cubanas, que no pueden comprarla; los que fabrican en el mundo automóviles, que tienen que certificar para entrar al mercado norteamericano que no tiene en sus metales níquel cubano.

Se lo pueden aclarar las autoridades de la llamada Oficina de Control de Activos Cubanos, que es la oficina cancerbera de esta política, la que persigue, la que trata de descubrir a los que están violando el edicto imperial, la que sanciona, y por la que han pasado varias generaciones de funcionarios norteamericanos, que han pagado la universidad de sus hijos con el dinero que ganan en esa oficina, han tenido ese triste papel; algunos están jubilados ya y otros se mantienen allí en su oficina persiguiendo a Cuba y al mundo.

Todos esos, señor, y probablemente casi todos los que están en este salón, todo el pueblo de Cuba y por lo menos cuatro quintas partes del resto de la comunidad internacional, consideran que es un bloqueo, que es una política, además, genocida que intenta prohibir el acceso a alimentos y a medicinas a un pueblo. Según la Convención para la Protección de los Civiles en tiempo de guerra —aun en tiempo de guerra—, está prohibido, privar de alimentos y medicinas a la población civil de un país; contra Cuba eso se ha hecho por más de 40 años.

Los crecientes sectores que en el Senado norteamericano cuestionan esta política están de acuerdo con nosotros en que es irracional, va en contra de los intereses de Estados Unidos, constituye una violación de los derechos humanos, no solo de todo nuestro pueblo, que tiene 11 millones de habitantes, sino una flagrante violación de los derechos de millones de norteamericanos y de cubanos que residen en Estados Unidos, que también la mayoría de ellos se opone, porque son víctimas y rehenes de esta política, y, por tanto, defienden el cambio de esta política. Y la presentan como un embargo un pequeño grupo en Estados Unidos, que no tiene apoyo de la mayoría, pero tiene un gran poder económico y puede imponer su política en Estados Unidos.

Víctor Godínez (Notimex).- Hace unos días el gobierno mexicano envió una serie de propuestas que, de aprobarse, modificarían el proyecto final de declaración de la Cumbre. Estas propuestas tienen el objetivo de plasmar una realidad económica y financiera actual en el mundo. Quisiera preguntarle su opinión y cuál ha sido el curso de estas propuestas que ha enviado el gobierno mexicano.

También quisiera preguntarle, por otro lado: Parece ser que el Canciller nicaragüense no escuchó que el vocero el jueves pasado declaró que verían un poco extraño su presencia aquí en la Cumbre. No solo va a venir el Canciller, sino que también ya solicitó entrevistarse con los disidentes. También quisiera su opinión en este sentido.

Felipe Pérez.- Las propuestas mexicanas han sido acogidas y se ha cumplido con ellas el trámite de rigor establecido, que es circularlas a los demás países, y serán consideradas en la negociación del documento, como se ha hecho con decenas de otras propuestas mexicanas y de otros países iberoamericanos.

Hemos trabajado muy coordinadamente con las autoridades mexicanas, con las autoridades de la Cancillería, con la canciller doña Rosario Green y mantenemos una comunicación constante con los diplomáticos mexicanos sobre los temas plasmados en los documentos. Sus propuestas de enmienda están siendo ahora consideradas y formarán parte de la discusión que tendrán los coordinadores y los cancilleres y después los jefes de Estado y de gobierno, las de México y las de cualquier otro país que presente una enmienda. Nuestro papel como anfitriones de la Cumbre es irlas circulando, e ir logrando propiciar el consenso.

Como ya dije, Cuba no pretende en esta Cumbre ventajas nacionales ni provecho propio; aspira a cumplir con altura y respeto su papel de anfitrión.

El Canciller de Nicaragua —el vocero lo dijo y yo también—, será bienvenido en Cuba en su condición de canciller de un país iberoamericano, y recibirá el tratamiento adecuado a su investidura y responsabilidad. Esa es nuestra posición.

También lo es que nosotros sabemos que el presidente Alemán está muy ocupado, porque el presidente Alemán, si no prolongó su luna de miel, que debía concluir ayer, creo que en Italia, deberá estar ahora enfrentando las numerosas quejas y el estado prácticamente de rebeldía en que se encuentra la población nicaragüense por lo que considera corrupción en el gobierno, desatención a los problemas que dejó el huracán Mitch en Nicaragua al cabo de un año. Me imagino que esté también ocupado en sus estrechas relaciones con la Fundación Nacional Cubano Americana y el resto de las organizaciones terroristas cubanas. Como ustedes saben, en Puerto Rico él se declaró uno más de ellos. Y me imagino también que esté preparando su defensa ante las acusaciones de que realizó negocios turbios con la compañía telefónica nicaragüense en complicidad con la familia Mas Canosa y otros diversos asuntos de los cuales se le acusa. Por eso me imagino que no es fácil, en medio de todo eso, intentar venir a Cuba.

El Canciller de Nicaragua será bienvenido y tratado en Cuba con respeto, y tendrá las garantías y el tratamiento adecuado que todos los demás cancilleres tendrán en La Habana. Es lo que puedo decir, y el canciller Montealegre lo sabe, porque él nos conoce muy bien.

Andrew Cawthorne (REUTERS).- Buenos días, Ministro. Quisiera saber si usted tiene una respuesta, un comentario, una evaluación de los comentarios hechos por el presidente norteamericano, Bill Clinton, el viernes. Creo que dijo, más o menos, que está dispuesto, en principio, a considerar cambiar las sanciones económicas dadas ciertas condiciones. Quisiera saber si usted tiene una respuesta.

Felipe Pérez.- El Presidente de Estados Unidos conoce muy, pero que muy bien la verdad sobre aquellos hechos a los que aludió cuando dijo que cada vez que él intentaba hacer algo hacia Cuba, Cuba derribaba aviones y cometía actos en los que parecía que intentaba ir en la dirección contraria a la que él quería.

Puedo decir que el Presidente conoce muy, pero que muy bien la verdad sobre todo aquello, y el Presidente conoce bien —y además del Presidente algunos otros—, que él no está diciendo la verdad.

Frida Ghitis (CNN).- Señor Ministro, dos preguntas.

Quería preguntarle en torno a esta demanda que se mencionó que se va a presentar próximamente contra Estados Unidos por más de 100 000 millones de dólares. ¿Ante qué organismo se va a presentar? ¿Qué espera obtener como resultado de eso? ¿Usted espera que Estados Unidos pague 100 000 millones de dólares o más? O si no lo espera, ¿qué cree que podrán obtener de eso?

La segunda pregunta es: Me parece que el viernes en las declaraciones del Presidente Clinton, él dijo una vez más que el gobierno de Cuba está utilizando el embargo, o el bloqueo, como lo puedan llamar, como una excusa para los problemas económicos que son causados por otras razones. ¿Usted puede responder a eso?

Felipe Pérez.- Sí, puedo. Si el presidente Clinton considera que el gobierno de Cuba usa el bloqueo como una excusa, ¿por qué el presidente Clinton no le quita una excusa al gobierno de Cuba y levanta el bloqueo? Con eso resolvería el problema de que el gobierno de Cuba no siga usando el bloqueo como excusa.

Sobre la segunda pregunta, no tengo los detalles en este momento de lo que hemos acabado de anunciar, pero sí puedo decir que nosotros consideramos que el gobierno norteamericano debe, en algún momento, aceptar la legitimidad de un tribunal cubano a oír las demandas que ha oído y las que deberá seguir oyendo. Si el gobierno de Estados Unidos cree más que eso, el gobierno de Estados Unidos cree que la Ley Helms-Burton no viola el derecho internacional, esto otro, comparado con aquello, es apenas un detalle, y, por lo tanto, nosotros creemos que sí, que el gobierno norteamericano ha de aceptar que un tribunal legítimamente constituido ha fallado en su contra, y debe ser tan respetada y tan válida una decisión de un tribunal cubano como la de un tribunal de la Florida, por ejemplo, que condena al gobierno de Cuba, o una corte de Nueva York que le da la razón a una compañía norteamericana. ¿Por qué no habría de ser igual en el caso de Cuba? Las armas nucleares no tienen nada que ver con el derecho internacional, y el tenerlas o no, no debiera dar mayores derechos.

Aurelio Pedroso (El Economista, España).- Sí, Ministro, un alto cargo de la Fundación Cubano Americana ha dicho hoy que la Cumbre sería saboteada. ¿Usted tiene elementos, tiene evidencias en ese sentido?

Felipe Pérez.- Aurelio, tenemos pruebas y tenemos fuertes evidencias de que desde Estados Unidos se está haciendo todo lo posible para sabotear e impedir el desarrollo normal de la Cumbre. Fue denunciado ampliamente por Fidel, fue corroborado por el vocero de nuestra Cancillería y es corroborado por mí aquí hoy.

No han cesado, y no solo eso, sino que se han multiplicado los planes y los intentos desesperados de tratar de que la Cumbre no sea un éxito, en una obcecada obstinación de impedir que lo que han decidido los países iberoamericanos se haga. Y sobre eso y sobre los planes de flotillas, de vuelos en las cercanías de Cuba y de todos esos planes anunciados, de todas esas provocaciones, que parten del territorio norteamericano, y el gobierno norteamericano lo sabe muy bien y sabe su deber en impedir que estos grupos extremistas lleven adelante sus planes, hay que decir que nosotros tomaremos las medidas necesarias y adecuadas para impedir esos planes. Pero sí, hay planes, hay continuas provocaciones y hay un intento desesperado por tratar de obstaculizar el desarrollo de la cumbre en La Habana.

Homero Campa (Proceso, México).- Ministro, el viernes 5 el presidente de México, Ernesto Zedillo, recibió en Los Pinos a Carlos Alberto Montaner, un dirigente del exilio cubano anticastrista, y, según el propio Montaner, abordaron o tocaron temas de la Cumbre Iberoamericana.

Considerando que México ha tenido una relación de amistad histórica con Cuba, quiero preguntarle qué opinión le merece este tipo de encuentros en vísperas de la Cumbre, que tocan temas de la Cumbre, considerando que México y Cuba son históricamente amigos.

Felipe Pérez.- Cuba considera que el presidente Zedillo tiene el derecho de reunirse con quien él quiera. Cuba, por otra parte, considera al señor Montaner un hombre al servicio de los intentos de anexionar a Cuba a los Estados Unidos.

Enrique López Oliva (Agencia católica ADISTA, de Italia).- Usted acaba de decir que Cuba va a tomar medidas para impedir cualquier obstáculo a la Cumbre.

Nosotros tenemos entendido que la oposición interna está convocando a una serie de reuniones, viernes, sábado y domingo, a un encuentro de organizaciones no gubernamentales independientes, y un encuentro nacional de campesinos y cooperativistas independientes en Matanzas. Este anuncio de usted de que van a tomar medidas para impedir todo lo que obstaculiza la Cumbre, ¿significará que estas actividades de grupos de oposición van a ser impedidas, suspendidas por las autoridades?

Felipe Pérez.- No conozco los planes a los que usted alude, y no conozco siquiera sus posibles autores, como no los conoce, por supuesto, la mayoría de nuestro pueblo. Lo que debo subrayar es la declaración del vocero de nuestra Cancillería de que el que viole la Ley en Cuba debe sufrir las consecuencias de su actuar ilegal.

Vicent Sanclemente (TVE).- Usted ha reiterado varias veces que los distintos mandatarios serían recibidos con respeto, con cariño, todos los mandatarios, también los Reyes de España. ¿Con eso quiere decir que se va a convocar oficialmente a que haya recibimientos multitudinarios, a que haya paseos multitudinarios?

Felipe Pérez.- No. El programa de la Cumbre es muy apretado. Los mandatarios tienen intensas jornadas de trabajo, y ellos recibirán, espontáneamente, cuando estén en la ciudad, las muestras y los testimonios de respeto, admiración y cariño de nuestro pueblo.

No están previstas convocatorias oficiales, y están previstas, además, ceremonias muy rápidas; desde el punto de vista protocolar, muy sencillas. Sí tendrán oportunidad, por ejemplo, de reunirse con los 2 000 alumnos de 18 países de América Latina que en este momento estudian medicina en la Escuela Latinoamericana de Medicina de La Habana. Asistirán al acto de inauguración de esta escuela que Cuba ha organizado hace apenas un año y en la cual están estudiando en este momento 2 000 jóvenes de 18 países de América Latina. Ellos podrán estar allí, y el resto serán los contactos que hagan con nuestro pueblo en las calles y en los diferentes lugares.

Patricia Grogg (IPS).- El presidente Clinton también dejó entrever la posibilidad de un levantamiento de las sanciones en cuanto a alimentos y medicinas. Yo quisiera saber si Cuba aceptaría un levantamiento parcial del bloqueo.

Felipe Pérez.- El presidente Clinton empleó, para referirse a ese asunto, un lenguaje ininteligible que más o menos dice que estaría dispuesto a considerar un plan en el mismo sentido de la Enmienda Ashcroft en medio de unas condiciones favorables que lo permitieran, algo así.

Como usted sabe, no es fácil adivinar a veces lo que se quiere decir; pero nuestra opinión es que si eso se refiere a la Enmienda Ashcroft, la Enmienda Ashcroft que fue aprobada en el Senado de Estados Unidos por 70 votos contra 28, y hubiera sido una enmienda incorporada a la ley de los presupuestos de la agricultura si el pequeño grupo aliado de Helms y de la extrema derecha cubana, y Lincoln Díaz-Balart, Ileana Ros-Lehtinen y ese pequeño grupito no se las hubiera agenciado para impedir lo que el propio senador Ashcroft llamó un secuestro de la democracia en el Congreso aquel día, que el Comité de Conferencias creado considerara aquella enmienda, si eso no hubiera ocurrido, hubiera sido incorporado a aquella ley la Enmienda Ashcroft que planteaba simple y llanamente que se podía vender alimentos y medicinas a cualquier país, incluido Cuba, y que las medicinas y los alimentos no podían constituir mecanismos de presión y de sanciones.

Así de simple, que es lo que pide la opinión pública norteamericana y todas las compañías productoras de alimentos, y es lo que el Presidente debería considerar; no hablar de planes, condiciones adecuadas que vayan en la dirección y galimatías de ese tipo.

Hay que decir una cosa: El levantamiento de la prohibición de venderle a Cuba alimentos y medicinas no es nada dentro del esquema de las complejas y estrictas regulaciones del bloqueo, porque si no se permite que los barcos puedan tocar puertos norteamericanos cuando tocan puerto cubano, si no existen conexiones marítimas no se puede comerciar, por Internet no se puede mandar el arroz de Texas a Cuba.

Se requeriría utilizar el transporte marítimo, se requeriría autorizar el comercio y las demás actividades.

Cuba, sin acceso al principal mercado del mundo, a los turistas norteamericanos, ¿de dónde tendrá ingresos para comprar los alimentos y las medicinas? Habría que autorizar la actividad económica y financiera normal entre los dos países, total y simplemente. Aceptar que el bloqueo es una aberración, que el bloqueo es muestra de una política que no respeta los intereses de la mayoría del pueblo norteamericano a la que hace padecer en virtud de la política que intente poner un pequeño grupo de presión. Aceptar esa realidad, y es lo que esperamos del gobierno norteamericano, y es lo que planteaba la Enmienda Ashcroft en materia de alimentos y medicinas. Aceptar la realidad, sin nada a cambio; no hay nada que esperar a cambio.

Hay que levantar el bloqueo, y hay que respetar el derecho de los norteamericanos a viajar a donde quieran, y hay que reconocer que el único país del mundo al que Estados Unidos les ha prohibido vender alimentos y medicinas hoy es a Cuba. Después de las autorizaciones recientes de vender alimentos y medicinas a Corea Democrática, a Iraq, a Sudán y a algunos otros países que fueron recientemente autorizados, Cuba es el único país del mundo al que Estados Unidos no le puede vender alimentos y medicinas.

Hay que aceptar eso, hay que aceptar que esa es una política que no tiene prestigio, que le crea problemas a Estados Unidos, que hace que sus aliados estén a punto de irse a la Organización Mundial del Comercio a presentar un panel, que crea fricciones a Estados Unidos, que permite que hoy, ahora al mediodía, el representante norteamericano, al que vi por TV cabizbajo ahí, sentado en su puesto, en el triste papel de recibir un knock-out por la Asamblea General de las Naciones Unidas, pasar esa vergüenza, tener que irse ahora por el pasillo solo, mientras viene todo el mundo al escaño de Cuba a felicitarnos y a darnos su apoyo, sus muestras de aliento.

Hay que reconocer que eso le crea a Estados Unidos un problema de imagen, a la principal potencia mundial, y les crea un problema a los ciudadanos norteamericanos; hay que aceptar eso, y es lo que esperamos que el Presidente y el ejecutivo acepten, como ya lo aceptan la mayoría de los miembros del Senado, un número apreciable de los congresistas y toda la opinión pública norteamericana, puesto que no pasa un día en que el Presidente abra el periódico y no vea un editorial pidiendo que la política cambie, que la política reconozca la realidad de que esos pequeños grupos, poderosos, que apoyan el bloqueo y apoyan los planes de sabotaje y atentados contra Cuba, han perdido esta guerra. Pasaron 40 años y nosotros estamos aquí y cada día vamos a estar mejor, hay que aceptar eso.

Tenemos el apoyo y la unidad de nuestro pueblo, y mantenemos nuestra convicción de defender nuestra independencia. Hay que aceptar esa realidad, hay que aceptar que somos distintos y que no hemos podido ser barridos de aquí; hay que aceptar que somos vecinos a 90 millas, y hay que aceptar la realidad de que Estados Unidos se ha arreglado con otros países.

Estados Unidos ha ido en la dirección de normalizar sus relaciones con Viet Nam, país al que agredió injustamente y al que provocó 4 millones de muertos con bombardeos, con napalm y con el uso de todo armamento, y, sin embargo, Estados Unidos ha reconocido la realidad y ha habido un proceso de normalización de sus relaciones con Viet Nam. ¿Por qué no con Cuba? El Presidente debería explicar esa pregunta, y el gobierno norteamericano debería explicar esa pregunta y explicársela a la opinión pública norteamericana; explicarle que el Pentágono ha dicho que Cuba no es una amenaza militar para Estados Unidos, que el general McCaffrey acaba de decir que no hay evidencias de que Cuba sea un Estado narcotraficante, como intenta hacer aprobar el congresista Dan Burton. Debería aceptar la realidad, dicha por el general McCaffrey, que sería útil para Estados Unidos una colaboración con Cuba en el terreno de la lucha antinarcóticos, de la que sería Estados Unidos el principal beneficiario.

Habría que aceptar esas realidades y aceptar la realidad de que hay que respetar el derecho de los cubanos a ser independientes y libres, y a construir aquí un país según nos parezca a nosotros, y que tenemos derecho a equivocarnos cuando nos equivoquemos y a rectificar lo que creamos, como lo hizo Estados Unidos en su historia y lo han hecho los demás países. Hay que aceptar eso, esa es la realidad, y no andar en planes a cambio de nada. Aquí no hay nada a cambio, hay que salirse de las manos del pequeño grupo que hoy tiene al gobierno norteamericano de rehén; salirse y expresar una política realmente madura, la que corresponde esperar de un gran país como Estados Unidos, y una política en la línea de los intereses norteamericanos, de su pueblo y de su opinión pública, y no la de un pequeño grupo que actúa allí en un municipio al sur de Estados Unidos.

Moderador.- Muchas gracias, Ministro. Muchas gracias a todos.

Felipe Pérez.- Gracias.