AVENTURA CONTRARREVOLUCIONARIA DEL GOBIERNO DE POLONIA EN CUBA

 

La presentación del infame proyecto de acuerdo contra Cuba en Ginebra elaborado por el Departamento de Estado no fue sólo obra del gobierno títere y lacayuno de la República Checa; otro miembro de la OTAN, ex socialista y sometido a Estados Unidos, el gobierno de Polonia, fue también coautor del proyecto y cómplice de la artera maniobra.

Nuestra prensa no prestó particular atención a este satélite, porque los peores antecedentes correspondían a los funcionarios checos, cuya sede diplomática en La Habana llevaba 10 años conspirando y haciendo el papel de Celestina al servicio directo de la Oficina de Intereses de Estados Unidos. Los zorros del Ministerio de Relaciones Exteriores de Polonia se consideraron demasiado listos o demasiado importantes como para sentirse libres de toda crítica. Tal vez pensaron incluso que estaban amnistiados.

El pérfido engendro de Ginebra fue aprobado el martes 18 de abril. Catorce días más tarde, el 2 de mayo, arribó a La Habana el senador polaco Zbigniew Romaszewski, Presidente de la Comisión de Derechos Humanos y Legalidades del Senado de Polonia, acompañado por el ciudadano polaco Piotr Kielanows. El propósito público y declarado de la visita a Cuba de estos dos señores era concertar un proyecto de colaboración científico-técnica entre los dos países.

Previamente, el 27 de abril, habían arribado las ciudadanas polacas Zofía Romaszewska, esposa del senador, y Gabriela Banach Klaanoask, traductora, ambas en calidad de turistas individuales. Los cuatro viajeros se hospedaron en una vivienda particular ubicada en la calle L No. 256, apartamento 501, entre 17 y 19, en el Vedado.

Los días 5, 6 y 7 de mayo, junto con algunos funcionarios diplomáticos de la embajada de Polonia en la Habana, y los cabecillas contrarrevolucionarios Héctor Palacio Ruiz, Oscar Espinosa Chepe y Pedro Pablo Álvarez Ramos, viajaron a la ciudad de Pinar del Río para participar en lo que se calificó como "encuentro de economistas", lo cual se insertaba en la actividad de un grupúsculo contrarrevolucionario que actúa bajo el manto de un supuesto "Centro de Formación Cívico-Religiosa", creado por el laico católico Dagoberto Valdés Hernández, un calumniador sistemático y enemigo acérrimo del proceso revolucionario, quien pretende amparar sus acciones encubiertas en el respeto, las consideraciones y las facilidades que la Revolución brinda a las actividades religiosas de la Iglesia Católica, al igual que lo hace con las demás instituciones cristianas, la judía y los cultos cubanos de origen africano o de cualquier otro carácter religioso establecidos en nuestro país.

En el marco del mencionado encuentro "de carácter económico", el senador polaco Zbigniew Romaszewski impartió el 5 de mayo una conferencia titulada "Cultura y Globalización", en la que disertó sobre la desaparición del socialismo en Polonia y los métodos de lucha empleados por la oposición polaca, incluidos los de carácter clandestino.

Al día siguiente, 6 de mayo, el senador y otros funcionarios polacos sostuvieron un encuentro de tres horas con el obispo José Siro González Bacallao, titular de la diócesis católica de Pinar del Río. ¿De qué hablaron durante tan prolongada entrevista? Nadie lo sabe. Posteriormente, en unión del prelado, se reunieron con los elementos contrarrevolucionarios mencionados.

El 7 de mayo, ya en La Habana de regreso, Zofía Romaszewska y Gabriela Banach Klaanoask visitaron la vivienda del recluso contrarrevolucionario Oscar Elías Biscet, agente probado de la Fundación Nacional Cubano-Americana, quien es conocido por numerosas provocaciones, entre ellas un ayuno junto a otras personas, muy publicitado por las agencias internacionales de prensa, que según se pudo conocer y comprobar se caracterizó por el consumo diario de más de cuatro mil calorías per cápita en carbohidratos y proteínas.

La esposa de Biscet, muy activa también en las truculentas acciones de éste, recibió invitación del ilustre senador para participar en un concierto que tendría lugar ese mismo día en la iglesia de San Juan de Letrán, ubicada en la calle 19 entre I y J, Vedado.

Al término del concierto, fue invitada por el senador a visitar una exposición de carteles y pinturas sobre temas relacionados con los reclusos de conciencia en el mundo, montada en una de las salas del templo.

Como se conoce, los que en Cuba cometen acciones contra la Revolución, incluidas conspiración, difamación, sabotaje, terrorismo o traición al servicio de la política de Estados Unidos, son calificados por los enemigos de nuestro país como presos de conciencia.

Las piezas en exhibición pretendían ofrecer una retrospectiva del proceso político de posguerra en Polonia, con énfasis en una visión negativa del papel desempeñado por los comunistas polacos, el surgimiento y desarrollo del Sindicato Solidaridad, el papel de éste en el derrocamiento del socialismo en Polonia y el apoyo brindado por la Iglesia Católica polaca para lograr ese fin. La exposición había sido promovida por el consejero político-cultural y de prensa de la embajada polaca, Krzysztof Jacek Hinz. La inauguración de la exposición contó con la presencia selecta de varios miembros del cuerpo diplomático acreditado en La Habana, entre ellos funcionarios de las sedes de las embajadas de la República Checa, Eslovaquia, Rumania, Bulgaria y Ucrania, todos ex miembros del campo socialista o de la URSS; Holanda y España, de Europa Occidental, y otros.

Entre los participantes estaba también el director del mencionado "Centro de Formación Cívico-Religiosa", Dagoberto Valdés, quien viajó desde Pinar del Río.

En dicha exposición, el senador polaco entregó a la esposa de Biscet un sobre que contenía una cantidad indeterminada de dinero en dólares. Tanto él como sus acompañantes le solicitaron información sobre actividades contrarrevolucionarias en Cuba, acordaron contactos periódicos en la sede diplomática de Polonia y versallescamente le comunicaron que el concierto había sido organizado en honor de ella y de su esposo.

En la noche de ese mismo día 7, el senador Romaszewski y sus tres acompañantes asistieron a la residencia del consejero de la embajada de Polonia para un encuentro con un grupo de elementos contrarrevolucionarios, entre los que se contaron Osvaldo Alfonso Valdés, Nery Gorostiza Campoalegre, Héctor Palacio Ruiz y Gisela Delgado Sablón.

El consejero polaco, anfitrión del encuentro, dio la palabra al senador. Este narró sus experiencias como miembro del Sindicato Solidaridad en el trabajo desarrollado para lograr el colapso del régimen socialista en Polonia, a pesar de agrupar a pocos opositores y representar una minoría. Expresó que teniendo en cuenta la actual situación internacional y lo que calificó de auge alcanzado por la contrarrevolución interna en Cuba, a la Revolución Cubana le quedaban a lo sumo cinco años en el poder; que esa era la razón por la cual Fidel ha enardecido últimamente a las masas. Ello, dijo, pudiera resultar peligroso pues cabía la posibilidad de que el pueblo se virara en su contra o por el contrario arremetiera con violencia contra los opositores. Puede apreciarse que el senador polaco no perdía un minuto en el "proyecto de colaboración científico-técnica", augurando de paso la reacción popular contra determinadas provocaciones, o la aplicación rigurosa de las leyes revolucionarias, que es en el fondo lo que con cierta lógica están buscando para alimentar las rabiosas campañas del imperialismo y sus aliados contra Cuba.

Como nota curiosa, se pudo percibir entre los miembros de los grupúsculos rencor y frustración con la mafia de Miami. Al preguntarles el senador su opinión sobre el papel del exilio, respondieron que aquéllos aspiran a asumir el protagonismo e imponerles condiciones a los que por estar presentes en Cuba debían tener más derechos en el futuro; añadiendo que los cabecillas del exilio a veces se comportan como "histéricos y descontrolados"; que "lejos de ganar, siempre pierden con Fidel".

Al solicitarles el senador su opinión sobre los efectos del bloqueo, se evidenció la nueva línea táctica preconizada por algunos elementos contrarrevolucionarios: oponerse al bloqueo porque "sirve para encubrir los problemas reales del país bajo el régimen socialista".

El senador polaco se interesó también por conocer cómo se comportaba la "represión contra la disidencia". En esto hubo contradicciones entre sus interlocutores: unos dijeron que había flexibilidad, otros afirmaron que se había recrudecido más que nunca y que la cifra de detenciones y presos políticos se había triplicado. Finalmente, el ilustre y sabio senador polaco sentenció: el sistema cubano constituye una dictadura, se está viviendo en Cuba un proceso similar a lo ocurrido en los antiguos países socialistas europeos. Aconsejó a los contrarrevolucionarios presentes, en consecuencia, que se prepararan para asumir la alta responsabilidad de gobernar el país. Aseguró también que el sistema de Cuba derivaría necesariamente hacia la corrupción, tal como ocurrió en su país, donde los antiguos dirigentes que habían acumulado las mayores cantidades de dinero lo compraron todo al producirse el cambio.

Terminada la reunión, los visitantes polacos recibieron once documentos que les entregaron sus interlocutores. Fue el momento culminante de la misión clandestina del senador polaco Zbigniew Romaszewski en Cuba.

Zofía Romaszewska y Gabriela Banach Klaanoask abandonaron el territorio cubano el 9 de mayo. Al día siguiente se marcharon muy clandestinamente, de modo tal que nadie supo lo que hicieron en Cuba, el senador Zbigniew Romaszewski y Piotr Kielanows.

Durante la estancia de los conspiradores polacos, en sus largas horas de contactos con los conspiradores del patio, no se habló una sola palabra sobre el secuestro del niño cubano Elián González, ni de la heroica y ejemplar lucha de nuestro pueblo para que sea devuelto con su familia a Cuba.

Ofende pensar que la misteriosa delegación arribó a nuestro país 24 horas después de lo que constituyó la más grandiosa conmemoración del Día Internacional de los Trabajadores, en que la ciudad entera se volcó en la Plaza de la Revolución y marchó por las calles hasta la Tribuna Antimperialista "José Martí", frente a la Oficina de Intereses de los Estados Unidos en Cuba.

Se puede apreciar que en los alucinantes diálogos de los enviados polacos con los mercenarios y traidores a su patria se sueña todavía con la destrucción de la Revolución Cubana. Le anuncian breves años de plazo. Olvidan que llevan más de cuatro décadas haciendo pronósticos parecidos; que la más poderosa potencia de la tierra se ha estrellado contra la firmeza y tenacidad de un pueblo que ha escrito ya páginas imborrables de historia, que es hoy más consciente, más experimentado y más organizado que nunca. Hacen comparaciones que mueven a risa entre los procesos políticos de Cuba y de Polonia, entre la verdad y la parodia, entre lo heroico y lo ridículo. No pueden creer que sean posibles la honradez y la fidelidad a los principios; y al hablar del "gran cambio", de la "gran democracia" que han creado en Polonia, tienen que admitir que allí, como en la República Checa, lo que ocurrió fue la confiscación de los bienes de la nación para pasar a convertirse en propiedad privada de oportunistas, traidores y amigotes. Los cantos de sirena del imperialismo y los sueños insanos de vivir en sociedades de consumo al estilo occidental, que son insostenibles e incompatibles con el destino de la humanidad, fueron venenos mortíferos para quienes no estaban debidamente preparados para defenderse política e ideológicamente. Todo lo que el imperialismo pudo contra el conjunto más fuerte y poderoso de los países socialistas no lo pudo en cambio contra la pequeña isla situada sólo a 90 millas de sus costas, ni siquiera cuando quedamos solos y doblemente bloqueados.

A nuestra patria le cabe el honor de haber demostrado el valor de las ideas y la fuerza invencible que una sociedad justa y verdaderamente humana puede generar. La colosal batalla que nuestro pueblo libra hoy lo está demostrando.

Lástima producen las conductas de gobiernos a los que sólo se conoce hoy en el mundo por su triste papel de ocupar los primeros lugares como lacayos de un imperio más decadente cuanto más poderoso parece. Seguiremos monitoreando las fechorías de sus emisarios que vengan a Cuba como "promotores de la cooperación científico-técnica", o "esmerados funcionarios diplomáticos" cuya tarea se supone sea la de cooperar con el desarrollo de la amistad con nuestro país. A ellos los entrena hoy el Departamento de Estado o la CIA, cuyos historiales de errores y horrores son insuperables. A nosotros nos han entrenado 41 años de Revolución victoriosa. Los frutos están a la vista: un pueblo más unido, más profundamente patriótico e internacionalista y una Revolución más fuerte e invencible que nunca. Todo lo que hicieron durante muchos años tanto en Miami como en Cuba para promover la contrarrevolución, después de la guerra sucia, la invasión mercenaria de Girón, la amenaza de guerra nuclear y el bloqueo genocida, ha quedado destruido. Ahora no se escuchan más que los gritos sueltos de los pedazos dispersos de la mafia cubano-americana, ni se aprecia otra cosa que la ansiedad de los que desde el exterior promueven y pagan dentro de Cuba, por diversas vías y de variadas formas, a un número de contrarrevolucionarios que viven de ese triste oficio, y de los que esperan ahora más que nunca que chillen y provoquen para evitar su total desmoralización y demostrar que existen. Tendría que nacer otra vez Reagan y crear una nueva Fundación, y los tiempos han cambiado mucho. El mundo es cada vez más ingobernable; la mentira y la demagogia no sirven ya de nada, están desgastadas. El futuro pertenece a la verdad, a la rebeldía universal, a la lucha globalizada por la justicia y la supervivencia. Hasta las armas nucleares están de más. Las verdaderas defensas estratégicas de los pueblos son los misiles morales, indetectables e indestructibles.

La OTAN y sus nuevas concepciones estratégicas son anacrónicas; la mayoría de las propias potencias ricas y explotadoras del mundo están en contradicción con el hegemonismo unilateral. El sistema económico y político que las sustenta, tan apologetizado, aparte de los crímenes cometidos contra los pueblos a lo largo de siglos, no puede asegurar paz y desarrollo sostenible al mundo, ni a sus propios ciudadanos protección alguna contra un elevado y creciente desempleo, ni plena seguridad económica y social. Marcharán temblorosamente de crisis en crisis. Viven a plazos, esclavos de leyes ciegas que niegan la racionalidad y la inteligencia de la especie humana. Todas las armas y todos los traidores juntos no podrían cambiar el destino del hombre, excepto que nos resignemos a desaparecer. Los cubanos creemos en el hombre, en su capacidad intelectual y moral para vencer aparentes obstáculos insalvables. Es una verdad que se ha ganado el derecho a proclamar un pueblo inteligente, instruido, heroico y políticamente culto, que marcha por el único camino correcto por el cual los satélites y los incapaces de pensar por sí mismos no podrán jamás marchar y estarán definitivamente perdidos.

La continuidad de la línea de conducta que hemos seguido desde el Primero de Enero de 1959 es garantía plena y total, para las presentes y venideras generaciones de cubanos, de un futuro digno de ser vivido y digno de los sacrificios que hemos hecho. Cuba constituye hoy para la inmensa mayoría pobre y marginada del planeta un ejemplo que no hay fuerza en el mundo capaz de borrar.