OTRA SINIESTRA Y TENEBROSA HISTORIA

La conducta de las autoridades de Estados Unidos se vuelve cada vez más taimada y turbia en relación con la Ley asesina de Ajuste Cubano. Se niegan a ofrecer noticia alguna respecto a ciudadanos cubanos que, arrastrados por ese monstruoso engendro, pierden la vida, sufren accidentes, son secuestrados o desaparecen sin dejar rastro. No se conoce todavía una sola palabra sobre la niña trasladada inconsciente a un hospital de la Florida, después de varios días de sed y hambre en un islote de las Bahamas junto a otros 36 ciudadanos que fueron abandonados allí por contrabandistas de personas, ni tampoco de la mujer embarazada trasladada a tierra en delicado estado de salud, hechos que fueron informados hace algunas semanas.

Como regla, en todas esas criminales aventuras son involucrados no pocos niños. Se los llevan ilegalmente siempre, a veces uno solo de sus progenitores sin que quede constancia alguna del consentimiento del otro, ni la posibilidad de que un juez de la corrompida administración de justicia de Miami, acepte cualquier reclamación. Es una diabólica política de ocultamiento total de información y de datos, de constante desprecio y violación de las leyes cubanas, de incumplimientos flagrantes de los acuerdos migratorios suscritos entre ambos países. Cada vez con mayor frecuencia y descaro, lanchas rápidas procedentes de Estados Unidos parten impunemente hacia un punto de nuestras extensas costas, conveniado de antemano, para recoger un cargamento humano al precio de miles de dólares por cabeza.

Si meses atrás alguna información llegaba por cable, ahora los rígidos controles de la información impuestos en los últimos tiempos por las autoridades de ese país, reducen al mínimo las noticias pertinentes. Sólo por casualidad los cables traen noticias cuando suceden hechos escandalosos o dramáticos difíciles de ocultar. Temen cada vez más el látigo de las denuncias de Cuba y la justa indignación de nuestro pueblo.

En días recientes ha ocurrido un suceso extraño, que se ha venido conociendo a cuentagotas por noticias dispersas que aportan los cables.

El jueves 10 de agosto un cable de AP procedente de Miami informó:

"Las autoridades recuperaron hoy el cadáver en descomposición de un hispano en el Atlántico, y dijeron que otro cadáver fue arrastrado por un tiburón en una zona comúnmente utilizada por cubanos que tratan de llegar en balsas a los Estados Unidos.

"Varios pescadores informaron a la guardia costera que habían visto los cadáveres a unos 30 kilómetros de los cayos de la Florida, dijo Vicki Neblock, del servicio de guardacostas.

"Uno de ellos fue atacado por un tiburón que se lo llevó a la profundidad, dijo Becky Herrin, portavoz del departamento policial del condado de Monroe.

"'El testigo vio cómo un tiburón se apoderaba de uno de los cadáveres y se lo llevaba bajo la superficie', dijo Herrin.

"No hubo conjeturas inmediatas sobre cómo los cadáveres llegaron al agua. 'No hallamos rastro alguno de embarcación en el lugar', dijo Herrin."

El viernes 11 de agosto un cable de la agencia EFE de la misma procedencia comunica:

"El servicio de guardacostas de Estados Unidos ha suspendido la búsqueda de dos cuerpos presuntamente avistados frente a las costas de Cayo Hueso, después de recuperar los restos de lo que podrían ser dos balseros cubanos.

[...]

"Los cadáveres recuperados, ambos descompuestos y mordidos por tiburón, fueron trasladados a la oficina de médicos forenses del condado de Miami-Dade, donde se tenían programadas las respectivas autopsias.

"Uno de los cuerpos que estaba mutilado pertenece al de un hispano que calzaba zapatos deportivos de una marca fabricada en China y vendidos en Cuba, según informaron los guardacostas a la prensa local."

Transcurrieron después cuatro días sin noticia alguna, ni pública ni por vía oficial, hasta que el martes 15 la agencia EFE informa:

"Los restos humanos hallados flotando frente de Cayo Hueso (Florida) son los de dos hermanos cubanos que intentaban alcanzar clandestinamente las costas de Estados Unidos, confirmó hoy la policía.

"Los cadáveres, descubiertos la semana pasada en avanzado estado de descomposición y con dentelladas de tiburón, son de Juan Carlos, de 23 años, y Alexander Rodríguez Bueno, de 20, informó un portavoz de la oficina del alguacil del condado de Monroe."

Ese mismo día un cable de la AP expresa:

"Se confirmó que dos cadáveres hallados la semana pasada en los cayos de la Florida eran dos hermanos cubanos que trataron de llegar a Estados Unidos en una embarcación.

"El cadáver mordido por tiburones de Juan Carlos Rodríguez Bueno, de 23 años, fue identificado por familiares suyos de la zona de Miami, dijo la policía.

"El servicio de guardacostas no pudo recuperar el otro cadáver porque fue sumergido por un tiburón. Sin embargo se cree que se trata de Alex Rodríguez Bueno, de 20 años."

A la vez, la agencia ANSA comunicó lo siguiente:

"Los dos 'balseros' cuyos cuerpos fueron despedazados por tiburones, y cuyos restos aparecieron la semana pasada en las costas de Florida, eran dos jóvenes hermanos cubanos que intentaban ingresar ilegalmente a Estados Unidos.

"Así lo anunció el sheriff del condado de Monroe, después de que Carlos Rodríguez reconociera a través de una fotografía el cuerpo de su hijo, Juan Carlos Rodríguez Bueno, de 23 años.

"El padre logró identificar los restos de su hijo gracias a parte de la dentadura y a la presencia de un arete en la oreja izquierda.

"El otro cuerpo no pudo ser rescatado porque los tiburones lo arrastraron mar adentro antes de que los agentes de la guardia costera pudieran recogerlo."

Ese mismo día 15 el Nuevo Herald publicó entre otras cosas que un hermano de los fallecidos, Omar Rodríguez, residente en Hialeah, dijo: "'El dolor es muy grande, porque hace 22 años perdí a mi hermano Carlos [de 17 años] de la misma manera... no me quedan ya hermanos en Cuba'.

[...]

"El drama familiar conmovió a la comunidad cubana de Miami, que de inmediato ofreció su cooperación a los Rodríguez.

"El cadáver de Juan Carlos Rodríguez será expuesto hoy a partir de las 7:00 p.m. en la funeraria Graceland. El sepelio se efectuará el miércoles a las 11 a.m., en el mausoleo cubano de Radio Mambí.

"Armando Gutiérrez [el vocero de la parentela en el caso de Elián], presidente de la firma Creative Ideas, el abogado Manny Díaz [uno de los abogados del secuestrador Lázaro González], Radio Mambí y la Fundación 'Humanismo sin fronteras' han ofrecido su contribución para los servicios fúnebres."

Como puede apreciarse, la mafia cubano-americana de Miami, defensora a todo trance de la Ley asesina, se apoderó inmediatamente del cadáver mutilado de una de las muchas víctimas de la criminal Ley para medrar a su gusto en el pantano de la politiquería y demostrar cuán piadosos son sus sentimientos.

Noticias procedentes de Miami hablan de dos sobrevivientes hospitalizados en la Florida, los cuales mencionan la muerte de 10 cubanos en una operación de contrabando de inmigrantes. Rueda la hipótesis de que la lancha rápida en que viajaban chocó con una embarcación de las autoridades norteamericanas o tuvo un accidente similar con otra nave.

Se conoce por las investigaciones realizadas en Cuba que ambos jóvenes residían en la ciudad de Colón, provincia de Matanzas. No se les conoce antecedentes penales. El padre se encontraba de visita temporal en Miami, donde reside un hijo que arribó a Estados Unidos hace 20 años, y otro llamado Eduardo, que lo hizo de forma ilegal por Villa Clara, en 1998, ambos acogidos a la Ley de Ajuste Cubano. El primero participó en la organización del viaje de contrabando donde iban los dos hermanos que sufrieron tan dramática muerte.

Subsiste el misterio de lo que realmente ocurrió. Es imposible que los dos jóvenes hayan viajado solos. En tales contrabandos las embarcaciones van repletas, suelen participar más de 10 personas, a veces más de 15 o 20. Las autoridades norteamericanas conocen exactamente lo ocurrido, pero no han dicho una sola palabra ni a las autoridades cubanas ni a la prensa.

Por qué no explican cómo y por qué causas estos dos jóvenes fueron despedazados y devorados por los tiburones en las proximidades de las costas de Estados Unidos?

¿Hay o no sobrevivientes?

¿Eran los únicos viajeros?

De no ser así, ¿cuántos realmente han muerto? ¿Por qué no dicen toda la verdad?

¿Por qué se niegan a ofrecer a nuestro país y a su propia opinión pública información alguna?

Se trata de otra siniestra y tenebrosa historia de los frutos de la Ley asesina de Ajuste Cubano y de la política criminal y cada vez más insostenible de los gobiernos de Estados Unidos contra Cuba.

 

Editorial publicado en el periódico Granma el 18 de agosto del 2000.