EL COMPORTAMIENTO HEROICO DE LAS ABUELAS DE ELIÁN

 

Ayer ocurrieron hechos que nuestro pueblo y la opinión pública internacional deben conocer.

El día en que las abuelas se reunieron en Washington, a la 1 de la tarde del sábado 22 de enero, con las señoras Janet Reno, Fiscal General de los Estados Unidos, y Doris Meissner, Comisionada del Servicio de Inmigración y Naturalización (INS), les comunicaron sus deseos de ver al niño, solicitando lo trasladasen a Nueva York para tenerlo con ellas aunque fuese algunas horas, antes de que se adoptase por el gobierno de Estados Unidos la decisión definitiva de devolverlo a la familia, conforme al reconocimiento del INS, apoyado por la Fiscal General y el propio Presidente de Estados Unidos, de que la patria potestad correspondía al padre del niño.

Cuando la Fiscal General les explicó que sería imposible trasladar al niño a Nueva York, Mariela, apoyada por Raquel, expresó que ellas no tenían temor alguno y que estaban dispuestas a viajar incluso a la ciudad de Miami para ver al niño, haciendo la salvedad de que jamás lo harían en la casa donde lo tenían secuestrado. Que deseaban verlo a solas, en un lugar tranquilo, y no en medio de un circo.

Les prometieron analizar la solicitud y dar rápida respuesta. Incluso analizaron posibles variantes:

Al día siguiente, domingo 23, les comunicaron que había la posibilidad de ver al nieto en la ciudad de Miami el lunes 24. Que buscaban el sitio adecuado entre varias opciones, advirtiendo que de filtrarse públicamente la información no sería posible el encuentro.

Les informaron que el domingo por la mañana representantes del INS estarían comunicándose con los abogados que presentaron el recurso contra la decisión de la Fiscal General, anulando el fallo de la jueza Rosa Rodríguez, que concedió la custodia al tío-abuelo. Más adelante, con tono optimista expresaron que esperaban respuesta positiva a más tardar la noche de ese día.

Plan concreto presentado a las abuelas por la Fiscal General, y que fue analizado por éstas y los reverendos Robert Edgar, Joan Brown Campbell y Oscar Bolioli, director de Prensa del Consejo Nacional de Iglesias:

  1. Saldrían de Nueva York hacia Miami en avión fletado a las 12 del día el lunes 24. Viajarían las abuelas acompañadas por Edgar, Campbell, Bolioli y Marichal.
  2. El vuelo tardaría tres horas. Probable aterrizaje en Opa-locka, Fort Lauderdale o Homestead, y no en el Aeropuerto Internacional de Miami.
  3. El INS aseguraba la llegada en tiempo al punto de arribo y garantizaría una fuerte protección durante el trayecto hasta el lugar de la reunión con el nieto.
  4. El encuentro sería en un centro de retiro espiritual que, aunque no conocían todavía en su estructura y ubicación exacta, al parecer era un complejo de edificios.
  5. Lázaro González, quien tiene en su poder al niño, entregaría a Elián al INS en una casa de dicho complejo; el INS lo trasladaría a otra casa destinada al encuentro. En la reuniòn participarían las abuelas de Elián y una psicóloga del INS Federal, que sería observadora neutral en el desarrollo de la misma. La presencia o no de la reverenda Campbell estaba aún pendiente de discusión.
  6. En todo caso, Marichal, Edgar, Campbell y Bolioli, estarían en habitación contigua en la misma casa. El encuentro entre las abuelas y el niño duraría dos horas. Era posible que en algún instante podrían estar totalmente solos.
  7. La comisionada Meissner dio garantías de que ningún pariente de Miami estaría en el encuentro ni tampoco en la misma casa.
  8. En principio se previó una conferencia de prensa al concluir el encuentro, que se estimó sería alrededor de las 18 horas.
  9. También se previó una cena después del encuentro, que se interpretó sería con el INS y muy probablemente sin Elián, en un lugar distinto no precisado. Participarían además de las abuelas, Marichal, Edgar, Campbell, Bolioli y el INS. Este garantizaría que tampoco estaría familiar alguno residente en Miami.
  10. Al terminar las abuelas volarían directamente de Miami a La Habana.
  11. El INS dio garantías de que en el lugar del encuentro con Elián no habría prensa ni manifestación.

En horas de la tarde del domingo 23, la comisionada Meissner se comunica telefónicamente con el Consejo de Iglesias y adelanta el criterio de que esperaban que los lejanos parientes no se opondrían al plan, confirmándole que la reacción final de los mismos tal vez no se conocería por la noche como se dijo al principio, sino el lunes por la mañana, reiterando lo que la fiscal Reno había ya señalado con anterioridad de que en caso de solicitarle una reuniòn entre las abuelas y el niño, si Lázaro González se negaba a proceder de acuerdo con el plan previsto, emitiría inmediatamente una orden federal y abriría un expediente de carácter totalmente obligatorio y de ejecución expedita. El INS los obligaría e incluso, en caso de negativa, el encuentro se mantendría de todas formas, muy probablemente el lunes en la tarde.

Aunque el INS y la Fiscalía estaban casi absolutamente seguros de que las personas que tienen en sus manos al niño no podrían rechazar esta propuesta, este plan contenía cuatro grandes riesgos:

a) La casi segura filtración pública por parte de la mafia y las correspondientes e inmediatas maniobras para impedirlo.

b) Que los secuestradores lo rechazaran terminantemente.

c) Que pusieran obstáculos y condiciones tales, que lo hicieran imposible.

d) La idea arbitraria y no justificada de que las abuelas regresaran de inmediato a Cuba.

Desde que ellas llegaron a Nueva York, han estado en constante contacto telefónico con el padre de Elián, la bisabuela y los abuelos, que siguen de cerca, además por la televisión, todos sus pasos en Estados Unidos. Estos conocían cada detalle del plan propuesto a medida que llegaban a Cuba. Ese domingo por la tarde las abuelas consultaron a su famlia cómo proceder: si debían regresar a Cuba después del encuentro, o volver a Washington para reunirse con legisladores, representantes y otras personalidades que les habían sugerido entrevistas, que es lo que ellas deseaban hacer, para continuar luchando por la liberación del niño. En la mañana del propio lunes recibieron una carta firmada por todos sus familiares más cercanos escrita antes de las 12 de la noche del domingo, que en sus partes esenciales decía textualmente:

"Mariela y Raquel:

"De realizarse el viaje a Miami, estimamos que una vez concluidas las actividades deben regresar a Washington.

"Resulta muy importante continuar la batalla allí unos días más. Mañana lunes comienzan las sesiones del Congreso donde se discutirá una resolución para otorgar la ciudadanía de Estados Unidos a Elián, y está pendiente la respuesta sobre la reunión solicitada por congresistas importantes. Es muy útil hablar con ellos y continuar argumentando a favor del regreso de Elián.

"Nosotros estamos bien, contentos y orgullosos de la labor y la valentía de ustedes, y seguiremos comunicándonos por vía telefónica sistemáticamente. Además, las vemos frecuentemente por televisión y se ven muy bien.

"Se alojarían en la residencia de una familia que trabaja en la Sección de Intereses de Cuba en Washington cerca de la oficina. Allí tendrán las comodidades necesarias, las comunicaciones con nosotros, seguridad y garantía legal total.

"Pueden invitar a la Campbell para que las acompañe a ustedes, si ella lo desea.

"Tendrán todo el apoyo de la Misión diplomática de nuestro país.

"No debe por ningún concepto perderse esa oportunidad, ya que de lo contrario obtendrán apenas un 30 por ciento de los frutos del extraordinario viaje y los éxitos alcanzados hasta este momento.

"No permitan en absoluto que las traten de persuadir que lo más conveniente es continuar ese mismo día hacia Cuba.

"Cumplir con los congresistas que han defendido el regreso de Elián y ganar el apoyo del mayor número posible de legisladores es decisivo para que nada pueda impedir el regreso del niño.

[...]

"Aunque nosotros tenemos muchos deseos de verlas y abrazarlas, soportaremos varios días más la ausencia de ustedes.

"Muchos besos,

"Juan Miguel, Juanito, Rolando, Mamá Nena, Tonito, Elianne y Nelsy"

Llegado este punto, debemos añadir que tanto el Secretario General del Consejo Nacional de Iglesias de Cristo, como el INS, habían expresado el criterio de que, después de realizado el supuesto encuentro en Miami, las abuelas viajaran directo de Miami a Cuba.

El lunes se levantaron a las 5:00 a.m. Salieron a las 6. Participaron en varios programas de televisión.

Cuando regresan a la casa, alrededor de las 9 de la mañana, se encuentran la carta de los familiares. Comunicaron telefónicamente su total acuerdo con el contenido de la misma. A las 9:30 de la mañana Edgar las llamó y les reiteró que no creía que el viaje a Washington fuera conveniente. Ellas le respondieron que sí y que estaban decididas a hacerlo.

A esa hora no conocían todavía la respuesta de la mafia de Miami al plan de la Fiscal General y el INS. El avión debía salir apenas dos horas después.

Alrededor de las 11 reciben un mensaje de la Meissner, Comisionada del INS, informando que en Miami no aceptaban el plan propuesto, alegando que sólo las recibirían en casa del tío-abuelo, lugar que como se conoce siempre está rodeado de cámaras y mafiosos. El INS sin embargo insistía en que el viaje debía hacerse de todas formas, porque la Fiscalía General solicitaría a un juez federal una orden judicial para que con carácter obligatorio enviaran el niño al INS en Miami para realizar la reunión con las abuelas en el lugar previsto y de la forma propuesta. Les piden además un contacto con el pérfido tío-abuelo para facilitar las cosas. Las abuelas responden de inmediato a la Comisionada del INS:

"Comisionada Doris Meissner:

"Nuestro objetivo es visitar nuestro nieto y llevarlo con nosotros a su casa, a la casa de su padre y su familia en Cuba. Nosotros iremos a Miami hoy. Nosotros proponemos que veamos a Elián en un lugar neutral y controlado, sin presencia de miembros de la familia. Una conversación entre los miembros de la familia es posible, pero tiene que realizarse en un lugar neutral. Este es un asunto entre adultos, que no puede interferir nuestra visita privada a Elián. Si la familia no puede aceptar esta propuesta, entonces nosotros no tenemos otra elección que solicitar que Janet Reno pida a un juez federal que tome su decisión hoy mismo."

(Firman las dos abuelas)

A las 12 y 47, con gran decisión, despegaron las abuelas hacia la guarida de la mafia, el condado de Dade, la mismísima ciudad de Miami.

Aterrizaron a las 3:30 p.m. en el aeropuerto Tamiami. Allí fue el caos. Nadie los esperaba, con excepción de un funcionario enviado por la oficina cubana en Washington con un celular, al que no permitían entrar para hacer contacto con las abuelas y sus acompañantes. Sólo una hora más tarde estos consiguieron llamar a las oficinas principales del INS en Washington. Allí les pidieron a las abuelas que llamaran a algún lugar neutral en la ciudad, pues los que tenían en sus manos al niño se negaban a reunirse en el lugar previsto y aceptaban hacerlo sólo en su propia casa. Mariela, en esfuerzo final para que ambas abuelas se reunieran con el niño, logra hacer comunicación telefónica con Manolo, otro tío-abuelo del niño que en todo momento y no sin riesgo de perder el empleo y sufrir la hostilidad de la mafia, ha estado a favor del regreso del niño a Cuba. Lo persuade de prestar su casa para la reunión. Lo comunica al INS. Este le pide un amargo trago adicional: que llame al famoso tío-abuelo y le proponga llevar al niño a la casa de ese familiar común. El repugnante sujeto se niega, la insulta. Una vez más se vio llorar a la noble abuela. Entre llamadas telefónicas, recomendaciones del INS desde Washington, reuniones del grupo, que al final incluía un representante local de ese servicio, y el funcionario de nuestra Oficina de Intereses que pudo pasar al lugar después de incesante batallar a hablar con las abuelas y los directivos del Consejo de Iglesias, y comunicar a la Sección de Intereses de Cuba en Washington, a la familia y las autoridades de nuestro país lo que estaba ocurriendo en aquel salón del aeropuerto, transcurrieron más de cuatro largas horas. Y mientras esto sucedía, el lugar donde está secuestrado el niño era todo un bochornoso espectáculo: un banquete preparado, las mesas puestas, paella y lechón asado según se anunciaba, letreros de bienvenida, mafiosos con flores blancas, multitud de cámaras de televisión y micrófonos de radio, y en medio de aquel circo reinaba la loba feroz, Ileana Ros; Basulto, el de las violaciones aéreas contra Cuba; Ramón Saúl Sánchez, organizador de flotillas navales; el gusano de Winnipeg y de Baltimore, y otros conocidos personajes de la mafia, declaraciones de todo tipo y cantos de victoria. El banquete fue de publicidad.

En eso convirtieron los idílicos planes de la Fiscalía General y el INS. Lo peor es que todavía allí se insistía fuertemente por personas de autoridad en que Mariela y Raquel debían continuar viaje a Cuba. El avión estaba listo. Las abuelas toman la decisión: volarían a Washington con la valiente y noble señora Campbell, Oscar Bolioli y Pablo Odén Marichal. En el aeropuerto permanecería Robert Edgar, para hacer declaraciones a la prensa y narrar lo ocurrido. Entre otras cosas, expresó a la prensa:

"No teníamos confianza de la seguridad en los alrededores de la casa". "La familia de Miami lo convirtió en un circo".

"Ellos hicieron algo cínico diciéndole al niño que iba a haber una fiesta".

"Las abuelas están dispuestas a reunirse con Elián González pero sólo en un sitio neutral".

Si el programa elaborado por la Fiscalía General y el INS se garantiza estrictamente, como les fue presentado, están dispuestas a volver a Miami para encontrarse con el nieto. No desisten en su lucha. Ya el INS en la noche de hoy informó que presentó ante un juez federal una demanda que ordenará que el niño sea puesto a disposición del INS para el encuentro prometido a las abuelas.

Si no se acata, otras medidas más severas podrían ser tomadas.

La mafia mostró una vez más su entraña miserable y cobarde.

Dijeron que las abuelas jamás viajarían a Estados Unidos, y viajaron.

Dijeron que de Nueva York no se moverían, y se movieron.

Dijeron que a Miami no irían nunca, y fueron y están dispuestas a volver.

Ahora, de inmediato, se consagrarán en la lucha contra el vil proyecto de la mafia y la extrema derecha del Congreso de convertir a su entrañable y cubanísimo nieto en ciudadano norteamericano, honor que ni el inocente niño ni su abnegada y humilde familia han solicitado, y nadie tiene derecho legal ni moral para imponerlo por la fuerza.