Intervención del Ministro de Relaciones Exteriores de la República de Cuba, Felipe Pérez Roque sobre lo sucedido en la comisión de Derechos Humanos en Ginebra. 20 de abril del 2001

Yo creo que se ha explicado con mucha amplitud a nuestro pueblo; pero, como dijo el compañero Fidel, queda todavía mucho por decir y analizar sobre este tema, y mucho que no se puede realmente decir, porque hay informaciones de sensibilidad incluso que no podemos decir para proteger a nuestros amigos y a muchos diplomáticos honestos realmente y leales con la verdad, que nos han dado informaciones y nos apoyaron en todo momento.

Habría que fijar, en primer lugar, el hecho real de que el ejercicio norteamericano contra Cuba en Ginebra, que es una de las últimas armas que a los gobiernos de Estados Unidos les ha ido quedando contra Cuba al fracasar anteriormente todas las demás, la opción militar, el bloqueo económico, las campañas de mentiras, es un ejercicio que está hoy desgastado. Es decir, nadie en el mundo discrepa de la idea de que la Resolución norteamericana contra Cuba en Ginebra no tiene basamento, no tiene explicación real, no tiene sustento, como no sea el poderío de quien la propone y la impone, que es el gobierno de Estados Unidos, pero que le ha resultado cada vez más difícil hacerlo y cada vez paga un costo político mayor al hacerlo.

De ahí la aseveración del compañero Fidel de que es una victoria pírrica, porque el costo para obtener el resultado de condenar a Cuba allí en Ginebra se torna, para Estados Unidos, realmente, cada vez más impagable.

Estados Unidos impuso por primera vez en el año 1990 esta resolución, coincidiendo con los momentos más difíciles de la Revolución. Hasta el año 1997 logró, más o menos de esta manera, imponerla. Sin embargo, no calculó que el ejercicio estaba desacreditado y en 1998 Cuba derrota esta resolución en Ginebra. Estados Unidos entonces renuncia a ser el proponente directo. En 1999 se busca a la República Checa, logra aprobar la Resolución 21 votos a 20, en medio de enormes presiones y chantajes; el año pasado logra imponerla 21 a 18, aprovechando la composición más favorable de la comisión para ellos y mediante procedimientos similares que analizamos en esta misma mesa redonda. Y este año el escenario se adivinaba para ellos difícil, de ahí las palabras de Powell que tanto orgullo nos han causado, de que era un objetivo de primera prioridad, una dura batalla, que estaban reuniendo fuerzas contra Cuba, lo cual da una idea de la manera en que la administración norteamericana llegaba a este ejercicio de Ginebra.

Finalmente, fue presentada la resolución.

Como todo nuestro pueblo ya conoce, la Comisión de Derechos Humanos, que tiene 53 países miembros, que cada año renueva un número de países, debía votar el día 18 sobre el Proyecto presentado por la República Checa, a instancia y bajo las órdenes de Estados Unidos.

Hubo largos escarceos previos que no vamos a analizar, porque se ha hablado de eso. La República Checa por primera vez presenta en el texto de la resolución un párrafo que alude al tema del bloqueo a Cuba, condición que les exigía a los checos la Unión Europea. Los checos entonces, atrapados entre la presión yanki, por un lado, que impedía cualquier alusión al bloqueo y la presión de la Unión Europea que, por el otro, les imponía que tratara de hacer alguna mención que pudiera justificar un voto europeo apoyando a Estados Unidos en la condena a Cuba.

Finalmente, la Unión Europea cedió, el párrafo en definitiva no quedó, sino solo como Estados Unidos quiso que quedara ese párrafo y como quiso Estados Unidos que fuera el texto de la resolución, y finalmente se presentó la resolución el día antes del 18, cuando faltaban dos minutos para vencer el plazo, copatrocinada finalmente por 23 países.

Me voy a detener primero brevemente para analizar los 23 países que copatrocinaron esta resolución contra Cuba, para saber bien quiénes están aquí en esta maniobra, quiénes participan, digamos, de manera más directa y enfática.

De los países miembros de la Comisión, de los 53 países, ocho la copatricinaron. Para tener una idea, Cuba ha presentado resoluciones que han contado con el copatrocinio de más de 30 países. Ocho países miembros de la Comisión copatrocinaron la resolución: Estados Unidos, obviamente, los checos que la presentaron, Alemania, Letonia, el Reino Unido de la Gran Bretaña, Polonia, Canadá y Japón. El resto de los países de la Comisión, fíjate que, incluso, países que votaron a favor no copatrocinaron, trataron de no aparecer tan embarrados en el problema. Y los yankis lograron conseguir 15 países que copatrocinaran, aunque no eran miembros; o sea que, aun no siendo parte del asunto, ponen su firma en el papel. Aquí está Hungría, Holanda, Islandia, Bulgaria, Nicaragua —es el único de América Latina que participa—, Suecia, Lituania, Dinamarca, Eslovenia, Albania, Israel, Australia, Eslovaquia, Finlandia. Todos estos todos los años se suman, se sumaron el año pasado, y este año se agregó nuevo Suiza, nadie sabe por qué, o algunos se imaginan por qué. En total, 23 países.

Aquí hay cinco países que siempre ha copatrocinado la resolución contra Cuba, diríamos que son la vanguardia en el tema: Estados Unidos, Alemania, Gran Bretaña, Dinamarca y Holanda. Hay tres países que lo han hecho once veces, o sea, menos una vez: los checos, los búlgaros y Japón; y hay cuatro países que lo han hecho diez veces, de las doce: Canadá, Suecia, Finlandia e Islandia. Después comentaré un poco más sobre esto.

Estos son los países de la maniobra, los que ponen su firma para presentar el proyecto, algunos de estos participaron activamente en las reuniones previas para presentarlo, finalmente, el proyecto llega de esa manera a la discusión. Después me voy a referir a cómo estaba el ambiente. Ya se sabe que fue aprobado por 22 votos a favor, 20 en contra, 10 abstenciones y uno ausente.

Hay que decir que Estados Unidos obtuvo un voto más que el año pasado, después de todo este esfuerzo, de la gran prioridad que dio al asunto, de acumular fuerza y hacer los chantajes que hemos descrito con anterioridad, a los cuales nos vamos a referir después.

Nosotros obtuvimos dos votos más que el pasado año, y, en realidad, 31 países no se sumaron. Porque de los 53, apoyaron a Estados Unidos 22, pero 31 países no votaron a favor; pese a las presiones yankis hasta el último momento, votaron en contra o se abstuvieron. Esos son el 60% de los miembros de la Comisión. Es decir que de los 53 países miembros, 60% no acompañaron a Estados Unidos en esta maniobra contra Cuba, pese a unas presiones sin precedente desatadas por Estados Unidos a lo largo del mundo, en las capitales, en Ginebra, con la participación de los más altos funcionarios del gobierno norteamericano.

Es decir que podemos sustentar, con todos estos datos, que realmente el proyecto norteamericano está desgastado y solo con estos métodos puede ser impuesto al mundo.

¿Qué votos obtuvo ahí Estados Unidos? Bueno, 16 votos que Estados Unidos tiene seguros: el de Estados Unidos y Canadá, dos; el de Japón y el de Corea del Sur, cuatro; los ocho de Europa Occidental, doce; y cuatro votos de los países de Europa Oriental, 16. Esos votos Estados Unidos los obtiene automáticamente. Encima de esos obtuvo, en América Latina, los votos de Argentina, Uruguay, Costa Rica, los cuales eran previsibles; además obtuvo el de Guatemala en el último momento —como explicaré después—, con lo cual llegaron a 20 votos, y se cebaron con grandes presiones sobre Africa, para sumar este año el voto de dos países africanos: Camerún y Madagascar, esos son los 22 votos norteamericanos.

Cuba mantuvo 10 países que el año pasado votaron contra la resolución y este año volvieron a votar en contra, resistiendo todo tipo de presiones: Burundi, China, India, Indonesia, Liberia, Nigeria, Paquistán, Rusia, Venezuela y Zambia.

Randy Alonso.- Por cierto, Felipe, en el caso de Burundi, nuestro pueblo ha visto esas imágenes que hemos puesto y que hemos repetido de las presiones directas ahí, a la hora de la votación, en el escaño.

Felipe Pérez.- Y pienso, Randy, que a nadie en nuestro pueblo se le escapa la dignidad con que el diplomático de Burundi no mira al diplomático yanki que lo amenaza, le pide, le propone; no se sabe cuánto le habrá propuesto, y la dignidad con que ni siquiera lo mira, que es todo un testimonio de que existe mucha gente con dignidad y con un sentido de la honestidad en el mundo.

Además, siete países que se incorporaron nuevos a la Comisión este año, votaron también en contra del proyecto: Argelia, Libia, Malasia, Arabia Saudita, Sudáfrica, Siria y Viet Nam; y dos países que el año pasado se abstuvieron, este año votaron contra el proyecto: Swazilandia y Qatar. Así que ahí están los 20 votos obtenidos por nuestro país.

Ahora bien, ¿qué deberíamos decir del ambiente que había en la sala? Creo que vale la pena que yo rápidamente glose, para que nuestro pueblo conozca, el informe de nuestros compañeros en Ginebra, a las 3:00 ó 3:30 de la mañana, hora de Cuba, o sea, los horarios en que nosotros aquí en La Habana seguíamos las votaciones. Cuando en La Habana son las 3:00 de la madrugada, en Ginebra son las 9:00 de la mañana; es decir, hay seis horas más allá. Nosotros estábamos aquí, todo el aparato en el ministerio, los compañeros que hemos estado trabajando en esto, y allá ellos informando.

Decían: "Desde que nuestra delegación llegó al Palacio de Naciones Unidas" —alrededor de las 3:30 de la mañana, hora de Cuba, 9:30 de la mañana allá— "era evidente el fuerte despliegue de la delegación norteamericana en los pasillos, en la cafetería y en el interior de la sala, aun antes de comenzar los trabajos.

"Fue igualmente evidente la comprometida cooperación de la delegación del Reino Unido que se mantenía todo el tiempo en comunicación con la delegación de Estados Unidos, trasladándole información sobre los movimientos de la delegación cubana, las delegaciones que contactábamos, y trabajando, sobre todo, de acuerdo con la delegación norteamericana, sobre algunas delegaciones africanas.

"A partir de que la sala comenzó a llenarse de delegados, fueron evidentes las continuas gestiones de un importante número de delegados norteamericanos"; —acreditaron 38 como delegación oficial, y tenían otros 40 allí, que son parte de la misión, refuerzo. Al Embajador norteamericano en Rwanda lo trasladaron a Ginebra para que actuara como jefe del grupo encargado de presionar a los africanos, cuyo nombre por ahí tenemos; no se sabe si ese que está ahí es el hombre o uno de los que estaba a sus órdenes gardeando, presionando y chantajeando a los africanos.

"Comenzaron a acercarse delegación por delegación, salían de la sala a conversar, los presionaban en el propio escaño, seguían nuestros movimientos —dicen nuestros compañeros— al más mínimo detalle. Terminando nosotros de contactar a cualquier delegación, acto seguido se le acercaban a hablarle de forma evidente.

"Las gestiones fueron, incluso, con delegaciones que tienen posiciones muy fuertes y claras contra la resolución, o de abstención, como Nigeria, Zambia, Burundi, Indonesia, otras. En la mañana fue un verdadero acoso, visible para todas las delegaciones."

Alrededor de las 6:00 de la mañana, hora de Cuba, nos llega de pronto al ministerio la noticia de que corría el rumor de que los yankis trabajaban para posponer la votación, lo cual habían intentado en 1998 cuando vieron que no les daban los votos. Al ver que eran las 12:00 del día allá, 6:00 de la mañana aquí, y no tenían los votos, empezaron a trabajar y se creó el rumor —nosotros denunciamos públicamente eso y nos aprestamos a enfrentar la maniobra—, para ver si podían contar con 24 ó 48 horas más, para continuar presionando en las capitales y allí en Ginebra.

Este era el ambiente al comenzar la sesión y durante el desarrollo de ella.

¿Cuál fue la estrategia norteamericana? La estrategia norteamericana es simple y es la que ellos han aplicado siempre. A partir de que Estados Unidos tiene 16 votos seguros, que son los que nombré, de sus aliados, ¿qué hacen?, trabajan los votos de América Latina, donde hay un grupo de países, no todos, ni la mayoría siquiera, que son realmente susceptibles rápidamente a la presión norteamericana, o coinciden y son cómplices de la maniobra norteamericana contra Cuba. Ellos obtienen entonces, rápidamente, el apoyo de Argentina, que lo tenían de antes; de Uruguay y de Costa Rica. Tenían 19 votos.

Vamos a decir aquí la verdad: la mañana del día de la votación, a las 9:00 de la mañana —hora de Cuba—, nosotros teníamos el compromiso de 24 países de votar contra la resolución y Estados Unidos tenía el voto de 19 países, esa es la realidad. Estados Unidos no podía imponer la resolución como no fuera de la manera que lo hizo, desatando en las últimas horas brutales presiones, cuando —como cuenta ahí la loba feroz— se dan cuenta de que no tienen apoyo en Ginebra y comienza entonces la presión en las capitales. Se ha dicho ya que se sumaron el presidente Bush, el Vicepresidente, el Secretario de Estado, los funcionarios del Departamento de Estado; comenzó una operación que desgajó siete países, a los cuales les impusieron el cambio de posición. ¿Qué logró, entonces, teniendo 19 votos? Quebrar la posición de Camerún, en primer lugar; logró que Camerún pasara a votar a favor del proyecto. Camerún siempre se abstenía, ellos lo obligaron este año a votar a favor de la Resolución. Después comentaré de qué manera lo lograron.

Después lograron a Madagascar, que el año pasado había votado contra el proyecto de resolución, quebrarle su posición de abstención y presionarlo a votar a favor del proyecto. Se pusieron en 21.

Después presionaron a Guatemala —después comentaré sobre eso— y sumaron con eso los 22 votos a favor.

Una vez que tenían 22 votos —Cuba tenía el apoyo de 24— ¿qué hicieron entonces? Comenzar a presionar a los países que tenían comprometido su apoyo a Cuba, países del Tercer Mundo con graves problemas —después hablaré de eso uno por uno—: lograron quebrar la posición de Senegal, que había comprometido votar en contra y pasó a la abstención; después lo hicieron con Kenya, con un decisivo apoyo británico, y Kenya pasó de la posición de votar en contra a la abstención; después lograron que Níger, que el año pasado había votado contra el proyecto, pasara también a la abstención —Níger estaba comprometido a votar en contra—; y finalmente lograron que la delegación de la República Democrática del Congo se ausentara de la sala y no estuviera presente en el momento de la votación; el año pasado la República Democrática del Congo había votado contra el proyecto.

De esta manera restaron cuatro votos que Cuba tenía posibilidades de obtener con estas delegaciones, y de ahí que nuestra posición obtuvo el apoyo de 20 países, cuando ellos lograron desgajar estos cuatro.

Ahora bien, ¿era nuevo esto para nosotros? No, no era nuevo. La señora Vicky Hudleston, jefa de la Sección de Intereses norteamericanos en La Habana, había convocado a un almuerzo aquí en La Habana, un tiempo antes, a los embajadores latinoamericanos miembros de la CDH para presionarlos a votar a favor de Estados Unidos, y les había dicho que para Estados Unidos era clave trabajar sobre los países africanos, en los cuales había un grupo potencial de países que por su debilidad, los problemas que tenían, podían ser presionados, y que contaba también con el apoyo de los países latinoamericanos. Es decir, nosotros conocíamos que esa era la estrategia norteamericana, más cruel, realmente, y más desvergonzada cuando se sabe que los problemas de Africa tienen su origen, realmente, en el expolio colonialista e imperialista. Y entonces se cebaron en Africa, en países cuyos problemas de endeudamiento, de atraso económico, de exclusión total de los beneficios de la globalización, de SIDA... Tengo aquí un mapa del SIDA realmente terrorífico, unos datos que dan una idea realmente de la situación africana: 17 millones de africanos han muerto desde que comenzó la epidemia del SIDA, 3,7 millones de ellos eran niños; casi 12 millones de niños están huérfanos en Africa por el SIDA; de los 36 millones de infectados de SIDA que había en el mundo en el año 2000, el 70% son de Africa Subsahariana.

En un continente con estas debilidades, con estos terribles problemas, pendiente de la ayuda internacional, de los créditos del Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial, ellos entonces se cebaron y comenzaron a presionar a estos países.

Ahora bien, ¿cómo lo hicieron? Camerún, primer país que ellos logran doblegar. Camerún tiene una mortalidad infantil en menores de un año de 71 por 1 000 nacidos vivos —Las estadísticas, como se sabe, siempre tienen un alto nivel de subregistro, porque no se puede contar bien todo lo que hay—, una esperanza de vida de 54 años, un 26% de analfabetismo; un país con unos problemas económicos graves, debilidades...

¿Qué ocurrió con Camerún?, porque a mediados de marzo el viceministro de Relaciones Exteriores de nuestro país, Guerra Menchero, había visitado Camerún y las más altas autoridades de Camerún habían comprometido, realmente, votar en su posición histórica de no sumarse a una posición contra Cuba. Nosotros esperábamos que ellos se iban a abstener, era muy difícil para ellos sostener la presión yanki y votar en contra. Sin embargo, en el momento en que el 13 marzo Guerra Menchero salió de Camerún, llegó allí la delegación del Departamento de Estado, coincidieron prácticamente en los pasillos de la Cancillería de Camerún. Y, bueno, las autoridades norteamericanas venían para hablar con ellos de los temas de las resoluciones de la CDH.

La delegación yanki —lo sabemos— fue enfática en el apoyo de Camerún: "le recordaron a Camerún el vínculo que había entre los derechos humanos con la ayuda económica." Estoy leyendo textualmente lo que informaron nuestros diplomáticos que les contaron diplomáticos de Camerún.

Los yankis les dijeron que "sobre Camerún había preocupaciones en Amnistía Internacional" —que, como se sabe, es una organización teóricamente no gubernamental, una transnacional que vive de esto, con financiamiento yanki y europeo—, "que había preocupaciones sobre los derechos humanos en Camerún, que Estados Unidos estaba dispuesto a ayudar a Camerún a resolver ese problema de que no los condenaran en Ginebra; pero que para Estados Unidos era muy importante el tema de Cuba, que esperaban que Camerún comprendiera que para Estados Unidos era una prioridad el tema de Cuba, y que les sugerían que el Embajador de Camerún en Ginebra se mantuviera en estrecho contacto con la Misión de Estados Unidos en Ginebra." Los presionaron con eso, y pocos días después... Bueno, nosotros vimos los resultados: el día antes el Embajador de Camerún en Ginebra estaba realmente aterrorizado, balbuceaba, indeciso, no salía al teléfono, no quería ver a nuestros diplomáticos, tenía ya la instrucción.

Hay una larga explicación aquí, que no voy a leer. Cuando a las 5:00 de la mañana, en La Habana, recibimos la noticia del primer país que ha cambiado la posición... Nuestros diplomáticos nos informan que la delegación de Camerún les ha dicho que tiene instrucciones de votar en contra de Cuba. Hablo tres o cuatro veces con el Canciller de Camerún, lo llamamos desde aquí. La primera vez nos dice que no, que no es posible, que él ha llegado en un viaje el día antes, que Camerún no va a votar contra Cuba. Cuando lo llamo la segunda vez me dice: "Yo no sabía que había instrucciones, el Presidente ha dado indicaciones directas." Después confirmamos las presiones que habían recibido. Lo llamé por tercera vez, y finalmente dijeron que no podían cambiar esa posición, que la situación era muy difícil.

Recuerdo que en palabras apasionadas le explicamos que era un voto contra Cuba, que Cuba requería el apoyo africano; pero nos dábamos cuenta de que era un país al que Estados Unidos había llevado, mediante el chantaje, a esta posición.

¿Podemos pensar y nuestro pueblo puede creer por esto que el gobierno de Camerún, que el pueblo camerunés es enemigo de Cuba, no siente en el fondo un agradecimiento por lo que Cuba ha hecho por Africa, por nuestra contribución a la lucha contra el colonialismo, contra el apartheid? No podemos pensar eso, tenemos que comprender que han sido víctimas de la presión y el chantaje. Y no podemos ver en esto un intento, realmente, de animosidad contra Cuba, de enemistad; simplemente la debilidad aprovechada inescrupolosamente por la superpotencia imperial. Ese es el resultado de Camerún.

Madagascar, un país con 57 años de esperanza de vida, mortalidad infantil en menores de un año de 86 por 1 000 nacidos vivos, 780 dólares de PIB per cápita, una dependencia extraordinaria de la ayuda exterior, de las decisiones norteamericanas, de créditos que debe aprobar el Banco Mundial, el Fondo Monetario Internacional. Los presionaron.

Ahí estaba un enviado especial de Cuba, el compañero Raúl Roa Kourí, viajó allí con un mensaje de nuestro gobierno pidiendo la colaboración de Madagascar; pero finalmente a ellos los presionaron fuertemente. Después nos confirmaron que había sido directamente la Oficina de la Presidencia, la que después de recibir terribles presiones norteamericanas había decidido cambiar el voto de Madagascar, que el año pasado fue contrario a la resolución y este año se convirtió en un voto a favor de la resolución.

Los representantes diplomáticos de Madagascar, incluso, el propio día 12 de abril, unos días antes, el Ministro de Relaciones Exteriores en funciones, que era el que estaba allí, porque la Canciller estaba de viaje, le dijo a Roa que el voto en contra de la resolución de Madagascar se mantenía, que ellos no veían razón alguna para que hubiera cambio. Esto fue el 12 de abril, y entre el 12 y el 18 Estados Unidos, con las presiones, les cambió el voto. Esta es la razón, realmente, por la que Madagascar cambia el voto: Estados Unidos lo amenazó de una manera realmente brutal, le hicieron presiones, lo hicieron cambiar de posición, que el año pasado había sido favorable a Cuba.

A la República Democrática del Congo Estados Unidos la presionó para que no votara. Incluso fue peor: Estados Unidos presionó a la República Democrática del Congo para que no apoyaran a China, no apoyaran a Cuba, ausentándose de la sala. Y en el momento en que Estados Unidos quiso condenar a Iraq los diplomáticos de la República Democrática del Congo se sentaron, votaron contra Iraq y volvieron a levantarse y se fueron. Es decir, la presión norteamericana los llevó a eso.

Bueno, estamos hablando de un país que sufrió la dictadura de Mobutu, apoyada por Estados Unidos y otros países europeos: 102 por 1 000 de mortalidad infantil en menores de un año; un país de 48 años de esperanza de vida, según Naciones Unidas. Es decir, no voy a hablar aquí de los datos sociales ni de las guerras terribles que ha sufrido este país.

Ahora, ¿cuál es la situación que los yankis aprovecharon en el caso de la República Democrática del Congo? Como se sabe, hay un conflicto allí que involucra a varios países africanos, y los diplomáticos de la República del Congo sufrieron la presión norteamericana, el chantaje. Se sabe que el secretario de Estado Colin Powell llamó directamente al presidente Kabila.

Cualquier solución de paz en el Congo requiere que sea discutido y que se apruebe en el Consejo de Seguridad. Estados Unidos tiene allí, como se sabe, capacidad para vetar, para boicotear y ellos usaron la presión contra la República Democrática del Congo, en el sentido de que si no se plegaba, Estados Unidos no propiciaría una solución a la paz y una solución al conflicto que desangra a ese país, y esta es una prioridad para las autoridades del Congo, de ella depende la estabilidad de este gobierno del hijo del asesinado presidente Kabila, y depende hasta la integridad territorial de la República Democrática del Congo; los presionaron y cedieron, pese a que nosotros habíamos recibido las más altas garantías de ellos.

Tenemos copia del fax en que el Ministro de Derechos Humanos, que es el que atiende este tema en la República Democrática del Congo, le orientaba a su delegación, dos días antes, votar a favor de Cuba. Tenemos el fax. El año pasado ellos votaron a favor.

¿A qué se debe esto? A la presión norteamericana, a la llamada de Powell, las fuertes presiones norteamericanas amenazando con retirar el apoyo, con bloquear cualquier solución a la paz en el Congo, dado al poderío norteamericano en el Consejo de Seguridad.

Randy Alonso.- Precisamente, hoy, Felipe, se estaba discutiendo en el Consejo de Seguridad el tema del Congo.

Felipe Pérez.- Estados Unidos mantuvo la presión sobre ellos, hasta que garantizó su objetivo. Para nadie es un secreto.

Hay aquí un largo informe, que no voy a leer, realmente, que da una idea de las peripecias que hubo: los diplomáticos congoleses escondidos en el piso 8, escondidos, no podían ir al salón presionados por los diplomáticos norteamericanos. La delegación china los buscaba también, para que ellos votaran a favor de China, cuyo apoyo también habían comprometido; los diplomáticos chinos los invitaron a almorzar para que no se les volvieran a perder; los diplomáticos congoleses se desaparecieron en el momento, volvieron a ser capturados; un vigía apostado en un lugar los vio pasar, para allá corrieron diplomáticos chinos y un miembro de nuestra delegación.

En la puerta del edificio se dio el último intento de convencerlos, estaban aterrorizados, no podían, se iban, no podían, tenían instrucciones de no estar presentes. Un forcejeo. "Ustedes se tienen que quedar, ¿cómo ustedes van a hacernos esto ahora?; les decían nuestros compañeros. Salieron corrieron, se montaron en un carro. Esa es la realidad.

Cada vez que los diplomáticos chinos se les acercaron... Hubo un momento en que los diplomáticos chinos lograron convencerlos y sentaron a los congoleses, y cuando los chinos caminaron otra vez hacia su escaño, vinieron dos yankis y se los volvieron a llevar, y volvió a salir el pelotón corriendo. Ese fue el nivel de escarceo. No hay tiempo aquí para analizar esto.

Aquí están llamada a llamada, las llamadas telefónicas de nuestros compañeros informándonos, hablando con el viceministro Abelardo Moreno, con el viceministro Guerra Menchero, conmigo, una por una todas las gestiones, hasta que no pudo ser posible.

Nuestro embajador fue recibido en la mañana por el presidente Kabila, allá en el Congo; pero la presión norteamericana era imposible y en el último momento la República Democrática del Congo también decidió estar ausente y abandonar su anterior posición.

Aquí está Kenya. En el caso de Kenya, voy a leer nada más una noticia.

"El Fondo Monetario Internacional le dio un ultimátum al gobierno de Kenya para que aplique las reformas exigidas por este.

"El Fondo Monetario planteó que reasumirá los préstamos, cuando las autoridades kenyanas hayan cumplido con las reformas prometidas sobre la privatización y hayan dado los pasos para el establecimiento de un buen gobierno.

"Una declaración del Fondo señala que ellos esperan que para mediados de mayo haya habido progresos y se pueda continuar con las conversaciones."

Estamos hablando de un país afectado por una sequía que ha llevado a la inanición a 4 millones de personas, 1 600 000 afectados del SIDA y los kenyanos sufrieron la presión norteamericana.

¿Qué explicación nos dieron? Kenya necesita desesperadamente que el Fondo Monetario Internacional le apruebe, por fin, un crédito de 150 millones de dólares, y eso requiere la aprobación norteamericana. El Fondo Monetario no le da el dinero si Estados Unidos no lo autoriza y los presionaron con eso.

Y miren esta noticia, precisamente, del 17 de abril, el día antes de la votación:

"El Banco Mundial y otros donantes han prometido unos 98 millones de dólares a Kenya para frenar la propagación del SIDA. La fuente cita al Ministro kenyano de la oficina presidencial, que dijo que el Banco Mundial otorgaba otros 50 millones y que el gobierno británico" —los británicos son los responsables directos de la presión sobre Kenya en nombre de Estados Unidos—, "mediante el Departamento de Desarrollo Internacional, les ofrecerá otros 37 millones de dólares." Los presionaron con eso, un país con 1 600 000 afectados de SIDA, que se estima que tiene el 12% de la población adulta infectada de SIDA; los presionaron con el crédito del Fondo Monetario, con la ayuda para el SIDA e hicieron que Kenya, que había comprometido el apoyo a Cuba, finalmente, pasara a la abstención.

Senegal. El ministro Cabrisas estuvo en Senegal, el Presidente le prometió y garantizó el apoyo a Cuba; los diplomáticos senegaleses esa misma mañana nos enseñaron que tenían instrucciones de votar, hasta que en el último momento el Presidente los llamó para indicarles cambiar a la abstención, estaban recibiendo terribles presiones.

Llamamos, hablamos. El viceministro Abelardo Moreno había hablado uno o días antes con el Canciller a nombre mío, habían reiterado la posición de votar en contra de la resolución, a favor de Cuba; volvimos a hablar con ellos y, bueno, fue imposible, finalmente, no voy a abundar en detalles aquí. Senegal fue presionada de la misma manera, mediante este tipo de presiones.

Igual ocurrió en el caso de Níger. En el caso de Níger —fíjense de lo que estamos hablando—, estamos hablando de que en una lista de 174 países, ordenados descendentemente, Níger ocupa en materia de pobreza el número 173, es el penúltimo país en materia de pobreza en el mundo. Estamos hablando de un país de 190 dólares de PIB per cápita, de eso es de lo que estamos hablando. Es uno de los países realmente más pobres del mundo; esperanza de vida, 49 años; 166 por 1 000 de mortalidad infantil en menores de un año. Níger fue presionado brutalmente.

Estamos hablando de niveles y de estadísticas que nunca reflejan el dramatismo y la realidad, y cada vez que cito una cifra hay que recordar que todo esto está por debajo de la realidad.

Entonces, ¿qué ocurre con Níger? Bueno, Níger el año pasado votó contra la resolución anticubana.

Ahora, la embajada norteamericana en Níger recomendó al Departamento de Estado medidas como estas: "Vamos a reabrir la Oficina de Ayuda de Estados Unidos la USAID, aquí en Níger, para crearle la esperanza de que vamos a reanudar la ayuda para el desarrollo; vamos a prometerle un paquete de ayuda económica; vamos a invitar al Presidente para que vaya a Estados Unidos." Esta era el tipo de medidas que el 16 de abril supimos que la embajada yanki estaba manejando con el Departamento de Estado.

El Departamento de Estado finalmente hizo fuertes presiones. Voy a leer aquí el reporte de nuestro embajador:

"El Primer Ministro le dijo a nuestro embajador que el Subsecretario de Estado para Africa, de Estados Unidos, lo había llamado en dos ocasiones en la madrugada, para decirle que si no votaban contra Cuba, Níger no iba a ser beneficiado por la Ley de Comercio para Africa, y que todos sus planes de desarrollo financiero con el Fondo Monetario y el Banco Mundial iban a ser boicoteados, por lo que el futuro de Níger sería muy difícil e inseguro; fue en ese momento cuando le respondió que ellos no podían votar contra Cuba y que en reunión urgente con el Presidente, finalmente, habían tomado la decisión de abstenerse por temor a la represalia de Estados Unidos."

Con eso fue que presionaron a Níger, ahí está lo que le explicaron ellos mismos a nuestro embajador.

Creo que he hablado con suficiente amplitud de cómo se consumó la presión en Africa; sin embargo, debo citar y no puedo decir el nombre de una diplomática que nos enseñó a solas, después, llorando, la instrucción donde le habían dicho que votara a favor de Cuba. Finalmente, nos contó el momento en que se la cambian. Dijo que después de la votación, el embajador norteamericano se le había acercado para agradecerle, y ella le respondió que no le agradeciera, pues había actuado cumpliendo instrucciones; pero que estaba en desacuerdo con ellas, y puso fin a la conversación.

En su conversación se le notó realmente avergonzada, por esto, adolorida, y con lágrimas en los ojos les contó esto a los diplomáticos cubanos.

Aquí están los ejemplos de tres o cuatro países africanos, donde sus diplomáticos se nos acercaron después, nos contaron muchas de estas cosas, que nos permiten ver de qué manera inescrupulosa y brutal Estados Unidos impuso esta resolución.

Debemos recordar que se trata de países que viven en una situación realmente insostenible. Usted ve un país que depende de que le den 150 millones, el otro de otra ayuda, y de esa manera Estados Unidos se monta en esa información y los trabaja con ese tipo de presiones y de llamadas.

Allí hay cancilleres que fueron levantados de madrugada. Se sabe que al Primer Ministro de Níger lo llamó el Subsecretario de Estado que atiende Africa en horas de la madrugada, a las 4:00 de la mañana, hora de Níger, y es ahí que Níger acepta no votar a favor de Cuba y pasar a la abstención. Esa es la manera en que ellos actuaron.

De eso hay anécdotas incontables, que se pueden seguir contando, y que por un problema de tiempo no seguimos diciendo, de todos estos países que fueron levantados en horario de la madrugada.

Yo dije en el MINREX que el secretario de Estado, Powell, llamó diez veces al Presidente de un país latinoamericano. Ayer un diplomático norteamericano en Uruguay le dijo, en tono de burla a gente que nos lo contaron, que realmente yo había exagerado, que no habían sido diez veces, que habían sido seis veces y que el país se podía decir, porque ya era público, le dijo que era Ecuador. Y realmente yo no estaba hablando de Ecuador, pero por este diplomático norteamericano se sabe que llamaron a Ecuador seis veces en la mañana, el secretario de Estado Powell, y Ecuador mantuvo la abstención y no se sumó a la presión. Y de América Latina no solo se abstuvo Ecuador, se abstuvo Colombia, se abstuvo Brasil, se abstuvo Perú, y en la mañana diplomáticos latinoamericanos de más de un país nos dijeron que Bush estaba llamando personalmente, en el horario de la mañana, a los presidentes de América Latina para pedirles, a los que todavía no lo habían decidido, que se sumaran a la condena contra Cuba. Y el secretario de Estado Powell llamó a los países y los presionó. Después voy a decir algunos ejemplos.

Voy a comentar el voto de América Latina.

Argentina. El 19 de enero —fíjense, el 19 de enero— a la cancillería argentina le comenzó a ser ya solicitado su apoyo a la resolución anticubana por el Departamento de Estado. Creo que se ha dicho bastante aquí, todo el mundo sabe que la reunión hoy del presidente De la Rúa con Bush es el premio, junto con el blindaje financiero, a la posición argentina de mantener la misma postura del año pasado y sumarse a la condena contra Cuba. Creo que no vale la pena comentar los pretextos anodinos y las palabras vacías que han dicho sus autoridades, que no explican absolutamente nada: "amor por el pueblo cubano", todos sabemos que esto es un problema de relaciones carnales.

Pero recordando el momento en que el compañero Fidel dijo que si el gobierno argentino volvía a sumarse al voto con Estados Unidos estarían actuando como unos lamebotas de los yankis, debo decir, realmente, que pienso que nunca en la historia un calificativo describió tan bien y tanto la indignidad en tan pocas palabras. Realmente, un día como hoy habría que decir que nunca fue tan justo el calificativo hacia un gobierno.

Por otra parte, debo decir que de Argentina no se sabe bien a quién apelarle, porque en Argentina no se sabe bien quién manda. Me imagino que habría que apelarle a los yankis, habría que apelarle al Ministro Cavallo, no se sabe bien a quién habría que apelar; y, bueno, nosotros no contábamos en ningún momento, por supuesto, con el apoyo argentino y sabíamos que eso era lo que ellos iban a hacer.

El caso de Costa Rica es curioso, porque la Cancillería costarricense, que todo el tiempo decía que no tenían decisión tomada para no enfrentar el debate público; que cuando les pedimos que un enviado nuestro fuera allí a explicarles nuestras razones dijeron que no, que era mejor que no fuera para no "levantar la paloma", porque eso iba a hacer más difícil la abstención, que ellos la estaban evaluando, y porque los costarricenses saben bien, el gobierno y el canciller, que nosotros sabemos que la cancillería le propuso al presidente Rodríguez abstenerse, que eso iba a ser costoso para la imagen de Costa Rica, que este era un ejercicio que estaba desgastado. La cancillería de Costa Rica proponía la abstención; el presidente Rodríguez decidió que no, decidió votar a favor del proyecto yanki, porque estaba sometido a la presión de la gusanera de Costa Rica que, como se sabe, es dueña allí de casi todos los periódicos y es gusanera de origen batistiano, pariente carnal directo de la mafia de Miami. Entonces, ellos estaban sometidos a esa presión, también a la de Estados Unidos, y el Presidente, finalmente, tomó esta decisión.

Yo dije en el MINREX que había que recordar que Costa Rica era una colonia yanki en materia de política exterior y que era un país que no tenía capacidad de actuar independientemente.

"El gobierno de Costa Rica", dice un comunicado que han emitido, "rechaza de modo enérgico y rotundo las insinuaciones del Ministro de Relaciones Exteriores de Cuba." Y debo aclarar una cosa: Yo no insinué, yo afirmé directamente, y reitero hoy; yo no insinúo, yo reitero directamente mi calificativo de que el gobierno de Costa Rica es un gobierno subordinado a la presión norteamericana y a la presión de la mafia cubana de Miami, y voy a dar tres razones, no voy a dejar esto en el aire, voy a dar tres razones:

Primero, Costa Rica no tiene relaciones diplomáticas con Cuba, es uno de los tres países de América Latina que no las tiene, no se atreve, no puede. Nos dijo a nosotros: "Quisiéramos, pero no podemos; vamos a hacerlo a nivel consular"; y abrieron aquí un consulado. No se atreven, no pueden desafiar la presión yanki. Los reto a aclarar si eso es así o no.

Segundo, el presidente Rodríguez fue uno de los que no vino a la Cumbre Iberoamericana. No pudo, lo presionaron para que no viniera; otros jefes de Estado latinoamericanos vinieron, la mayoría, él no pudo venir. Lo reto a aclarar si era libre de venir a Cuba o si sucumbió a la presión norteamericana y de la gusanera interna cubana allí.

Tercero, tengo una pregunta: Si Costa Rica tiene esta vocación por los derechos humanos y todo eso, ¿Costa Rica votaría contra Estados Unidos? ¿Costa Rica alguna vez ha promovido una iniciativa contra Estados Unidos en materia de derechos humanos? ¿Este gobierno de Costa Rica sería capaz de discrepar de Estados Unidos en alguna decisión en materia de derechos humanos y de relaciones internacionales? Por favor, por favor, que aquí todo el mundo sabe de lo que estamos hablando; nos conocemos bien y hemos hablado en varias ocasiones ellos y nosotros.

La Comisión de Derechos Humanos de Centroamérica dijo que la prostitución infantil es un problema creciente, según fuentes del gobierno de Costa Rica, y que San José de Costa Rica está siendo uno de los lugares más afectados por el flagelo de la prostitución infantil.

Costa Rica está considerado, según este informe de Naciones Unidas, el país de Centroamérica con mayor volumen de lavado de dinero proveniente del narcotráfico, y de 925 000 niños entre 5 y 17 años, 121 000 trabajan. Por favor, que aquí todo el mundo sabe que el gobierno de Costa Rica no tiene independencia para separarse de una posición norteamericana contra Cuba. Debería ocuparse de sus propios problemas.

Lázaro Barredo.- Felipe, si me permites apuntar un elemento. En Costa Rica, además, se constituyó la organización terrorista más criminal de la mafia, el CORU, de donde salió Orlando Bosch y el señor Posada Carriles que pusieron la bomba al avión, y fue allí, en esa reunión, donde se gestó, ahí en San José de Costa Rica, con esos cubanos, muchos de los que viven allí, la organización de este CORU.

Felipe Pérez.- Pero, además, voy a decir lo último. El comunicado dice que enfadado "el gobierno de Costa Rica, el Ministerio ha llamado en consulta al Cónsul General de Costa Rica en Cuba, el señor Melvin Sáenz", lo han mandado a buscar a San José para expresar su enfado por las declaraciones nuestras. Me imagino que el Cónsul, una persona con la que hemos conversado aquí en Cuba y que sabemos que conoce la realidad de todo lo que hemos estado hablando, le esté explicando el sentimiento de dignidad y de orgullo nacional que hay en nuestro país.

Aquí está el caso de Guatemala. Debo aclarar lo siguiente: el Canciller de Guatemala declaró hoy que la decisión de Guatemala de votar a favor de la condena a Cuba se debió a que tres ciudadanos guatemaltecos que están detenidos en Cuba —refiriéndose a los terroristas que contribuyeron a los atentados con bombas a los hoteles— aun no han sido llevados a juicio y que se ignora la fecha en que pueda dar inicio este proceso; que habían hecho gestiones a través de su embajada de Guatemala aquí en la Habana, repetidas veces, para que se les llevara a juicio y que esos esfuerzos habían sido inútiles, y que por esa razón Guatemala había decidido apoyar la resolución contra Cuba.

También el Vicepresidente dijo que nuestros países eran países amigos, pero que los principios estaban por encima de todo y que Guatemala había tenido que apoyar la resolución contra Cuba.

Sin embargo, yo tengo aquí este documento, que da otra idea. Este documento es la comunicación al Presidente de la delegación guatemalteca en Ginebra, y dice:

"Señor Presidente", jefe de la delegación guatemalteca: Por medio de la presente y en su calidad de Jefe de la delegación del gobierno de Guatemala en la Comisión de Derechos Humanos le imparto instrucción para que, en el caso de que en dicha sesión se planteara una resolución en contra de Cuba o de la República Popular de China, la postura de Guatemala sea la de la abstención o el apoyo a una moción de no acción. A través de su persona hago extensiva dicha instrucción al embajador guatemalteco en Ginebra, Antonio Arenales.

"Sin otro particular, me suscribo atentamente,

Licenciado Alfonso Portillo, presidente de Guatemala."

Se supone que si esta carta fue enviada a fines de marzo —está fechada el 27 de marzo a la Embajada guatemalteca— y esta es una copia, el gobierno de Guatemala no puede haber decidido votar contra Cuba por el tema de los tres detenidos guatemaltecos, porque resulta, además, que el 4 de abril el Ministerio de Relaciones Exteriores de Cuba le entregó al Embajador de Guatemala aquí en La Habana esta Nota Diplomática, que dice:

"En respuesta a las preocupaciones expresadas por la misión diplomática de Guatemala y por funcionarios de su Cancillería, tenemos el honor de reiterarle" —el ministerio cubano— "que la fiscalía de Cuba ha solicitado penas de 30 años para fulano de tal, 25 para el otro, 20 para el otro, o sea, los nombres de los guatemaltecos. Al propio tiempo, dice: "el Ministerio de Relaciones Exteriores tiene el honor de informarle, según las indicaciones recibidas, que el proceso de los mencionados nacionales guatemaltecos, se iniciará en las próximas semanas.

"El Ministerio no dejará de informarle a la Embajada de la República de Guatemala, la fecha exacta del inicio de dicho proceso".

Esto es el 4 de abril, esto es una copia. Así que, aunque el Canciller de Guatemala dice que ellos han votado contra Cuba porque Cuba no les ha informado sobre el juicio, nosotros tenemos aquí la copia de este documento donde les informamos el 4 de abril.

¿Cuál es aquí —vamos a decirlo con toda claridad— la historia real?

El 2 de febrero de este año el presidente Portillo, de Guatemala, le escribió al compañero Fidel una carta en la cual, por ejemplo, decía: "En nombre del pueblo y el gobierno de Guatemala le expreso a usted" —refiriéndose al compañero Fidel— "nuestro reconocimiento y gratitud al trabajo que los médicos, metodólogos y maestros cubanos realizan para contribuir a la solución de las necesidades de los guatemaltecos, esfuerzo que constituye una muestra palpable de la solidaridad cubana hacia países hermanos.

"Guatemala se siente honrada de que estudiantes guatemaltecos de medicina y educación física formen parte de ese séquito de jóvenes que se forman en las aulas cubanas, con mística de servicio y con una sólida preparación académica.

"A los guatemaltecos nos enorgullece que en esta hora de la historia su país y el nuestro caminen de la mano y con la mente y el corazón con un solo ideal: el bienestar de cada latinoamericano y la consolidación de la hermandad entre nuestros pueblos. Y ese orgullo se engrandece cuando Cuba ha dicho sí al esfuerzo del gobierno que me honro en presidir para luchar por la erradicación de la pobreza, el analfabetismo, la morbilidad y mortalidad materno-infantil.

"Vivimos en un mundo globalizado donde los designios económicos intentan disminuir el humanismo y las riquezas de nuestras culturas, anteponen el egoísmo a la fraternidad y la arbitrariedad a la justicia. Pero no hay duda, señor Presidente, que la hospitalidad y la grandeza de nuestros pueblos nos permitirá avanzar en el marco de nuestras relaciones bilaterales, que auguro sean cada día más fuertes, más intensas y más promisorias para Cuba y Guatemala."

Estos son el fragmentos de una carta que el Presidente de Guatemala envía al compañero Fidel en febrero, que demuestra una gratitud, una aspiración al desarrollo de las relaciones bilaterales. Después hemos visto cómo envía la instrucción.

Ahora, el 29 de marzo, la Subsecretaria Adjunta de Estado para Asuntos del Hemisferio Occidental norteamericana, llega a Guatemala para analizar la ayuda de Estados Unidos para los próximos tres años a Guatemala. La funcionaria sostuvo encuentros con las más altas autoridades.

El 10 de abril el Embajador guatemalteco en Ginebra participa en un almuerzo con los congresistas Ileana Ros Lehtinen y Lincoln Díaz-Balart en Ginebra.

El día 13 fuentes confiables nos dicen que el presidente Portillo se mostraba muy tenso en relación con el tema, que parecía estarse debatiendo entre las presiones que estaba recibiendo para que siguiera votando a favor y su agradecimiento hacia Cuba.

El 16 de abril, dos días antes de la votación, nuestro Embajador conversa con el presidente Portillo y recibe el compromiso de que el gobierno de Guatemala se va a abstener. El Presidente le dijo que esta decisión le costaría caro, pues la Embajadora norteamericana le había aconsejado que no perdiera el apoyo de Estados Unidos, indicándole que el gobierno actual no era igual que el de Clinton, que este gobierno y Bush, en particular, era muy rencoroso —es lo que la Embajadora norteamericana le dijo—; que seguían en detalle los resultados de las votaciones y que no olvidaban nada. Y él se lo cuenta a nuestro Embajador; sin embargo le dice que la decisión de votar abstención había sido vista con el presidente del Congreso, señor Ríos Montt, con el Vicepresidente de la república y con el Canciller y que todos estaban de acuerdo en hacerlo. Que había estado recibiendo llamadas, presiones, pero que mantendría su posición de abstenerse.

El 17 de abril en la noche, el día antes de la votación, el Vicecanciller guatemalteco le confirma a nuestro Embajador que todo sigue igual y que la información que se les había dado sobre el inicio del juicio a los terroristas guatemaltecos en varias semanas había allanado el camino a cualquier otra dificultad.

Sin embargo, el 18 de abril en la mañana comienzan las señales de un intento del Presidente de llamar al Embajador nuestro. Después, el viceministro Moreno recibe una llamada de Ginebra, de Juan Antonio, integrante de nuestra delegación, en la que el Embajador guatemalteco dice que aún no ha recibido instrucción contraria a la abstención, se mantiene en abstención, y es las 10:50 de la mañana, hora de Cuba. A las 10:50 de la mañana —la resolución se votó a las 3:00 de la tarde—, faltaban 10 minutos para las 11:00, el Embajador guatemalteco tenía instrucciones de votar abstención. Es entre las 11:00 de la mañana y las 3:00 de la tarde que las incesantes llamadas y presiones norteamericanas impiden realmente que se consume la abstención guatemalteca.

A las 11:37 de la mañana se supo, desde Ginebra, que el presidente Portillo había llamado al Embajador guatemalteco para indicarle que votara a favor de la resolución, es el momento en que se consuma el hecho.

Tenemos una larga historia aquí, que no vamos a hacer, de llamadas, gestiones, contrallamadas, unas y otras gestiones, y, por último, el reporte de nuestra Embajada, que al concluir la sesión de la Comisión, el embajador norteamericano Moose se dirigió al Embajador de Guatemala y le dio un fuerte abrazo.

Esta es la historia del voto de Guatemala. Nosotros tenemos razones para pensar, realmente, que la explicación del tema de los terroristas no es realmente la causa; hay que decir que el gobierno de Estados Unidos hizo terribles presiones sobre el gobierno de Guatemala, a partir de la delicada situación económica interna que hay allí, y también logró sacarlos de la posición de abstención.

Ahora bien, de Uruguay, solamente voy a leer este reporte de una conversación de un diplomático norteamericano con un amigo de Cuba: "El diplomático norteamericano se sonrió y respondió que no confirmaba ni negaba si era cierto que en la llamada que el secretario de Estado Powell había hecho al canciller Opertti, el tema que se había hablado era el reclamo del voto de Uruguay contra Cuba; dijo que ni negaba ni confirmaba y comenzó a reírse."

Pero además, yo creo que vale la pena, para comprender lo que han dicho ustedes de cómo se ignoró la tremenda manifestación popular que hubo en Montevideo exigiendo un cambio de voto, comentar realmente lo que publicó la prensa uruguaya, que creo que explica muy bien lo que estamos hablando.

Según el diario La República, en un artículo que se llama: "Trastienda de una condena", dice que "el miércoles 11, el canciller Opertti, de Uruguay, recibió la llamada personal de Colin Powell, en la que este le solicitó que votara a favor."

"La misma fuente le señala a la prensa que primero el aparato técnico de la Cancillería uruguaya recomendó que Uruguay se abstuviera.

"Segundo, se produjo la visita del Vicecanciller checo a Uruguay, en la que el ministro Opertti fue evasivo y no le dijo lo que harían. Luego Opertti fue convocado al Parlamento y dijo que el gobierno aún no había asumido una posición. Ninguna fuerza política dentro del Parlamento uruguayo pidió condenar a Cuba, todo lo contrario. Todo parecía indicar una abstención."

Nosotros sabemos bien que el Ministerio de Relaciones Exteriores de Uruguay le propuso al presidente Batlle abstenerse, y el canciller Opertti, incluso viajando hacia Japón, le insistió en abstenerse. Pero el presidente Batlle —y aquí viene lo bueno—... "Powell llama a Opertti y al día siguiente de la llamada de Powell, que fue el 11, el Presidente Batlle, que ya el día 7 de abril había declarado lo siguiente: "Queremos un acuerdo con Estados Unidos por sobre todas las cosas", refiriéndose al tema del ALCA y todo eso. El 11 Powell llama a Opertti, y el 12 Batlle dice que Uruguay va a votar contra Cuba. "Para Estados Unidos, dijo, es decisivo aprobar esta condena contra Cuba, y para Uruguay es importante enviarle una señal positiva a Estados Unidos."

Creo que si alguien puede tener duda aquí de dónde están las motivaciones y de dónde surgen las explicaciones, eso no tiene ya ninguna otra explicación.

Expliqué Argentina, Uruguay, Costa Rica, Guatemala, y creo que, por último, debo comentar brevemente el voto de México. México se abstuvo, la posición tradicional de México en la Comisión fue abstención; en un año, incluso, México votó contra el proyecto, en una coyuntura particular.

¿Qué ha ocurrido en el caso del voto mexicano? A fines de enero el Viceministro de Relaciones Exteriores de México viene a Cuba enviado por el canciller Castañeda, junto con la señora Mariclaire Acosta, que es la jefa de la delegación mexicana en la CDH.

Venían con un mensaje del canciller Castañeda para nosotros, en el que planteaba que para facilitarle a México no tener que votar contra Cuba y protegerse de la presión norteamericana, considerando que en las próximas semanas iba a visitar a Fox el presidente de Estados Unidos, que había un nuevo momento, que nos pedían que nosotros hiciéramos gestos en materia de derechos humanos con México. Por ejemplo, que propiciáramos que esta señora, Mariclaire Acosta, se entrevistara en un restaurante público, en un lugar público, con elementos de los grupúsculos contrarrevolucionarios aquí al servicio de la Embajada yanki, que se tomaran fotos para dejar claro que Cuba, sobre el tema, tenía con México una situación particular. Por supuesto, esta y otras propuestas de esta naturaleza fueron rechazadas por nosotros; les dijimos que no y apelamos al sentimiento de dignidad y de independencia de un país con la tradición histórica de México.

Después supimos que la propia señora esta Mariclaire Acosta envió cuestionarios a estos grupúsculos y en su intervención dijo que tenía fuentes cubanas, aludiendo a los grupúsculos, que le habían informado sobre la situación en Cuba.

Se confirmó en toda América Latina que el canciller Castañeda estaba trabajando para lograr una resolución alternativa a la checa, que fuera propuesta por América Latina; después por fuentes muy serias se supo que Castañeda estuvo muy frustrado porque no había podido lograr un mayor protagonismo de México relacionado con esto.

Después viene otra fuente mexicana que creo que vale la pena leer exactamente, fuente de mucho respeto, muy cercana y muy confiable, que nos dijo lo siguiente. Este es el informe que hace la Embajada: "Expresó" —el que habló— "que el canciller Castañeda es susceptible a aceptar presiones de Estados Unidos, tiene compromisos con ellos, está deslumbrado por su poderío y tiene un conocido historial político de deslealtades." No lo dice Cuba, nos lo dicen a nosotros, alguien que decía que él estaba trabajando para una condena a Cuba.

Otras fuentes de la Cancillería nos dijeron que el canciller Castañeda no está satisfecho con la idea de que México se abstenga, que le atribuyen frustración por no haber podido lograr un mayor protagonismo de México en relación con una propuesta alternativa para el caso cubano en particular.

¿Y a qué se debe la abstención en México? Hay que decirlo con claridad, a qué se debió la abstención mexicana. La abstención mexicana se debió, realmente, a que hubo un amplio movimiento popular y de opinión pública en México que reclamó que México no adoptara una posición contra Cuba.

El 10 de abril las dos Cámaras del Congreso mexicano se pronunciaron en contra de estas maniobras. El Senado mexicano aprobó por unanimidad un pronunciamiento en el que exhortan al Presidente de México a que la delegación mexicana emita su voto en contra de cualquier resolución atentatoria de la soberanía de la República de Cuba, y la Cámara de Diputados aprobó una donde se señala que las relaciones entre Cuba, México y Estados Unidos debían regirse sobre los principios de autodeterminación, igualdad, no intervención. Es decir, el Congreso mexicano fijó una posición, expresión del movimiento popular y de la opinión pública, que impidió realmente una decisión de votar contra Cuba.

En segundo lugar, la carta pública dirigida al presidente Fox por varias docenas de los más prestigiosos intelectuales mexicanos, que expresa realmente el sentir de la intelectualidad, los escritores, la opinión pública de México, y apoyo a la idea de que México no se prestara a una condena a Cuba. Esta es la realidad.

En el caso de México hemos estado ante la insistencia, el trabajo y la frustración del Ministro de Relaciones Exteriores de ese país que, desafortunadamente, hizo todo lo posible para tratar de que Cuba fuera condenada en Ginebra y que México cambiara su posición; su incapacidad de lograr una resolución latinoamericana, su incapacidad posterior de convencer, realmente, al Presidente a votar contra Cuba, ante el hecho incuestionable de que la opinión pública mexicana era contraria a eso, el Congreso, la intelectualidad, la prensa mayoritariamente. Y, finalmente, a eso se debió la abstención.

Por eso, creo que habría que decir que la abstención de México no se debe realmente al trabajo y a la posición del Canciller de México, sino que ha sido una abstención lograda, a pesar de su posición y en contra de su trabajo activo a favor de que Cuba fuera sancionada.

Es decir, la abstención de México ha sido lograda, realmente, a partir de la opinión pública mexicana, del Congreso; no es el fruto de la posición personal, ni del trabajo, ni de las posiciones del Canciller mexicano —hay que decirlo con franqueza, las cosas hay que decirlas con franqueza—, es el resultado de este movimiento, en contra de la opinión del Canciller mexicano. Esa es la realidad, y el pueblo cubano debe saber, porque es un pueblo maduro y un pueblo con conocimiento político, que ese es el tema que está sobre el tapete y que solo la amplia solidaridad mexicana con Cuba y el valiente pronunciamiento de todas las bancadas, de todos los partidos políticos en México, impidió que se consumara la condena de México a Cuba.

No voy a comentar aquí, ustedes lo hicieron, las declaraciones que hizo allí la representante mexicana en la Comisión, que en el fondo expresan esta frustración de no haber podido votar, como algunos de ellos querían, contra la resolución. Esa es la realidad.

Nuestro país desea las relaciones con México, tienen un basamento histórico, es solidario con la causa de México. Somos el país que más veces ha expresado su solidaridad contra el tratamiento injusto a los emigrantes mexicanos, 500 de los cuales murieron el año pasado en la frontera, asesinados, muertos de hambre, en medio de la violación más flagrante de los derechos de los inmigrantes, uno de los ejemplos de violación de derechos humanos más flagrante que pueda conocerse. Pero la verdad tiene que saberse, y tiene que saberse que esto es lo que ha ocurrido.

Así que pienso que, como conclusión, nuestro pueblo no debe tener duda de que Estados Unidos ha obtenido en este ejercicio desgastado, impuesto sobre la base de brutales presiones, realmente una victoria pírrica.

La victoria moral, el prestigio, la autoridad está en nuestro país. Medios diplomáticos hoy en Naciones Unidas no hacen más que felicitarnos, que expresar que ha sido una victoria de Cuba. Nadie ha podido desconocer la valía del esfuerzo y la valentía de un pequeño país que se ha enfrentado y le ha plantado resistencia a la superpotencia imperial, y creo que los jóvenes diplomáticos cubanos que han estado allí, junto con el embajador Amat, que representa la generación que hizo la Revolución, han ganado la admiración de nuestro pueblo, y no han hecho quedar mal a la generación que hizo la Revolución.

En un día como hoy se podría decir que las actuales generaciones de cubanos defendemos la Revolución con tanta pasión y tanta convicción y entusiasmo revolucionario como el que hace 40 años tuvo la generación que derrotó a los yankis en Girón.