Mesa redonda ¿Quiénes son los verdaderos terroristas?, efectuada en los estudios de la Televisión Cubana, el 22 de mayo de 2002.

Randy Alonso.- Muy buenas tardes, estimados televidentes y radioyentes.

En el día de ayer la administración norteamericana, con su habitual prepotencia de gendarme mundial, dio a conocer la llamada lista de naciones que auspician el terrorismo, en la que han incluido a Cuba sin pruebas ni argumentos que lo sostengan.

Desarrollamos esta tarde la mesa redonda ¿Quiénes son los verdaderos terroristas?, en la que me acompañan en el panel el compañero Juan Mendoza, vicedecano de la Facultad de Derecho de la Universidad de La Habana; Lázaro Barredo, periodista de Trabajadores; Manuel Hevia, director del Centro de Investigaciones Históricas de la Seguridad del Estado; Rogelio Polanco, director del periódico Juventud Rebelde; Juan Carlos Rodríguez, investigador y director de la editorial "Capitán San Luis"; y Reinaldo Taladrid, periodista del Sistema Informativo de la Televisión Cubana.

Nos acompañan, como invitados en el estudio, representantes de las Tropas Especiales de nuestras Fuerzas Armadas Revolucionarias, del Ejército Juvenil del Trabajo y del Comité Nacional de la Unión de Jóvenes Comunistas.

(Se ruedan breves imágenes sobre el tema)

Randy Alonso.- En el día de hoy, el periódico Granma ha publicado el editorial "Batalla de ideas", con el que quiero comenzar nuestra mesa redonda:

Como era de esperarse, el 20 de mayo el señor Bush lanzó su virulento brulote contra Cuba desde Washington y Miami. En esa misma fecha, sacaron de sus horarios habituales su emisora subversiva de televisión y la ubicaron en el horario de nuestras mesas redondas. Anunciaron más gastos, medidas y tecnologías para sembrar veneno en nuestro país.

Días antes, el 6 de mayo, habían lanzado ya, a través de un Subsecretario de Estado, la malvada calumnia de que en Cuba se desarrollaba un programa de armas biológicas.

Ayer, 21 de mayo, en horas del mediodía, divulgaron el Informe Anual del Departamento de Estado, en el que, como en otros muchos temas, juzgan y deciden quiénes en el mundo patrocinan el terrorismo, apoyan el narcotráfico, violan los derechos humanos, etcétera, etcétera, etcétera.

Como es habitual, incluyeron deportivamente a nuestro país en una lista de países que apoyan el terrorismo. No se trata, sin embargo, de un año y un deporte cualquiera. Hace apenas unos meses, el pueblo norteamericano fue víctima de un brutal crimen de este carácter. Si a esto se une la repetida y arbitraria inclusión de Cuba en tal lista para inducir temor y antipatía en los ciudadanos norteamericanos hacia nuestro país, se puede apreciar cuán cínica e irresponsable puede ser la actuación de la mafia ignorante y siniestra que goza de la mayor influencia en el círculo íntimo del Presidente de Estados Unidos. De tal modo era groseramente mentirosa y endeble la calumnia sobre armas biológicas, que algunos altos funcionarios del gobierno tuvieron la sensatez de apartarse discretamente de la estúpida falacia. Toda una peligrosa guerra política relámpago estilo nazi desatada contra Cuba, creyendo los muy tontos que nos sorprenderían y aturdirían.

Al señor Bush se le pudo ver por las pantallas de televisión en Miami: rostro colérico, cara de malo, muecas extrañas. Parecía alguien con ganas de matar, no se sabe a quién o a quiénes. Hablaba y frenaba. Quería añadir y se detenía. Usaba frases amenazantes, pretendiendo tal vez infundir miedo en quienes sabe de sobra, o debiera saberlo, que jamás se inmutarán frente al insulto grosero, la furia rabiosa y las armas asesinas de un poderoso emperador con el dedo en el gatillo. Sólo faltaba la espuma en la imagen televisiva de los labios del señor Bush.

El público histérico, de apátridas, mercenarios, malversadores de ayer y de hoy, de modo especial terroristas que han sembrado luto y muerte en el seno de nuestro pueblo a lo largo de más de 40 años, que aplaudía frenéticamente cuanta frase amenazante se pronunciaba contra nuestro país y a la promesa de ser duros con Cuba, mantener y arreciar el bloqueo económico, provocó repugnancia y asco en nuestro heroico pueblo, más unido y dispuesto que nunca a luchar.

Los argumentos, engaños, trucos, demagogia, mentiras y calumnias del señor Bush serán demolidos uno a uno.

No importa cuántos días se prolongue este duro combate de nuestra larga lucha. Estamos envueltos en el fragor de una gran batalla de ideas, en una lucha sin precedentes entre la verdad y la mentira, la ignorancia y los conocimientos políticos e históricos, la cultura y la barbarie, la ética y la ausencia total de principios y valores morales, la honestidad y el cinismo; entre la opresión y la liberación, la justicia y la injusticia, la igualdad y la desigualdad, las pesadillas del pasado y los sueños del futuro, la destrucción y la preservación de la naturaleza, el exterminio y la supervivencia de nuestra especie.

El 19 de mayo, día de su caída en combate, se montó guardia permanente ante la tumba de Martí. Y para todos los tiempos.

¡No existe ni existirá fuerza en el mundo que nos haga desistir, abandonar o traicionar nuestras nobles causas!

Y sin que nada nos aparte del camino, continuaremos siendo inconmovibles amigos y aliados del pueblo de Estados Unidos y de cualquier otro pueblo del mundo en la lucha contra el terrorismo.

22 mayo del 2002.

Así dice el editorial "Batalla de Ideas", publicado en el día de hoy en el periódico Granma, y reproducido también en el órgano de la juventud cubana Juventud Rebelde.

El editorial, que proclama la batalla de nuestro pueblo frente a las nuevas mentiras, los falaces engaños de la administración norteamericana, comenzados con el llamado peligro bioterrorista, seguidos con los discursos del presidente Bush en la Casa Blanca y en Miami, entre la mafia terrorista, sus amigos de Miami, y ayer con la publicación de la llamada lista de países que auspician el terrorismo, que más bien pudiéramos llamar la lista terrorista de Estados Unidos. Una lista que no trae mucho nuevo que decir, pero quizás Taladrid nos pueda ayudar a entender cuáles son las novedades de esta lista terrorista de Estados Unidos.

Reinaldo Taladrid.- Con mucho gusto, Randy.

Primero, yo quisiera decir que este informe anual que se hace sobre el terrorismo, que tiene que presentar el Departamento de Estado por una decisión congresional, es uno más en una lista de informes que hace el gobierno del imperio, donde juzga al resto del mundo: usted se porta bien en el narcotráfico, o no se porta bien; usted se porta bien en el terrorismo, o no se porta bien, etcétera, etcétera. Juzga, evalúa al resto del mundo, amenaza a quien consideren ellos que no se porta bien; pero, además, tiene una característica: juzga al resto del planeta Tierra, menos a los propios Estados Unidos.

Esta es una lista más, un ejemplo más de esta práctica.

Bueno, ¿qué dice el informe de este año? En su introducción, por ejemplo, dice que este año han muerto por terrorismo más personas que nunca antes, y da una serie de datos. Estos datos, por cierto, no incluyen la cantidad de gente que ha muerto en el planeta por otras formas de terrorismo, llámeseles con el apellido que quiera; por ejemplo, la gente que ha muerto por hambre o por enfermedades curables no están, evidentemente, en esta lista. Por supuesto, se concentra en ocho norteamericanos que han muerto este año, aparte de volver a recordar la tragedia del World Trade Center y todo lo que sucedió.

Lo curioso es que estos ocho norteamericanos murieron en países como Ecuador, Filipinas, Jerusalén, Arabia Saudita y otros, donde no hay absolutamente ninguna relación, ni tienen nada que ver, de ninguna manera, con Cuba y nuestra realidad.

¿Quiénes son los siete mencionados en este informe como países o gobiernos que auspician el terrorismo? En primer lugar de la lista, Cuba, es el número uno; Irán, Iraq, Libia, República Popular Democrática de Corea, Siria y Sudán. Estos son los siete gobiernos que, según ellos, auspician el terrorismo.

¿Qué les puede pasar a los siete sancionados por el imperio, a los siete mencionados por este informe imperial? Bueno, hay una cantidad de sanciones, se las leo —algunas de ellas, no todas—:

Dice: "A los países que estén incluidos en esta lista, inmediatamente el gobierno de Estados Unidos les puede aplicar las siguientes sanciones:

"1.- Cortar todas las exportaciones y ventas de armas a esos países." Bueno, en el caso de Cuba, ya ustedes saben, no tiene sentido.

"2.- Establecer controles sobre las exportaciones que tengan usos duales de acuerdo a notificaciones congresionales.

"3.- Prohibir la asistencia económica.

"4.- Requerir que los Estados Unidos se opongan a cualquier tipo de préstamos a estos gobiernos en el Banco Mundial y otras instituciones financieras internacionales.

"5.- Levantar la inmunidad diplomática a ese país, para permitir a los familiares de las víctimas del terrorismo presentar demandas civiles" —eso es dinero, demanda criminal es otro tipo de cosa; demanda civil, interprétenlo, tradúzcanlo fácil, esto es dinero—, "en cortes de Estados Unidos." Cuba tiene la vanguardia en este concepto. Ya se permitió que terroristas, o sea, gente que ha puesto bombas, que ha hecho actos terroristas, presenten demandas en cortes de Estados Unidos, para tratar de apropiarse de dinero que, además, había sido robado de otra manera, ilegalmente, que era cubano.

Randy Alonso.- Sí, Taladrid, como si no fuera poco lo que se han robado, ahora, además, uno de los terroristas más grandes de esa fauna, que es José Basulto, ha pedido una demanda por "daños emocionales" por 40 millones de dólares.

Reinaldo Taladrid.- Bueno, ya los familiares de gente que trabajaba y que pertenecía a ese grupo habían cobrado dinero, las esposas habían cobrado dinero. El es el jefe de ese pedacito de la mafia y entonces ahora está pidiendo 40 millones, creo, ¿no?

Randy Alonso.- Cuarenta millones.

Reinaldo Taladrid.- José Basulto está pidiendo 40 millones de dólares, de dinero que pertenece a Cuba, para tratar de apropiarse de él.

Siguen diciendo estas sanciones, que —como ustedes ven— a Cuba no le hacen absolutamente nada, porque este es el país más sancionado por Estados Unidos posiblemente que existe en el planeta:

"Negarle a las compañías y a los individuos beneficios de impuesto si comercian con estos países." Bueno, aquí persiguen a la gente que comercia con Cuba, los sancionan, los meten presos, etcétera.

Lázaro Barredo.- Les piden 200 años.

Reinaldo Taladrid.- Sí, sí, así que eso no asusta a nadie aquí.

Dice: "Prohibir que ninguna persona norteamericana se vea envuelta en ninguna transacción financiera con los países incluidos en la lista, sin una licencia del Departamento del Tesoro." Bueno, vieja historia para Cuba.

Y "Prohibir al Departamento de Defensa contratos de más de 100 000 dólares con compañías controladas por países en esta lista."

Como ustedes ven, estas son las medidas, lo que implica, según el gobierno norteamericano, la sanción por estar en esta lista. En el caso de Cuba, además de la calumnia, la infamia de incluir a Cuba en la lista, las medidas son conocidas, pues a Cuba con otros pretextos hace rato le han aplicado este tipo de medidas.

Quiero, finalmente, comentarte tres cositas muy breves:

Uno, ¿en qué contexto se hace esto? Se incluye a Cuba en esta lista, en un contexto; además de lo que dice el editorial, yo quisiera agregar que ahora, en los últimos días, han empezado a hacerse pública una serie grandísima de nuevas amenazas graves para el pueblo norteamericano. Digo amenazas graves, porque ninguna se ha materializado: que si van a volar edificios de apartamentos; que si van a contaminar el agua; que si van a volar el puente de Brooklyn. Cayó un paquetico y creo que se cerró el puente de Brooklyn hoy y era un paquetico inofensivo lo que había.

Randy Alonso.- Hoy en la mañana.

Reinaldo Taladrid.- Entonces, cuando usted le está diciendo al pueblo norteamericano todas estas cosas todos los días, y se lo están diciendo los más altos funcionarios del gobierno, y de pronto aparece esta lista, estos se supone que sean los gobiernos que auspicien cualquiera de esas ideas, que pueden o no pasar; pueden, desgraciadamente, suceder, o pueden no suceder; pero en ese contexto sale esta lista.

Lo segundo, en estos momentos está recibiendo la política de Estados Unidos hacia Cuba el mayor cuestionamiento, posiblemente, de los últimos 42 años, dentro de Estados Unidos, en la opinión pública, en la sociedad civil, en los políticos, en los hombres de negocios. Nunca había sido tan cuestionada y todas las encuestas de opinión o de sectores específicos dan que no sirve esa política desde ningún punto de vista, y esto es un esfuerzo, otro intento más de justificar la política que incluye el bloqueo, como todos sabemos.

Lo tercero y último, fíjense cuántas mentiras en apenas un mes, para ser amplio, creo que en menos de un mes: armas biológicas, aviones en Venezuela, ahora Cuba auspiciadora del terrorismo, etcétera, etcétera. Cuántas mentiras en tan poco tiempo.

No se puede descartar, no se puede dejar de tener en cuenta, como un elemento más, la presencia, a cargo de la política exterior de Estados Unidos hacia América Latina, de Otto Reich, el gran desinformador, o el mayor mentiroso que ha tenido la política de Estados Unidos en su historia hacia América Latina. Por tanto, son coincidentes todas estas mentiras con la presencia de un hombre que es el gran desinformador.

Esas son, Randy, algunas cosas que te podía comentar sobre este "Informe sobre terrorismo" que presenta el Departamento de Estado.

Randy Alonso.- Y un informe que —como tú decías— las medidas que plantea no son ajenas a Cuba, porque están todas codificadas ya en el bloqueo contra nuestro país; pero sí, en el orden político, tiene un significado enorme —como apuntaba el editorial— que después del 11 de septiembre se esté catalogando a Cuba como nación terrorista y que, además, encabece esa lista, para el Departamento de Estado de Estados Unidos, para el gobierno norteamericano. Como tú señalabas, no son solo los argumentos que presentan ahí, que no hay ningún argumento, sino que Otto Reich dice que, bueno, que eso es la lista, pero que él, además, puede decir que Cuba es bioterrorista, que los cinco patriotas cubanos prisioneros en cárceles norteamericanas iban a sembrar el terrorismo en Estados Unidos. Eso lo dijo ayer, en la comisión esta que estaba discutiendo el tema del comercio con Cuba, el señor Reich. El, además del área americana del Departamento de Estado, dirige también, al parecer, el Departamento de Desinformación y, entonces, se fue por encima de su jefe, Colin Powell, que fue quien presentó este informe.

Lo cierto es que la presentación de la lista en el día de ayer provocó serios cuestionamientos de la prensa norteamericana, que se preguntó cuáles eran los argumentos para incluir a Cuba en este informe sobre el terrorismo, y las respuestas que se obtuvieron demuestran que la falacia es per se. Sobre eso nos puede hablar Rogelio Polanco.

Rogelio Polanco.- Sí, el embajador Taylor, que es el que presenta, junto a Powell, esta lista de países auspiciadores del terrorismo en el mundo, algo que ha estado haciendo Estados Unidos de manera sistemática durante todos estos años, tuvo que enfrentarse a las preguntas de los periodistas, y quedó bastante mal parado.

Hay un periodista que le pregunta. "¿El Departamento de Estado tiene alguna evidencia que pueda decirnos sobre planes terroristas exitosos o no que hubieran involucrado a Cuba o esto es simplemente una denuncia política?" O sea, la gente sabe lo que está detrás de esto. Entonces, el embajador Taylor dice:

"En cuanto a Cuba, su historial en cuanto al terrorismo, bueno, es un poco ambivalente, para serle sincero. El presidente Castro condenó los atentados del 11 de septiembre, pero no ha renunciado al terrorismo como herramienta política y de Revolución legítima." Oigan esto, qué infamia. Por supuesto, el periodista no se queda callado. Dice el periodista: "Pero como usted no menciona ningún complot o sospechas directas, se infiere que el Departamento de Estado no tiene nada que vincule a Cuba con ataques terroristas." Responde el embajador Taylor: "No tenemos ninguna información desclasificada a la que podamos hacer referencia públicamente en este momento." O sea, que es evidente que se han quedado nuevamente colgados de la brocha en relación con este tema.

Recordemos que hubo toda una cortina de humo en los últimos 15 días, desde que el señor Bolton, el subsecretario de Estado, el 6 de mayo, lanzó aquella infamia de que Cuba era un Estado que producía armas biológicas y que, además, las comerciaba con otros países, algo que fue totalmente desmentido por Cuba y, por supuesto, por muchos funcionarios de Estados Unidos.

Hablando de lista de países auspiciadores del terrorismo, hay una lista de varios funcionarios norteamericanos que no han podido presentar prueba alguna, en estos 15 días, de que este señor tuviera razón. Al contrario, ha quedado totalmente en ridículo. Bueno, recordemos, el propio expresidente Carter, en visita al Centro de Ingeniería Genética y Biotecnología, negó esta acusación y, además, expresó claramente que se había reunido antes de su viaje con funcionarios de la Casa Blanca, del Departamento de Estado y de la inteligencia y que insistentemente a sus preguntas, estas personas le dijeron que no había ninguna evidencia.

El secretario de Estado Powell, una semana después, el día 13 de mayo, le enmendó la plana a Bolton, a su subordinado, le dijo que, efectivamente, no había ninguna evidencia sobre esto, lo desmintió totalmente y dijo que no tenía ningún sentido eso que decía Bolton; no lo dijo así, pero, por supuesto, es lo que se entendió de sus declaraciones.

Randy Alonso.- El señor Powell decía que no había ninguna evidencia de que Cuba estuviera produciendo, pero que, bueno, Cuba tenía la capacidad de poder producir por sus instalaciones, etcétera, etcétera, pero que no había ninguna evidencia concreta de que eso estuviera pasando.

Rogelio Polanco.- Algo que, por supuesto, tienen los que cuentan con capacidad para hacer muchas cosas, el problema es cómo se usan las capacidades tecnológicas de los países.

El secretario de Defensa, Rumsfeld, dijo claramente que no conocía informes del Departamento de Estado en relación con este tema. La consejera de Seguridad Nacional, Condoleezza Rice vaciló también cuando le preguntaron sobre este tema. Eso fue el propio 20 de mayo, el día de los discursos del Presidente, cuando un periodista le pregunta: "Bueno, ¿la administración considera que Cuba es parte de este eje del mal?", y ella dijo: "Bueno, mira, los cubanos, ellos no pertenecen a ningún grupo en el hemisferio, están fuera de grupo, dondequiera que uno los quiera poner", algo así; o sea, que no pudo dar tampoco ninguna justificación. Y el presidente Bush en los dos discursos, el de Washington y el de Miami, no pudo absolutamente ni mencionar la palabra terrorista vinculada a Cuba y mucho menos la de bioterrorismo. Así que es algo que ha quedado fuera de toda duda, de toda evidencia.

Además, en el propio informe se reconoce de alguna manera que Cuba fue de los primeros países que firmó y que completó el proceso de adhesión a los 12 acuerdos internacionales de lucha contra el terrorismo. Recordemos esto: primero, que Cuba no vaciló, algo que dice aquí el informe, en relación con Cuba: "Bueno, desde septiembre 11 Fidel Castro ha vacilado en la guerra contra el terrorismo." No, Cuba no vaciló, Cuba fue el primer país que denunció, que condenó los brutales hechos terroristas del 11 de septiembre y, además, el primero que expresó su cooperación con Estados Unidos, incluido la posibilidad de abrir sus aeropuertos a los aviones norteamericanos. Fue el primer país que, valientemente, siendo uno de los que ha sido víctima de las acciones terroristas durante más de 40 años, dijo que este problema no se puede enfrentar con guerras, sino solo con la cooperación internacional y, además, hizo un debate nacional en relación con la Ley antiterrorista en nuestro Parlamento, y ha expresado, como lo dice hoy el propio editorial de Granma, que Cuba sigue siendo aliado del pueblo norteamericano en su lucha contra el terrorismo.

Es evidente, Randy, que ha sido un proceso de mentiras y que en las últimas semanas ha estado ligado a estas infamias en relación con el bioterrorismo, que no ha podido ser sustentado ni en la lista, ni en el informe, ni en las mentiras que han dicho algunos de sus funcionarios.

Randy Alonso.- Sin duda es todo un ejercicio de imaginación mental lo que han tenido que hacer los gobernantes norteamericanos y el Departamento de Estado para poder incluir a Cuba en la lista de Estados terroristas. No por gusta el periodista le preguntaba: "Más allá de las motivaciones políticas, ¿cuáles son los argumentos?", porque para todos ahí estaba claro que la inclusión de Cuba en esta lista no era sino el argumento político que necesitaba también la administración para seguir su plan agresivo contra nuestro país, para sustentar el discurso que hizo el presidente Bush en Miami, ante la enardecida masa de terroristas y secuestradores de niños que allí se congregaron, y que significa nuevamente que Estados Unidos persiste en su política agresiva contra nuestro país. Todas estas mentiras, engaños, trucos y falaces calumnias, como dice el editorial de Granma, calumnias del Presidente norteamericano y también de su administración a lo largo de los últimos días, que no son sino pretextos para mantener esa política agresiva, permanente contra la Revolución Cubana, contra el pueblo de Cuba, nos obligan a no faltar a la historia y a no faltar a la verdad, y recordar hoy quiénes son los verdaderos terroristas.

(Ruedan imágenes históricas sobre actos terroristas contra Cuba).

Randy Alonso.- Diversos planes para impedir el triunfo del Ejército Rebelde y lo que los norteamericanos denominaban en sus documentos "la victoria de Castro", comenzaron a fraguarse antes de 1959. Documentos desclasificados revelan que la administración del presidente norteamericano Eisenhower urdió planes alternativos para impedir el triunfo de la Revolución y que todo fuera un mero cambio de figuras sin atentar contra la base del sistema neocolonial existente en esos momentos en nuestro país.

El 23 de diciembre de 1958, el director de la CIA, Allen Dulles, afirmó: "Debemos evitar la victoria de Castro." Pero como no pudieron evitarlo, como el Primero de Enero de 1959 la Revolución triunfó y le trajo la libertad a nuestro pueblo, comenzaron, desde los primeros momentos del triunfo, una guerra sucia y terrorista contra la Revolución y contra su pueblo. Una historia que el pueblo cubano no ha olvidado, que rememoró durante la Demanda contra el gobierno de Estados Unidos y que en un momento como hoy, cuando se habla y se quiere catalogar a Cuba de terrorista, nuestro pueblo puede recordarle al presidente Bush y a su administración quiénes son los verdaderos terroristas y quiénes han sido las víctimas por más de 40 años de este terrorismo practicado desde Estados Unidos.

Lo que comenzó tan pronto como en 1959 nos puede recordar quiénes han sido los motivadores del terrorismo en el mundo y en especial contra nuestro pueblo; 1959 que marcó un momento en nuestra historia, a la que yo le propongo acercarse a Lázaro Barredo.

Lázaro Barredo.- Gracias, Randy.

En realidad, como tú decías ahorita cuando hablabas de la imaginación, yo creo que el que le escribió el discurso al presidente Bush el 20 de mayo —hablo del discurso que pronunció en la Casa Blanca— habría que otorgarle por lo menos un Oscar por la ficción del libreto, porque realmente lo que dijo está lleno de ficciones. Y una de las cosas más indignantes es haber oído al presidente Bush decir que "Estados Unidos no tiene intenciones de diseñar la soberanía de Cuba, esa no es parte de nuestra estrategia ni de nuestra visión, de hecho Estados Unidos ha apoyado de manera enérgica y constante la libertad del pueblo cubano".

Eso es una soberana burla a lo que ha acontecido, porque en la raíz de la historia nacional, en el centro de todo nuestro problema nacional ha estado precisamente la necesidad de enfrentar la hegemonía y la voracidad norteamericanas por impedir la independencia de nuestro país. Y precisamente el Primero de Enero de 1959 es que comienza salvajemente en esa lucha nacional la política de agresión de Estados Unidos, cuya primera acción contra nuestra nación, contra nuestro país, fue recibir en su seno a los torturadores, esbirros, a las personas que llenaron de terror a la nación cubana, que aterrorizaron a la familia cubana, a la juventud cubana, recibirlas con total aceptación en territorio norteamericano, hacerlas impunes al crimen alevoso que habían cometido contra nuestra nación, de cerca de 20 000 jóvenes asesinados; que se habían robado el erario público, el dictador se había llevado 300 millones y sus principales colaboradores habían desfalcado al país, se habían llevado miles de millones de dólares hacia territorio norteamericano, y lo primero que hizo ese gobierno de Eisenhower, como política de agresión contra nuestro país, fue recibir a aquellas personas que se fueron ilegalmente, indocumentadamente hacia Estados Unidos. Es el antecedente de lo que después sería la Ley de ajuste; la Ley de ajuste que en aquel entonces, como hemos dicho en otras mesas redondas, fueron los yateros, los que se robaron los aviones y salieron en la madrugada del primero de enero hacia territorio norteamericano, que fueron recibidos allí, que fueron aceptados, que Estados Unidos violó —a pesar de todos los crímenes y de toda la documentación que se le presentó sobre esos crímenes— el tratado de extradición que tenía firmado con Cuba desde 1904. Y esta política de agresión se acelera, además, a partir del pensamiento independentista de la generación que toma el poder el Primero de Enero de 1959.

Quiero llamar la atención de nuestro pueblo, realmente —porque hay cosas que muestran la política de principio inamovible de la Revolución y del pensamiento revolucionario cubano—, sobre un discurso que pronunció el compañero Fidel el 13 de enero de 1959. Fidel había entrado a La Habana el 8 de enero, este discurso es cinco días después:

"Se acabó la Enmienda Platt" —dice Fidel—, "que fue una injusticia imponerla a una generación que luchó por la independencia, aquella ley que le quitaba, precisamente, la independencia. Ya no hay régimen castrense, ya no hay militares que puedan traicionar la Revolución alzándose con el poder, como pasó en 1933, y por primera vez hay hombres dignos al frente del país, que ni se venden ni claudican, ni se acobardan ante ninguna amenaza y están dispuestos a actuar serenamente, sin excesos de ninguna clase, decididos a no usar jamás la fuerza; pero eso sí, que no confundan una cosa con la otra.

"Creo que este pueblo tiene los mismos derechos que otros pueblos a gobernarse, a trazarse su propio destino, libérrimamente, y de hacer las cosas mejor y más democráticamente de lo que lo hacen otros que hablaban de democracia y le mandaban tanques Sherman a Batista."

Ese es el discurso del 13 de enero de 1959 que está dando respuesta a las campañas que ya desde Estados Unidos se están realizando por las medidas que estamos adoptando en nuestro país para castigar, como un reclamo de nuestro pueblo, a los asesinos, torturadores y ladrones del régimen batistiano que tuvieron que responder ante la justicia y ante los reclamos sobre esos terroristas que habían ido hacia territorio norteamericano y que recibieron no solo total benevolencia por parte de las autoridades norteamericanas, sino también todo el apoyo para desarrollar, incluso, sus actividades terroristas contra nuestro país.

Para tener una idea, el 15 de enero, dos días después de este discurso del compañero Fidel, un grupo de congresistas norteamericanos pidió la intervención de Estados Unidos en Cuba. El representante Wayne Hays —a lo mejor es pariente de Dennis Hays, el actual vicepresidente de la Fundación— declaraba que debía considerarse el envío de tropas a Cuba, además de la aplicación de sanciones económicas, como la rebaja de la cuota azucarera y el embargo comercial. Estamos hablando ya del 15 de enero.

El 10 de marzo de 1959, el Consejo de Seguridad Nacional de Estados Unidos, que era el órgano asesor del entonces presidente Eisenhower, se reúne en secreto para discutir las vías para colocar a otro gobierno en el poder en Cuba. Es decir, ya, institucionalmente, el gobierno de Estados Unidos está programando ideas para derrocar, por cualquier medio, a la Revolución triunfante del Primero de Enero de 1959.

El 30 de marzo, el general Maxwell Taylor, jefe del Estado Mayor del Ejército de Estados Unidos, declara ante el Congreso de ese país —y lo cito—, "la Revolución Cubana podría ser el comienzo de una serie de convulsiones en América Latina que darán oportunidades a los comunistas para tomar posiciones".

En abril de ese año, la revista Times expresa el pensamiento de los conservadores norteamericanos al declarar que la neutralidad de Fidel Castro era un desafío para Estados Unidos; porque en esa concepción intervencionista, ni neutral podía ser nuestro país. Se produce, entonces, la primera visita del Comandante a Estados Unidos, y ahí está el memorando secreto que el entonces vicepresidente Nixon escribe, dejando su impresión después del contacto con el compañero Fidel, señalando que Fidel era comunista y sugería, implícitamente, que se comenzara a pensar en el derrocamiento del poder revolucionario en Cuba.

En julio de ese año, un subcomité de seguridad interna del Senado de Estados Unidos hace una audiencia para escuchar a los connotados criminales de guerra y asesinos del derrocado régimen batistiano, como Manuel Ugalde Carrillo, exjefe del Servicio de Inteligencia Militar; Francisco Tabernilla Dolz, exjefe del ejército; Francisco Tabernilla Palmero, Cilito; exjefe de las fuerzas blindadas de la tiranía; Merob Sosa, exoficial del ejército y connotado asesino; Andrés Rivero Agüero, expresidente electo en la farsa comicial de 1958; Rafael Díaz-Balart, exministro de Gobernación; Aurelio Arsenio Silva González, ministro del Trabajo; otros oficiales de la dictadura batistiana y otros connotados batistianos.

También hay que decir que en ese propio mes de julio hacen una audiencia especial para escuchar al traidor Pedro Luis Díaz-Lanz, que después vendría a La Habana y haría atentados en nuestro país lanzando bombas. Está el famoso atentado que realiza el 21 de octubre de 1959, donde hay dos personas muertas y 47 heridas a consecuencia de esta acción terrorista de Pedro Luis Díaz-Lanz, que después se paseaba impunemente por Estados Unidos, y que estaba basificado en Miami para realizar estas acciones.

Desde territorio norteamericano, y con la anuencia de las autoridades norteamericanas, los batistianos constituyeron una organización terrorista, la primera que accionó contra nuestro país, La Rosa Blanca, que fue organizada por el padre del actual congresista Lincoln Díaz-Balart, el mismo que el presidente Bush saludó, abrazó, tanto en Washington como en Miami. El cabecilla Rafael Díaz-Balart, que fue ministro de Gobernación —como ya he dicho— en el gobierno de Batista, creó esta organización terrorista , que integraron Pilar García y su hijo Irenaldo, Merob Sosa —como ya mencioné— y otros funcionarios de la dictadura batistiana, bastante comprometidos con todos los horrores que cometió esa dictadura batistiana.

Esta propia organización, con la complicidad de Estados Unidos, se asoció al dictador Fulgencio Batista y al dictador dominicano Rafael Leónidas Trujillo, para organizar la conspiración trujillista, que fue descubierta y definitivamente liquidada por las fuerzas revolucionarias en agosto de 1959.

Con el contubernio de estas personalidades se llevaron a cabo los primeros alzamientos contrarrevolucionarios en nuestro país. Entre enero y abril estarían los primeros alzamientos armados protagonizados por esbirros de la dictadura, como, por ejemplo, en Pinar del Río el cabo Lara, y "Cara linda", por mencionar dos ejemplos; en Matanzas, Graciliano Santamaría Rodríguez. En el último trimestre del año 1959, en Las Villas, estaría el alzamiento de Pedro Ramón Rodríguez Hernández, y en la antigua provincia de Oriente Olegario Charlot Pileta y Carlos Caraballo Guzmán.

En ese mismo año 1959 comenzaron los bombardeos contra ciudades, contra centrales azucareros, la quema de caña, el sabotaje terrorista contra la economía de nuestro país; incendio y actividades de todo tipo en distintos centrales azucareros; estaría un ametrallamiento a un tren en la provincia de Las Villas. Es decir, una cantidad de acciones terroristas que ya ofrecen una imagen del monstruoso crimen que desde Estados Unidos, y con la anuencia de las autoridades norteamericanas, y su total apoyo y compromiso, se comenzarían a desarrollar en años subsiguientes.

Randy Alonso.- Un ejemplo evidente de eso, Lázaro, es que el 21 de octubre, Pedro Luis Díaz Lanz, el traidor terrorista, como tú señalaste, en un avión procedente de Estados Unidos lanzó propaganda contrarrevolucionaria aquí en la Ciudad de La Habana y también bombardeó a la ciudad con el saldo de dos personas muertas y 47 heridas; pero ese mismo día, otra avioneta procedente de Estados Unidos bombardeó el central "Violeta", hoy "Primero de Enero", en Ciego de Avila, y un avión, también procedente de Estados Unidos, bombardeó el central "Punta Alegre", hoy "Máximo Gómez", en el municipio Chambas, de Ciego de Avila. Tres objetivos diferentes en un mismo día, con bombardeos en aviones que venían desde territorio norteamericano.

Al otro día, el 22, otra persona resulta muerta y una más herida, por un bombardeo de un avión B-26 sobre el propio central "Punta Alegre", en Chambas, Ciego de Avila. Una demostración de cómo comenzaban esos ataques terroristas contra nuestro país, impulsados por la administración norteamericana, utilizando como instrumento para esas acciones a los batistianos que se habían ido del país, a los que traicionaron a la Revolución en esos primeros momentos y que intentaron crear un caos en el país, y, sobre todo, a partir de aquella Ley de Reforma Agraria que significó el más duro golpe a las propiedades norteamericanas en nuestro país y que le dio la tierra a sus verdaderos propietarios, a los campesinos.

El señor Bush, que tanto habla de la propiedad privada, debiera saber que esa fue la repartición de propiedad más grande que ha habido en toda la historia de Cuba, que fue darles la tierra a los campesinos de nuestro pueblo. Aquella medida fue la que ocasionó que, entre otras cosas, se intensificara la lucha contrarrevolucionaria contra el proceso naciente y que Estados Unidos incrementara sus acciones contra nuestro país. Tanto es así que ya, en los primeros meses del año 1960, el gobierno norteamericano adopta oficialmente un detallado plan de agresión contra la Revolución Cubana, del cual nos puede dar algunos detalles Reinaldo Taladrid.

Reinaldo Taladrid.- Con mucho gusto, Randy.

La primera idea que quiero trasladar es que fíjense que son las más altas figuras de la administración, los políticos norteamericanos, los que están evaluando y diciendo lo que hay que hacer y, por supuesto, llaman a ejecución a todas las ramas del gobierno.

En fecha 16 de marzo de 1960 se aprueban estos dos planes en el Consejo Nacional de Seguridad de Estados Unidos.

Quiero decir algo. El Consejo Nacional de Seguridad está en la Casa Blanca, es el corazón del gobierno en todo lo que tenga que ver con política exterior, seguridad nacional y temas internacionales, y está el Presidente de Estados Unidos, participa el Vicepresidente y todo su equipo. O sea que es directamente el corazón de la administración en estos temas. Por supuesto, van especialistas de muchas agencias del gobierno, pero es ahí donde se toman las decisiones.

¿Qué se aprueba el 16 de marzo de 1960 en el Consejo Nacional de Seguridad? Se aprueban dos planes:

El primero, se llama Programa de Acción Encubierta contra el régimen de Castro. Aquí hay una cosa importante a resaltar. Este programa tiene cuatro puntos, pero el resultado final de este plan, el ejecutar estos dos planes no cabe duda que lleva a la acción directa de Playa Girón, como después la vida enseña que el fracaso de Girón lleva a la Crisis de Octubre, y eso está en los documentos. No es especulación mía. Dice este documento:

"Se hará todo lo posible por ejecutarlo de tal forma que la capacidad de actuación de los Estados Unidos aumente progresivamente" —Estados Unidos, no los peones— "en caso de una crisis." O sea, desde el principio está previsto que Estados Unidos se va a tener que involucrar directamente, o mucho más que como estaba previsto.

Decía que este primero de los dos planes, el Programa de Acción Encubierta contra el régimen de Castro, tiene cuatro puntos principales.

El primero dice: "Crear una oposición cubana" —fíjense la palabra clave, el verbo de la oración lo dice todo: "crear", "fabricar", fíjense qué actualidad, qué vigencia histórica tiene esto— "que debe estar necesariamente ubicada fuera de Cuba" —qué revelador es esto para entender bien la historia—, "en forma de consejo o junta, por medio de la creación de tres grupos de oposición" —y miren esta palabra— "aceptables, con los cuales ya la Agencia Central de Inteligencia está en contacto." Desde el principio se dice: Crear una oposición que sea aceptable para el gobierno de Estados Unidos, ese es el primer punto de estos cuatro.

El segundo: "Para que la oposición" —y estoy citando la traducción del documento, entiéndanme, por eso uso ese lenguaje, están oyendo lo que se aprobó en el Consejo Nacional de Seguridad de Estados Unidos— "pueda ser escuchada, iniciar una poderosa ofensiva propagandística en nombre de la oposición" —fíjate qué revelador. ¿Iniciarla quién? El gobierno de Estados Unidos en nombre de la oposición. Nuevamente se ve que, aunque hable un traidor de origen cubano, aunque hable quien sea, lo está haciendo el gobierno de Estados Unidos, y lo dice el documento, en nombre de la oposición—, "mediante la creación de una emisora radial clandestina que trasmitirá por onda larga y corta, y probablemente se ubique en la isla de Swan." Esto fue Radio Swan que no es más que el antecedente de lo que hoy se llama Radio "Martí", del gobierno de Estados Unidos, pagada por el gobierno de Estados Unidos y que hable "a nombre" de esa oposición que dice que ya "creó" el gobierno de Estados Unidos. Todo el mundo sabe qué fue esto, un instrumento de guerra, de guerra psicológica, de desinformación, etcétera, la especialidad del actual Subsecretario de Estado para América Latina, estos son los antecedentes.

Punto número tres de este plan: "Creación de una organización secreta de inteligencia y acción dentro de Cuba que responderá a las órdenes e instrucciones de la oposición en el ‘exilio’" —ellos mismos entrecomillan el exilio—, "el papel será, uno, proporcionar información importante de inteligencia. Dos, gestionar la infiltración y exfiltración de individuos, ayudar a la distribución interna de propaganda, planear la disidencia" —año de 1960, marzo de 1960, y ya se dice "planear la disidencia"— "y organizar grupos tal como se indique." Nuevamente todo esto concebido y creado por el gobierno de Estados Unidos.

El número cuatro, el último de este primer plan, dice: "Crear una fuerza paramilitar adecuada, fuera de Cuba, así como los mecanismos para el necesario apoyo logístico a operaciones militares encubiertas en la isla." ¿De qué se trata? Se trata de esto mismo: "crear una fuerza militar", y las fuerzas militares vienen a disparar, a poner bombas y a tirar granadas, no vienen a hacer otra cosa, pagada por el gobierno de Estados Unidos para que actúe encubiertamente en la isla. ¿Esto qué cosa es?, ¿de qué se trata aquí? Se está creando un grupo militar para que vaya a actuar a otro país, ¿eso es terrorismo o qué cosa es? ¿Cómo se llama lo que aprobó el gobierno de Estados Unidos?

Una sola cosa quiero mencionar de este plan, antes de pasar al otro. Dice este documento, es un punto específico del mismo:

"La dirección. Se harán todos los esfuerzos posibles para" —oigan esta palabra— "seleccionar a un presidente, dada la urgencia de un sucesor para Castro." Fíjense, "seleccionar a un presidente", lo dice aquí, 1960. "Como la posibilidad de derrocar a Castro se hace más inminente" —déjenme rectificar, a ver, esto es en 1960, la inminencia tiene ya 42 años—, "se debe seleccionar a un líder con apoyo norteamericano concentrado sobre él."

¿Cómo seleccionar al futuro presidente de Cuba? Aquí está en detalles, y, bueno, lo de inminencia ya lo vieron, 1960, hace 42 años.

El segundo plan que aprobaron en esa reunión es el "Programa de presiones económicas contra Castro", se llama así. Una cosa, ese no ha sido desclasificado, posiblemente por la vigencia que tenga y porque esto no es más que el bloqueo anticipado, como terrorismo; no como instrumento político ni de cambio, como se dice, sino como terrorismo.

Lo que se conoce de esto, a diferencia del primer plan, es por las notas, que sí se desclasificaron, de gente que estaba en la reunión del Consejo Nacional de Seguridad que mencioné, por eso es que no se sabe todo lo demás.

¿Qué dice este segundo plan?, "Programa de presiones económicas contra Castro."

"Uno: Sabotaje a las negociaciones de Cuba." Eso sigue vigente.

"Dos: Sabotajes contra objetivos económicos en el país." Eso es hacer explotar una bomba en un central, quemar un cañaveral dentro de Cuba, con medios y métodos terroristas.

"Tres: Cortar el suministro de petróleo a Cuba, dado su efecto devastador paralelo en un período de un mes a seis semanas." Cortaban el suministro de petróleo a Cuba, cometían un acto de genocidio, paralizaban un país, según ellos, en un mes o seis semanas.

"Cuatro: Suspender toda relación entre ambos países, dejando sin efecto los acuerdos comerciales de 1903 y 1934." Un ejemplo de lo que es la libertad de comercio, cómo el gobierno decide con quién deben comerciar sus empresarios o no.

"Cinco: Influir sobre los empresarios norteamericanos para que se retiren de Cuba y para que se suspendan las nuevas inversiones." Eso sigue vigente.

"Seis: Reducción del turismo norteamericano." Por supuesto, siguen persiguiéndolo todavía.

"Siete: Reducción de la cuota azucarera." Otra forma más de estrangulamiento económico y de genocidio.

"Ocho: Suspender desde el 29 de septiembre las operaciones de la planta de concentrado de níquel en Nicaro, Oriente."

Y un comentario: Un informe un poquito posterior, llamado informe Mallory, dice lo siguiente: "El único medio previsible para enajenar el apoyo interno" —se refiere a la Revolución— "es a través del desencanto y el desaliento basados en la insatisfacción y las dificultades económicas. Debe utilizarse prontamente cualquier medio concebible para debilitar la vida económica de Cuba."

Y por si queda alguna duda, según un documento desclasificado —estamos hablando del año 1960—, el presidente Eisenhower, presidente de Estados Unidos, comentó con uno de sus asesores que "en caso necesario se establecería una cuarentena contra Cuba, pues si el pueblo cubano" —dice el Presidente de Estados Unidos, lo dijo en el año 1960— "padeciera de hambre, derrocará a Castro." Este es el verdadero objetivo de lo que después fue el bloqueo: asfixiar a Cuba, que la gente padezca hambre. Toda esta fraseología de que el bloqueo busca democracia, libertad, etcétera, se desnuda aquí: que se muera la gente, que padezca hambre, para que, según ellos, de esa forma derriben a Fidel Castro. Esta es una forma de terrorismo, aprobada en la Casa Blanca, por el Consejo Nacional de Seguridad, y que desnuda muchas de las falacias que se dijeron el 20 de mayo en los dos discursos.

Randy Alonso.- Una remembranza que quería hacer el señor Eisenhower a la Reconcentración de Weyler, en la que murieron tantos cubanos durante nuestras guerras de independencia.

Pero, como tú decías, un elemento central de ese documento, que es de por sí un compendio de acciones terroristas contra nuestro país, era el sabotaje, los atentados contra los dirigentes de la Revolución, desatar todo un clima de terror dentro del país y provocar un cambio del gobierno o una caída de la Revolución.

Muchas fueron las acciones terroristas durante el año 1960 y el año 1961, y yo le propongo a Rogelio Polanco acercarnos a algunas de las principales acciones terroristas previas a la invasión mercenaria de Playa Girón.

Rogelio Polanco.- Fue una verdadera escalada de terrorismo la de los años 1960 y 1961. Cuando uno puede volver a repasar la historia y ver lo que se hizo contra nuestro país y lo que la Revolución tuvo que enfrentar, la Revolución triunfante, en esos primeros años, es realmente una acción agresiva y terrorista tremenda. Y hay un precedente, una macabra ironía, que fue el uso de los aviones para provocar el terror en nuestro pueblo durante todo ese tiempo. Hay una lista tremenda de incursiones ilegales y agresivas, terroristas, de aviones desde territorio de Estados Unidos que, con absoluta impunidad y tolerancia, entraron a territorio cubano, sencillamente para bombardear, para ametrallar, para provocar el terror en nuestro pueblo.

Hay datos, por ejemplo, de que solo entre septiembre y diciembre —en esos cuatro meses del año 1960— se produjeron más de 50 violaciones del espacio aéreo cubano en el territorio de la provincia de La Habana; o sea, que casi cada dos días se producía una de estas violaciones del espacio aéreo y lanzamiento de propaganda terrorista, contrarrevolucionaria, sobre los pueblos y ciudades.

Hay un informe del inspector general de la CIA, Lyman Kirkpatrick, que habla que durante este período se dejaron caer sobre Cuba un total de 12 millones de libras de volantes, por supuesto, convocando al sabotaje, al terror en las instalaciones de nuestro país.

Por supuesto, el ametrallamiento y bombardeo terrorista sobre pueblos y ciudades ocasionaron cuantiosas víctimas y daños materiales. Tengo algunos ejemplos que tenemos que recordar, para que nuestra memoria histórica se mantenga en alto: el lanzamiento, en enero de 1960, de cuatro bombas de 100 libras sobre los pueblos de Regla y Cojímar, aquí mismo en la capital, que pusieron en peligro a la población civil —por cierto que en esta incursión aérea venían pilotos norteamericanos, Bob Spining y Eduardo Whitehouse, eran los pilotos de ese ataque contra estos dos poblados de la capital—; el lanzamiento, el 11 de febrero de 1960, nada menos que de fósforo vivo sobre el poblado de El Cano, también en la capital, y ametrallamiento en octubre y diciembre de ese año de los alrededores de Río Cristal, de Rancho Boyeros y Arroyo Arenas, también en la capital.

Se produjo realmente un ensañamiento contra los centrales azucareros. Ya se hablaba de que esto viene desde el año 1959, pero en 1960 y 1961 realmente fueron atacados decenas de centrales azucareros y millones de arrobas de caña fueron quemadas, y los daños materiales fueron tremendos, innumerables, y ocasionaron, además, la muerte de varias personas. Solo tengo aquí un ejemplo de uno de ellos, el ataque a un objetivo económico, como fue al central España, el España Republicana hoy. En esa ocasión estalló en pleno vuelo la avioneta Piper Comanche 250, tripulada también por un norteamericano, Ellis Frost, a quien acompañaba Onelio Santana Roque, exmiembro de los cuerpos represivos de la dictadura. Por cierto que entre los documentos que se detectaron a los tripulantes, se evidenciaba la asociación con tres acciones anteriores, y, además, que iba a cobrar por este bombardeo 1 500 dólares.

Están las acciones de abastecimiento a las bandas terroristas también por aviones; recordemos este suceso, igualmente terrorista, en ese período. El uso también de los aviones, como medio de terror al secuestrarlos, comenzó en esas etapas, en que fueron robados y conducidos a Estados Unidos por criminales de guerra, en primer lugar, los asesinos batistianos, primero en 1959, y después esto siguió durante muchos años, hasta convertirse también en un bumerán contra el gobierno norteamericano.

Tengo algunos ejemplos de aquella época: Hubo un día, el 14 de octubre, en que secuestraron cuatro aviones de la agricultura en la provincia de Matanzas, en la ciudad de Colón. Hubo también muertes; por ejemplo, el 29 de octubre de 1960, en un DC-3 de Aerovías Q fue asesinado el soldado escolta Cástulo Acosta Hernández y fueron heridos el piloto Candelario Delgado Ruiz y el niño de 14 años, Argelio Rodríguez Hernández, pasajero de ese vuelo. Y el 8 de diciembre, en el DC-3, matrícula CUT 172 de Cubana de Aviación, en pleno vuelo, fue asesinado el piloto Francisco Martínez Malo.

Así pasó, como recordamos todos también, con las embarcaciones.

Los sabotajes terroristas fueron algo muy presente en ese año 1960 y 1961: actos de terror contra instalaciones públicas, desde cines, teatros, escuelas, comercios, de todo tipo de instalaciones, y el objetivo, por supuesto, era crear el pánico, el terror entre la población.

Randy Alonso.- Incluso los medios de comunicación también sufrieron sabotajes.

Rogelio Polanco.- Cómo no, el periódico Revolución, la revista Bohemia.

Randy Alonso.- El periódico La Calle.

Rogelio Polanco.- Tengo aquí otras instalaciones económicas saboteadas, el acueducto del Cerro, el frigorífico de Jovellanos, la planta eléctrica de Tallapiedra, los estudios de televisión CMQ, la refinería Belot, hoy "Ñico López", también sufrió los ataques y las acciones de sabotajes terroristas en esa época.

Hay que recordar dos muy importantes y criminales actos, como fueron el sabotaje al barco francés La Coubre, que en aquel momento, 4 de marzo de 1960, se encontraba surto en el puerto de La Habana, que descargaba —como recordamos— el armamento que nuestro país importaba, con las municiones, para defenderse, precisamente, de estas acciones terroristas y de las agresiones que el gobierno de Estados Unidos estaba ya llevando contra nuestro país, y que provocó aquellas explosiones y la muerte nada más y nada menos que de 101 personas, heridas a más de 200 y numerosos desaparecidos. Fueron un acto criminal, un acto cruel aquellas dos explosiones que provocaron la muerte de muchos de los que habían ido a ayudar en aquel rescate y que nuestro pueblo recuerda, porque a partir de ese momento surgió también aquella consigna histórica de Patria o Muerte.

Randy Alonso.- Un acto, además, donde perdieron la vida seis de los marinos franceses del barco, lo que demuestra también el alcance del terrorismo que Estados Unidos había implementado contra Cuba, que iba más allá de los propios ciudadanos de nuestro país.

Rogelio Polanco.- Por supuesto, el terrorismo, como ahora y como fue también en esos años, no tenía en cuenta quiénes eran las víctimas. Como pasó el 13 de abril de 1961 en la tienda El Encanto, aquel sabotaje también muy cruel, aquí mismo en la capital, que provocó la muerte de la trabajadora y miliciana Fé del Valle. Fue una tienda, la mayor del país, que quedó totalmente destruida. Es algo que recuerda con mucho dolor nuestro pueblo, fue una de las acciones casi en vísperas de la invasión de Playa Girón.

Como esas actividades, Randy, se produjeron atentados contra objetivos cubanos en el exterior, que fueron numerosos, también en territorio norteamericano, en Nueva York, contra las oficinas de Cubana de Aviación; contra las oficinas en Miami. Es algo que después tuvo una amplitud tremenda en los años setenta y que no puede estar fuera de nuestro análisis.

El asesinato también de muchas personas inocentes, entre ellos niños y adolescentes. Recuerdo aquí, en esta lista que tengo, el 7 de abril de 1960, el comandante Francisco Tamayo, ejecutado por el traidor Manuel Beatón Martínez; el 10 de octubre de 1960, el niño Reinaldo Muñiz-Bueno Machado, ejecutado por una banda contrarrevolucionaria.

Recordemos que las bandas contrarrevolucionarias, las cuales durante estos años fueron abastecidas, aupadas desde Estados Unidos, provocaron la muerte de numerosas personas. Esto es algo que, por supuesto, nuestro pueblo recuerda, como también recuerda los grupos de infiltración, que provocaron muchas muertes en numerosos lugares de nuestro país, o aquellos grupos que llevaron a cabo los ataques piratas desde embarcaciones en la costa, como, por ejemplo, la que ocasionó, el 13 de marzo de 1961 —uno de los hechos más significativos, el ataque a la refinería de petróleo Hermanos "Díaz", en Santiago de Cuba— la muerte del combatiente René Rodríguez Hernández y heridas al combatiente Roberto Ramón Castro.

Son hechos que nuestro pueblo no puede olvidar y que demuestran que la Revolución fue genuinamente antiterrorista desde los propios inicios, porque se tuvo que enfrentar al terror que se le impuso desde Estados Unidos.

Lázaro Barredo.- Randy, yo quería mostrar el facsímil del periódico Revolución del 30 de diciembre de 1960, donde da cuenta de la ocupación de una fábrica de bombas y la detención de 17 terroristas que servían y seguían instrucciones de la embajada de Estados Unidos en Cuba. Entre estos 17 terroristas, que se habían dedicado a poner petacas con explosivos plásticos en tiendas comerciales, hay dos personeros hoy de la contrarrevolución muy amigos de los dirigentes del gobierno de Estados Unidos y de otros países: está el ahora flamante periodista Carlos Alberto Montaner, que no fue condenado entonces porque era menor de edad, y se metió en una embajada latinoamericana para salir del país, y el estelar embajador Armando Valladares, el "paralítico", "escritor", etcétera, etcétera. Esos dos personajes en 1960 —está ahí en la prensa de ese día reflejada la detención y la ocupación de los explosivos plásticos— ponían bombas en tiendas comerciales, donde iban numerosas personas, mujeres, niños, y no tuvieron ningún pudor en actuar como terroristas connotados en nuestro país.

Randy Alonso.- Sí, uno de esos actos contra tiendas comerciales fue uno de los más horrendos —como decía Polanco— de toda esa etapa, y queremos, en un día como hoy, en que estamos hablando de las nuevas y falaces mentiras del gobierno de Estados Unidos, recordarles al señor Bush y a su administración cuáles han sido las acciones de los gobiernos norteamericanos a lo largo de más de 40 años contra nuestro pueblo y quiénes son los verdaderos terroristas.

Las imágenes de El Encanto aún están en la mente y en los ojos de quienes las vivieron en aquella época y es también un testimonio excepcional para los jóvenes de hoy.

(Proyectan video con imágenes del incendio de El Encanto)

Locutor.- Mientras un pueblo pacífico se dedica al trabajo, a la construcción de una patria nueva, manos asesinas colocan bombas incendiarias de fabricación yanki en El Encanto nacionalizado, un centro de trabajo en el que ganan su sustento miles de familias cubanas.

En el mismo centro de La Habana, poniendo en peligro gran número de hogares cubanos, provocan un incendio de grandes proporciones. No les importa la vida de niños, mujeres y ancianos; no les importa la vida de nuestros obreros.

El pueblo se movilizó para combatir el siniestro. Las milicias, el Ejército Rebelde y los bomberos, lograron impedir que el incendio se propagara a las casas colindantes.

No saben los imperialistas que nunca podrán doblegar nuestra bandera.

Con estos actos de barbarie el imperialismo yanki pretende destruir nuestras riquezas nacionales y paralizar la producción y promover la escasez. Han perdido hasta la última esperanza de confundir y movilizar traidoramente a la opinión pública, por eso se lanzan cargados de odio al terrorismo asesino, a la violencia y a la agresión.

Reynol González (Agente de la CIA).- Bueno, nosotros aquí quemamos El Encanto, los Ten Cent, los muelles, una de las torres de los muelles, la tabaquería, la papelera de Puentes Grandes, una tabaquería que está aquí en La Habana y varios más que no recuerdo ahora.

Entonces, ¿qué es lo que pasa? Aquí hay una cosa que hay que decirla, porque yo creo que es bueno que se diga, y es conveniente que yo lo diga. El problema es el siguiente: La verdad es que en algunos aspectos los americanos con nosotros han jugado; o sea, nos utilizan para mantener el estado de agitación interna y de zozobra mediante el sabotaje, mediante esto y lo otro, para ellos poder hacer sus planes. O sea, nosotros les servimos de cobertura, sencillamente, entonces ellos después realizan sus propios planes. Esa es la gran realidad. Y entonces los que están aquí muriendo y los que están presos somos los cubanos.

Randy Alonso.- Aquella era la cobertura —como decía este agente de la CIA que participó en los hechos de El Encanto—; pero el verdadero plan norteamericano era acrecentar ese período de terror en nuestro país para llegar hasta la invasión mercenaria de Playa Girón, un suceso en la historia de la Patria que recuerda todo nuestro pueblo y que, sin duda, constituye uno de los momentos culminantes de la defensa de la Revolución ante la agresión norteamericana. Sobre eso nos puede hablar Juan Carlos Rodríguez, un conocedor de este tema, estudioso e investigador de los sucesos de Playa Girón.

Juan C. Rodríguez.- La operación de invasión fue una operación de terrorismo, de eso no hay duda, y no se puede ver aislada de todo lo que han planteado los compañeros que me precedieron en la palabra.

Tanto las acciones de sabotajes en las ciudades, como esta, que acabamos de ver las imágenes, de la quema de El Encanto, responden a ese plan preparatorio que culminaría con el desembarco; es decir, crear un clima propicio para desembarcar.

Este mismo hecho de El Encanto se desarrolló luego del entrenamiento que se les dio a los team de infiltración en los campos de la base Trax, en Guatemala, donde se preparó la Brigada 2506, y la tienda se redujo a cenizas con dos petacas incendiarias de un material que solamente se fabricaba en la industria militar norteamericana, es decir, no es un material casero, y lo trajo uno de los miembros de los team de infiltración, a los que, por ejemplo, pertenecía José Basulto, conocido hoy por todos nosotros.

Lo mismo fue el caso de los alzamientos. Fue también un trabajo previo que se hizo, que culminaría con la invasión. Y dentro de esto también se inscribe el intento de asesinar al líder de la Revolución Cubana mediante un veneno, la botulina sintética, que se fabricó expresamente para ese intento, meses antes de la invasión en los laboratorios del gobierno de Estados Unidos, que no escatimó, incluso, para esa acción terrorista, porque era asesinar al Primer Ministro de un país, no era otra cosa; no escatimó, por ejemplo, en utilizar a la mafia para hacer llegar la botulina sintética al país y tratar de hacer el atentado semanas, o incluso días antes de la invasión, porque pensaban que podrían crear entonces una especie de desaliento en las fuerzas revolucionarias, en la milicias, que iba a facilitar el éxito de la invasión.

Sin duda la invasión es un acto de terrorismo y de terrorismo de Estado, si no cómo entender lo que acabamos de explicar anteriormente, y explicar que los mejores especialistas del gobierno norteamericano trabajaron ahí; eso no fue una acción de otra naturaleza, fue el gobierno norteamericano y sus mejores especialistas.

A ellos les correspondió el reclutamiento de los futuros mercenarios en Miami, Nueva York, en casas habilitadas para eso, el chequeo médico, el traslado a la base Trax, que, incluso, no solamente se cumplió lo que había planteado el presidente Eisenhower de que se utilizara territorio fuera de Estados Unidos para tratar de taparse, sino que hubo un batallón completo, el conocido como la Operación Marte, que se entrenó en el lago Pontchartrain, en Nueva Orleans, salió del río Mississippi, que fue el que le hizo el bojeo a Cuba, porque tenía la misión de desembarcar por Imías, en Oriente, para distraer y hacerle pensar a la dirección de la Revolución que el desembarco iba a ser por esa región.

Ese batallón se entrenó en Estados Unidos. Los tanquistas se entrenaron en el estado de Georgia, los hombres-rana en Vieques; el principal jefe de la Brigada 2506 lo fue un coronel de la marina de Estados Unidos, Jack Hawkins, que no solamente lo fue en la etapa preparatoria, sino los días de los combates, que tuvieron un centro en Estados Unidos, en Quarter Eyes, como le llamaron ellos, que estaba en las barracas del Pentágono, y ahí durmieron todos esos días jefes militares muy importantes de Estados Unidos y los principales involucrados en esto, que daban órdenes a San Román, sí, San Román fue un peón en esos días de los mismos norteamericanos.

Muy pocos documentos se han desclasificado de lo que pasó en Quarter Eyes esos tres días, porque involucra al ejército, la marina y la aviación de Estados Unidos.

La fuerza aérea táctica de la brigada fue dirigida por el general George (Reid) Doster, un general norteamericano que pertenecía a la Guardia Nacional del estado de Alabama. Esa fuerza aérea, 16 B-26 fueron pintados con las insignias de las Fuerzas Aéreas Revolucionarias, en una violación más de los convenios internacionales sobre la guerra, y que atacó sin previo aviso tres aeropuertos cubanos, sin previa declaración de guerra, lo que lo convierte en un ataque terrorista. Al día siguiente, durante el entierro de las víctimas de esos bombardeos, Fidel dijo: "Si el ataque a Pearl Harbor fue considerado por el pueblo de Estados Unidos como un crimen y como un acto traicionero y cobarde, nuestro pueblo tiene derecho a considerar el ataque imperialista de ayer como un hecho dos veces criminal, dos veces artero, dos veces traidor."

El traslado desde Nicaragua hasta la costa sur fue una operación exclusiva de la marina. Pocos documentos se han desclasificado de esa operación, pero se sabe por las mismas declaraciones de los invasores que vieron los elementos en el mar, que participaron submarinos, destroyer, portaaviones, y que fue totalmente dirigida por la marina norteamericana. Incluso, el desembarco de los medios blindados fue a través de un buque-dique de Estados Unidos, el San Marcos (LSD), que llegó prácticamente hasta la costa, donde desembarcó, mediante lanchas que traía el mismo buque, los tanques y los camiones artillados. Es decir, una operación de la marina, militar totalmente.

Los pilotos cubanos fueron entrenados por pilotos norteamericanos, y de ellos, incluso, seis participaron en el bombardeo, el último día; y en el bombardeo con napalm a uno de los batallones de milicia, cuyo uso está prohibido en las guerras, por las convenciones internacionales.

Uno de estos pilotos que fue derribado, Leo Francis Baker, el gobierno norteamericano con tal de no reconocer que habían participado fuerzas norteamericanas en la invasión, lo tuvieron cerca de 20 años congelado, hasta que durante el gobierno de Carter se hizo oficialmente la reclamación de ese piloto, que era un testimonio elocuente de la participación, incluso, de fuerzas norteamericanas en la invasión.

Incluso hay más. El primer hombre que desembarca, que llega próximo a las costas en Girón es el jefe de los hombres-rana, que es un agente norteamericano, Grayston Lynch, y los primeros disparos los hizo él, y resultó herido por esos disparos un brigadista que estaba en el yipi que se estaba moviendo en ese momento por la zona. Es decir, hasta el primer disparo ahí lo hace un norteamericano.

Para que no vaya a quedar duda de que es una operación dirigida totalmente por el gobierno norteamericano y el carácter terrorista que tiene, que siempre lo trataron de ocultar, en una conferencia que se celebró en Musgrove, Georgia, en 1996, un académico norteamericano, Piero Gleijeses, profesor de la Escuela de Estudios Internacionales Avanzados de la Universidad John Hopkins, cuando está escuchando a algunos cubanos de los que viven en Estados Unidos hablar, tratando de hacerles creer a académicos norteamericanos de que la invasión había sido una especie de asociación entre la llamada resistencia anticastrista y el gobierno norteamericano, es decir, como un plan de cooperación entre unos y otros, interviene y dice: "Espero que no nos perdamos en cuanto a lo que realmente sucedió. La operación de Bahía de Cochinos no fue un acuerdo de cooperación entre Estados Unidos y una resistencia cubana; los cubanos que participaron en Bahía de Cochinos fueron una buena carta de Estados Unidos, y lo que ellos pensaban no es ni siquiera pertinente. Los planes fueron hechos por Estados Unidos, los líderes fueron elegidos por Estados Unidos, así que cuando hablamos de Bahía de Cochinos nos referimos a una agresión de Estados Unidos contra Cuba."

¿Quiénes eran los que venían en la invasión? Sobre eso quiero referirme porque tiene vigencia. Dentro de los que venían en la invasión, esa buena carta de que habla Piero Gleijeses, 100 de los invasores poseían enormes extensiones de tierra, latifundios que habían sido expropiados y sus tierras entregadas a quienes las trabajaban; otros 67 poseían decenas de miles de viviendas para el arriendo, la Revolución las había entregado a sus moradores; 214 pertenecían a ricas familias que controlaban el comercio, la banca y las industrias; 194 habían pertenecido a las fuerzas armadas que apoyaron y sostuvieron al dictador Fulgencio Batista, y otros 112 se habían dedicado en Cuba a negocios erradicados por la Revolución, como la prostitución, el juego y la droga.

Me llama la atención que dentro de esos mercenarios había algunos muy connotados miembros de la dictadura batistiana, entre ellos, uno, por ejemplo, Ramón Calviño Inzua, autor de asesinatos, torturas, violaciones de mujeres, castraciones de hombres, conocido por el pueblo cubano, que vino en la invasión, se juzgó con abundantes pruebas, en la televisión salieron los testimonios de los familiares de la gente que él asesinó en su propia presencia; y 20 años después, en una revista de la Brigada, que se llama Revista Girón, órgano de la Brigada 2506, número 1 de octubre de 1984, página 11, que se edita en Miami, leí esto.

"El pasado mes de septiembre se cumplieron 23 años del fusilamiento de varios brigadistas apresados, son ellos: Ramón Calviño, Jorge King, Rafael Emilio Soler Puig. Reciban estos compañeros brigadistas el emocionado recuerdo de quienes permanecen en la lucha por la libertad de Cuba." Es decir, estos mismos que recuerdan con emoción a estos torturadores y asesinos de la tiranía batistiana son los que días anteriores se retrataron junto al Presidente norteamericano. Terroristas, por supuesto, tienen que estar identificados con estos esbirros de la tiranía.

¿Qué daño ocasionaron las acciones terroristas como tal? Me voy a referir nada más que a dos hechos dentro de todos los hechos que hay en la Ciénaga de Zapata, que son muchos, un lugar muy desprovisto de beneficios antes del triunfo de la Revolución: aislamiento absoluto, miseria, índice de mortalidad elevadísimo, que ni siquiera se controlaba y que para ellos la Revolución fue verdaderamente un hecho muy importante en sus vidas, por lo que les trajo, y que se interrumpió en los momentos de la invasión.

Voy a referirme a dos hechos. En uno de los momentos del desembarco se trata de evacuar a las familias carboneras, y este es el testimonio de una de esas familias carboneras. Dice:

"Al clarear nos sacaron en un camión, iban la tía Amparo Ortíz, su esposo, su hermana María Ortíz y el marido de esta; Cira María García y su familia; Dulce María, que era mi hermana, y yo. De pronto, allá, por donde está el cartel del INRA comenzaron a disparar, el camión se levantó y se fue contra la cuneta. Dulce María cayó en mis piernas, echaba sangre por la boca y por la nariz. Miro para allá gritando y veo a Cira María García tendida sobre el terraplén, y al esposo a su lado. Un poco más allá a María Ortiz gritando por las quemadas. ¡Miren lo que han hecho a mi hermana!, grité a los mercenarios cuando me subían a un camión. ¡Traigan a mi hermana! Uno de ellos me dijo: "Lo siento, ella está muerta, estamos en guerra." Entonces, comencé a llorar, Yo quería mucho a mi hermana, ella iba a cumplir los 15 años, era joven rebelde y estaba en sexto grado. Un mercenario de los que iban en el camión, cuando me vio llorando y gritando, me quiso dar 10 pesos, no sé por qué lo hizo. ‘Yo no quiero dinero, lo que quiero es a mi hermana.’ Ese es el testimonio de esa muchacha.

Una fotografía que ha recorrido el mundo, se ven dos mujeres boca abajo, en un terraplén, y un poco más atrás un hombre. Esa que está delante es Dulce María Martín, la hermana de esta que me da el testimonio, Nora Martín. Tenía 14 años nada más. Nora, la hermana, después de eso padeció de la presión el resto de su vida, vive en Jagüey Grande y sigue padeciendo de presión alta. La madre declaró en La Demanda, mostró la fotografía de la hija.

El otro caso es el de Nemesia Rodríguez, que todos la conocemos por la historia de los zapaticos blancos, pero que también tiene otra historia que contar. Ella iba también en un camión evacuada y un B-26 de los de la brigada mercenaria baja al terraplén, los persigue, llega un momento en que está alineado al camión, en el punto de mira del colimador de este B-26 mercenario, y ella cuenta: "Entonces mi papá le dijo a mi mamá: ‘Tócale duro al chofer para que se pare’, y entonces empujó a mi hermano y le gritó: ‘Tírate en el piso, que ese avión va a aterrizar en la carretera.’ Yo iba sentada sobre una caja de madera con latas de leche condensada y llevaba cargado a mi sobrinito de seis meses. Entonces el avión empezó a disparar. Mi mamá cayó, la habían herido en el vientre y en un brazo; a mi abuela una bala la hirió en la columna y quedó inválida; a mi hermano le atravesaron una pierna y un brazo. Me agaché y mi mamá abrió los ojos, le pregunté si estaba herida, ella alzó el brazo y quiso tocarme, pero se desmadejó. Entonces mi papá me bajó del camión. Si no bajan a mi mamá yo no me voy, ella está viva. Mi papá le había puesto una sábana y no se le veían las heridas de la cintura, por eso yo creía que estaba viva. Entonces el viento levantó la sábana y vi la herida, tenía todo afuera."

Después, cuando la llevan para Jagüey, ella cuenta: "A mi mamá ya se la habían llevado para Jagüey, yo quería verla y me llevaron a la funeraria, seguía recordando cuando el viento levantó la sábana y le vi aquella herida, yo vi a mi mamá por dentro."

Este testimonio me lo hizo casi 30 años después, y me lo hizo llorando, porque los cenagueros que sufrieron estos actos terroristas recuerdan estos hechos como si hubieran ocurrido ayer. Es algo que los ha traumatizado por el resto de sus vidas, y son acciones que, si hubiera que inscribir a un país en una lista eventual de terrorismo, analizando estos hechos, Estados Unidos tendría que encabezarla.

Habría que preguntarse —esto para finalizar, Randy— a qué venía esta gente, a quiénes iban a liberar. Y creo que una muestra representativa es la propia Ciénaga de Zapata, todo lo que la Revolución había hecho allí en ese año y medio nada más: carreteras, servicios médicos, se abrieron los primeros dispensarios, los tres terraplenes que cruzaron las aguas para quitar el aislamiento que había —de hecho, por esa razón morían muchas mujeres de parto, porque se enfrentaban a problemas que no había forma de sacarlas—, las cooperativas de crédito y servicios. El carbonero dejó de llevar un vale con un palo, un tronco, una traviesa de ferrocarril para poder cobrar diez quilitos y comprar diez quilos de algo de comer. Se abrieron las tiendas a crédito, se empezó a vestir, a calzar, a comer; su entrada económica pasó de 1 peso a 10 pesos, se humanizó su trabajo, se redujeron los sacos de carbón de 13 a 10 arrobas. Bueno, infinidad de medidas, que creo que se puede resumir lo que significó tanto para los cenagueros como para el pueblo cubano la Revolución y Fidel, en una cosa que hoy quizás no mucha gente la conozca: Fidel decidió pasar la Nochebuena del primer año del triunfo de la Revolución, en el año 1959, en un lugar muy pobre de Cuba y fue a la Ciénaga de Zapata, y llegó a la casa de un campesino, tuvo que ir en helicóptero, porque allí no había otra forma de llegar a la casa de ese hombre, era un rancho malo, un bohío.

Este es el testimonio de la hija, breve; el testimonio me lo dio su papá también, pero, bueno, el de la niña, que hoy ya es una mujer, ella cuenta sobre la Nochebuena que va a pasar el Primer Ministro de un país a un lugar muy pobre, esto es algo nunca visto en el mundo. Dice: "La hija más pequeña del carbonero, recuerda aquella Nochebuena con Fidel. ‘Yo era niña, pero lo recuerdo muy bien. Me senté al lado de Fidel y tomé Maltina y refresco. La esposa de Núñez Jiménez me regaló unas medias blancas. Después de cenar, vino un guajiro de los alrededores tocando guitarra. Todavía recuerdo la décima que le cantó aquella noche a Fidel.

"Ya tenemos carreteras/gracias a Dios y a Fidel/ya no muere una mujer/de parto por dondequiera./Con tu valor sin igual/gracias Fidel, Comandante/tú fuiste quien nos libraste/de aquel látigo infernal."

Randy Alonso.- Era el objetivo que quería aquella invasión mercenaria, financiada y organizada por el gobierno de Estados Unidos: acabar con la Revolución que le había devuelto sus derechos a aquellos pobladores; ahogar en sangre a un pueblo en Revolución, unos 150 muertos y 350 heridos, aproximadamente, en menos de 72 horas, dejó aquella invasión mercenaria contra nuestro país; que de haber triunfado tenían previsto operaciones de liquidación selectiva de personas revolucionarias tras la invasión mercenaria de Playa Girón; se aplicaron los métodos fascistas de pintar con la bandera cubana los aviones agresores aquel 15 de abril, en que mataron a Eduardo García Delgado, quien escribió con su sangre el nombre de Fidel en una pared; aquellos 17, 18 y 19 de abril, cuando atacaron al pueblo de la Ciénaga de Zapata.

Fue una invasión que intentó ahogar en sangre, desaparecer a una Revolución, que era un proceso sin precedente, en nuestro hemisferio y un proceso muy singular en el mundo de hoy, que es la gran espina que tiene el gobierno de Estados Unidos en este continente. Desde entonces la ha estado tratando de ahogar en sangre, no importa cuántos mueran, cuántos sean asesinados, cuántos desaparezcan por estas acciones terroristas del gobierno de Estados Unidos contra nuestro país.

Por eso sería bueno, en un día como hoy, ver este testimonio que brindó una madre que perdió a su querida hija bajo la metralla de la invasión organizada y financiada por Estados Unidos y que así se lo contó al tribunal del pueblo que celebró la Demanda contra el Gobierno de Estados Unidos.

Hectolidia Angulo.- Yo he sido perjudicada por las agresiones del imperialismo, ya que ellos fueron los que le facilitaron las armas y prepararon militarmente a los mercenarios que vinieron aquí a Playa Girón, que fueron los que me acabaron con parte de mi familia.

Mi hija, Dulce María Martín y Nora se encontraban ese día en Caletón, en casa de una tía, tía Amparo, que era una tía-abuela. Allí se encontraba también María Ortiz, que era hermana de Amparo, ya que Amparo hacía aproximadamente una semana, el día 9 de abril, perdió un hijo de un ataque de asma y entonces mi familia se encontraba allí hasta que ella se recuperara, acompañándola, ya que ella se encontraba sola con su esposo.

Entonces el día 17 de abril se presentó el desembarco y por la mañana, entre los vecinos allí, acordaron sacar a las mujeres y a los niños que había en esa zona hacia Jagüey Grande, que eran gente indefensa, para que no se encontraran allí en aquella situación, pensando que por la carretera no había nada y que podían salvarlos.

Cuando salían de Caletón, que iban a coger la carretera de Jagüey Grande, en el entronque de Playa Larga y Jagüey Grande, allí salieron los mercenarios que estaban en trincheras y ametrallaron el camión, un camión que iba descubierto, que se veía que eran gente civiles, niños y mujeres y un viejo que iba allí que también...

Yo quiero presentar aquí la imagen de mi familia muerta en la carretera. Esta que ustedes ven aquí es mi hija, esta es la tía, y esto que se ve aquí es el esposo de la otra tía, Ramón. Esta es la imagen de mi familia, que destrozó el gobierno imperialista de Estados Unidos, y por eso vengo aquí a demandar con toda mi fuerza y decirle a Fidel que aquí estamos presentes para todo lo que necesite.

Randy Alonso.- Antes de Girón sirvieron como base de apoyo para preparar la invasión mercenaria, después de Girón siguieron sembrando el terror entre los campesinos cubanos y dejando enorme luto en nuestro pueblo. Las bandas contrarrevolucionarias, en diversas partes del país, sembraron la muerte en las montañas, entre los campesinos y entre los niños cubanos.

Sobre eso le propongo al doctor Mendoza, quien fuera abogado durante la Demanda y escuchó los testimonios conmovedores de muchas madres, hermanos, padres de las víctimas de aquel bandidaje, que nos hable de esa etapa del terrorismo norteamericano contra nuestro pueblo.

Juan Mendoza.- Lo primero que hay que decir en esta convocatoria que me haces a que hable del bandidismo, es que no es una invitación a un ejercicio histórico-académico; estamos obligados necesariamente a repasar estas cosas, para dar respuesta a la convocatoria que ha hecho la mesa del día de hoy de identificar quiénes son los verdaderos terroristas.

El bandidismo es uno de los capítulos más importantes y más trascendentes del terrorismo de Estados Unidos contra Cuba, y pienso que es necesario aclarar primeramente la dimensión de este término, porque esta señal se ve más allá de nuestras fronteras.

Es necesario plantear que nuestro pueblo bautizó con la denominación de bandidos a estas personas precisamente por las felonías que cometieron, por las acciones que las caracterizaban; pero el bandidismo es, en resumidas cuentas, un fenómeno de terrorismo, y de terrorismo de Estado, porque su proyección y financiamiento provenían de un Estado extranjero.

Como tú bien planteabas en la introducción de esta reflexión, existieron dos períodos en el bandidismo: uno primero, que comienza a los 15 meses del triunfo de la Revolución y que se extendió hasta un poco antes de los sucesos de Girón. Tras la victoria de Girón, adquieren una nueva dimensión y un nuevo auge.

El fenómeno del bandidismo —como se conoce históricamente por nuestro pueblo— se atendió por un período de cinco años, hasta que en 1965 fue eliminado definitivamente.

Es necesario mencionar que este movimiento terrorista abarcó casi todo el país; o sea, se reporta la existencia de 20 bandas en la provincia de Pinar del Río, con 255 miembros; en La Habana existieron 10 bandas; en Matanzas 43 bandas, con 605 integrantes; en la zona de Las Villas, fundamentalmente en el enclave del Escambray, que fue donde tuvo el vórtice de operaciones la actividad del bandidismo en nuestro país, se reporta la existencia de 141 bandas, con más de 2 000 integrantes; en la zona de Camagüey 14 bandas, y en Oriente 51 bandas.

Esto representa da una cantidad aproximada de 300 bandas operando en casi todo el territorio cubano, a las que estaban integradas alrededor de 4 000 personas.

Cabe ahora preguntarnos ¿quiénes fueron las víctimas de esta actividad terrorista?: Esencialmente nuestro pueblo.

Estos hechos fueron objeto de un proceso judicial en el que estábamos en la obligación de acreditar documentalmente la existencia de todas y cada una de las personas afectadas sobre las que íbamos a exigir responsabilidad, y en ese momento pudimos probar documentalmente la existencia de 549 personas cubanas muertas como resultado de esta actividad terrorista y una multitud de incapacitados. Hay investigaciones históricas que reportan la existencia de muchas más personas fallecidas producto de esta actividad, pero nosotros nos ajustamos a los documentalmente probados.

Resulta difícil en esta apretada síntesis rememorar aquello que pasó por nuestros ojos en esos 21 días que duró el proceso de la Demanda del pueblo de Cuba y donde un trozo de nuestra historia fue apreciado por todo el pueblo; pero por su especial dramatismo, me vienen siempre a la memoria los asesinatos ocurridos el 5 de enero de 1961, del maestro Conrado Benítez y del campesino Eliodoro Rodríguez; el asesinato del maestro Delfín Sen Cedré, en octubre de 1961; el asesinato de Manuel Ascunce Domenech y del campesino Pedro Lantigua, el 26 de noviembre de 1961, que —como tú mencionabas— eran hechos dirigidos a atacar dos valores fundamentales que había aportado la Revolución: el primero era la Campaña de la Alfabetización, o sea, el movimiento de irradiar la educación a todo el pueblo; el segundo, los campesinos que habían sido beneficiados por aquella importante reforma de entrega de la tierra, que los convirtió en verdaderos propietarios.

Yo tengo claro todavía en mi memoria el testimonio de la madre de Manuel Ascunce Domenech —ya fallecida—, por lo conmovedor y trascendente que fue.

Hay otros hechos que se pueden mencionar y que, por sus destinatarios, mueven, provocan la indignación de nuestro pueblo, como, por ejemplo, el asesinato de un grupo de adolescentes y de niños. Nosotros pudimos acreditar durante el proceso la afectación física de 17 niños cubanos, de ellos ocho fallecidos. Recuerdo, especialmente, el asesinato de los niños de Bolondrón, Yolanda y Fermín, de 11 y 13 años de edad, y el asesinato de Reinaldo Muñiz, de 22 meses de edad.

Es innumerable la lista de sucesos criminales que, producto de esta actividad terrorista del bandidismo, se realizaron en nuestro país.

¿Por qué hablamos ahora del bandidismo? ¿Por qué lo mencionamos ahora que estamos tratando de identificar quiénes son los verdaderos terroristas? La razón está en que hay un vínculo histórico demostrado entre el gobierno de Estados Unidos y estas personas que operaban dentro de nuestro país, vínculos que fueron acreditados y que fueron documentalmente demostrados durante el proceso de la Demanda del pueblo de Cuba.

Hay cuestiones que son incontrovertibles. Existe un famoso informe, al que se ha hecho referencia anteriormente, de Lyman Kirkpatrick, Inspector General de la CIA, de octubre de 1961, que en la década de los 90 fue desclasificado, un informe que en su confección participaron 125 funcionarios de la CIA, era un informe dirigido a tratar de desentrañar las causas del fracaso de la invasión mercenaria de Girón. En ese informe, vinculado con el terrorismo, se hace un reconocimiento claro —sobre el cual no puede albergarse ninguna duda teniendo en cuenta de quién proviene— de las acciones encubiertas de financiamiento a estas actividades que comenzaron a realizarse en fecha muy temprana al triunfo de la Revolución.

Hay referencia en ese informe a una famosa operación encubierta, que se conoce como Operación Silencio, en la que por orden del gobierno de Estados Unidos la CIA realizó 12 operaciones para el abastecimiento de armas, municiones y explosivos a las bandas armadas que operaban en nuestro país. Eso es terrorismo de Estado.

Hay algo más que también confirma ese vínculo, ese nexo indispensable que existió entre el gobierno de Estados Unidos, su centro de poder y estas bandas armadas; es a la reunión del Consejo Nacional de Seguridad, del 17 de marzo de 1960, donde se aprobó el Programa de acción encubierta contra el régimen de Castro.

Estamos hablando de una reunión en que participó el vicepresidente Richard Nixon, el Secretario de Estado, el Secretario del Tesoro, el Secretario Asistente de Defensa, el Subsecretario de Estado, el Secretario Asistente de Estado, un almirante del Estado Mayor Conjunto, el director de la CIA en aquel momento, Allen Dulles, un general, Goodpaster y ahí se aprobó ese plan en el que, entre otras cosas, se autorizaba la creación de una organización secreta de inteligencia y de acción dentro de Cuba y para ello se asignaban fondos necesarios a la CIA para que pudiera operar.

Hay una nota de este general que participó en esta reunión, que fue desclasificada, que yo la leo y siempre que la leo me motiva a la reflexión.

Dice Goodpaster, y cito: "El Presidente dijo" —se está refiriendo a Eisenhower— "que él no conocía plan mejor para manejar esta situación. El gran problema es la filtración y la falta de seguridad. Todo el mundo tiene que estar dispuesto a jurar que él" —o sea, el Presidente— "no sabe nada de esto. Dijo: ‘Nuestras manos no deben aparecer en nada de lo que se haga."

Les decía que siempre que lo leo me mueve a la reflexión, porque me da la impresión, me recuerda, me figuro la existencia, y ya mencioné el grupo de personas que estaban, de una reunión de mafiosos. La orden de que no se puede saber nada, que las manos tienen que estar limpias de esto que se está tramando, es un ejemplo de terrorismo de Estado.

Puede haber animadversión entre Estados, puede haber odios entre Estados, pero esto evidencia una falta de ética política que pone en manifiesto, de manera muy clara, el comportamiento del gobierno de Estados Unidos. Por eso cuando ahora, con una arrogancia extraordinaria, el gobierno estadounidense define quiénes son los buenos y quiénes son los malos, lo que está demostrando es una total amnesia histórica, entre otras cosas, y una evidente conclusión que se desprende de todo esto: que ellos son los verdaderos terroristas, y terroristas con pedigrí, por la larga data que tienen, demostrado con todo lo que se ha hablado en la tarde de hoy.

Randy Alonso.- En ese largo historial de asesinatos, de actos terroristas norteamericanos contra nuestro país, el bandidismo ocupa un lugar especial, más de 500 muertos dejó en nuestro pueblo y, sin duda, no lo olvidamos las nuevas generaciones, ni lo olvida, por supuesto, el pueblo cubano que vivió aquellos terribles acontecimientos. Les propongo escuchar el testimonio de dos mujeres, esposa y madre que sufrieron el terror del bandidismo: María Cristina Fuentes y Evelia Domenech.

María C. Fuentes.- El daño que recibí de los agresores y de las bandas mandadas por Estados Unidos fue que mi esposo salió en horas de la madrugada a buscar la leche, el sustento de sus hijos, y lo agarraron por allá, lo torturaron, lo golpearon y después vinieron y me lo colgaron ahí en la puerta de la casa, en el portal, dejándome seis niños indefensos, chiquitos, de 0 a 6 años, cinco, y uno de 15 que era el mayor, un adolescente también.

Interrogador.- ¿Cómo se llamaba su esposo, testigo?

María C. Fuentes.- Mi esposo se llamaba Bernardo Jiménez Núñez. Imagínese usted como me sentiría yo, con aquella agresión tan terrible, dejando a mis hijos desamparados, sin padre, sin comida, sin dinero, sin casa y sin nada.

Compañero, eso fue muy monstruoso. Aquello fue terrible, no nos dejaron dónde parar ni a donde ir a vivir, porque no había nada. Gracias a algunos vecinos de allí, me recogieron unos pesos para poder trasladarme a la casa de mi padre, que lo que tenía era un bohío y donde estaba mi hermana en las peores condiciones, igual que yo, que también a su esposo se lo habían matado.

Mi padre, viejo y enfermo, que lo que percibía eran 60 pesos, donde me aparecí yo con seis y yo, siete. Durmiendo en el suelo, pasando mil necesidades, porque le arrancaron la vida a su padre que era el único sostén que yo tenía en mi vida.

Evelia Domenech.- He sido perjudicada en lo más grande que puede ser una madre.

La política agresiva de Estados Unidos hacia nuestro país a través de las bandas contrarrevolucionarias, conocido por todo el mundo que eran financiadas, apoyadas y armadas por la CIA, en la década del 60, en la zona del Escambray, se encontraba mi hijo, Manuel Ascunce Domenech, que fue asesinado por una de las bandas contrarrevolucionarias el 26 de noviembre de 1961.

El se encontraba allí en las montañas realizando una de las labores más hermosas, más humanas, como es la de enseñar. En este caso estaba enseñando a leer y escribir a los campesinos para destruir el analfabetismo que existía en nuestro país tan grande, producto de la explotación, del atropello que siempre mantuvo el imperialismo yanki en nuestro país. El fue asesinado por una de esas bandas, cruelmente se ensañaron en su cuerpo de adolescente todavía, pues contaba 16 años nada más. Y aunque las vidas humanas para nosotros no tienen precio, el imperialismo yanki no tiene perdón, y yo considero que deben pagar por todo el daño que nos han hecho y el que aún nos están haciendo, pues no soy yo sola, han sido miles de madres en este país las que hemos sentido la garra criminal de ellos clavada en nuestras entrañas.

Estoy muy de acuerdo con todas estas demandas que se le hacen, para que ellos paguen todos sus crímenes que han cometido aquí.

Randy Alonso.- Es la imagen de la muerte, es la juventud asesinada de Manuel Ascunce, es el saber criminalmente apagado en la figura de este joven, como lo fue en la de Conrado Benítez, como lo fue en cada uno de los alfabetizadores, de los campesinos que con estos jóvenes trataron de llegar a esa luz de la enseñanza, la que les fue negada por las manos terroristas de estos bandidos financiados y armados por Estados Unidos; es el testimonio de las madres que perdieron a sus hijos, de las esposas que perdieron a sus compañeros en la vida y en el combate; es el testimonio de un pueblo que ha tenido que sufrir a lo largo de 43 años la agresión, el terror y la amenaza del gobierno de Estados Unidos y de las bandas que ha financiado, de las organizaciones que ha creado y de las quinta columnas que ha intentado organizar dentro de nuestro propio país; es el resultado de la agresión terrorista por más de 43 años y que hoy sigue vigente en el enfrentamiento de los gobiernos norteamericanos contra la Revolución Cubana.

Mucho hay que seguir diciendo. Mañana el compañero Hevia nos podrá hablar de cómo el fracaso de Playa Girón se transformó en nuevos planes agresivos contra nuestro pueblo en la conocida Operación Mangosta, y muchos testimonios más podremos llevarles a todos nuestros televidentes y radioyentes.

Los testimonios, las imágenes, el recuento de los crímenes terroristas de Estados Unidos contra nuestro pueblo son una muestra al mundo de quiénes son los verdaderos terroristas.

Quiero agradecerles a los panelistas que me han acompañado en la tarde de hoy, a los invitados que hemos tenido en nuestro estudio, y recordarle a nuestro pueblo las frases finales del Editorial del periódico Granma en el día de hoy:

"Los argumentos, engaños, trucos, demagogia, mentiras y calumnias del señor Bush serán demolidos uno a uno.

"No importa cuántos días se prolongue este duro combate de nuestra larga lucha. Estamos envueltos en el fragor de una gran Batalla de Ideas, en una lucha sin precedentes entre la verdad y la mentira, la ignorancia y los conocimientos políticos e históricos, la cultura y la barbarie, la ética y la ausencia total de principios y valores morales, la honestidad y el cinismo; entre la opresión y la liberación, la justicia y la injusticia, la igualdad y la desigualdad, las pesadillas del pasado y los sueños del futuro, la destrucción y la preservación de la naturaleza, el exterminio y la supervivencia de nuestra especie.

"El 19 de mayo, día de su caída en combate, se montó guardia permanente ante la tumba de Martí. Y para todos los tiempos.

"¡No existe ni existirá fuerza en el mundo que nos haga desistir, abandonar o traicionar nuestras nobles causas!

"Y sin que nada nos aparte del camino, continuaremos siendo inconmovibles amigos y aliados del pueblo de Estados Unidos y de cualquier otro pueblo del mundo en la lucha contra el terrorismo."

¡Seguimos en combate!

Muy buenas noches.