NOTA INFORMATIVA SOBRE EL SECUESTRO DEL AVIÓN CUBANO DE PASAJEROS QUE TUVO LUGAR AYER

Hasta el instante en que se redacta esta breve información, ninguno de los pasajeros del avión DC-3 de la Empresa Nacional de Servicios Aéreos ha sido devuelto a nuestro país, ni la nave y sus tripulantes; tampoco, como es de suponer, a los terroristas que lo secuestraron. No han sido transmitidos ni explicados los detalles sobre la forma en que tuvo lugar el secuestro, con gravísimo peligro para todos los que iban en él, incluidos los niños y la tripulación, con un mínimo de combustible que apenas alcanzó milagrosamente para llegar a Cayo Hueso. Sólo se conoce que las autoridades norteamericanas, embarazadas por tan penosos hechos en medio de una guerra que se libra en nombre de la lucha contra el terrorismo, tratan de ganar tiempo y buscar fórmulas que sirvan como taparrabos a la vergonzosa tolerancia y los privilegios concedidos a los responsables de gravísimos crímenes, como el contrabando de inmigrantes y otros hechos similares en virtud de una Ley que ha costado miles de vidas a nuestro pueblo, y garantiza la impunidad total de secuestradores y piratas de naves aéreas y marítimas que violan las leyes de inmigración y ponen en peligro la seguridad de los propios ciudadanos norteamericanos con el agujero negro de la Ley de Ajuste cubano, absolutamente incompatible con la seguridad frente al terrorismo, en virtud de la cual en Estados Unidos se limitan y restringen cada vez más la privacidad y la propia libertad de los ciudadanos norteamericanos.

El lamentable secuestro del avión DC-3 y el grave riesgo en que se puso la vida de numerosas personas inocentes, podría servir de oportunidad al gobierno de ese país para rectificar graves y absurdos errores en un tema tan delicado y sensible.

Ojalá de algo sirvan estas insólitas y amargas experiencias.

20.03.03