Conferencia de prensa ofrecida por Felipe Pérez Roque, Ministro de Relaciones Exteriores de Cuba, a la prensa nacional y extranjera, en la sede del MINREX, el 25 de marzo de 2004

(Versiones Taquigráficas - Consejo de Estado)

Buenos días, les damos a todos los corresponsales de la prensa internacional, también a los corresponsales de la prensa cubana.

Los hemos convocado para abordar temas de interés general y para dar la posición de Cuba acerca de algunos asuntos que han estado siendo objeto de una intensa campaña de prensa internacional.

Pero antes de abordar el tema que nos ha traído aquí, quiero informar que nos ha llegado, hace apenas unas horas, un documento de interés general y una noticia que voy a dar antes de comenzar.

Es un documento redactado en idioma inglés, y es el texto de la propuesta de resolución que Estados Unidos ha elaborado para que sea presentado por algún otro país, en los próximos días, en la Comisión de Derechos Humanos.

El texto fue entregado en la tarde de ayer, en el Departamento de Estado, a un grupo selecto de diplomáticos de países miembros de la Comisión de Derechos Humanos, no a todos, sino a un grupo selecto.

Estados Unidos, por fin, develó el texto en el que ha venido trabajando con una gran secretividad y les entregó el proyecto de resolución a algunos países ayer en la tarde. Casualmente ha caído en nuestras manos y nosotros vamos a distribuirles copias a ustedes.

Ahora, yo quiero emplazar a cualquier país que en los próximos días vaya a presentarlo, a decir si es cierto o no que este texto en inglés (Muestra documento), es el texto elaborado en el Departamento de Estado; si es verdad o no que ayer en la tarde se presentó en el Departamento de Estado a un grupo de países, y si es cierto o no que el texto es el intento de volver a llevar el tema de Cuba a la Comisión de Derechos Humanos.

Los hemos convocado porque creemos que ha llegado el momento de que nuestro país presente su punto de vista y, sobre todo, presente la verdad, con la objetividad y la seriedad que caracteriza a Cuba, del tema, explotado hasta la saciedad y machacado una y otra vez sobre la base de exageraciones, inexactitudes, mentiras, fabricaciones falsas e indignantes, acerca de las condiciones en prisión y el tratamiento médico de los 75 mercenarios que fueron condenados por trabajar al servicio del Gobierno de Estados Unidos en la aplicación de la Ley Helms-Burton y el bloqueo contra Cuba, y por recibir dinero y orientaciones del gobierno de ese país.

Voy a dar información sobre ese asunto, que espero brinde luz y haga aparecer la verdad sobre un tema que ha estado siendo usado como parte de una campaña de mentiras y de difamación contra Cuba.

Sobre la situación general del sistema penitenciario cubano, hubo hace unos días una interesante mesa redonda, en la que se dio una amplia discusión que, por cierto, me ha sorprendido, no ha tenido ninguna difusión internacional. Me he quedado asombrado de que ningún medio de prensa se haya referido, en estos tres días, a lo que se discutió allí; ha sido, realmente, notable, apreciar que la explicación de la jefa de los servicios médicos del sistema penitenciario en Cuba, sobre cómo está organizado, que incluye datos tales como que en Cuba hay 1 médico por cada 200 reclusos en el sistema penitenciario, un dato realmente impresionante, prácticamente similar, al que existe para toda la población cubana; o el abordaje de la información sobre qué se está haciendo en materia de educación, de acceso a los conocimientos de la población penitenciaria, no haya concitado el más mínimo interés.

De verdad que expreso mi asombro, mi estupefacción, por el hecho de ver que ese no es un tema de interés, porque sobre las cárceles cubanas se han estado publicando en los últimos meses toneladas de palabras y no ha habido una sola alusión a un tema que ha levantado tanto interés en Cuba. En la población cubana, realmente, hubo un gran interés; hemos recibido mucha información de la gente y aquí también, en la Cancillería, todos lo hemos comentado, nos ha parecido realmente de un sentido humano y de una proyección humanista impresionante. Sin embargo, no se ha dicho una palabra, parecería que eso no ocurrió.

Espero que esto que vamos a presentar aquí hoy sí ocurra y sí sea revelada la información que daremos.

Primero, quiero presentarles los antecedentes de todo este proceso, que ha comenzado después de la respuesta cubana del pasado año, respuesta que Cuba se vio obligada a dar porque no tuvo otra alternativa. Hemos preferido seleccionar los puntos de vista de algunos representantes del Gobierno de Estados Unidos, de los círculos de poder de aquel país, que me parece que ilustran, más que lo que yo pueda decir, el momento que Cuba ha vivido en el último año y medio.

Ahí está, por ejemplo (Proyectan imagen), el gobernador de Florida, hermano del presidente, Jeb Bush, declarando el 11 de abril del 2003, hace casi un año: "Tras el éxito de la guerra en Iraq, Estados Unidos debe volver la mirada al vecindario y presionar a la comunidad internacional para que el régimen cubano no pueda continuar." Presionar, volver la mirada al vecindario...

El Secretario de Estado, Colin Powell, declaró el 4 de mayo: "No es apropiado considerar, en este momento, el uso de la fuerza militar contra Cuba". En este momento...

Hay que recordar que el señor Powell fue al Consejo de Seguridad y presentó las pruebas —entrecomillas— de que Iraq tenía armas de destrucción en masa; que Iraq desarrollaba armas nucleares que se disponía a lanzar contra otros países, armas químicas y biológicas.

Así que esto de "en este momento" no debería ser una frase a la que deberíamos prestar demasiada credibilidad. Eso fue el 4 de mayo.

El 10 de octubre, el presidente Bush, en un show electoral montado en la Casa Blanca con elementos terroristas y de la ultraderecha cubana de Miami —lo peor de la fauna ultrarreaccionaria de Miami—, dijo estas palabras: "El régimen cubano no va a cambiar por su propia iniciativa, pero Cuba tiene que cambiar." Cuba tiene que cambiar, dice el Presidente de Estados Unidos el 10 de octubre, por la fuerza; tiene que hacerlo, aunque ellos no estén dispuestos a hacerlo.

El señor que está allá abajo (Se refiere a imagen que muestra), que parece latinoamericano, pero no lo es —es nieto de mexicano, pero él es norteamericano—, Roger Noriega, que es el Subsecretario Asistente para Asuntos Hemisféricos del Departamento de Estado, es el principal responsable de la política hacia América Latina en el Departamento de Estado, dijo en diciembre del 2003: "Tenemos que estar preparados para actuar de manera decisiva y ágil." Dijo eso después de haber declarado que Estados Unidos estaba estudiando cómo acelerar la salida de Fidel de la escena política de Cuba, que llevó al emplazamiento hecho por el compañero Fidel públicamente, todavía no respondido hasta hoy, de si eso significaba el asesinato político, de si estaba en vigor o no la prohibición que había firmado el presidente Gerald Ford, a mediados de los setenta, prohibiendo a los funcionarios norteamericanos y a los servicios especiales participar en el asesinato de líderes extranjeros, después que se destapó el escándalo de la Comisión Church, en la que se presentaban múltiples casos de asesinatos de líderes extranjeros por los Servicios Especiales de Estados Unidos, incluidos varios planes frustrados contra la propia vida del compañero Fidel. Fidel lo emplazó.

Emplazó a decir si era verdad o no que había habido una reunión en la que el candidato de entonces, George Bush, había dicho a varios representantes de la mafia cubana que no se preocuparan, que él sabía cómo resolver el problema.

Entonces, después de haber declarado eso, el señor Noriega dijo que para ese momento había que estar preparados para actuar de manera decisiva y ágil; que "Estados Unidos quería estar seguro de que los compinches del régimen no tomaran el control en Cuba de los aparatos de seguridad del gobierno", y anunció que la comisión —llamada para la Transición en Cuba— que prepararía —se supone— el plan para subvertir, derrocar a la Revolución y convertir a Cuba otra vez en un protectorado, se encargaría, entre otras cosas, de cumplir ese objetivo. Eso fue en diciembre.

El señor Melquades Martínez, que era en ese momento copresidente de la comisión, secretario de Vivienda, dijo, a preguntas de la prensa, que el Pentágono —es decir, las fuerzas armadas norteamericanas— no participaba oficialmente en la comisión —en ese momento en diciembre—; pero dijo: "No hay que descartar que el Departamento de Defensa esté implicado en algún momento en el trabajo."

¿Por qué cosas tendrían que estar implicadas las fuerzas armadas de Estados Unidos en la llamada transición en Cuba?, preguntas que no se han respondido todavía y emplazamientos hechos por el Comandante en Jefe Fidel Castro que no han sido todavía respondidos.

El señor Noriega, nuevamente, el 6 de enero declaró, mintiendo, "que Estados Unidos estaba siguiendo la actuación del líder cubano Fidel Castro en sus últimas aventuras", dijo. "Estados Unidos tiene información sobre la implicación cubana en desestabilizar gobiernos", una mentira que ya fue respondida también por el Jefe de la Revolución Cubana, que señaló claramente que las causas de la caída de los gobiernos han sido la aplicación salvaje del modelo neoliberal, la extorsión de las economías de América Latina por el modelo impuesto por el Gobierno de Estados Unidos y por el Fondo Monetario Internacional.

En lo que parecía una competencia de retórica, el secretario Powell dijo el 8 de enero: "Cuba ha estado tratando de hacer cada cosa posible por desestabilizar partes de la región." Cuba no tiene que hacer eso, si con lo que Estados Unidos hace ya es suficiente para que América Latina sea un volcán en erupción.

La señora Condolezza Rice dijo que "Cuba continuaba agitando las dificultades en otras partes de la región".

El presidente Bush volvió a decir el 12 de enero, preocupado porque decaen las encuestas, se siente inseguro, teme no ser reelecto, aprecia con preocupación que se fortalece la candidatura de su rival, "que había que trabajar por una transición rápida", dice —es cierto que quieren eso—, "y pacífica" —¡mentira!, esa parte no es real— "en Cuba."

Esta sí es la última prueba del despropósito, la falta de escrúpulos. Un representante a la Cámara de Diputados de Estados Unidos, un legislador electo, dice esta frase: "En Cuba se impone el magnicidio de Castro", y llama al asesinato del Jefe de Estado de un país miembro de Naciones Unidas, vecino de Estados Unidos, públicamente.

"Yo sí creo que debe hacerse" —dice este señor— "el magnicidio", y públicamente defiende la idea del asesinato del Jefe de Estado de un país.

Miren lo que ha dicho el señor Lincoln Díaz-Balart, representante a la Cámara de Diputados de Estados Unidos: "Ya que a Castro le gustan tanto los turistas que le llevan dólares" —oigan el lenguaje dinosáurico, ultraconservador, cavernícola, oigan eso—, "entonces debemos enviar, en medio de ellos, a espías."

Yo quisiera que se me explicara si Cuba tiene razones o no para adoptar las medidas que considere apropiadas, dentro de su ética y de su legislación, para preservar al país y defender a su pueblo de los que dentro de Cuba colaboran a la aplicación de esta política que se anuncia de manera abierta y desembozada por las figuras principales de la política de Estados Unidos.

Entonces, ese es el tema que está aquí en cuestión, que ha sido el antecedente de todo esto y el marco que no puede ignorarse, que Cuba es un país defendiendo el ejercicio de su derecho a la libre determinación, Cuba es un país defendiendo su derecho a existir como nación independiente y Cuba tiene derecho a aplicar sus leyes.

Cuba no asesinará, Cuba no desaparecerá, Cuba no acudirá a los asesinatos extrajudiciales, Cuba no torturará, Cuba no aplicará la violencia, Cuba no reprimirá; pero Cuba aplicará su ley con rigor y lo ha hecho, porque se lo reconoce como un derecho la Carta de las Naciones Unidas, se lo reconoce el Derecho Internacional, y tiene derecho a defenderse y a castigar, como se castiga en la legislación norteamericana y en la de todo el mundo, a los que colaboran con una potencia extranjera que agrede a su país.

Recordemos que Cuba se vio obligada, entonces, a adoptar medidas de respuesta ante la actuación francamente provocadora del Jefe de la Sección de Intereses norteamericana en La Habana, y, por tanto, reitero aquí hoy que el Gobierno de Estados Unidos y el Jefe de la Sección de Intereses norteamericana en La Habana son los que cargan con la responsabilidad histórica de las medidas defensivas que Cuba debió adoptar, para impedir la colaboración, desde dentro del país, con la aplicación de la Ley Helms-Burton, con la aplicación de la política de subversión de Estados Unidos contra Cuba.

Como antecedente también, voy a reiterar nuestra información sobre los juicios, porque se ha hablado sobre todo eso; y voy a reiterar aquí, porque considero que es un tema en el que debe abrirse paso la verdad, doce características de aquel proceso, de los juicios contra los 75 mercenarios.

Primero: No se utilizó violencia alguna o fuerza, ni siquiera mínima, por los agentes policiales que detuvieron a los mercenarios.

Primero —repito—: No hubo violencia ni fuerza, ni siquiera mínima; se actuó con respeto a la persona y a su integridad.

Segundo: Los procesos penales se instruyeron con carácter sumario, que significa —según la legislación cubana— acortamiento de los plazos de ejecución del juicio, pero en ningún caso limitación de las garantías.

Por tanto, rechazo la noción de que el juicio sumario significaba pérdida de las garantías para los procesados. Significó, simplemente, acortamiento en los plazos, sin pérdida de esas garantías, potestad —según la Ley cubana— del Presidente del Tribunal Supremo Popular.

Tercero: Todos los acusados conocieron previamente los cargos que se les imputaban, y tuvieron oportunidad, como todos los acusados en Cuba, de alegar sobre los cargos antes de la celebración del juicio. Es falsa la idea de que conocieron los cargos que se les imputaban durante el juicio. Falso, reconocido por ellos en los propios juicios.

Cuarto: Todos los acusados ejercieron su derecho de contar con un abogado defensor. Participaron 54 abogados defensores, 44 de ellos, el 80%, designados por los propios acusados o sus familiares —44 de los 54 los designaron los propios acusados o sus familiares—; 10 fueron abogados de oficio, que, cuando el acusado no designa, se le asigna un abogado defensor de oficio, según la Ley cubana.

Quinto: Todos los acusados ejercieron su derecho de ser escuchados en juicio oral, por tribunales civiles ordinarios; tribunales que habían sido previamente constituidos, conforme a la legislación cubana e internacional.

Por tanto, afirmo aquí otra vez que no se creó ningún tribunal especial ad hoc para juzgarlos, ni se nombraron jueces especiales o jueces de urgencia. Eran jueces que ya trabajaban como jueces y habían sido nombrados antes de los juicios en tribunales que ya existían, que ordinariamente trabajan; no es como lo que espera a los detenidos en la Base Naval de Guantánamo, a los prisioneros en aquel campo de concentración, que se crearán tribunales militares especiales con jueces designados. Es decir, no reconocer eso es, realmente, faltar a la verdad.

Sexto: No hubo ningún juicio secreto. Las vistas orales de todos los juicios fueron públicas y contradictorias.

Fueron 29 juicios, y en los 29 juicios se cumplió el que fueran vistas públicas, orales y contradictorias. Participaron casi 3 000 personas en esos 29 juicios, por lo tanto, hubo cerca de 100 personas promedio participando en cada juicio, que incluía familiares de los acusados. Es falsa la aseveración de que los familiares no estuvieron en los juicios, eso es falso, y puede ser comprobado. Además de los familiares, hubo testigos, peritos, otros ciudadanos, y, por tanto, debo rechazar otra vez la idea de que eran juicios secretos. Es falso.

Es verdad que algunos diplomáticos extranjeros en La Habana, unos pocos, que solicitaron ir al juicio, no estuvieron presentes, es cierto; pero es que no estaba siendo juzgado un nacional de su país, todos los acusados eran cubanos.

La Convención de Viena, sobre relaciones diplomáticas y consulares prevé el derecho del Cuerpo Diplomático a participar cuando se está juzgando a un nacional de su país. El derecho internacional no establece que los diplomáticos tengan derecho a participar, y, en este caso, los tribunales decidieron efectuar los juicios y no dar acceso a diplomáticos. Eso no es ninguna violación del derecho internacional y no implica, entonces, porque no hayan estado 8 ó 10 embajadores en La Habana, que los juicios fueran secretos. Hay en todo eso una tergiversación y una exageración.

Los tribunales decidieron que no hubiera acceso a la prensa, y no lo hubo, es su potestad. Consideraron la naturaleza de las informaciones que se manejarían allí, el carácter, incluso, secreto de algunas de esas informaciones que tienen que ver con la seguridad nacional del país; es la potestad del tribunal. Evitaron también un ambiente de publicidad que interfiriera en el juicio, en la imparcialidad, en la objetividad de la actuación del Tribunal. Ahora, eso no quiere decir que los juicios fueron juicios secretos; estaban los familiares allí. Ya dije que participaron casi 3 000 personas en esos juicios.

Séptimo: Todos los acusados y sus defensores ejercieron el derecho de aportar las pruebas y los testigos a su favor —a favor de los acusados— que consideraron, pruebas y testigos, además de los que fueron presentados por la instrucción policial y por la Fiscalía. Los propios acusados, sus defensores, presentaron testigos y pruebas adicionales en los juicios.

Los abogados defensores presentaron 28 testigos; distintos a los de la Fiscalía, 28, durante el juicio. Dijeron: "Pido ahora que venga fulano de tal", la defensa, para interrogarlo allí. Y de esos 28, los tribunales autorizaron a 22, la inmensa mayoría, a participar, y participaron, y dieron testimonios esos testigos.

Ocho: Todos los abogados defensores tuvieron acceso previo al expediente de la acusación.

Quiero recordar aquí que los abogados defensores de los cinco héroes cubanos, presos políticos en Estados Unidos, durante el juicio amañado que se hizo en Miami, no tuvieron acceso al 80% de la información tributada por la Fiscalía, porque fue declarado secreto, y todavía hoy no se ha podido ver; es decir que el proceso y la apelación ha tenido que hacerse sin conocer el 80% de lo que la Fiscalía presentó, porque fue declarado secreto. No sólo no tuvieron acceso previo, sino que no lo han tenido nunca los abogados de la defensa en el caso de los cinco.

Aquí no ocurrió eso. Los abogados defensores tuvieron acceso previo al expediente. Fue reconocido, incluso, por los propios acusados y algunos testimonios se vieron aquí, donde reconocieron que se reunieron con el abogado y examinaron toda la información.

Nueve: Todos los acusados tuvieron el derecho, y así lo ejerció la mayoría, según establece nuestra Ley y según les fue notificado a cada uno en el juicio, de recurrir las sentencias, de apelar la sentencia ante un tribunal superior al que fueron condenados, en este caso, ante el Tribunal Supremo, y, de hecho, hoy hay una decena de casos cuyo proceso no ha concluido y que están en el proceso propio de la apelación. Por tanto, ejercieron ese derecho previsto en la legislación cubana.

Diez: Las incautaciones y confiscaciones de bienes fueron siempre realizadas mediante orden judicial y tras probarse el origen ilícito de los mismos.

Aquí no estamos hablando de actuación arbitraria de los efectivos policiales: orden judicial tras probarse origen ilícito.

Recordemos que a algunos acusados les fueron encontradas sumas tales como la de casi 16 000 dólares, escondidos en el forro de un traje no se sabe por qué, porque en Cuba no es ilegal la tenencia de dólares. No se sabe por qué no estaba ese dinero en una cuenta en el banco. Aparentemente estaba escondido, no se sabe por qué se protegía.

Once: Se aseguró el más escrupuloso respeto a la integridad física y moral de cada uno de los acusados en todas las etapas del proceso, lo que fue reconocido de manera voluntaria por algunos de ellos en los propios juicios.

Doce: No existe la más mínima evidencia —y si alguien la tiene, que la presente— de que se haya empleado coacción, presión, amenaza o chantaje para obtener las declaraciones y confesiones de los acusados.

Me parece que estos doce elementos es bueno refrescarlos para dejar ubicada la verdad, en medio de la enorme campaña que repite, y no podría decirse que inocentemente, los argumentos fabricados y orquestados por los enemigos de Cuba. Quien repite la mentira se convierte en cómplice de su difusión, y eso ha estado ocurriendo en este caso.

Bien, daré ahora nuevos datos que no teníamos cuando informamos en este mismo lugar sobre aquellos juicios, porque habían transcurrido sólo dos días de que se habían terminado. Hoy existe una información mucho más amplia sobre el tema. Me parece que es bueno, por fin, para ver si la verdad se comprende, se conoce, se abre paso, si existe la ética de reconocer al menos que hay otra información que ha sido brindada por Cuba y que debería ponerse a disposición de la opinión pública para que valorara, teniendo en cuenta también nuestros argumentos, y no sólo los argumentos de nuestros acusadores, no sólo los argumentos de nuestros agresores.

Recordemos que fueron condenados en los tribunales 75 personas, 74 hombres y una mujer. Tenían empleo en el momento en que fueron arrestados, 5, el 7%; setenta de ellos, el 93%, no tenían empleo en Cuba, no trabajaban, no recibían salario por algún empleo desarrollado en Cuba.

Ahora yo quisiera que a mí se me explicara de qué vivían, cómo podría vivir en Cuba quien no tenga un salario, quien no trabaje, y 70 de los 75 no tenían empleo, no trabajaban, su estado era "desocupado". Suponiendo que no viva del robo, que no cometa delitos, ¿de dónde sacaban dinero para alimentarse, vestirse, sostener otros gastos?, en el entendido de que no eran remesas familiares tampoco. Eran remesas del exterior, pero no familiares; eran salarios pagados por sus empleadores.

¿Quién les daba ese dinero? Se lo daba el Gobierno de Estados Unidos, y eso creo que quedó ampliamente probado aquí. De eso casi no se habla en los despachos que sobre el tema se emiten, en los artículos de la prensa; pero aquí se presentaron las pruebas, los cheques, las facturas, las nóminas donde estaban salarios de 3 000 dólares mensuales. De eso no se habla, no sé por qué no se habla de ese tema, se minimiza, se esconde. Se dice todos los días, sin embargo, que eran intelectuales, que lo mejor de la intelectualidad cubana fue arrestada; pero no se dice y no se recuerda que hasta el 15 de enero de 2004, escuchemos bien, hasta el 15 de enero de 2004, y desde 1997, la Agencia de Estados Unidos para la Ayuda Internacional reconoció que sólo ella, y dijeron que ellos no eran los que daban la mayor parte, habían dedicado 26 millones de dólares del presupuesto norteamericano a financiar la creación de grupos en Cuba, para fabricar en Cuba una oposición interna. Lo dijo el director de la Agencia de Estados Unidos para la Ayuda Internacional: 26 millones, desde 1997 hasta enero de 2004.

En el presupuesto de Estados Unidos para el 2004, hay aprobados otros 7 millones; está en la ley norteamericana, se encuentra en las páginas web del Gobierno de Estados Unidos: 7 millones para financiar la creación de una oposición interna en Cuba. Ese es el origen del dinero, del cual la mayor parte se queda en Miami, en los intermediarios, y una parte llega aquí, lo que pasa es que el que llega aquí tiene un gran valor, porque estas personas, independientemente de su posición política, de su actuación contra la Revolución; independientemente de que trabajan al servicio del Gobierno de Estados Unidos, no tienen que pagar la salud, no tienen que pagar la educación de sus hijos, tienen todos los derechos y prestaciones sociales, y, por lo tanto, 1 000 dólares en Cuba es un salario de millonarios, como lo saben bien todos los que están sentados en este local. De ahí salió el dinero.

Por tanto, primer dato: 70 de los 75 no tenían empleo, eran desocupados; llevaban varios años sin trabajar la mayoría, cuatro, cinco, seis años. ¿Por qué no trabajaban? Porque tenían dinero. ¿De dónde tenían ese dinero? Del Gobierno de Estados Unidos.

¿Nivel educacional? De los 75, sólo 25, el 33%, son graduados universitarios, ¡veinticinco de los setenta y cinco! Los demás no se han graduado, no han puesto el pie en la universidad, no tienen calificación universitaria; 25 son graduados universitarios, el 33%.

Periodistas, de esos 25 graduados universitarios, se graduaron de Licenciatura en Periodismo dos. El año pasado dije cuatro, pero me había equivocado, dos estudiaron periodismo: Raúl Rivero y Julio César Gálvez, que era comentarista deportivo. No hay aquí ningún otro graduado de Periodismo. Bueno, si escribir lo que le dictan los que les pagan y mandarlo al Miami Herald o al Nuevo Herald, se llama ser periodista, eso es otra cosa; pero título de graduado en Periodismo en una universidad cubana o de otro país, 2 de los 25.

Catorce de los 75, el 19%, son graduados de 12 grado, hicieron estudios preuniversitarios y ahí terminaron, no entraron a la universidad. Otros 15, el 20%, hicieron estudios de técnicos medios, y se graduaron en algún momento en una escuela de técnico medio; uno aprobó el 10 grado y no continuó los estudios; 18 tienen noveno grado aprobado —el 24% del total, 18, la cuarta parte de todos, tiene noveno grado aprobado; terminaron en Cuba el noveno grado que, como ustedes saben, es la enseñanza obligatoria para todos los niños del país; y uno tiene sexto grado. Hay uno que no tengo precisado el dato.

Quisiera, cuando se vaya a reportar la información sobre el tema, que se recuerde que 25 de los 75 son graduados universitarios. Cuando se hable de periodistas, intelectuales cubanos, se recuerde que la tercera parte de ellos se han graduado en las universidades, y del total, dos son los graduados de Periodismo. Recuerdo a una prominente miembro del Gabinete español, que dijo que la flor y nata de la cultura cubana estaba en prisión, una cosa impresionante; además una mujer que nunca debe haber cruzado el Atlántico para llegar aquí —pero, bueno, eso es historia pasada.

Los corresponsales que están sentados aquí saben de nuestra ética y saben de nuestro apego a la verdad; lo saben, no tengo que invocar un voto de credibilidad, saben que cuando decimos algo lo decimos porque es y porque tenemos la razón, y porque nuestra arma es nuestra verdad; 15 de los 75, el 20% del total, tienen antecedentes penales de delito común, lo que no era conocido cuando hablamos aquí de ese tema: 3 por violación o abuso lascivo de menores, 1 por robo con fuerza, 4 delitos económicos, 1 homicidio, 2 atentados, 1 hurto, 2 desorden público y 1 tráfico de droga.

Yo comprendo que no es fácil la objetividad, comprendo que existen intereses que mueven a los medios, comprendo que hay líneas editoriales trazadas por los dueños, comprendo que existe la Sociedad Interamericana de Prensa, conformada por los dueños oligárquicos de la prensa en este hemisferio, comprendo que hay cosas que no son publicadas porque no gustan allá en las centrales, comprendo todo eso; pero creo que tengo el derecho, en nombre de nuestro pueblo, de invocar nuestro derecho a que la verdad se conozca, a que estos elementos que he expresado aquí no sean tratados como si no hubieran ocurrido. Me parece que eso es lo menos que un país, asediado y bloqueado, puede pedir.

Sobre todo esto, recordemos que la Comisión de Derechos Humanos el pasado año emitió un voto. El Gobierno de Costa Rica, a solicitud y bajo el mandato del Gobierno de Estados Unidos, presentó un texto para condenar a Cuba por esos juicios, para condenar a Cuba por la decisión de llevar a los mercenarios a los tribunales y para reclamarle que fueran puestos en libertad, y la Comisión de Derechos Humanos votó.

Por 31 votos en contra de la propuesta costarricense y 15 a favor, fue derrotada de manera aplastante la propuesta de condenar a Cuba. Por tanto, Cuba comprende que la Comisión de Derechos Humanos avaló el derecho de Cuba a tomar estas medidas y se negó a condenar esos juicios y a reclamar que fueran puestos en libertad.

Yo diría que el voto en Ginebra, más el extraordinario impacto de la presencia del compañero Fidel en Argentina, donde fue recibido de manera realmente impresionante por las multitudes, por el pueblo argentino; todo eso, más el hecho de que los argumentos de Cuba fueron abriéndose paso; el papel de los intelectuales, voces honestas en el mundo, de lo mejor de la intelectualidad internacional, de la intelectualidad cubana, que salieron al paso a la campaña mediática, todo eso hizo descender aquella primera campaña que cuestionaba la legitimidad de los juicios.

Ahora hay una nueva campaña, que es la que tiene que ver con las condiciones en las prisiones de los 75 mercenarios arrestados y el tratamiento médico que reciben.

Ahora, ¿es esta la primera campaña que se ha lanzado contra Cuba sobre presos contrarrevolucionarios en prisión? No, no, no, ésta no es la primera campaña, Cuba está acostumbrada a eso.

Como botón de muestra he decidido recordar esto que voy a poner ahora. Esta no es la primera vez que Cuba enfrenta una campaña, no, no, no, qué va; de esto nosotros sabemos, llevamos 45 años resistiendo campañas mediáticas (Muestra video).

¿Se sabe quién es ese personaje? Ese es el policía de la dictadura batistiana Armando Valladares, arrestado —ahí está la prensa de la época— por poner en lugares públicos de La Habana, bombas metidas en cajetillas de cigarro; miembro de una célula terrorista en la que participó también Carlos Alberto Montaner. Fueron condenados y por esa razón Armando Valladares fue a prisión en Cuba.

Sin embargo, miren cómo empezó a reflejarse en la prensa: "Un poeta inválido está preso en Cuba"; "Piden la libertad de Armando Valladares"; "Preso en Cuba Armando Valladares"; "Libertad para Valladares"; "Preso en su silla de ruedas"; "Un poeta que en las cárceles cubanas languidece"; "Desde mi silla de ruedas", el libro de poemas de Armando Valladares, tercera edición; "El corazón con que vivo". Miren, ilustración de un importante periódico internacional: "Un poeta inválido"; sin embargo, miren las imágenes que un día se conocieron sobre el supuesto poeta inválido en su celda de la prisión, helo ahí, haciendo ejercicios de calistenia.

(Se muestra video.)

Profesor Álvarez Cambra.- La junta médica de profesores de alto nivel, formada, como decíamos, por los compañeros de más prestigio de las cuatro especialidades, neurología, cirugía, ortopedia y rehabilitación, concluyó que el paciente Armando Valladares era un simulador, es decir, era un farsante que quería sacar ganancias de esa apariencia de inválido y que, en realidad, en ningún momento desde que ingresó a nuestro hospital era inválido. Esas son las conclusiones de esta comisión.

Felipe Pérez.- Ahí está corriendo el "poeta inválido", antes de salir de Cuba. Se le dijo: "Bueno, tienes que dar la prueba, porque Cuba tiene que probar que efectivamente tú no eres inválido."

(Se muestra video.)

Locutor: En octubre de 1982 el exmiembro de los cuerpos represivos del general Batista y connotado terrorista, Armando Valladares, partió del aeropuerto de La Habana con destino a París, luego de haber devenido protagonista de una campaña internacional que más parecía dirigida a dañar la imagen de un país, que a establecer rigurosamente la verdad.

Felipe Pérez.- Ocurrió como en la Biblia: "Levántate y anda." Hizo como Lázaro: la verdad lo hizo caminar (Risas).

Ahora miren (muestra video), mírenlo ahí, el "poeta inválido", ya recibido en la Casa Blanca por Reagan. Después fue el Jefe de la delegación norteamericana ante la Comisión de Derechos Humanos; como el otro terrorista que está ahora sentado en el escaño de Estados Unidos, arrestado en Cuba en una lancha cargada de explosivos y fusiles de asalto, Luis Zúñiga Rey, dicen que es un "luchador por los derechos humanos".

¿Por qué cosa Luis Zúñiga Rey estuvo preso en Cuba?, porque fue arrestado en la costa, en un team de desembarco organizado por la CIA, y le fueron ocupados los fusiles, los explosivos; sin embargo, allí está en el escaño de Estados Unidos como un "defensor de los derechos humanos".

Esta es una historia larga, Cuba la conoce bien y está acostumbrada a estas campañas.

Un día esa fue la campaña contra Cuba. Y los que gestionaron que fuera puesto en libertad el "poeta inválido" recibieron primero esas imágenes, para que supieran de qué se hacían cargo, y lo lamentaron después.

Por ahí está el libro publicado por Regis Debray, asesor entonces del Presidente de Francia, donde decía: "...resulta que el poeta ya después no era poeta, que el inválido ya después caminaba normalmente, y el cubano ya no era cubano, era ciudadano norteamericano y participaba en la guerra sucia contra los sandinistas en Nicaragua". Son palabras textuales del asesor en aquel momento del Presidente de Francia, que gestionó y abogó por la liberación del "poeta inválido".

Por tanto, Cuba conoce de estas campañas, y sabe que ha sido un mecanismo de presión contra Cuba, y forma parte de la guerra que Cuba ha tenido que resistir.

Ahora, en la actual situación hay una nueva campaña, sostengo aquí eso. Hay una campaña que imponen los intereses que están detrás de la agresión contra Cuba. No culpo a los periodistas, no culpo a los corresponsales acreditados en La Habana, no los responsabilizo por eso; pero sí sostengo que hay una campaña contra nuestro país.

Tengo relaciones excelentes, las tenemos todos aquí en la Cancillería, con los corresponsales en La Habana, tratamos de hacer nuestro esfuerzo para contribuir a su trabajo serio, que respetamos, como respetamos el trabajo de los periodistas compatriotas nuestros; no los responsabilizo, estas palabras no van enfiladas a calificar su trabajo, pero sí a los intereses que están detrás de los medios y la campaña contra Cuba.

Se han repetido siete mentiras hasta el cansancio, hasta la saturación, ¡siete mentiras!, sobre la realidad de las cárceles cubanas, sobre la realidad de la situación en prisión y el tratamiento médico a los presos por actividades de mercenarismo contra su patria.

Primera: "Que los presos están incomunicados"; ¡mentira, eso es falso!

Segunda: "Que están en celdas tapiadas u hoyos", remedando un poco la idea del Hueco, donde sí han estado hasta por período de 17 meses los patriotas cubanos en Estados Unidos: en ropa interior, en celdas tapiadas y con luz artificial todo el día. ¡Es falso que aquí haya ocurrido eso! Se ha dicho que son mazmorras; ¡mentira!

Tercera: "Que han recibido y reciben golpizas"; ¡mentira!

Cuarta: "Que no tienen atención médica"; ¡mentira!, y lo voy a probar.

Quinta: "Que no pueden ver a sus familiares"; ¡mentira!

Sexta: "Que prácticamente no reciben alimentación, que están muriendo de hambre y de inanición"; ¡mentira!, ¡falso!, y lo rechazo, en un país que tiene limitaciones en la alimentación para toda la población, resultado de la guerra económica que el país ha tenido que sufrir durante más de 45 años, y resultado también de las limitaciones que el período especial impuso a nuestra patria.

Séptima: "Que les falta el agua y que sufren condiciones higiénicas casi incompatibles con la vida."

Hemos acudido a las autoridades del sistema penitenciario cubano, les hemos pedido información, y cuando decimos aquí "¡mentira!", y que esto es falso y que rechazamos el origen tendencioso y la intención de mancillar al país con esto, lo decimos porque tenemos la razón y porque hemos ido a averiguar y les hemos pedido a nuestros compañeros, cuyo sentido humanista quedó muy claro para toda nuestra opinión pública, aunque de eso no haya salido en el mundo ni una palabra, el día en que salieron en la televisión explicando cómo cumplen su responsabilidad, sus aspiraciones de educación y de reinserción para los reclusos en Cuba. Les hemos preguntado, y esta información es el resultado de habernos sentado con ellos y haberles pedido información para traerla aquí.

¿Cuál es la verdad? Sostengo aquí que se están cumpliendo por las autoridades penitenciarias cubanas, las Reglas Mínimas de Naciones Unidas para el Tratamiento a los Reclusos, que nuestro país cumple y en algunos casos sobrecumple y que constituyen el manual diario por el que se guía el trabajo en estas prisiones.

Sostengo aquí que los 75 mercenarios presos en Cuba son tratados con respeto y sin vejaciones.

Sostengo aquí que es falso que sean víctima de tratos crueles, inhumanos y degradantes.

Sostengo aquí que hay respeto a su integridad física y moral.

Sostengo que son tratados como seres humanos.

Sostengo que no cae sobre ellos un espíritu de venganza por el hecho de que sean adversarios, por el hecho de que hayan contribuido a la política del enemigo de su pueblo de ahogarlo por hambre y enfermedades.

Y sostengo que hay en nosotros una ética que impide el que nosotros violemos un día esos preceptos; una ética que viene del nacimiento de la Revolución Cubana, del ejército guerrillero que curó con sus medicamentos primero a los soldados enemigos heridos, que jamás asesinó a un prisionero, y que los combatió pero respetando ampliamente reglas que después se codificaron como el Derecho Internacional Humanitario.

Una Revolución nacida de la ética, nacida del triunfo sobre una dictadura sangrienta que tuvo la complicidad de Estados Unidos hasta el último día, no podría imitar sus métodos.

Sostengo que hay rigor en nuestra actuación, pero hay respeto, hay integridad.

Rechazo la mentira, en nombre de un pueblo que no puede ser acusado de ser un pueblo fanático. Nuestro pueblo no permitiría jamás y no creería en nosotros, si un día faltáramos a esa ética y a esa palabra, y, por tanto, rechazo la campaña, y voy a dar pruebas para demostrarlo.

Ahora bien, voy a explicar aquí 16 derechos que se cumplen para esos presos, y que alguien me diga si eso es o no verdad.

Primero: Ninguno de esos 75 reclusos tiene que dormir en el piso, todos tienen cama y colchón, confirmado a nosotros por las autoridades correspondientes.

Segundo: Todos tienen acceso a agua potable.

Tercero: Todos tienen acceso a recibir la prensa.

Cuarto: Todos reciben sol al aire libre diariamente. Tienen ese derecho, que se cumple, excepto cuando hay indisciplinas, conductas impropias, violaciones del reglamento, como en toda prisión; pero es su derecho y se cumple de manera absoluta para todo recluso en Cuba.

Quinto: Reciben de las autoridades de la prisión medios de aseo personal, pese a las limitaciones que nuestro país tiene.

Sexto: Reciben el uniforme reglamentario.

Séptimo: Pueden acceder a televisión en espacios comunes, quiero decir, en salas donde no están sólo ellos.

Octavo: Tienen derecho a recibir asistencia religiosa si lo solicitan, y de hecho lo solicitan, y de hecho la han estado recibiendo los que lo han pedido.

Noveno: Reciben alimentación suficiente y adecuada, con un promedio de ingesta calórica por encima de 2 400 kilocalorías diarias, que es lo que prescribe la Organización Mundial de la Salud. Ahora, es una alimentación que tiene las mismas limitaciones y problemas que tiene la población cubana, a partir de que no es un problema resuelto en nuestro país, pese a nuestros esfuerzos, debido a lo que ya dije: la guerra económica que se nos ha impuesto y el período especial; pero la idea de que mueren de hambre, la idea de que están al borde de la inanición, la idea que trata de sugerir los campos de concentración nazis en Europa, es una mentira.

Décimo: Todos reciben atención médica gratuita de alto nivel científico y humano, con suministro gratuito de medicamentos y de todos los análisis necesarios. Es su derecho y lo ejercen, independientemente de sus ideas e incluso de su comportamiento, y lo probaré.

Once: Reciben visitas familiares cada tres meses. Es lo que está establecido para este momento de su estancia en prisión.

Doce: Tienen derecho a que se les propicien relaciones conyugales cada cinco meses, y lo hacen, y tienen derecho al llamado pabellón conyugal, donde, en condiciones de privacidad y respeto, pueden recibir a sus cónyuges.

No se ven en Cuba las imágenes que aparecieron en la mesa redonda dedicada al sistema penitenciario en Cuba y en el mundo, donde se vio a los reclusos en Estados Unidos sosteniendo relaciones conyugales delante de sus hijos, escondidos debajo de una mesa, en medio de la visita familiar.

Todo el mundo vio esas imágenes aquí, ¿verdad?, porque son imágenes de video que nuestro pueblo vio en la televisión. Aquí no ocurre nada de eso.

Trece: Cada uno tiene derecho a recibir alimentos que sus familiares le lleven, además de los que recibe en la prisión.

Catorce: Tienen derecho a recibir libros que sus familiares les lleven.

Quince: Tienen derecho a enviar y a recibir correspondencia con sus familias y a realizar llamadas telefónicas, 100 minutos mensuales, donde ello sea posible. Hay lugares en que por las limitaciones de Cuba todavía eso no es posible; pero en la mayoría sí y lo hacen.

Dieciséis: Podrán, además, beneficiarse del régimen progresivo previsto en el reglamento como derecho de cada recluso, en dependencia de su comportamiento, que significa una mejoría de su situación, de su régimen disciplinario, en la medida de su conducta en prisión, su buen comportamiento y el tiempo en prisión, que implica aumento de la periodicidad de las visitas familiares, etcétera, todos los demás derechos, como todo recluso en Cuba.

He dado 16 elementos. Ahora quiero saber si eso se va a publicar como se ha publicado todo lo contrario, o si se seguirá machacando únicamente en las versiones inspiradas en el interés de los enemigos de Cuba.

Tengo aquí, además, un artículo que se atribuye al secretario de Estado, Colin Powell, publicado en varios medios de prensa de América Latina en estos días.

Aquí tengo La Nación, de Argentina, se titula: "Hay que solidarizarse con los que luchan por la democracia en Cuba." La verdad que ver a un representante del Gobierno de Estados Unidos hablando de la democracia, en medio de la situación de descrédito internacional que el Gobierno de Estados Unidos tiene hoy por la violación de la democracia en el mundo, de actuación al margen de Naciones Unidas, humillando las instituciones internacionales, es una cosa realmente imposible de comprender.

Dice aquí que: "estas personas han sido arrestadas por el crimen de pensar y actuar independientemente". Aquí hay dos mentiras: la primera, no es por pensar, fue por actuar al servicio de Estados Unidos y recibir su dinero; la segunda, es que ellos no actuaron independientemente, sino que actuaron bajo la orientación del Gobierno de Estados Unidos y de la Sección de Intereses. El Secretario de Estado no está informado.

Dice aquí que eran "bibliotecarios y periodistas independientes". Bueno, ya dije que periodistas había dos; independientes, ninguno. Dependen del Gobierno de Estados Unidos, de sus orientaciones, de sus medios, de su dinero.

Ahora, "bibliotecarios independientes", considero que esto es una burla. La idea de que hay necesidad de bibliotecas en Cuba, un país que tiene casi 400 bibliotecas públicas, además de una biblioteca en cada una de sus 15 000 escuelas, es algo inaudito. Me parece a mí que después de la Feria del Libro, la idea de que el gobierno de Estados Unidos tiene que preocuparse por fomentar bibliotecas en Cuba es algo que movería a la risa si no fuera también una injerencia y parte de un plan subversivo contra el país. Además, "periodistas y bibliotecarios independientes". Oiga, si esos son independientes, nosotros somos marcianos.

Ahora, dice aquí —me voy a detener en esto—, "estos hombres y mujeres" —dice "mujeres", hay una sola como se sabe— "cumplen sus sentencias draconianas en condiciones inhumanas" —oigan ustedes, el Secretario de Estado de Estados Unidos— "y sumamente insalubres, en las que los servicios médicos son totalmente inadecuados. Como resultado, algunos han contraído graves problemas de salud".

Me pregunto si el Secretario de Estado, Powell, recuerda que él es el Ministro de Relaciones Exteriores de un país que tiene un campo de concentración en la Base Naval de Guantánamo. Para hablar de la situación en otro lugar, debería recordar cuál es su situación, de qué está hecho su tejado. ¿Y las cárceles en Iraq? ¿Y los presos en Estados Unidos, sin siquiera saber de qué los acusan?

Aquí tengo un artículo escrito por el periodista Gordon Thomas, de lo que llaman Campo Cropper. Campo Cropper es una cárcel ubicada en la periferia del aeropuerto internacional de Bagdad, es una cárcel que el ejército de Estados Unidos tiene en las afueras de Bagdad. "Un gulag", dice este periodista.

"En esa cárcel hay 3 000 prisioneros iraquíes". Dice que "todavía ninguno de ellos ha sido procesado"; es decir, llevan un año presos sin saber de qué se les acusa, no han comparecido ante un juez, no han ido a un tribunal.

Dice que "viven en tiendas de campaña, que ofrecen poca protección al sol ardiente, 50 grados de temperatura; 80 personas bajo cada tienda, en pequeños colchones". "Les dan tres litros de agua por día a cada prisionero, para lavarse y para beber. Temperaturas que al mediodía alcanzan 50º."

"Cada uno cuenta con una pala de mango largo para cavarse una letrina"; "algunos descubren haber cavado un agujero donde ya existía uno; algunos son demasiado viejos o débiles para cavar hasta la profundidad de tres pies su letrina".

Dice que "a Amnistía Internacional le ha llegado información de presos muertos allí en ese campo, bajo custodia, por golpes de armas de fuego de miembros del ejército de Estados Unidos".

"Las mujeres duermen en una tienda, igual que los hombres"; "como a los hombres, no les está permitido lavarse la ropa íntima"; "algunas de ellas han desarrollado feas llagas"; que "les dan una tacita de polvo antipulgas para tratar las peores infecciones corporales".

¿Ustedes creen que el Ministro de Relaciones Exteriores de un país que sea dueño de una cárcel como esta tiene autoridad moral, realmente, para referirse a las condiciones de las cárceles cubanas, o yo debo pensar que es que hay un problema de desconocimiento y no hay la menor idea de lo que se ha dicho?

Mi conclusión personal es que el señor Powell firma los artículos que le prepara algún amanuense anticubano, sin tener idea, siquiera, del contenido ni de la temática que trate. Posiblemente él sea inocente, pero aparece bajo su firma un artículo del que no tiene la menor idea.

Ahora, el artículo de Thomas no apareció publicado en los grandes medios. No, no, no, eso nada más aparece en Rebelión. La gran prensa, que todos los días publica sobre las cárceles en Cuba, consideró que eso que he leído del campo de concentración en las afueras de Bagdad, no es un tema importante. Vamos a estar claros, que las cosas son como son y no como queremos que sean; pero eso no quiere decir que no luchemos porque sean como deben ser.

Ahora bien, sobre la atención médica de los 75 presos. Ya dije y sostengo que todos los reclusos tienen acceso a una atención médica de alta calidad.

A modo de ejemplo, voy a abordar aquí dos casos que han sido objeto de la más feroz campaña: Oscar Espinosa Chepe, uno de los 75 mercenarios presos. Creo que se dijo en aquel momento que era uno de los que más dinero había manejado, según las facturas que se han publicado.

Se ha publicado hasta el cansancio que tiene cáncer, que tiene cirrosis hepática y que, pese a todo eso, nosotros lo mantenemos en condiciones crueles, sin asistencia médica.

Yo he invitado hoy aquí al doctor Félix Báez Sarría, especialista de primer grado en medicina interna, del hospital "Carlos Juan Finlay", él es el médico que atiende al recluso Oscar Espinosa Chepe, yo le he pedido venir y le he pedido responder las preguntas que le voy a hacer.

Doctor Báez, le doy las gracias por haber accedido a estar aquí con nosotros. ¿Usted es graduado de la carrera de medicina en qué año?

Félix Báez.- En el año 1995.

Felipe Pérez.- ¿Y de la especialidad de medicina interna?

Félix Báez.- En el año 2000.

Felipe Pérez.- Es decir, usted es un especialista de primer grado desde el año 2000.

Gracias, Félix, perdona que tengamos que sacarte de tus labores, pero se denigra tu trabajo, se ofende tu integridad como médico y la de todos los médicos cubanos, y ello nos ha llevado a tener que pedirte este esfuerzo, que sabemos que está alejado de tus tareas habituales.

Desde el 2000 tú estás graduado como médico, especialista de primer grado en medicina interna.

Félix Báez.- Sí.

Felipe Pérez.- ¿Desde qué año trabajas allí en el hospital "Carlos Juan Finlay?"

Félix Báez Sarría.- Desde el año 1997.

Felipe Pérez.- Es decir que tú llevas siete años trabajando en el hospital "Finlay".

¿Desde cuándo tú estás atendiendo al paciente Espinosa Chepe?

Félix Báez.- Yo atiendo a Espinosa Chepe desde agosto del 2003.

Felipe Pérez.- Desde agosto del 2003; es decir, tú lo llevas atendiendo poco menos de un año. ¿Tú pudieras explicarnos cuál es el padecimiento de salud que el paciente Espinosa Chepe? ¿Padece de cáncer?

Félix Báez.- No padece de cáncer, compañero Ministro.

Felipe Pérez.- ¿Padece de cirrosis hepática?

Félix Báez.- No tiene una cirrosis hepática en estos momentos.

Felipe Pérez.- Por favor, te pido explicar qué padecimiento de salud tiene el recluso Oscar Espinosa Chepe.

Félix Báez.- Bueno, el paciente Oscar Espinosa Chepe tiene una historia, del año 1983, de haber contraído una brucelosis.

Felipe Pérez.- En el año 1983, tuvo una enfermedad llamada brucelosis.

Félix Báez.- Positivo.

Felipe Pérez.- ¿Podrías explicarnos en qué consiste?

Félix Báez.- Bueno, la brucelosis generalmente es una enfermedad que afecta al ganado y que esporádicamente se puede trasmitir al hombre.

Felipe Pérez.- ¿Es un parásito?

Félix Báez.- Es una bacteria que puede vivir dentro de las células del organismo.

Felipe Pérez.- ¿Qué provoca?

Félix Báez.- Él quedó con un hígado granular; es decir, con una hepatopatía granulomatosa.

Felipe Pérez.- Es decir, afectó su hígado con una enfermedad que se llama...

Félix Báez.- Granulomatosis hepática.

Felipe Pérez.- Granulomatosis hepática; o sea, él padece de granulomatosis hepática, provocada por una brucelosis en el año 1983.

Félix Báez.- Le decía que es un hígado granular, que padece desde el año 1983 y que se ha mantenido estable durante casi 20 años; es decir que no ha habido una progresión de su enfermedad.

Felipe Pérez.- ¿La granulomatosis cuando progresa, qué es lo que puede provocar?

Félix Báez.- Generalmente la granulomatosis hepática por brucela es un estado reaccionar; es decir, una reacción del organismo frente a la brucela y generalmente no progresa en la cirrosis hepática.

Felipe Pérez.- Se le ha mantenido estable en estos 20 años, se ha mantenido estable.

Félix Báez.- Estable.

Felipe Pérez.- ¿Cuál es su situación de salud?

Félix Báez.- Bueno, desde agosto del 2003 se le han realizado una serie de pruebas de laboratorios y de estudios imagenológicos que arrojan que esa enfermedad se mantiene estable.

Felipe Pérez.- ¿Pudieras decirnos qué pruebas se le han hecho?

Félix Báez.- Bueno, se realizaron estudios de función hepática, más conocidos por la población como transaminasa, que se mantienen desde agosto del 2003 con cifras normales.

Felipe Pérez.- Sus cifras de transaminasa son normales. ¿Eso se interpreta como qué?

Félix Báez.- Como que el hígado está funcionando correctamente.

Felipe Pérez.- Su hígado funciona correctamente. ¿Se puede sostener que su hígado funciona correctamente?

Félix Báez.- Se puede sostener.

Felipe Pérez.- Bien, ¿tiene cirrosis hepática?

Félix Báez.- No tiene cirrosis hepática.

Felipe Pérez.- ¿Por qué se puede afirmar eso?

Félix Báez.- Podemos afirmarlo clínicamente porque el paciente es un paciente que ha aumentado de peso; es un paciente que no tiene síntomas ni signos de insuficiencia hepática; es un paciente en que las pruebas de coagulación son normales, que esta es una prueba en que muy temprano, en horas prácticamente de afección hepática, hay alteraciones del coagulograma. Podemos decir que es un paciente que ha aumentado de peso; que es un paciente que mantiene cifras de hemoglobina, como decía, entre 12 y 14 gramos.

Felipe Pérez.- Su hemoglobina hoy está entre 12 y 14.

Félix Báez.- Pudiéramos decir que en la última hemoglobina, de hace menos de 10 días, tiene 15,2 gramos de hemoglobina.

Felipe Pérez.- Doctor, si tuviera una cirrosis hepática, ¿cómo se sabría?

Félix Báez.- Pudiéramos saberlo desde el punto de vista clínico, como le explicaba, por una serie de manifestaciones clínicas, como son la pérdida de peso, la anemia, lectura de sangramiento, síntoma de hipertensión portal, es decir, que aumenta la circulación al nivel de abdomen, pueden verse várices en la piel, puede haber várices esofágicas que producen sangramiento digestivo. El no tiene nada de eso en estos momentos. Incluso contamos con una endoscopía reciente, donde se describe una gastroduodenitis crónica, no tiene ninguna afectación de sus venas esofágicas, están normales, y es un paciente que goza de buen estado general.

Felipe Pérez.- ¿Ha perdido peso en este año?

Félix Báez.- No ha perdido peso, yo pudiera decir que ha aumentado de peso. Cuenta con 170 libras, y tiene un índice de masa corporal en 26. Lo podemos catalogar como un sobrepeso ligero.

Felipe Pérez.- Bien. ¿Tú podrías describirnos cuál ha sido la evolución en este período de su atención? ¿Cada qué tiempo tú lo ves, qué tipo de atención médica ustedes le han dado?

Félix Báez.- Nosotros lo vemos, generalmente, dos veces por semana, además de cada vez que lo solicite el paciente. Cualquier queja que él tenga, cualquier síntoma que presente, nosotros acudimos allí prestos y le brindamos la atención.

Felipe Pérez.- Dos veces a la semana, tú, como especialista de medicina interna, vas allí y lo examinas.

Félix Báez.- Lo evalúo allí; además de que, si considero que es necesario verlo por otro especialista que no es de mi especialidad, se le llama, y acude también.

Felipe Pérez.- ¿Hay otros especialistas que lo han visto?

Félix Báez.- Lo ha visto el dermatólogo, lo ha visto el otorrino, lo ha visto el gastroenterólogo, lo han visto profesores de cirugía, lo han visto profesores de hematología.

Felipe Pérez.- ¿Todos especialistas?

Félix Báez.- Todos especialistas.

Felipe Pérez.- Con títulos.

Félix Báez.- Y muchos, además, con títulos docentes.

Felipe Pérez.- Bien, ¿tú podrías decirme qué análisis se le han hecho?

Félix Báez.- Bueno, le hemos realizado una batería complementaria, como decimos nosotros, de rutina: como hemogramas, las pruebas de función hepática, los coagulogramas; se le realizaron tests de brucela, que es para conocer si la brucelosis se mantiene activa, que han dado negativos todos; hemos realizado ultrasonidos diagnósticos; hemos realizado más de cinco tomografías axial computarizadas; hemos realizado rayos X de tórax, rayos X en los perinasales, y otras pruebas.

Felipe Pérez.- ¿Tú podrías decirme si algo que está previsto hacerle a un paciente con ese tipo de patología no se le ha hecho por el hecho de que él es un recluso? ¿Hay algo que no se le haya hecho debido a su posición política, o al hecho de ser un recluso?

Félix Báez.- Negativo, Ministro. Todos los análisis que han sido necesarios, se le han realizado.

Felipe Pérez.- Bien, ¿se le ha cobrado?

Félix Báez.- Todo absolutamente gratuito.

Felipe Pérez.- ¿Tú has tenido contacto con su familia?

Félix Báez.- Hemos tenido contacto con su familia.

Felipe Pérez.- ¿Con quién?

Félix Báez.- Hemos tenido contacto con la sobrina, la sobrina de él es doctora intensivista.

Felipe Pérez.- Es una médico también.

Félix Báez.- Una médico.

Felipe Pérez.- Tú te has reunido con ella.

Félix Báez.- Sí, compañero Ministro.

Felipe Pérez.- ¿Para explicarle?

Félix Báez.- Sí.

Felipe Pérez.- ¿Con quién más?

Félix Báez.- Y con su esposa.

Felipe Pérez.- ¿Sólo una vez?

Félix Báez.- Me he reunido realmente una sola vez.

Felipe Pérez.- Te sentaste y le explicaste.

Félix Báez.- Me senté y le expliqué con todos los argumentos médicos.

Felipe Pérez.- ¿Hay alguna prueba que a él haya que hacerle y no se le haya hecho todavía?

Félix Báez.- Pudiéramos decir que al paciente Oscar Espinosa Chepe se le debe realizar una laparoscopía con biopsia.

Felipe Pérez.- Debería hacérsele una laparascopía con biopsia del hígado, ¿para detectar qué cosa?

Félix Báez.- Para detectar el grado de actividad de hepatopatía, pues, clínicamente, como sabemos, en 20 años, no ha habido demostración de que haya una afección desde el punto de vista maligno, de ese hígado.

Felipe Pérez.- Sería para poder descartar no ya sólo clínicamente, sino con una prueba, que pueda haber algún tipo de malignización.

Félix Báez.- Para tener una muestra de su tejido. No es lo mismo lo que nosotros palpamos o examinamos, que tener una muestra de ese tejido.

Felipe Pérez.- Esa prueba no se le ha hecho todavía. ¿Por qué?

Félix Báez.- Esa prueba no se le ha hecho todavía porque el paciente se niega rotundamente a realizársela.

Felipe Pérez.- ¿Y si el paciente se niega?

Félix Báez.- No se hace. Nosotros tenemos por costumbre, no a esos tipos de pacientes, sino a todos los pacientes tener el llamado consentimiento informado; es decir, el paciente es dueño de su persona y, por tanto, él es el que decide qué hacer con su salud. Este es un procedimiento que no es cruento, pero que sí se cuenta con el paciente para realizarlo. Incluso pudiéramos decir que si el paciente no está apto para tomar su decisión, se habla con la familia también para tomar esa decisión.

Felipe Pérez.- Es decir, nunca se haría eso con el paciente inconsciente, sin que los familiares lo autorizaran, sin que él estuviera de acuerdo, aún siendo una prueba sencilla.

Félix Báez.- Aún siendo una prueba sencilla.

Felipe Pérez.- Pero esta no se ha hecho todavía porque él no ha accedido y se respeta ese derecho. ¿Es así, verdad?

Félix Báez.- Sí.

Felipe Pérez.- Bien, te doy las gracias, doctor Félix Báez.

El otro caso de que se ha hablado aquí es de la reclusa Marta Beatriz Roque. Sobre eso ha habido también una gran difusión de información, y también he invitado a la doctora Annette Álvarez Pérez, especialista de primer grado de medicina interna, del hospital "Carlos Juan Finlay", es la doctora que atiende a la paciente Marta Beatriz Roque, y yo le he pedido venir también y darnos su testimonio.

Doctora, usted es graduada de medicina, ¿en qué año?

Annette Álvarez.- En 1992.

Felipe Pérez.- ¿Y de especialista de primer grado de medicina interna?

Annette Álvarez.- En el 2000.

Felipe Pérez.- Es decir que hace ya cuatro años que usted es especialista en medicina interna.

Además de eso, ¿desde cuándo usted trabaja en el hospital?

Annete Álvarez.- Desde 1997.

Felipe Pérez.- ¿Desde cuándo usted es la doctora que atienda a la reclusa Marta Beatriz Roque?

Annete Álvarez.- Desde julio del 2003.

Felipe Pérez.- Desde julio del 2003, en que ella ha estado recluida en el hospital "Carlos Juan Finlay". Le pido a usted excusas también, sé que esta no es su tarea habitual; pero también en su caso, como de todos los médicos cubanos, se denigra y se pone en tela de juicio su competencia técnica y su espíritu humanista, y eso es lo que me ha llevado a pedirle presentarse aquí.

Se ha dicho en el pasado que la paciente Marta Beatriz Roque Cabello padece de cáncer de mama, y se ha dicho también que padece una cardiopatía isquémica. ¿Es cierto eso?

Annete Álvarez.- No padece de cáncer de mama, tiene una displasia mamaria y lleva tratamiento con vitamina E, una tableta al día.

Felipe Pérez.- ¿Una displasia mamaria es una patología maligna?

Annette Álvarez.- No es una patología maligna.

Felipe Pérez.- ¿Es un cáncer de mama?

Annette Álvarez.- No es un cáncer de mama.

Felipe Pérez.- ¿Puede derivar en un cáncer de mama?

Annette Álvarez.- No.

Felipe Pérez.- ¿Es una patología común entre las mujeres?

Annette Álvarez.- Sí.

Felipe Pérez.- ¿Las mujeres a cierta edad son propensas a padecer esta enfermedad?

Annette Álvarez.- Sí, son propensas.

Felipe Pérez.- ¿Se puede afirmar categóricamente que la paciente Marta Beatriz Roque Cabello no padece un cáncer de mama?

Annette Álvarez.- Sí. No padece un cáncer de mama.

Felipe Pérez.- ¿La displasia se mantiene en qué estado, estable, empeora?

Annette Álvarez.- Ella está estable, no tiene ningún síntoma de empeoramiento ni signos, los ultrasonidos últimos que se le han realizado no tienen agravamiento de la enfermedad, y ella hace ciclos con vitamina E.

Felipe Pérez.- ¿El tratamiento indicado para esa patología cuál es, doctora?

Annette Álvarez.- Vitamina E.

Felipe Pérez.- ¿La está tomando?

Annette Álvarez.- Sí.

Felipe Pérez.- ¿Cuántas?

Annette Álvarez.- Una tableta de 400 miligramos diaria.

Felipe Pérez.- ¿Quién se la suministra?

Annette Álvarez.- En el hospital, ella está hospitalizada.

Felipe Pérez.- Cardiopatía isquémica.

¿Usted puede decirnos qué situación real tiene a partir de su tratamiento médico?

Annette Álvarez.- Marta Beatriz es una paciente de 57 años de edad, con antecedente desde hace cinco años de ser hipertensa.

Felipe Pérez.- Es decir, ella comenzó su hipertensión hace cinco años.

Annette Álvarez.- Hace cinco años.

Felipe Pérez.- ¿Cuando hace un año atrás ella llegó al hospital, donde usted la atiende, ¿ya era una paciente hipertensa?

Annette Álvarez.- Ya era una paciente hipertensa.

Ella llevaba tratamiento de forma irregular con el enalapril, dos tabletas diarias.

Felipe Pérez.- ¿Tratamiento irregular qué quiere decir?

Annette Álvarez.- Que no lo hacía diariamente.

Felipe Pérez.- No se tomaba las pastillas diariamente, era irregular en ese período previo.

Annette Álvarez.- Nosotros la recibimos el día 23 de julio en el cuerpo de guardia del hospital aquejada de un dolor torácico, que ella refería como una punzada, punzada que era de forma intermitente, que no tenía irradiación hacia ningún otro lugar del cuerpo y que no se acompañaba de otra sintomatología. Cuando se le hizo el examen físico, se constató positivo solamente al examen físico, cifras elevadas de tensión arterial, por lo que se decidió dejar a la paciente en observación y hacerle un electrocardiograma.

Cuando se le realizó el electrocardiograma a la paciente pudimos observar que había un bloqueo completo de rama izquierda, lo que nos hizo entonces cambiar el pensamiento médico, fue necesario dejar a la paciente en observación; porque un porcentaje elevado de los pacientes con bloqueo de rama izquierda, son de causa isquémica, a pesar de que el dolor que refería la paciente no era sujetivo de isquemia coronaria. Por lo tanto, se decidió ingresar a la paciente en una sala de cuidados intermedios. En esta sala la evolución fue favorable, no tuvo más dolor torácico, en los electrocardiogramas se continuó observando el bloqueo completo de rama izquierda y, por su evolución favorable, se decide entonces trasladar a la sala de penados del hospital "Finlay".

Felipe Pérez.- En esta sala, doctora, ¿dónde duerme ella allí?

Annette Alvarez.- Ella duerme en una habitación, un cuarto, que comparte con otra paciente también, con su cama independiente cada una, su cama de hospitalización.

Felipe Pérez.- ¿Tiene baño?

Annette Álvarez.- Tiene baño dentro de la habitación.

Felipe Pérez.- ¿Agua corriente?

Annette Álvarez.- Tiene agua corriente.

Felipe Pérez.- ¿Sale agua por la llave del lavamanos?

Annette Álvarez.- Las 24 horas del día.

Felipe Pérez.- ¿Tiene televisión?

Annette Álvarez.- En estos momentos tiene televisión.

Felipe Pérez.- ¿Dónde?

Annette Álvarez.- En su cuarto.

Ya estando en sala, la discutimos un grupo de especialistas y decidimos, para poder descartar la posibilidad de que fuera una isquemia coronaria, realizarle un eco estrés. Se le sacó el turno en otra institución donde se realiza en el país, se le hizo un eco estrés.

Felipe Pérez.- ¿Dónde se hizo?

Annette Álvarez.- En el hospital "Hermanos Ameijeiras."

Felipe Pérez.- Se llevó al hospital "Hermanos Ameijeiras" a hacer un eco estrés.

Annette Álvarez.- Se le hace ahí el eco estrés.

Felipe Pérez.- ¿Qué cosa es un eco estrés, por favor?

Annette Álvarez.- El eco estrés es un ultrasonido del corazón: la paciente está en reposo, pero se somete el corazón a un esfuerzo, y durante ese esfuerzo a que fue sometido el corazón no se demostró que hubiese cardiopatía isquémica.

Felipe Pérez.- ¿Es la prueba para determinar si existe una cardiopatía isquémica?

Annette Álvarez.- Sí. Ya estaba descartado desde el punto de vista clínico, por los síntomas.

Felipe Pérez.- Esta era una prueba adicional.

Annette Álvarez.- Pero esta era una prueba que nos ayudaba, porque nos ponía en duda el electrocardiograma anterior que habíamos obtenido.

Esa prueba niega que exista una cardiopatía isquémica aguda. O sea, que ahora nosotros podemos decir que Marta Beatriz no tiene una cardiopatía isquémica; pero tiene factores de riesgo a padecerla, porque es una paciente con sobrepeso, tiene un índice de masa corporal de 26; Marta Beatriz pesa 153 libras y mide 1,60, o sea que es una paciente con sobrepeso.

Felipe Pérez.- Ella mide 1,60 y pesa 153 libras.

¿Ella ha perdido peso en este año?

Annette Álvarez.- No, ella no ha perdido peso.

Felipe Pérez.- ¿Ha subido de peso?

Annette Álvarez.- Sí.

Felipe Pérez.- Y eso es factor de riesgo.

Annette Álvarez.- Eso es un factor de riesgo. Además, tiene factor de riesgo porque es una paciente hipertensa, con repercusión cardiovascular, porque tiene una cardiopatía hipertensiva y es, además, una paciente diabética tipo II. Estas son enfermedades crónicas, actualmente están compensadas, ella lleva tratamiento médico.

Felipe Pérez.- ¿Qué tratamiento recibe, doctora, para la diabetes?

Annette Álvarez.- Ella tiene tratamiento con dieta para diabético, 1 800 calorías, más fórmula basal de carne; tiene glivenclamida, en estos momentos de 5 miligramos, una tableta en el desayuno solamente, ella comenzó con 3 tabletas diarias y ya está con una tableta al día, que posiblemente en la próxima semana se mantenga con dieta nada más.

Felipe Pérez.- ¿Por qué?

Annette Álvarez.- Porque está muy bien controlada.

Felipe Pérez.- La diabetes. ¿Y el tratamiento para la cardiopatía hipertensiva, es decir, la enfermedad de presión alta que ella tiene?

Annette Álvarez.- Está con Atenolol, 50 miligramos dos veces al día.

Felipe Pérez.- ¿Se puede decir sobre su estado en este momento, cuál es?

Annette Álvarez.- Ella ahora está estable y totalmente asintomática.

Felipe Pérez.- ¿Usted la ve con qué frecuencia?

Annette Álvarez.- Se ve dos veces a la semana y todas las veces que ella solicite una interconsulta médica, por mi especialidad, que soy su médico de cabecera, o yo determino si hay otros especialistas que necesitan verla, y a veces ella nos solicita la interconsulta con otro especialista.

Felipe Pérez.- ¿Han tenido que verla otros especialistas? ¿Pudiera decir algunos?

Annette Álvarez.- Sí, la ha visto la ginecóloga, la ha visto la maxilofacial, la alergista.

Felipe Pérez.- ¿Especialistas todos, doctora?

Annette Álvarez.- Todos especialistas.

Felipe Pérez.- ¿Usted ha tenido contacto con la familia de la paciente?

Annette Alvarez.- No.

Felipe Pérez.- ¿Otros médicos allí lo han tenido?

Annette Álvarez.- Sí, cuando estuvo en terapia intermedia.

Felipe Pérez.- Muy bien. Le agradezco, doctora. Les reitero excusas otra vez por haberlos tenido que sacar a ustedes de sus responsabilidades habituales; les pido excusas por la idea echada a volar de que los pacientes bajo su consideración pudieran ser tratados de manera cruel e inhumana, o de que se pusiera en duda la idea de que ustedes dedicarían todo su talento científico y todo su esfuerzo humano a proteger la vida de esos pacientes, aun cuando sean reclusos, aun cuando hayan trabajado al servicio de la potencia que agrede a su pueblo.

Gracias.

Quiero, mostrarles, finalmente, estos otros testimonios; es una selección de testimonios obtenida por periodistas cubanos, de su conversación con familiares. Le voy a pasar imágenes a la prensa después.

(Ruedan video.)

Periodista.- Bueno, ¿cómo está su hermano, desde cuándo usted no lo ve?

Teresa López Bañobre (Hermana del recluso Marcelo López Bañobre).- Yo la última vez que vi a mi hermano fue hace cuestión de 15 días, a lo sumo, que estuvo aquí en la casa, lo trajeron los compañeros que lo atienden; vino con un conduce, porque mi papá está en un estado de salud bastante malo y yo misma pedí que, por favor, si se podía, no sé, valorar...

(...)

Lo trajeron, estuvo aquí hora y media aproximadamente.

Periodista.- ¿Aquí en la casa?

Teresa López Bañobre.- Aquí en la casa, estuvo con nosotros.

Está muy bien, él está muy bien; está pesando más que nunca en su vida.

Mi hermano siempre fue una gente muy delgadita y está en 60 kilogramos, ¿no?, pesando 60 kilos; él pesaba 48, 49 kilos, es lo más que pesaba. Tiene buena atención, buen trato, él lo reconoce.

Yo tengo cartas de él, en las que él lo dice, que no ha sido ofendido, no ha sido vejado, no ha sido humillado, que ha sido tratado con mucho respeto; e independientemente de que él lo diga, uno lo puede palpar, porque su equilibrio emocional te lo dice, ¿no?

(...)

Realmente preso está, porque está privado de la libertad de moverse; pero él no está mal, él no está mal, él no...

Periodista.- ¿Ustedes lo ven a menudo? O sea, ¿con qué frecuencia pueden visitarlo en la cárcel?

Teresa López Bañobre.- Mira, la frecuencia de las visitas, en este caso, lo que está establecido es cada tres meses, ¿no? Cada tres meses es la visita, de tres horas, aproximadamente, a veces te dan más, un poquito más.

¿Qué pasa?, en el caso de él, él ha tenido la posibilidad, por una u otra razón, de vernos casi todos los meses, porque por un problema legal, una citación, para un problema de asunto personal hubo que ir, mi mamá fue y le dieron unos minutos para hablar con él. El día del cumpleaños mi mamá fue a llevarle unos cigarros y le dieron también un ratico con él, y él lo sabe porque él ha llevado la cuenta, entre el pabellón y las visitas nuestras, mi hermano ha tenido visita todos los meses.

Periodista.- ¿Él tiene pabellón conyugal también, tiene esa facilidad de pabellón?

Teresa López Bañobre.- Sí, él tiene pabellón conyugal.

(...) Le hicieron el TAC y le hicieron un estudio neurológico. El TAC, según propias palabras de él, la semana antepasada, cuando estuvo aquí, le dio normal; pero recomendaron que se continuaran los estudios neurológicos.

(...) Pienso que mi hermano lo reconocería ante cualquiera, que no ha sido maltratado, no ha sido vejado, no ha sido humillado, no ha sido golpeado, mi hermano no ha sido abandonado; mi hermano ha sido tratado con respeto, con consideración, y nosotros hemos sido tratados con respeto y consideración...

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Periodista.- Mireya, vengo a verla para saber de su hijo, cómo está, qué sabe usted de en qué condiciones se encuentra, cómo se siente de salud, cómo está siendo atendido.

Mireya Pentón Orozco (Madre del recluso Léster González Pentón).- Bueno, de salud, él está muy bien, porque él es joven y no ha presentado hasta ahora ninguna enfermedad, y está bien.

Ha sido atendido, no puedo decir que no ha sido atendido, porque voy a decir la verdad, él ha sido atendido, y últimamente, incluso, me lo han sacado unas cuantas veces de conduce. Se le ha llevado y se le ha hecho chequeo médico, se le atendió el problema de la boca, se le sacaron algunas piezas que tenía enfermas con vistas a hacerle la prótesis.

Ahora me dijo que lo único que le había cogido un poquito de infección, pero, bueno, tiene un tratamiento de Oxacillín y esperamos que él rebase eso. Tiene que esperar 25 días —creo— para hacerle la prótesis.

El se ha mantenido bastante bien ahí, de salud se ha mantenido bien hasta el momento.

(...)

Periodista.- ¿Se cartean a menudo, se escriben?

Mireya Pentón Orozco.- Bueno, las cartas, aunque a veces demoran un poco, sí nos carteamos; pero demoran un poco, lo mismo de aquí para allá, que de allá para acá, a veces demoran un poco. Es lo único.

Se me ha comunicado que es un problema de correo también a veces. No sé qué cosas habrá; porque, bueno, yo cuando tengo una situación voy y me dirijo a la dirección del penal y se me da una explicación; yo exijo que se me dé una explicación, como madre hay que darme una explicación, y, entonces, lo que se me ha comunicado hasta ahora es que hay problemas de correo.

Periodista.- ¿Cómo la tratan a usted cuando se ha dirigido allí a las autoridades del penal, su relación con él?

Mireya Pentón Orozco.- No, en cuanto a eso yo sí no he tenido situación. Yo voy a decir la verdad: A mí me han tratado bastante bien. Yo siempre me he dirigido allí, se me ha dado una explicación de la situación que yo he planteado.

Periodista.- ¿Él ha recibido el beneficio del pabellón conyugal?

Mireya Pentón Orozco.- El pabellón es cada cinco meses, tres horas; pabellones de tres horas cada cinco meses.

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Periodista.- Dulce María, ¿usted ha podido visitar a Carmelo?

Dulce María Amador (Esposa del recluso Carmelo Martín Díaz Fernández).- Sí. A él lo detuvieron el 19 de marzo del 2003, yo iba todos los miércoles a Villamarista, donde me daban una hora, ahí lo veía, conversábamos y le pasaba alimentos para que almorzara en ese momento, café, jugo y esas cosas.

El juicio fue el 4 de abril y fue trasladado para la prisión de Guanajay el 23 de abril. Enseguida que nos enteramos, al otro día, estuvimos en Guanajay la hija de Carmelo, que es médico, y yo, y nos permitieron verlo enseguida, al otro día, sin previa visita, sin nada y estuvimos una hora conversando con él.

Periodista.- ¿Usted le llevó algo?

Dulce María Amador.- Sí, cómo no, le llevé almuerzo, jugo y cosas de aseo.

Periodista.- ¿Se lo permitieron pasar sin dificultad?

Dulce María Amador.- Todo se lo pasaron, yo nunca he tenido problemas en Guanajay con pasar nada.

Después cada tres meses he mantenido la visita. El pabellón en Guanajay ha sido cada cuatro meses, no como en otras que han sido cada cinco; yo he tenido el pabellón en Guanajay cada cuatro meses y las visitas cada tres.

(...)

Periodista.- Dulce, respecto al tratamiento médico que él ha recibido, ¿qué dice Carmelo de eso?

Dulce María Amador.- Bueno, Carmelo me dijo que él no tiene quejas. En esta última visita, precisamente, que fue el 4 de abril, que estuvimos dos horas, me dijo: "Dulce, yo no me siento mal, estoy muy bien, porque las condiciones del hospital están muy buenas." Doris, la hija de Carmelo, fue al hospital, yo me quedé en la visita con el yerno y con él conversando y ella fue allí a ver el hospital y después me dijo que aquello está muy limpio, está muy ordenado, que hay mucha higiene, que hay buen trato. Y él me dijo que se siente bien, con sus enfermedades, ¿no?, porque las tiene, pero, bueno, que él se siente bien.

Periodista.- Sí le han permitido tener su Biblia.

Dulce María Amador.- Sí, él tiene Biblia.

Periodista.- ¿Qué más?

Dulce María Amador.- El tiene Biblia desde que estaba en Villa, yo se la llevé la primera semana que fui, el primer miércoles, que a mí me tocaba ir los miércoles, yo le llevé La palabra nueva, que es una revista que saca la Iglesia Católica; los papelitos esos que le dan todas las semanas, todos los cultos. Yo voy a la iglesia de él que es Cristo de Limpia, en Corrales, entre Egido y Monserrate, esa es la iglesia de él, voy todos los domingos ahí y toda la literatura religiosa yo se la llevo y no he tenido problemas en eso hasta ahora; además, él me lo pide.

(...)

Periodista.- ¿Libros, revistas de otro tipo?

Dulce María Amador.- Libros, revistas. Por lo general le llevo libros normales, de ediciones normales, algunos de corte histórico, porque él es una gente que le gusta leer no cualquier cosa; sí, yo le llevo mucha literatura para que se entretenga, sobre todo de corte histórico, que es la literatura que a él le gusta.

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Periodista.- Gisela, ¿usted ha podido ver a su esposo recientemente?

Gisela Delgado (Esposa del recluso Héctor Palacios).- Ayer fue el día que lo vi, que está ingresado en el hospital provincial de Pinar del Río, en la sala de los penados, porque fue sometido a una operación el día 19 de febrero, por cálculos en la vesícula...

(...)

Periodista.- Y, por ejemplo, él fue operado y recibió atención médica, ¿no?

Gisela Delgado.- Bueno, yo creo que era lo más correcto, es lo más humano que recibiera atención médica.

Periodista.- ¿Y cómo fue esa atención médica?

Gisela Delgado.- Yo no tengo quejas, porque eran médicos civiles, a pesar de que sabemos que el hospital fue tomado por la policía, por lo que se le dicen tropas especiales...

Periodista.- Pero la atención médica concretamente, me decía que no tenía quejas.

Gisela Delgado.- La atención médica fue buena, creo, por lo que vi en los médicos, que pude conversar con ellos, no porque lo propició la policía, realmente no fue así. Yo llegué a Pinar del Río y tuve que localizar dónde vivía el médico, porque realmente no lo podía encontrar en el hospital. Y pude hablar con el médico antes de que lo operaran.

Periodista.- ¿Y qué habló con el médico?

Gisela Delgado.- Preguntarle de su estado de salud principalmente. Nosotros no somos personas que comprometemos a otros con nuestras ideas. Quiere decir, nuestras ideas son nuestras, si tú me preguntas yo te lo digo; no es que a cada momento saque algo. Y yo le pregunté principalmente cuál era su estado físico, si él podía resistir la operación, cuáles eran las garantías de una operación.

Periodista.- ¿Y qué le dijo el médico?

Gisela Delgado.- Me dijo que no pensaba que esta fuera una excepción de los casos, que él tenía la vesícula llena de cálculos, y que era inminente la operación porque tenía muchos cálculos pequeños que pudieran salir de la vesícula y alojarse en cualquier conducto.

Para mi entender y para el de mi esposo, hemos recibido una buena atención por los asistentes, las enfermeras, médicos.

Periodista.- ¿Y le solicitó algo especial a ese médico cuando conversó con él?

Gisela Delgado.- Nosotros sabemos que aquí en Cuba existe esa operación de mínimo acceso, en la provincia se estaba haciendo. El doctor jefe de la prisión, que se llama doctor Pozo, me dijo que se estaba haciendo en la provincia, que no había necesidad de que fuera trasladado a la provincia de Ciudad de La Habana, que se estaba haciendo allí y que ellos iban a tratar de hacerlo por el mínimo acceso y no recurrir a la operación convencional, que se tiene que abrir el abdomen.

Periodista.- O sea, ¿los médicos accedieron a hacerla por la técnica de mínimo acceso?

Gisela Delgado.- Sí, sí, la hicieron especialistas en mínimo acceso, el doctor Dopico y el doctor Montes de Oca. Yo hablé cuando ellos salieron del salón, me dijeron que no había pasado nada, que había durado una hora la operación, que se había logrado, que Héctor no tenía ninguna otra afectación grave en los órganos externamente. En lo que a ellos constaba, como cirujanos, todo había quedado bien.

Periodista.- Lo que es cierto es que ha recibido una buena atención médica, y que usted y su esposo están agradecidos por esa atención.

Gisela Delgado.- Creo que no puedo decir lo contrario; porque, ante todo, estas personas humanamente trabajaron profesionalmente muy bien, parece todo indicar, porque la recuperación de Héctor fue buena.

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Periodista.- María Margarita, ¿cuántas visitas le has hecho a Edel?

María M. Borges (Esposa del recluso Edel José García Díaz).- Bueno, visitas como tal he tenido cinco visitas.

Periodista.- ¿Y te han permitido tener pabellones conyugales?

María M. Borges.- Sí, cada cinco meses son los pabellones, y las visitas cada tres meses. Los pabellones cada cinco meses, tres horas, y las visitas dos horas.

Periodista.- ¿Le llevas algo de comer, te permiten pasarlo? ¿Qué puedes llevar?

María M. Borges.- Bueno, sí, hasta ahora yo no he tenido ningún tipo de problemas en las cosas que le he podido llevar.

Periodista.- ¿Y qué condiciones tiene él ahora de tratamiento médico?

María M. Borges.- Bueno, el tratamiento médico que él ha tenido siempre ha sido bueno, él nunca se ha quejado del trato que le hayan dado los médicos.

Periodista.- ¿Y cómo ha sido el trato de los médicos contigo, te han explicado?

María M. Borges.- Sí, hasta ahora los médicos me han explicado todo en cuanto a él. Incluso yo me reunía con la psiquiatra que lo atiende en Santiago y ella me informaba de toda su situación. Hasta ahora el trato, con respecto a los médicos y eso que han tenido con él, ha sido bueno.

Periodista.- ¿Qué otras cosas te han permitido darle, pasarle?

María M. Borges.- Los alimentos y el aseo personal, que, bueno, le he pasado todo; ahí no he tenido problemas.

Periodista.- ¿Y él qué te ha dicho? ¿Qué te ha dicho él del tratamiento que le han dado allá adentro? ¿Se ha quejado alguna vez de que lo maltraten?

María M. Borges.- Bueno, quejarse de que lo maltraten, nunca se ha quejado, y el trato con él ha sido respetuoso hasta ahora, igual que conmigo. Nunca él me ha contado a mí de un trato irrespetuoso ni nada. Y, bueno, sí, en cuanto a que él se tenga que sentir mal allí, aunque lo traten bien, es lógico, porque, bueno, está preso. Y es una de las razones, que yo entiendo que no debe estar preso, es lo que yo pienso sobre esto, ¿no? Pero, bueno, hasta ahora ha sido bueno el trato. Incluso cuando yo me he dirigido al jefe de la unidad por cualquier situación me han atendido bien, no ha habido problemas en cuanto a eso.

Periodista.- Oye, María Margarita, y, por ejemplo, cuando ha necesitado alguna medicina, ¿te la han pedido, te han dicho que la compres tú?

María M. Borges.- No, hasta ahora todos los medicamentos que él ha necesitado se lo han suministrado allí.

Periodista.- ¿Gratuitamente?

María M. Borges.- Sí, gratuitamente. Yo le he llevado medicamentos también que me han aceptado, se lo han dejado pasar.

Periodista.- ¿Tú sabes si le han hecho otros tratamientos para la salud, si le han hecho chequeos médicos?

María M. Borges.- Sí, según me cuenta él, constantemente le hacen análisis de sangre, lo pesan, le toman la presión; lo han llevado al dentista, le han empastado muelas; eso sí, hasta ahora lo que él me ha contado es así.

Periodista.- Bueno, ¿y a ti cómo te han tratado cuando has ido a la prisión, cuando has solicitado verlo?

María M. Borges.- Bueno, solicitar verlo, yo nunca lo he solicitado, porque hasta ahora he cumplido con mis visitas cada tres meses, y, bueno, el trato ha sido bueno. Incluso he tenido mis dudas sobre algo y he llamado al jefe de la unidad y se lo he comunicado y, bueno, hasta ahora me han respetado y yo los trato con el mismo respeto que recibo de ellos.

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Periodista.- ¿Cómo está su esposo? ¿Usted lo ha visto recientemente, lo ha podido ver?

Ileana Marrero (Esposa del recluso Omar Rodríguez Saludes). Sí, recientemente, lo vi ahora en el mes de febrero, el día 14 lo vi, y de salud está bien. Entre lo que cabe, más o menos ahí, de ánimo se encuentra bien; pero, bueno, sigue detenido ahí.

Periodista.- ¿Cada qué tiempo usted puede verlo?

Ileana Marrero.- Cada tres meses.

Periodista.- ¿Cómo lo atienden a él en la prisión los instructores?

Ileana Marrero.- De ánimo y de salud está muy bien. Bueno, lo atienden bien, con respeto, hasta ahora no ha sucedido nada así de mayor rigor; no sé, lo atienden bien, hasta el momento lo están atendiendo bien.

Periodista.- Yo quiero saber si usted ha encontrado a su esposo torturado, lo ha encontrado físicamente dañado.

Ileana Marrero.- No, físicamente dañado no lo he encontrado, claro que no.

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Periodista.- ¿Cómo está su esposo, Beatriz?

Beatriz del Carmen Pedroso (Esposa del recluso Julio César Gálvez Rodríguez).- Mi esposo está bien, lo veo bien, le hicieron una operación porque tenía un cálculo en la vesícula y lo veo bien.

Periodista.- ¿Se ha ido recuperando bien?

Beatriz del Carmen Pedroso.- Se ha ido recuperando bien, lleva más de 48 horas de operado y lo veo bien, restablecido. Tiene buena alimentación y su ánimo es bueno; también la hipertensión ha ido cediendo, está sedado.

Periodista.- ¿Usted ha podido verlo sistemáticamente a lo largo de este tiempo en que él ha estado recluido?

Beatriz del Carmen Pedroso.- Sí, cómo no, lo he podido ver, me han dado visita para verlo y lo he podido ver, conversar con él. Han sido visitas bastante provechosas, porque hemos podido compartir e intercambiar estados de opinión y él me dice que no; incluso, esta vez que vine no tuve que traerle alimentos, le traje jugos, pero él lo tenía todo aquí garantizado, tenía una buena alimentación.

Felipe Pérez.- Bueno, dijimos que a las televisoras, el casete con esas imágenes se lo vamos a entregar. También vamos a entregar la transcripción a la prensa escrita de esos mismos testimonios y vamos a entregarles el papel de la resolución norteamericana sobre Cuba.

Me quedarían dos preguntas solamente, dichas con toda franqueza, con todo respeto, como siempre.

Me pregunto, ¿por qué testimonios como estos no han podido ser publicados? ¿Por qué a lo largo de un año, nunca, ni una vez, ni un solo medio ha podido obtener un testimonio de esta naturaleza, como el que, con todo respeto, periodistas de la Televisión Cubana obtuvieron? Me pregunto si fue porque estas personas estaban inaccesibles, no querían ver a la prensa, porque todos los días aparece en la prensa internacional el testimonio de algunas personas.

Me pregunto, y les pregunto a ustedes, ¿por qué no ha salido nunca, una vez, un testimonio como este? No digo que no salgan los otros, los que han dicho que no hay atención médica, que están en mazmorras. Estoy de acuerdo que puedan salir aquellos, la pregunta es por qué nunca aparece este punto de vista.

Me pregunto y les pregunto a ustedes, no para que me respondan aquí, sino para que íntimamente, con la almohada confesora, se examine si Cuba tiene razón o no para decir que hay una campaña; si Cuba tiene o no razón para decir que a los medios de comunicación privados y que obedecen a intereses específicos, no amigos de Cuba, les interesa que se traslade una visión distorsionada.

No pregunto por qué los medios no son favorables a Cuba, no reclamo eso, no reclamo una cobertura complaciente ni amiga de Cuba, sino reclamo si pudiese haber una cobertura objetiva y balanceada, que diera a conocer también esta parte de la moneda. Tan fácil han ido allí los periodistas nuestros, y han preguntado, con el cable de una agencia de prensa, donde estaban esos nombres, que se decía que eran los más graves. Bueno, me cuentan que algunos no quisieron dar testimonio. Correcto, es su derecho; pero la pregunta, la que dejo flotando aquí hoy, es por qué de eso no se ha dicho una palabra en un año. ¿Quién ha prohibido?, sabiendo yo que los corresponsales jamás se prestarían a una maniobra en que la verdad no salga, exculpando a cada corresponsal de eso. La pregunta es: ¿Por qué eso no ha aparecido nunca?

Esto no es un regaño; esto es una plegaria buscando la verdad.

La segunda pregunta es: ¿Podrá salir ahora publicado? ¿Se verán esas imágenes, como se han visto las otras, a diario, o al menos una vez, en los canales de televisión? Eso dura 19 minutos. Después de todo el debate que ha habido, ¿no valdría la pena poner siquiera 8 ó 10 minutos en cualquier televisora en el mundo? ¿Se hará? ¿Se le dedicará una primera plana a eso?

Les voy a entregar la transcripción en español, inglés y francés, para que mañana pueda estar en la portada de un diario.

¿Se escribirán editoriales sobre la información que he brindado aquí? Esa es la pregunta que dejo flotando.

Ya no me voy a quejar de lo que ha pasado, pregunto si a partir de ahora se va a publicar, si va a salir a la luz, si esa verdad que Cuba presenta se va a abrir paso. Porque la verdad debe ser el norte de todas las brújulas.

La verdad es la que ha traído a la Revolución Cubana hasta aquí y es la que la va a seguir llevando hasta la victoria sobre el bloqueo y la agresión que contra nuestro pueblo se ha desatado.

Habitualmente he respondido preguntas, sin embargo, hoy, como he sido yo el que he dejado las preguntas flotando, les agradezco a todos haber venido. Creo que les he dado suficiente información, y les doy las gracias.

Periodista.- Muchas gracias, Ministro, por su información.