Elba Rosa Pérez

Intervención de la ministra de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente de la República de Cuba, Sra. Elba Rosa Pérez Montoya y jefa de la delegación a la ceremonia especial para la firma del acuerdo de Paris sobre cambio climático. Nueva york, 22 de abril de 2016.

Excelentísimo Sr. Ban Ki-Moon, Secretario General de las Naciones Unidas,

Distinguidos Jefes de Estados, Ministros y personalidades presentes,

En un día como hoy, de tanta significación para la conservación de nuestro planeta y la especie humana que lo habita, cabe recordar las palabras del líder histórico de la Revolución Cubana, el cro. Fidel Castro Ruz, que desde 1994 durante la Primera Conferencia Mundial sobre el Desarrollo Sostenible de los Pequeños Estados Insulares, en Barbados, expuso y cito:

…“Los pobres y los países pequeños tratamos de saber cómo vamos a sobrevivir en las próximas décadas. Si somos islas….nos preguntamos qué ocurrirá cuando las aguas suban de nivel y si podremos enfrentar las sequías, los ciclones y demás catástrofes climáticas que nos esperan”…

La ciencia y el comportamiento del clima actual corroboran la vigencia de estas preocupaciones. Según el IPCC el nivel del mar ha aumentado aproximadamente 20 centímetros entre 1901 y 2010, y según predicciones podría ser peor durante las próximas décadas, llegando a un metro en el 2100. Los fenómenos meteorológicos extremos y las inundaciones son cada vez más frecuentes, así como las olas de calor y sequías.

El 2015 fue el más cálido para la Tierra registrado en los últimos 136 años, con 0.9 grados centígrados por encima de la temperatura media en el siglo XX.

No sorprende que el Reporte de Riesgos Globales del Foro Económico Mundial del 2015 situara a la falta de mitigación y adaptación al cambio climático como el riesgo más impactante en los próximos años. El efecto del cambio climático también está presente en otros riesgos identificados, como la crisis del agua, las migraciones, los grandes desastres naturales y la seguridad alimentaria.

Si esta situación no se logra revertir: ¿qué pasará con las ciudades costeras en todo el mundo y las pequeñas islas en las que no solo las principales ciudades quedarán sumergidas?
¿Qué sucederá con la producción de alimentos, en particular para las más de 800 millones de personas que sufren de hambre crónica?

¿Cómo podrá mantenerse el orden y equilibrio poblacional mundial si continúa la inmigración en busca de mejores condiciones de vida, que incluyen el medio ambiente como entorno natural del hombre?

Cuba ha decidido firmar el Acuerdo de Paris y espera que su entrada en vigor se logre en el futuro próximo, con la confianza de que realmente contribuya a reducir globalmente las emisiones de gases de efecto invernadero. En Paris alcanzamos resultados importantes, pero quedan retos igualmente grandes.

Es sabido que las contribuciones determinadas voluntariamente que presentaron los países durante el proceso hacia la COP 21, no son suficientes para mantener el incremento de la temperatura por debajo de 2 grados centígrados con respecto a los niveles preindustriales, y menos aún, limitar ese aumento de la temperatura a 1.5; meta vital para los países insulares en desarrollo.

Por tanto, es imprescindible el incremento continuo de la ambición en la reducción de las emisiones. Para los países en desarrollo estas reducciones dependerán de los medios de implementación, específicamente el financiamiento y la transferencia de tecnologías, cuyo nivel de completamiento en el Acuerdo quedó por debajo de las expectativas y necesidades.
Al respecto, hace apenas unos días, el cro. Raúl Castro Ruz, Presidente del Consejo de Estado y de Ministros de la República de Cuba planteó, y cito:

“… creemos que el marco de cooperación acordado tras la Cumbre de París sobre el cambio climático continúa siendo limitado por la persistencia e imposición de patrones irracionales de producción y consumo, incompatibles con la preservación de la especie humana. La falta de voluntad política de las naciones industrializadas impide establecer compromisos efectivos en cuanto al financiamiento y la transferencia de tecnología, a tono con el concepto de responsabilidades comunes, pero diferenciadas.”

Otros temas importantes como el referido a “pérdidas y daños”, también tuvieron un limitado avance en Paris y se requiere darles una atención mayor en el  progreso del régimen legal de este Acuerdo.

Esperamos que los aportes de los países desarrollados al Fondo Verde para el Clima, contribuyan a una efectiva implementación del Acuerdo, de manera que podamos definir una hoja de ruta transparente, justa y equilibrada para el apoyo financiero a los países en desarrollo.

Solo logrando progresos en estos aspectos se garantizará que el Acuerdo y las Decisiones que se deriven de este, no impongan cargas indebidas a los países en desarrollo.

En el contexto de nuestras circunstancias nacionales y prioridades de desarrollo económico y social, Cuba continuará trabajando y cooperando firmemente en la lucha común para enfrentar el cambio climático y construir un mundo más limpio y justo.

Confiamos que los esfuerzos que hemos hecho hasta hoy en el establecimiento de nuevos compromisos internacionales  para detener y enfrentar el cambio climático, permitan salvar al mundo.

No tenemos otra alternativa que cumplir con lo acordado para sobrevivir el presente siglo.
Como expresara el cro. Fidel en 2004, cito: …“Soñar con cosas imposibles se llama utopía; luchar por objetivos no sólo alcanzables, sino imprescindibles para la supervivencia de la especie, se llama realismo”.
Muchas gracias