Huracán Paloma el 8 de noviembre de 2008, a los doce días de haber llegado el primer frente frío. Imagen cortesía del Centro Nacional de Datos Climáticos de la NOAA.

Cada vez que asoma el primer sistema frontal por el golfo de México, con frecuencia en la segunda mitad de octubre o primera de noviembre, muchos dan por acabada la temporada ciclónica, e incluso creen que es poco probable el paso de un huracán por nuestro país. Sin embargo, este escenario meteorológico en el que coinciden zonas de bajas presiones en el Caribe y frentes fríos y vaguadas procedentes de Norteamérica puede ser muy peligroso.

Los huracanes no eligen su camino, más bien son dirigidos por el ambiente a gran escala que les rodea, que incluye vaguadas y dorsales de altas presiones. Un ciclón en desarrollo al sur del archipiélago cubano que sea “atrapado” por una hondonada se moverá hacia el norte o nordeste y posiblemente impactará en La Española, Jamaica o Cuba. Y no es raro que en la cola de algunos frentes fríos estacionarios se originen depresiones y tormentas tropicales.

Además, las aguas superficiales de la cuenca caribeña permanecen muy cálidas en esta época, con temperaturas que oscilan entre 28 y 30 °C.

El caso de Michelle

Al analizar con detenimiento los mapas históricos de trayectorias es fácil concluir que de los huracanes formados en el Caribe occidental entre 1970 y el 2000 solo dos golpearon a Cuba directamente: el Katrina (cat. 1), en noviembre de 1981, y Lili (cat. 2), en octubre de 1996.

Y aunque en 1998 y 1999 fuimos afectados por Georges e Irene, no fue hasta el último mes de la temporada de 2001 que el país se vio amenazado seriamente por un huracán del mar Caribe. Aparecía Michelle por Nicaragua, el cuarto gran ciclón de los inicios del siglo 21.

Mientras se movía muy lentamente al norte de Honduras el huracán comenzó a interactuar con una onda superior que tenía asociado un frente frío en el continente. Michelle enrumbó al nordeste y cruzó próximo a Cayo Largo del Sur. Un barco que se encontraba en la zona reportó una racha de viento de 250 km/h.

En la tarde del 4 de noviembre tocó tierra por Matanzas con categoría 4 y atravesó la Bahía de Cochinos. Salió al mar en la madrugada siguiente por Cayo Isidoro, municipio de Encrucijada, Villa Clara.

Trayectoria completa de Michelle, el cuarto huracán de gran intensidad en la temporada de 2001. Imagen de Wikipedia.

n un resumen elaborado por el Instituto de Meteorología se señala que en Rodas, Cienfuegos, por donde pasó el centro del ciclón, los vecinos y un aficionado a la meteorología informaron de un fenómeno luminoso dentro del ojo, como “bolas de candela” flotando en el cielo nocturno.

La devastación que provocó fue extensa en las provincias centrales. Las pérdidas económicas ascendieron a más de mil 800 millones de dólares.

Lo curioso es que antes del severo golpe de Michelle ya habían arribado tres frentes fríos al occidente cubano: uno a finales de septiembre y dos en el mes de octubre.

Robusta y presumida

El primer frente de la temporada de invierno 2008-2009 llegó a Cuba el 27 de octubre. La masa de aire polar que le siguió causó un descenso significativo de las temperaturas en las provincias occidentales, principalmente en La Habana. Durante la madrugada del día 29 se establecieron nuevos récords para el mes en varias estaciones meteorológicas desde Pinar del Río hasta Matanzas. El más bajo fue registrado en Güines, con 9,0 °C.

A pesar de ello, diez días después la naturaleza nos castigó con un impresionante vendaval: el huracán Paloma, que aún se mantiene en los libros como el segundo más poderoso en un mes de noviembre, solo superado por el Lenny de 1999.

Paloma ocasionó daños considerables en Santa Cruz del Sur, Camagüey. Foto de Rodolfo Blanco Cué.

Alcanzó la categoría 4 con facilidad, y poco antes de vapulear a Islas Caimán con esa fuerza había comenzado a recurvar al nordeste. El huracán atravesó parte del archipiélago de Jardines de la Reina y luego, con categoría 2, impactó por las inmediaciones de Punta San Juan, municipio de Santa Cruz del Sur, Camagüey.

Los mayores destrozos se apreciaron en comunidades adyacentes al litoral. Hubo una fuerte inundación costera y más de 12 mil viviendas fueron afectadas por el viento y la marea de tormenta.

Paloma se desintegró con rapidez sobre territorio cubano, principalmente por el influjo de los vientos que acompañaban a una vaguada. Horas más tarde, un nuevo frente frío visitaba el extremo occidental del país.

Tiempo loco

Muy llamativo fue lo ocurrido el 5 de noviembre de 2010, cuando de forma simultánea influyeron el primer frente frío de la etapa invernal y el último huracán del año.

Coincidieron el primer frente frío de la temporada 2010-2011 y el huracán Tomas. Imagen del satélite GOES-13 de la NOAA.

El frente moderado llegó en la mañana a la región occidental y provocó una racha de viento de 87 km/h en Casablanca. En horas de la tarde el huracán Tomas cruzaba por las vecindades de Guantánamo. Allí llovía intensamente y las olas se empinaban en Baracoa.

Importante: un récord de temperatura mínima absoluta para el mes se lograba el día 7 en la estación de Varadero, con un valor de 19,0 °C.

Sin acordarse del calendario

En la parte sur de un frente frío extendido desde las provincias orientales de Cuba hacia el suroeste evolucionó una zona de baja presión, justo al norte de Panamá. El frente retrocedió y se separó de la baja, la cual comenzó a organizarse. El 4 de diciembre de 2003 fue anunciada la formación de la tormenta tropical Odette, primera en aguas del Caribe en el duodécimo mes del año desde que comenzaron los récords en 1851.

Tocó tierra en la República Dominicana. Los informes de prensa indicaron que el ciclón derribó árboles y causó daños en la agricultura, puentes y edificios. Aproximadamente el 35 % de la cosecha de banano fue destruida. Murieron ocho personas y catorce resultaron heridas durante el paso de Odette.

Otro ejemplo extraordinario fue el de Zeta, que se originó un 30 de diciembre y marcó el epílogo de la hiperactiva temporada de 2005. Por suerte se quedó sobre aguas lejanas del Atlántico Norte. Su disipación se produjo el ¡6 de enero de 2006!

Y en diciembre de 2007 la tormenta tropical Olga se movió por La Española. Siguió al oeste hasta degradarse a baja remanente entre Jamaica y la provincia cubana de Granma.

Zeta, el ciclón nombrado número 27 de la excepcional temporada de 2005. Imagen de MODIS Rapid Response Team, NASA.
Nota: Para la confección de este trabajo fueron consultados los Resúmenes Sinópticos Mensuales y de Temporadas Ciclónicas del Instituto de Meteorología de Cuba, así como los Informes de Ciclones Tropicales y la Base de Datos HURDAT2 del Centro Nacional de Huracanes de los Estados Unidos