Mapa sinóptico de Windy: entre dos zonas de bajas presiones (en azul) existe un anticiclón (área más oscura), con centro en el Atlántico, que influye sobre el Caribe, el golfo de México, Estados Unidos y Canadá.

Creo no ser el único sorprendido ante el prolongado stop invernal de febrero, máxime porque el mes precedente ya nos había regalado varios días fríos y acumulados de lluvia muy significativos en el centro y el oriente del país (recordemos que fue el enero más pluvioso de los últimos 57 años).

Para variar, tras el paso del séptimo sistema frontal de la temporada entraron en escena las altas presiones, y “se trancó el dominó”. Y todo indica, teniendo en cuenta las más recientes perspectivas, que uno de los meses más fríos del año pudiera terminar esta vez con uno o ningún frente, entre los menos activos conocidos.

El Instituto de Meteorología precisó que durante las tres semanas anteriores sucesivos anticiclones han estado migrando desde el continente hacia el Atlántico, provocando vientos del nordeste al este algo fuertes en rachas. Velocidades máximas entre 50 y 68 km/h fueron registradas la semana anterior por estaciones ubicadas en la franja norte de Cuba.

Y si las temperaturas han descendido al rango de 12-17 grados Celsius en la llanura Habana-Matanzas se ha debido, principalmente, al proceso de irradiación nocturna. Por las tardes, los valores máximos reportados han oscilado entre 28 y 32 grados, y hasta más altos en el sur de las provincias orientales.

Las precipitaciones han quedado circunscritas a localidades costeras por el arrastre de nubosidad proveniente del mar, y a algunas del interior y sur, resultado del calentamiento del aire en horas diurnas y suficiente contenido de humedad. De manera general, los chubascos han sido esporádicos, de corta duración.

Comportamiento de la cantidad de frentes fríos en Cuba en febrero desde 2004. Se incluyen dos variantes para el de 2018: uno, o ningún frente. Fuente: Insmet. Gráfico: Danier Ernesto González.

Revisando los resúmenes del tiempo publicados por el Insmet encontramos que en los últimos quince años la cantidad de frentes fríos que arriban en febrero muestra cierta tendencia a la disminución. Aunque sobresalen los 7 frentes reportados en 2010 y los 5 de 2009 y 2016, solo hubo uno en 2013, y hasta ahora ninguno ha llegado en el actual mes.

Estimado lector, para los venideros cinco días el Centro Nacional de Pronósticos no espera el advenimiento de frentes fríos; las temperaturas aún serán cálidas por el día y confortables en las noches, con chubascos aislados y ligeros.

¿Planeas bucear o ir de pesca? Mejor espera: las altas presiones continuarán, y las peligrosas marejadas también.

En la zona del Caribe persiste la influencia anticiclónica con una masa de aire seco. Imagen de vapor de agua del satélite GOES-16, 17 de febrero.

Características de un anticiclón

El término “anticiclón” fue acuñado en la segunda mitad del siglo XIX por el británico Francis Galton, un primo de Charles Darwin, para referirse al tiempo en torno a un área de alta presión, donde los vientos soplaban en dirección opuesta a los de un ciclón.

En un mapa sinóptico se denota como un sistema de líneas que unen los puntos geográficos con idéntica presión atmosférica (isobaras), de forma aproximadamente circular u oval, con circulación a favor de las manecillas del reloj en la mitad norte de la Tierra. Las letras A y H en azul, que son las iniciales de Alta y High, se usan para simbolizar la zona donde la presión es relativamente mayor que la de las áreas circundantes.

El tiempo asociado a un anticiclón generalmente es más seco. La columna de aire tiende a hundirse o desplazarse hacia la superficie, aumenta su presión y temperatura, y en consecuencia la cantidad de nubes en el cielo disminuye, dejando menos posibilidades de precipitación.

Mientras dominan las altas presiones, el tiempo en Cuba se mantiene estable: cielos soleados con nubes que no alcanzan un desarrollo apreciable, escasas lluvias y calor. Foto: Danier Ernesto González, 18 de febrero, 3:00 p.m.

Ocupan una superficie extensa, tanto en el área oceánica como en el continente. Suelen ser más intensos en invierno que en verano. En su periferia se generan vientos racheados molestos que producen un deterioro considerable de las condiciones marítimas. Las olas más altas pueden fluctuar entre 2 y 5 metros en las aguas adyacentes a Bahamas, Puerto Rico, La Española, las Antillas Menores y Cuba.

Una pista: cuanto más cerca estén las isobaras en el mapa, mayor será la velocidad del viento.

Los récords mundiales

El anticiclón de Siberia es el sistema semipermanente de altas presiones más fuerte del hemisferio norte, responsable del registro barométrico más notable a escala global a menos de 750 metros de altura: 1083.8 hPa en Agata, Evenhiyskiy, Rusia, a las 12:00 UTC del 31 de diciembre de 1968. El récord anterior era de 1079 hPa, del 23 de enero de 1900, también en Rusia.

Según los datos oficiales de la Organización Meteorológica Mundial, el valor máximo de la presión del aire a nivel del mar es de 1089.1 hPa, del 30 de diciembre de 2004, obtenido en una elevación de 1724.6 metros perteneciente al distrito de Tosontsengel, en la provincia de Zavkhan, oeste de Mongolia.

Ubicación de Agata, en Rusia. Mapa de Google. Diseño: DEG.