Mapa ciclones 2017

Varios factores están confluyendo y tienden a deprimir la temporada de huracanes del 2018 en el Atlántico.

Antes de seguir adelante deseo recordarles que hay que tener siempre presente que una temporada de huracanes poco activa, o una que sea activa, no significa mucho, si usted no sabe si algún huracán le va a tocar donde reside… y eso nunca se sabe con mucha antelación.

Es que basta uno solo, sólo un huracán es suficiente para ocasionar un gran problema en su área, por lo que siempre hay que estar preparados.

Pero volviendo al tema de la actual temporada de 2018, veamos brevemente los factores que están presentes y que tienden a hacer una temporada mucho menos activa que la del pasado 2017:

1- Temperatura superficial del agua en el Atlántico tropical: están mucho más frías que lo normal, y el calor del mar es el combustible para la formación de huracanes, por lo que esta agua fría tendrá un fuerte impacto en su formación.

2- Polvo del Sahara inunda actualmente el Atlántico tropical con un aire seco. Con aire seco, se inhiben los procesos de lluvia y de ahí que es un factor muy negativo en la formación de huracanes. Sin embargo, este factor puede disminuir a partir de la segunda quincena de agosto.

3- Por último, pero no menos importante, será la presencia de un evento El Niño muy probable desde septiembre. Esto incrementará los vientos del oeste a alturas de 10 a 12 kilómetros, incrementando a su vez la diferencia entre los vientos superficiales y los de la altura, la llamada cortante del viento. Con ello, la energía no puede concentrarse en la altura y la probabilidad de huracanes disminuye, especialmente en huracanes fuertes.

En la imagen del satélite GOES-16 de las 10:00 de la mañana del 13 de julio, que adjunto, pueden verse sólo ondas tropicales débiles, que surcan el Atlántico tropical, con zonas nubosas a bastante baja latitud, y justamente al norte, zonas cenicientas, que es el polvo del Sahara, junto a un aire muy seco. Pero observen también, que el polvo del Sahara llega hoy hasta Cuba, aunque más débilmente, pero seguramente influirá en la disminución de las lluvias veraniegas de la tarde, hoy y en los próximos dos a tres días.

Adjunto también una foto que acabo de tomar del cielo en La Habana… no es el cielo azul de una mañana de verano y apenas hay nubes… la apariencia blanquecina del cielo es el polvo del Sahara presente hoy, lo que ya habíamos visto extendiéndose sobre Cuba en la imagen de satélite que les mostré anteriormente.