La Habana, 20 oct.- Un promedio de 1023,5 milímetros de precipitaciones acumuló el territorio nacional en el período de enero a septiembre pasado, que representó un favorable 96 por ciento en relación con la recolección histórica de similar período.
El comportamiento de las lluvias en ese período estuvo en el entorno de lo normal, informó el Mc. Sc. Argelio Omar Fernández Richelme, de la Dirección General de Gestión Integrada del Agua, del Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos.
Sin embargo, calificó de positivo el almacenamiento del líquido en las regiones central y oriental, que totalizaron el 100 y el 104 % de sus respectivas medias, pero en el caso del occidente continuó siendo deficitario, con solo el 82 % de su promedio, aclaró el especialista.
Los índices tradicionales municipales en esa etapa experimentaron un crecimiento en 67 localidades y en ninguna el llenado llegó a ser inferior al 50 %.
Ejemplificó con Caimanera (Guantánamo) con el menor acumulado absoluto (105 %), mientras el mínimo relativo (56 %) correspondió a Guanajay (Artemisa); en tanto que en Moa (Holguín) alcanzó el mayor con (88 %); y el máximo relativo, ascendente al 165 % se registró en Nuevitas, en la provincia de Camagüey.
No obstante, en 36 municipios el comportamiento se clasificó de seco, disperso por ocho provincias, además de Isla de la Juventud, aunque la mayoría se localizó entre Sandino (Pinar del Río) y La Sierpe (Sancti Spíritus).
En la clasificación de húmedas se insertaron 32 municipios, la mayor parte de ellos en Camagüey y Maisí (Guantánamo).
En otros 100 el fenómeno estuvo cercano a lo normal y en cuanto al mes de septiembre, este último recibió la clasificación de normal por haber registrado 174,3 milímetros, equivalentes al 94 % del valor histórico del período lluvioso en Cuba, que se extiende desde mayo hasta este mes de octubre.
Por regiones, precipitaron 109,7 mm (48 %) en occidente, (92 %) en el centro; y (154 %) en oriente.
En los 242 embalses administrados por el Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos se almacena el 59 % de su capacidad total, una buena oportunidad para renovar los sistemas de ahorro ante la inminencia de la sequía con carácter cíclico y que transcurre de noviembre a abril.