Prioriza Tarea Vida atención a poblaciones costeras

Artemisa, -  La reubicación de los asentamientos costeros de la provincia más afectados por el aumento del nivel del mar y el azote de fenómenos naturales es prioridad del Plan de Estado para el Enfrentamiento al Cambio Climático, Tarea Vida, aprobado por el Consejo de Ministros en 2017.

Orlando Díaz Daria, al frente de la dirección provincial del Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente (CITMA), explicó a la ACN que los asentamientos costeros de Artemisa, Alquízar y Güira de Melena son los más afectados por estas causas.

Agregó que el proceso de reubicación prevé realizarse entre 2020 y 2030, con una primera etapa que comprende la presentación de los proyectos con las zonas a urbanizar y los planes para la posterior instalación de los servicios básicos de agua, electricidad y alcantarillado.

Precisó que los proyectos serán ejecutados y controlados por las direcciones municipales de Planificación Física y Vivienda, Acueducto y Alcantarillado, el CITMA, la Unión Eléctrica Nacional y los consejos de la administración de cada municipio.

Güira de Melena es el único municipio que hasta la fecha ha presentado propuestas para la reubicación de 406 familias en el asentamiento Junco y en la escuela en el campo Héroes de Varsovia, destacó Díaz Daria.

Elizabet Oramas Plasencia, especialista principal en la dirección provincial del CITMA, refirió que otro objetivo de la Tarea Vida es la recuperación de las playas Majana, en Artemisa, Guanímar, en Alquízar y Cajío, en Güira de Melena, todas en la zona sur, pues en 2017, año de introducción de este plan de Estado, se observaba el avance del nivel del mar, la desaparición de algunas especies de la fauna y una flora deteriorada.

Según Oramas Plasencia, para contrarrestar esta situación se dio mantenimiento al Dique Sur, lo cual contrarresta la intrusión salina, un fenómeno que afecta la producción agrícola y la calidad del agua de los principales sistemas acuíferos que brindan servicio a Artemisa y La Habana.

Otra de las medidas tomadas, explica la especialista, es la plantación de mangle, el cual funciona como barrera contra la penetración del mar y como hábitat de muchas especies, acción llevada a cabo a través del proyecto institucional Manglar Vivo.

Este programa promueve el rescate del manglar como un ecosistema costero efectivo, capaz de mitigar algunos de los efectos del cambio climático en las playas, sirve como espacio de investigación acerca de los hábitats en las costas al sur de Cuba y permite la capacitación de las brigadas forestales y poblaciones dedicadas a la restauración de los manglares.