Iota llegó este miércoles a El Salvador como tormenta tropical, tras acumular diez muertos en su camino y provocar daños en Nicaragua, donde miles de personas quedaron incomunicadas, sin agua ni luz.
Un joven de 30 años ha sido la primera víctima en El Salvador por los efectos generados por la tormenta tropical Iota, la cual ha provocado fuertes ráfagas de vientos en este país y lluvias de baja intensidad aunque continuas, según fue informado este martes por fuentes oficiales.
El ministro de Gobernación y presidente de la Comisión Nacional de Protección Civil, Mario Durán, confirmó el fallecimiento del joven y explicó que la víctima se transportaba en una motocicleta cuando le cayó un árbol, el cual cedió por los fuertes vientos que se registran desde la madrugada de este miércoles.
El funcionario llamó a la ciudadanía a no salir de sus casas si no es necesario y así evitar más tragedias, ya que se prevé que el miércoles se intensifiquen las lluvias y los vientos, cuyas ráfagas oscilan entre los 60 y 80 km/h.
En adición, la jefa del gabinete del Gobierno salvadoreño, Carolina Recinos, dijo que la cifra de personas evacuadas subió a 813, e indicó que estas personas se encuentran en 230 albergues instalados en diferentes zonas del país.
Según El Centro Nacional de Huracanes de Estados Unidos (NHC), Iota mantiene su amenaza de “inundaciones repentinas y deslizamientos de tierra potencialmente catastróficos”, los cuales se pueden producir en zonas de Centroamérica hasta el jueves próximo.
Honduras toma medidas ante el paso de Iota
Iota se convirtió en tormenta tropical antes de ingresar al país, informó el ministro de la Comisión Permanente de Contingencias de Honduras (Copeco), Max González, quien pidió a la población “no bajar la guardia porque las bandas dejarán lluvias catastróficas”.
En cadena nacional de radio y televisión junto al presidente Juan Orlando Hernández, el funcionario dijo que el efecto de Iota ya se está viendo en los departamentos de Gracias a Dios, Colón, Atlántida, El Paraíso y Cortés.
Aseguró que “Ya nos reportan que hay 15 casas destruidas, 23 viviendas sin techo y daños en el centro de salud de la comunidad”.
Los Codem reportan 636 albergues habilitados y 13 320 familias albergadas; se ha destinado una ayuda del Gobierno de más de 60 000 raciones de comida y 235 000 mascarillas para los afectados.
“Todos los ríos y quebradas en este momento representan un peligro y deben evacuar de inmediato”, dijo el funcionario.
González advirtió que “las fuertes lluvias provocarán deslizamientos y derrumbes en las zonas de alto riesgo”.
(Con información de Telesur y Comisión Permanente de Contingencias de Honduras)
