Pareja bajo la luz de una vela, en saludo al 14 de febrero Día de los enamorados

Mi ex novio acaba de contarme que mi mejor amiga lo sedujo anoche. Dice que nada llegó a pasar entre ellos. A pesar del baile erótico en las penumbras de la noche.

A pesar de que a ella el viento la levantaba como mariposa para luego devolverla –revuelta- en la tierra.

Cuando me lo dijo pensé en mi pasado. Ese que compartí con mi ex novio y con mi amiga.

Hay algo muy sutil y muy hondo en volverse a mirar el camino andado. Uno tiende a cuestionarse entonces qué es la amistad. Si hay alguien que miente y en qué parte de la historia. Termina uno mirando sin entender la huella donde se dejó la vida entera.

Cuando le pregunté a mi amiga al respecto, me dijo que notaba en mí la fatiga de un ala mucho tiempo tensa. Que mi ex había expuesto el asunto con problemas de semántica. Que ella no había querido seducirlo sino acogerlo.

La semántica lo es todo.

Por su amor conocerás al hombre. El amor es su fruto natural, el más suyo, el más liberado de su ambiente. Hay hombres sin amor, pero de estos hombres nada se sabe: nada pueden decir a la inquietud del mundo.

La palabra noble es ciertamente un indicio; la obra útil es ya una esperanza. Pero solo el amor revela –como un golpe de luz- la hermosura de un alma.

Yo solo sé que no tiene sentido jugar a hacer y deshacer el amor. Solo sé que amor doy. Lo demás… son los palos de la vida.