Transporte urbano de La Habana

La historia del transporte en La Habana, la mayor urbe y de más grande población en Cuba, podría resumirse en dos palabras: una marea. Y es que, en los últimos 15 años, la disponibilidad de medios ha subido y bajado, ha tenido picos rebosantes cual olas cristalinas, y como en un tsunami, el mar, o, mejor dicho, las guaguas, se han retirado y no precisamente para volver con mayor ímpetu.

-Periodista, para qué usted me pregunta por el transporte si sabe que está malo, dispara a boca de jarro una señora en una parada en Habana del Este.

Mientras otra, que ya se enteró de las buenas nuevas de estos últimos días, está deseosa de montar en las “guagüitas nuevas” a ver si la A68 y la A65, ambas de la terminal de Bahía, vuelven a estar como “antes”.

Como ha sido reconocido por las propias autoridades del Gobierno y la empresa transportista en la ciudad, la movilidad ha estado fuertemente afectada en los últimos meses, dada la baja disponibilidad técnica de carros.

En este propio periodo, se han reanimado las actividades en la urbe, atendiendo a la situación epidemiológica, lo que hace tensar más la situación del transporte que atraviesa su peor momento desde 2011.

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Solo hay 418 carros promedios brindando servicios, estos solo mueven a unos 514 727 pasajeros en unos 4790 viajes programados. Foto: Irene Pérez/ Cubadebate.

Tres números pueden resumir perfectamente el complejo escenario transportista: Solo hay 418 carros promedios brindando servicios, estos solo mueven a unos 514 727 pasajeros en unos 4 790 viajes programados.

Así lo reconoce Luis Orlando Hernández Pacheco, subdirector de operaciones de la Empresa Provincial de Transporte de La Habana.

“En estos momentos ninguna ruta está sin servicio. Lo que sucede es que por la baja disponibilidad técnica hay recorridos que solo cuentan con un solo ómnibus. En esta condición hay 46 rutas en la ciudad”. .

El horario pico en la capital se ha ido transformando, y prácticamente todo el día hay una alta circulación de pasajeros. El servicio comienza a las 4:30 a.m. y concluye a la 1:30 a.m. del día posterior. Para ello se cuenta con dos tipos de ómnibus, los rígidos o rutas alimentadoras (A) y los articulados que son la línea principal (P). “En ambos casos la oferta está muy por debajo de la demanda real de la población”, lamenta el directivo.

Para el especialista estas condiciones mejorarán ligeramente con la entrada de los 84 ómnibus donados por el Gobierno de Japón.

El subdirector de operaciones detalla que para ofrecer un servicio adecuado en la ciudad se necesitan más de 700 ómnibus, lo cual permitiría una disponibilidad técnica por encima del 95%. “La capital lo tuvo cuando se realizaron las grandes inversiones, pero el impacto del bloqueo, la pandemia y la compleja situación económica ha repercutido desfavorablemente”.

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De los 43 ómnibus con los que cuenta la terminal de Palatino, solo están trabajando 21 vehículos. Foto: Irene Pérez/ Cubadebate.

El reloj marcaba las 5.00 p.m. La primera parada de la A-32 está peculiarmente llena, allí también inicia el recorrido la A-20 y de seguro “esa cantidad de personas deben ser para esta ruta que es más solicitada”, piensa esta periodista mientras espera el ómnibus. Para su sorpresa la mayoría de las personas sí esperaban el A-32 que pasó 30 segundos después.

Los comentarios al abordar la guagua eran los recurrentes en situaciones como estas cuando “el transporte se pone malo”, como dice la población. “Me dijeron que solo hay una guagua para esta ruta”, comenta un señor. Otro le pregunta el porqué de esta situación a lo que responde: “Las otras dos guaguas están rotas, dicen que no tienen gomas, ni piezas para arreglarlas, imagínate, por eso están tan malas”.

Estos rumores que se dejan oír en una de las primeras paradas de Palatino tienen mucha certeza. De los 43 ómnibus con los que cuenta esta terminal, solo están trabajando 21, según dijo a Cubadebate la directora de la terminal de Palatino, Inalvis Rodríguez Oliva.

La mayoría del parque –indicó- está compuesto por 40 carros híbridos, 20 se encuentran paralizados por varias causas. “Las principales roturas son por cajas de velocidad, pastillas de freno, por transmisión, por roturas de los parabrisas”.

Añadió que no pueden hacer nada sobre este tema, “solo queda esperar a que le den financiamiento a la empresa y que nos traigan las piezas nuevas para arreglar los equipos”.

Esta terminal cuenta con siete líneas de ómnibus, de ellas el A-20 y el A-27 son las que más población transportan por las rutas en las cuales se mueven. “Ante esta afectación global, en la rutas sociales donde trabajamos con dos guaguas, ahora solo tenemos una y en las de mayor demanda que requieren siete carros, tienen en este momento tres o cuatro, porque no tenemos disponibilidad”, explicó la directora de la terminal de Palatino.

Estas dos rutas antes mencionadas -dijo– están cada 30 minutos. “Si tuviéramos disponibilidad estarían cada 12 o 15 minutos”.

Esta terminal tiene un plan de recaudación de 70 000 pesos diarios. “No lo estamos cumpliendo, debido  a la paralización de la mitad de los carros, ahora oscilamos entre 40 000 y 50 000 pesos en moneda nacional”, informó Rodríguez Oliva.

Para Ramón Neira Pérez, mecánico y jefe de mantenimiento de la Terminal de Palatino, la “tarea” no está siendo fácil. “No se imagina lo que es ponerse debajo de una guagua acabada de llegar del recorrido, con todos esos hierros calientes, porque si esperamos a que se enfríen significa más demoras y la gente quiere llegar a sus casas o al trabajo, a donde vayan”. Los mecánicos a diario sortean las dificultades que impone la carencia de recursos y de piezas de repuesto.

“Estos carros híbridos son modernos y muy buenos porque ahorran combustible”, reconoce Ramón, pero añade que “están haciendo maravillas” para arreglar las roturas que prácticamente son diarias.

El jefe del departamento de Atención a la Población de la Empresa Provincial de Transporte de La Habana,  Alberto Castillo Rodríguez, dijo que entre las principales quejas de la población relacionadas con el servicio de la Terminal de Palatino está la frecuencia de los ómnibus, por la baja disponibilidad técnica. Otra de las quejas están vinculadas con el trato de los choferes hacia los pasajeros.

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Para ofrecer un servicio adecuado en la ciudad se necesitan más de 700 ómnibus, lo cual permitiría una disponibilidad técnica por encima del 95%. Foto: Irene Pérez/ Cubadebate.

Jorge Luis León Linares recuerda muy bien los vaivenes que ha dado la vida en este sector. Como subdirector Técnico – Logístico de la Empresa Provincial de Transporte de La Habana relata que entre los años 2015 y el 2018 la empresa logró que de sus 881 equipos, 720 se mantuvieran rodando en las calles.

“En ese momento no se resolvieron los problemas en la transportación de pasajeros porque la demanda era superior a la posibilidad de brindar el servicio; no obstante, se transportaban 1 100 000 pasajeros todos los días laborables con los carros de la empresa. Además, con el apoyo de otros organismos se llegaba a 1 250 000 pasajeros, la cifra más alta que hemos alcanzado en los últimos años”.

El especialista explica a Cubadebate que esta alta disponibilidad se logró gracias a las inversiones realizadas, en un primer momento, en el año 2006 cuando se compraron 400 carros Yutong, 128 equipos Lias y 100 equipos de Bielorrusia.

“Ya para el 2011 se creó una crisis. El CDT bajó y volvimos a quedarnos sin ómnibus ya que, aunque se invirtió dinero en los ómnibus, no se hicieron inversiones en la preparación, en la capacitación y en las instalaciones”, reconoce.

Para amortiguar este panorama, dijo, se hicieron varias acciones con el objetivo de recuperar el transporte en la ciudad, y se diseñaron tres programas para implementarlo.

El primero destinado a la sostenibilidad en las inversiones que pactaba la compra de 90 ómnibus todos los años.

Un segundo plan consistía en la reparación capital de esos 600 ómnibus comprados en el 2006, ya que estos habían sobrepasado los 500 000 kilómetros de explotación. El tercer programa estaba encaminado a desarrollar la infraestructura y asegurar las partes, partes piezas y agregados.

“Todo esto se comenzó a implementar en el 2011 y ya para el 2012 se comenzaron a reparar 90 carros todos los años, se adquiere la misma cifra y se otorgaron entre 8 y 12 millones de pesos para la compra de piezas, herramientas y otros elementos importantes”.

Dicha estrategia, comenta León Linares, permitió mejorar la transportación en La Habana, lo que posibilitó mantener entre 2015 hasta principios de 2019 los 720 carros en servicio como promedio y se disminuyó las quejas de la población.

“En el 2018 vino el primer problema con la crisis energética, y a pesar de que teníamos guaguas, no había combustible. Se llegó a disponer de solo 20 000 litros de combustible, cuando en La Habana se solía trabajar con unos 90 000 litros diarios”.

A este difícil panorama se le unió la imposición de las medidas adoptadas de manera unilateral por el Gobierno de Donald Trump, que impactó directamente en la adquisición de partes y piezas necesarias para la sostenibilidad de los medios de transporte.

“En marzo del 2020 llegó la pandemia y se complejiza más aun el tema económico, donde la prioridad era la salud como es entendible. Eso provocó que de 720 ómnibus bajáramos a 600, 500, el jueves a 418 y hoy abrimos con 394 carros”, dijo en el momento de realizar la entrevista (miércoles 19 de enero).

Aunque ya en esta etapa “pos covid-19” la empresa está recibiendo ayuda gubernamental con el apoyo de otros medios de transporte, “hoy tenemos grandes problemas para la adquisición de las piezas. Por primera vez desde el 2011 tenemos más de la mitad de los carros paralizados (463).

Alrededor de 100 ómnibus por motores, otros 30 por neumáticos y baterías, y por partes, piezas y agregados más de 300 carros. Hay otros 18 carros detenidos por caja de velocidad. También tenemos grandes afectaciones por las pastillas de frenos”.

-  ¿Qué acciones se realizan para cambiar esta situación?

Nos estamos encadenando con todos aquellos que puedan desarrollar partes y piezas en el país, tanto estatales como no estatales. Hoy tenemos en el extranjero algunas cosas en puerto, pero no tenemos barco para trasladarlas al país.

Entre los 881 equipos, se incluyen las lanchas de Regla, las cuales estuvieron paralizadas durante toda la etapa de la pandemia y hoy están trabajando tres con un servicio estable y con otros organismos se reparan las otras tres.

Nuestra red de talleres se encuentra muy deprimida, sobre todo en la chapistería y la pintura.

- A su juicio, ¿qué impacto tendrá el donativo japonés?

El impacto del donativo va a ser favorable. Se ubica en Habana del Este porque el donante pidió que debían ser ómnibus para la periferia ya que son ómnibus mecánicos que prestan servicios semi rurales en Japón.

- ¿Qué destinos tendrán los carros que antes estaban en Guanabo?

Los 54 ómnibus de Guanabo serán ubicados de la siguiente manera: Para el municipio Cotorro 11, así como para la terminal Fortuna 5. El resto de los 37 ómnibus van para el Diezmero, una estación que no recibía carros hace años y que estuvo muy golpeada durante el Periodo Especial.

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Oscar Sauri Alfonso, director de la Terminal de Ómnibus Guanabo. Foto: Irene Pérez/ Cubadebate.

Una historia un tanto diferente se ve al llegar a la Terminal de Guanabo. Aquí no hay una larga fila de ómnibus aparcado en una esquina con una hoja en su parabrisas que explica las causas de su paralización. En este paradero también hay problemas, pero “algo” es diferente.

Oscar Sauri Alfonso trabaja desde octubre de 1980 en la Terminal de Ómnibus Guanabo. De todo ese tiempo, durante 30 años ha sido el director de esa UEB. Los choferes dicen que es “un hombre muy exigente y que no pasa ni una”, otros funcionarios de la Empresa Provincial de Transporte hablan de que este jefe siempre está disponible y trabajando sin importar la hora. En algo coinciden casi todos, “Guanabo es el mejor paradero de ómnibus urbano de la capital”.

En esta terminal funcionan nueve rutas, la mayoría de ellas unen la periferia con el centro de la ciudad. “Tenemos 56 ómnibus, de ellos 46 se encuentran funcionando. Están paralizados 10 carros, entre las causas están los neumáticos, la caja de velocidad, las gomas, baterías y el motor”, apuntó el director de la terminal.

“Estamos en una situación bastante favorable, al compararnos con el resto de las bases dado la disponibilidad técnica con la que contamos. Nuestro problema principal está en la falta de choferes. Necesitamos 12 trabajadores más para la programación que tenemos diseñada”, informó Sauri Alfonso.

Un grupo de los choferes que salen de vacaciones -dijo- se ha quedado trabajando y hasta han acudido hasta en sus días de descanso a trabajar para poder cubrir las rutas.

“Tenemos las mismas carencias de recursos que las otras terminales. Nuestros carros se encuentran en el séptimo año de explotación, pero hemos buscado soluciones en la base para el tema de las paralizaciones por recurso. La experiencia de los trabajadores del taller ha sido indispensable en este empeño”.

A este terminal le fueron asignados 59 ómnibus de los donados por el Gobierno de Japón, como parte de un proyecto de desarrollo para la ciudad y el mejoramiento del transporte en la capital cubana. “Cuando se dé la orden estaremos listos para comenzar a operarlos”, indicó.

Ómnibus donados por el gobierno de Japón. Foto: Irene Pérez/ Cubadebate.

El horario pico en la capital se ha ido transformado, y prácticamente todo el día hay una alta circulación de pasajeros. Foto: Irene Pérez/ Cubadebate.

Por primera vez desde el 2011 más de la mitad de los carros están paralizados (463 equipos). Foto: Irene Pérez/ Cubadebate.

Leudis Castillo Reyna, expedidor de tráfico en la Terminal de Palatino. Foto: Irene Pérez/ Cubadebate.

Los mecánicos a diario sortean las dificultades que imponen la carencia de recursos y piezas de repuesto. Foto: Irene Pérez/ Cubadebate.

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