El asesor de Seguridad Nacional de EU, Ben Rhodes

El nuevo acuerdo migratorio entre Washington y La Habana golpea sólidamente a quienes, desde la ultraderecha han dañado sus nexos bilaterales.

Luego de múltiples esfuerzos cubanos en esa dirección,   se arribó a un compromiso que abre las puertas al establecimiento de nexos civilizados entre ambas partes.  

La periodista del Nuevo Herald que cubre asuntos de este archipiélago, Nora Gámez Torres, comentó que a una semana de finalizar la administración Obama, este “puso fin a la política “de pies secos-pies mojados”.

En lo adelante, puntualizó, los cubanos que traten de ingresar a Estados Unidos, y no califiquen para ayuda humanitaria, serán removidos.     

Luego circuló una declaración de la Casa Blanca donde se afirmó muy claramente que, a partir de ahora, los emigrantes cubanos serían tratados igual que el resto.

Al explicar ese cambio de política, el asesor de Seguridad Nacional, Ben Rhodes, dijo a periodistas que responde a la necesidad de normalizar la política migratoria bilateral.

Como para tranquilizar a la extrema derecha, Rhodes añadió que, además, se enlaza con la estrategia dirigida a estimular “los cambios en la isla”.

En ese contexto lanzó una idea que merece un análisis más profundo cuando planteó:

Es importante que Cuba siga manteniendo una población juvenil y dinámica, que claramente actúa “como agente de cambio”.

¿Acaso de nuevo insinuando el papel anti Revolución que sueñan asignar a jóvenes cubanos?

A renglón seguido, Rhodes abordó el caso de los médicos cubanos que prestan servicios en otras latitudes del planeta.
Más preciso, indicó referirse al  Cuban Medical Professional Parole Program, que entre otras cosas facilita visados a ese personal de la salud.

Su verdadera intención, diseñada bajo el gobierno ultraderechista de George W. Bush, es sabotear las misiones que La Habana envía a numerosos países con el ánimo de prestar servicios médicos a muchos de sus habitantes.

¿Quién ha sido una pública y desenfrenada vocera de tal maquinación? La congresista republicana por la Florida Ileana Ros-Lehtinen

Ahora el texto de un comunicado de la Casa Blanca afirma:

“Estados Unidos y Cuba están trabajando juntos para combatir enfermedades que ponen en peligro la salud y la vida de nuestro pueblo.”

Cuando facilita un trato preferencial a médicos cubanos, el programa parole contradice estos esfuerzos.