Paloma de la Paz

El necesario desmantelamiento de los enclaves navales extranjeros, que diseminados por el orbe socavan la soberanía de muchas naciones y la paz mundial, figuró  entre las causas justas defendidas en Guantánamo por movimientos pacifistas de los cinco continentes.

La militarización del planeta como una de las principales amenazas a la humanidad, con la escalada de enclaves estadounidenses y la expansión de la OTAN y sus arremetidas -entre algunas de sus expresiones-, fue también objeto de reflexión y repudio por los antibelicistas, este viernes, desde la provincia cubana más oriental.

Durante la segunda jornada del V Seminario de Paz y por la Abolición de las Bases Militares Extranjeras, que toca su fin mañana con la lectura de su Declaración Final, en Caimanera, se alzaron las voces de integrantes de los  movimiento norteamericano Veteranos por la Paz, CODEPINK: Mujeres por la Paz;  Testigos contra la Tortura y miembros estadounidenses del Consejo Mundial por la Paz (CMP).

Las potencias hegemónicas amenazan la vida en el planeta con las armas de destrucción masiva en sus bases, reafirmando la urgencia del accionar de los pueblos amantes de la paz, denunciaron durante la cita activistas de numerosos países de este hemisferio y también de Japón, Suiza, Italia, Australia, Palestina, varios africanos e islas tan lejanas como Kiribati.

Se detalló que Estados Unidos mantiene 865 enclaves militares en aproximadamente 130 países, lo cual representa el 95 % de las instalaciones de ese tipo en el mundo, e incluye 350 mil soldados equipados con armas, aviones de guerra, misiles y buques de los más avanzados.

Tenemos claro que el objetivo es controlar los recursos naturales de los pueblos, además de intimidar y lograr gobiernos sumisos al imperialismo, señalaron en sus conferencias e intercambios con la prensa María Do Socorro Gomes, presidenta del CMP, y Ann Wright, coronela estadounidense retirada y dedicada hace 14 años a la paz.

Nuestra misión -apuntaron- es reforzar la lucha contra dichas instalaciones agresivas extranjeras, en especial la ilegítimamente  enclavada en Guantánamo, hace más de un siglo  y la más antigua de los Estados Unidos fuera de sus fronteras.

Ambas pacifistas coincidieron que la disolución de la que ha creado en Cuba una frontera artificial y de las restantes, constituye tarea inaplazable para consolidar la concordia entre los pueblos y el respeto a la soberanía.

De ahí la importancia de este encuentro persistente en Guantánamo, que tiene 117 kilómetros cuadrados de su territorio usurpados por el enclave yanqui, donde también radica, contra la voluntad cubana e internacional, un centro de torturas con alrededor de 40 personas “sospechosas”  de involucrarse en redes terroristas, enfatizaron las activistas.

Esta edición del seminario auspiciado por el Consejo Mundial por la Paz y el Movimiento Cubano por la Paz y la Soberanía de los Pueblos, tiene lugar en el contexto del proceso de normalización de relaciones entre Cuba y la nación norteña, donde la devolución del área ocupada por la base en Caimanera es una de las exigencias cubanas imprescindibles.

Dictaron hoy sus conferencias afamados defensores de la paz y la democracia, entre ellos el Doctor Daniel Ortega Reyes, Diputado ante el Parlamento Centroamericano por la República de Nicaragua, y el periodista argentino Carlos Aznárez, quien se refirió al más grande reclamo de su país, la devolución de las islas Malvinas, al cual ha restado importancia el  pro-imperialista presidente Mauricio Macri.

Durante los dos días transcurridos, el cónclave incluyó, además de los espacios teóricos, exposiciones de las artes visuales, recorridos e intercambios de los participantes con varios Comités de Defensa de la Revolución, y la proyección del documental Todo Guantánamo es Nuestro, del realizador colombiano Hernando Calvo Ospina.