Fumigación
El Gobierno de Estados Unidos frena el avance de investigaciones conjuntas con Cuba contra los arbovirus con la prohibición a sus científicos de viajar a la isla y la cancelación de subvenciones monetarias para estos fines, informó el portal norteamericano Sciencemag.org.

"Para celebrar su 80º aniversario, el Instituto de Medicina Tropical Pedro Kourí (IPK) está organizando una fiesta de cumpleaños: una conferencia la semana próxima a la que varios colaboradores de EEUU planeaban asistir; todos menos uno se han retirado", declaró a esa publicación la viróloga del IPK María Guadalupe Guzmán.

Según Sciencemag.org, dos investigadores de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) dijeron al IPK que tenían problemas porque los funcionarios de la agencia les prohibieron viajar a Cuba.

Los proyectos investigativos están enfocados a los arbovirus, patógenos cuyo agente transmisor es el mosquito Aedes aegypti y que incluyen los virus del zika, chikungunya, dengue y fiebre amarilla.

Con ese objetivo, tras la convocatoria de un proyecto para realizar ese estudio en la mayor de las Antillas, el Instituto Nacional de Salud estadounidense aprobó en junio cuatro subvenciones de un año, con un pago cada una de hasta 50 mil dólares.

De acuerdo con las normativas de Estados Unidos, esos modestos desembolsos son administrados por la organización sin fines de lucro CRDF Global con sede en Arlington, Virginia, y constituyen una bonanza para compensar la escasez de recursos que entorpece las pesquisas de los científicos cubanos.

En la licitación académica el IPK ganó las cuatro subvenciones, incluido un estudio de inmunidad contra el dengue y las pruebas de la capacidad de la bacteria Wolbachia para frenar la transmisión del arbovirus, se informó.

Sin embargo, el Instituto Nacional de Salud de Estados Unidos comunicó al IPK que las subvenciones quedaron "suspendidas", comentó Guzmán de acuerdo con el reporte de Sciencemag.org.

Añade la publicación que un funcionario de CRDF Global afirmó que la cancelación no es política, sino que se debe a las dificultades para transferir los fondos a Cuba.

A principios de noviembre, la directora general de EEUU en la Cancillería cubana, Josefina Vidal, advirtió en rueda de prensa que las nuevas medidas de ese país para restringir el comercio y limitar los viajes hacia la isla recrudecen el bloqueo y reafirman un retroceso en los nexos bilaterales.

Según Vidal, las disposiciones y regulaciones, que entraron en vigor a partir del 9 de noviembre, están contenidas en tres documentos: La Lista del Departamento de Estado sobre 'Entidades Cubanas Restringidas' y las Regulaciones de la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC) del Departamento del Tesoro, sobre las transacciones financieras y los viajes a Cuba.

Asimismo, las Regulaciones del Buró de Industria y Seguridad (BIS, en inglés) del Departamento del Comercio establecen límites sobre la política de licencias de exportaciones y reexportaciones hacia la isla del Caribe.

Sobre las restricciones del Departamento de Estado, explicó Vidal que se trata de una lista de 179 entidades cubanas, con las cuales quedaron prohibidas las transacciones financieras directas de instituciones y ciudadanos estadounidenses, y a las que se aplica una política de denegación de licencias de exportación de reexportación de bienes y servicios de EEUU.

En relación con la OFAC, la directora describió que prohíbe transacciones financieras directas con las entidades cubanas listadas por el Departamento de Estado.

Adicionalmente, veta los viajes de ciudadanos estadounidenses a título individual bajo la categoría de intercambios "pueblo a pueblo", y advierte que en lo adelante esos viajes serán solo con el patrocinio de una organización norteamericana y el beneficiario deberá estar acompañado por un representante de esta organización.

La OFAC, asimismo, impone condiciones a los viajes educacionales, los cuales en lo adelante también deberán tener el auspicio de una institución norteamericana autorizada, además de contar con el acompañamiento de un representante de estas entidades.

La diplomática reconoció el daño que causan a la economía cubana, a su sector estatal y no estatal las nuevas disposiciones y regulaciones que implementan las medidas de recrudecimiento del bloqueo a Cuba anunciadas el pasado 16 de junio por el presidente Trump e incorporadas en la directiva titulada 'Memorando Presidencial de Seguridad Nacional sobre el Fortalecimiento de la Política de los Estados Unidos hacia Cuba', la cual estableció la política de su Gobierno hacia la isla.

Sin embargo, observó la directora que "también dañarán a los ciudadanos estadounidenses, cuyo derecho a viajar a Cuba, único país del mundo que no pueden visitar libremente, se verá más restringido aún".

Vidal subrayó que también serán perjudicados los empresarios de EEUU, quienes perderán interesantes oportunidades de negocios existentes hoy en Cuba, frente a su competencia.

Este último razonamiento es esgrimido por congresistas norteamericanos y directivos del Consejo Nacional de Comercio Exterior (NFTC, en inglés) de Estados Unidos, quienes sobre esa base han expresado críticas públicas a las nuevas restricciones de la Administración de Donald Trump contra el intercambio con Cuba y los viajes a la isla.

El 29 de noviembre, la revista Cuba Trade y la Coalición Agrícola de Estados Unidos para Cuba difundieron un informe sobre cómo podrían beneficiarse 16 territorios norteamericanos si Washington elimina las restricciones a la venta de alimentos a la isla.

Bajo el título de 'Oportunidades para la agricultura estadounidense en Cuba: un libro blanco', el texto se basa en datos actuales e históricos de oficinas nacionales y estatales, agencias federales, analistas académicos e información del Gobierno de la isla para ilustrar los potenciales beneficios netos del comercio agrícola con el país vecino.

Richard Roffman, editor de Cuba Trade, manifestó que el libro blanco proporciona algunas de las pruebas más convincentes hasta la fecha sobre los efectos perjudiciales que están teniendo las sanciones de EEUU en el bolsillo de los propios norteamericanos.