Embajada de Estados Unidos en La Habana. Foto: Desmond Boylan/AP.

Los servicios consulares de la Embajada de Estados Unidos en La Habana sufrieron cambios drásticos a partir de la decisión del Departamento de Estado de retirar la mayoría de su personal diplomático, sin que existiese prueba alguna sobre los incidentes alegados para justificar esa medida unilateral.

La causa esgrimida en septiembre del año pasado por Washington, que se mantiene hasta la fecha, fue la supuesta ocurrencia de «ataques acústicos» contra sus diplomáticos en la capital cubana. Lo mismo se utilizó como excusa para reclamar la salida de 17 funcionarios de la Embajada de Cuba en Washington.

Sin embargo, un informe reciente del FBI, citado por la agencia AP, asegura que no existen evidencias sobre agresiones con el uso de sonido contra el personal estadounidense; una conclusión a la que también llegaron los expertos cubanos que analizaron el caso.

Los especialistas norteamericanos, tras varios meses de investigaciones exhaustivas, no han podido determinar el origen o el causante de las afecciones a la salud alegadas. Aun así, las medidas tomadas por el Departamento de Estado afectan directamente a los cubanos interesados, crean complicaciones para el flujo migratorio natural y suponen una carga extra para terceros países a los que se han redirigido algunos servicios.

También se han creado espacios para noticias falsas y rumores dada la falta de información clara sobre los cambios, que son explicados fundamentalmente en el sitio web https://cu.usembassy.gov/es/

En un trabajo anterior, Granma abordó las consecuencias de la designación de la Embajada estadounidense en Bogotá para tramitar las entrevistas de los cubanos interesados en obtener visas de inmigrantes hacia territorio norteamericano.

De acuerdo con declaraciones a este diario de funcionarios colombianos, su consulado en La Habana registra un flujo inusitado de personas, pero se mantiene el orden y se han creado las condiciones para atender en primer lugar a las personas que tienen citas para las fechas más cercanas.

Los acuerdos migratorios entre los dos países establecen que la parte estadounidense está comprometida a otorgar al año (fiscal) un mínimo de 20 000 visas de inmigrantes, que incluyen varias categorías específicas, entre ellas los motivos familiares.

Durante las últimas semanas, aparecieron en las redes sociales comentarios con dudas sobre otros trámites que supuestamente se harían a través de la embajada de Estados Unidos en México.

Como parte de los recortes, Washington suspendió los Servicios de Ciudadanía e Inmigración (USCIS, por sus siglas en inglés) en su sede de La Habana, cuya jurisdicción fue asumida por su Embajada en México.

El USCIS maneja la solicitud y emisión de documentación de viaje a residentes legales permanentes en Estados Unidos que hayan perdido su tarjeta de residencia y la presentación de peticiones de inmigración para familiares en el exterior, entre otros asuntos similares.

«Aunque la oficina local de USCIS en Ciudad de México procesará las solicitudes, las peticiones pueden ser enviadas por vía postal desde Cuba», refiere el sitio web de la Embajada estadounidense en La Habana. Asimismo, otros formularios se pueden entregar de manera presencial en territorio norteamericano o en sus sedes diplomáticas alrededor del mundo.

De acuerdo con toda la información disponible, no existe un trámite que implique la necesidad de que cubanos se vean obligados a solicitar la visa mexicana en específico, a diferencia de lo que sucede con los servicios derivados hacia la Embajada estadounidense en Bogotá.

«Estamos trabajando para atender con mayor rapidez el flujo normal de solicitudes de visados que tenemos desde siempre», dijo a Granma el embajador mexicano en Cuba, Enrique Martínez y Martínez. «Eso no está influenciado por la situación con Estados Unidos», añadió.

Martínez señaló que no descarta que algunas personas prefieran utilizar su país como escala para solicitar otros tipos de visado para Estados Unidos, dada la cercanía geográfica. «Pero eso también lo pueden hacer en cualquier otro lugar del mundo».

Los cubanos pueden realizar las solicitudes de visas de no-inmigrantes (para viajes temporales a Estados Unidos con motivos turísticos, educativos, científicos, etc.) en cualquier consulado estadounidense que, contradictoriamente, no sea el de La Habana.

Varios afectados apuntan que esas condiciones encarecen el viaje y crean límites para los intercambios entre ambos países en temas que son de interés mutuo, como la colaboración científica y académica.

Por ahora, y sin que se tenga una idea de cuándo podría cambiar la situación, la Embajada estadounidense en La Habana permanece prácticamente paralizada. Solo se realizan allí funciones diplomáticas y consulares básicas, incluyendo la asistencia de emergencia a ciudadanos estadounidenses en Cuba. Las únicas visas que se procesarán son las diplomáticas y oficiales, así como casos excepcionales que demanden tratamientos médicos en Estados Unidos.

«Al afectarse el funcionamiento de ambas embajadas se están afectando los intercambios de toda naturaleza entre Cuba y Estados Unidos, ya sean intercambios culturales, deportivos, científicos, pero también los intercambios y las relaciones familiares», aseguró a comienzos de enero la diplomática cubana Josefina Vidal.

Las medidas unilaterales del Departamento de Estado tienen «un alto costo para nuestra población, la emigración cubana y el pueblo estadounidense», concluyó.

(Tomado de Granma)