La Habana, 22 mar (PL) Congresistas demócratas de Estados Unidos realizaron esta semana una visita a Cuba, donde defendieron el acercamiento que ambos países comenzaron en 2014 para avanzar hacia la normalización de relaciones.
La delegación bicameral estuvo integrada por los senadores Patrick Leahy (Vermont), Ron Wyden (Oregón) y Gary Peters (Michigan), y los representantes Jim McGovern (Massachusetts), Kathy Castor (Florida) y Susan Davis (California), quienes dialogaron en esta capital con autoridades, pequeños empresarios y otros sectores de la sociedad.
En Cuba, los legisladores criticaron la política del presidente Donald Trump para la isla, caracterizada desde su llegada a la Casa Blanca -en enero de 2017- por el interés en recrudecer el bloqueo económico, comercial y financiero vigente por más de medio siglo y en hacer retroceder los progresos logrados en 2015 y 2016.
Los presidentes Barack Obama y Raúl Castro anunciaron en diciembre de 2014 un proceso de acercamiento dirigido a normalizar las relaciones entre La Habana y Washington, el cual llevó a varias reuniones de alto nivel en ambas capitales y a la firma de una veintena de acuerdos de cooperación.
Durante una rueda de prensa celebrada la víspera, en el cierre de la visita de la delegación bicameral, los congresistas liderados por Leahy llamaron a mantener ese proceso y criticaron la decisión de Trump de afectarlo.
En particular, cuestionaron la retirada de diplomáticos estadounidenses de la isla y la expulsión de diplomáticos cubanos de Estados Unidos, utilizando como pretexto alegados incidentes de salud sufridos por funcionarios norteamericanos en esta capital, calificados de ataques sónicos por sectores dispuestos a afectar las relaciones bilaterales.
'¿Cómo vas a obtener visa y mantener la cooperación médica? ¿Qué hay de los estudiantes y de los proyectos en agricultura?', preguntó Leahy, mientras McGovern lamentó que la política hacia Cuba esté guiada por 'la paranoia y la sospecha'.
Respecto a los incidentes señalados por diplomáticos estadounidenses, el senador por Vermont reconoció la cooperación del gobierno de la mayor de las Antillas en la búsqueda de la verdad y aseguró que ni él ni sus colegas del partido azul tuvieron temor de venir, porque saben que no existe peligro alguno.
Los integrantes de la delegación bicameral fueron recibidos el lunes por el director general para Estados Unidos de la Cancillería, Carlos Fernández de Cossio, quien reiteró que no existen evidencias de ataques sónicos contra funcionarios norteamericanos.
Cuba insiste en que no permitió ni permitirá en su territorio hostilidad contra funcionarios extranjeros, en pleno cumplimiento de las obligaciones emanadas de la Convención de Viena de 1961 sobre Relaciones Diplomáticas.
Fernández de Cossio también agradeció a los visitantes sus esfuerzos para mejorar los lazos entre dos países vecinos.
El martes, los legisladores estadounidenses dialogaron con el presidente Raúl Castro, encuentro que Leahy consideró que tuvo lugar en un ambiente extremadamente franco y agradable, y sirvió para constatar el deseo de la parte cubana de seguir adelante en el mejoramiento de los vínculos, pese a las actuales circunstancias.
Además de miembros del Capitolio, empresarios, académicos y ciudadanos del país norteño rechazan la agresividad desplegada contra la nación caribeña por Trump y algunas voces conservadoras.
En Cuba, los legisladores criticaron la política del presidente Donald Trump para la isla, caracterizada desde su llegada a la Casa Blanca -en enero de 2017- por el interés en recrudecer el bloqueo económico, comercial y financiero vigente por más de medio siglo y en hacer retroceder los progresos logrados en 2015 y 2016.
Los presidentes Barack Obama y Raúl Castro anunciaron en diciembre de 2014 un proceso de acercamiento dirigido a normalizar las relaciones entre La Habana y Washington, el cual llevó a varias reuniones de alto nivel en ambas capitales y a la firma de una veintena de acuerdos de cooperación.
Durante una rueda de prensa celebrada la víspera, en el cierre de la visita de la delegación bicameral, los congresistas liderados por Leahy llamaron a mantener ese proceso y criticaron la decisión de Trump de afectarlo.
En particular, cuestionaron la retirada de diplomáticos estadounidenses de la isla y la expulsión de diplomáticos cubanos de Estados Unidos, utilizando como pretexto alegados incidentes de salud sufridos por funcionarios norteamericanos en esta capital, calificados de ataques sónicos por sectores dispuestos a afectar las relaciones bilaterales.
'¿Cómo vas a obtener visa y mantener la cooperación médica? ¿Qué hay de los estudiantes y de los proyectos en agricultura?', preguntó Leahy, mientras McGovern lamentó que la política hacia Cuba esté guiada por 'la paranoia y la sospecha'.
Respecto a los incidentes señalados por diplomáticos estadounidenses, el senador por Vermont reconoció la cooperación del gobierno de la mayor de las Antillas en la búsqueda de la verdad y aseguró que ni él ni sus colegas del partido azul tuvieron temor de venir, porque saben que no existe peligro alguno.
Los integrantes de la delegación bicameral fueron recibidos el lunes por el director general para Estados Unidos de la Cancillería, Carlos Fernández de Cossio, quien reiteró que no existen evidencias de ataques sónicos contra funcionarios norteamericanos.
Cuba insiste en que no permitió ni permitirá en su territorio hostilidad contra funcionarios extranjeros, en pleno cumplimiento de las obligaciones emanadas de la Convención de Viena de 1961 sobre Relaciones Diplomáticas.
Fernández de Cossio también agradeció a los visitantes sus esfuerzos para mejorar los lazos entre dos países vecinos.
El martes, los legisladores estadounidenses dialogaron con el presidente Raúl Castro, encuentro que Leahy consideró que tuvo lugar en un ambiente extremadamente franco y agradable, y sirvió para constatar el deseo de la parte cubana de seguir adelante en el mejoramiento de los vínculos, pese a las actuales circunstancias.
Además de miembros del Capitolio, empresarios, académicos y ciudadanos del país norteño rechazan la agresividad desplegada contra la nación caribeña por Trump y algunas voces conservadoras.