Susely Morfa, secretaria general de la UJC

Camagüey, 6 jun.-  «Quienes intentan destruir la Revolución deben saber que los jóvenes cubanos no la abandonarán en un momento tan lindo, crucial y estratégico como el que estamos viviendo», aseguró en esta ciudad Susely Morfa González, primera secretaria del Comité Nacional de la Unión de Jóvenes Comunistas.

Ante las ofensivas e injerencistas declaraciones del secretario norteamericano de Estado, Mike Pompeo, en la Asamblea General de la Organización de Estados Americanos, la dirigente juvenil declaró que a Cuba, hace mucho, nadie tiene que darle recetas, que persiguen cambiar el modelo económico y social del país, informa el diario Granma.

«Conocemos un único destino y es nuestro socialismo. Por tanto, aquí no hay ni habrá otros cambios que los aprobados en el 7mo. Congreso del Partido.

Nosotros, los jóvenes, sí sabemos muy bien lo que tenemos que perfeccionar, pero lo haremos junto a nuestro pueblo, sin intromisión ni presiones de nadie», dijo.

La recién ratificada miembro del Consejo de Estado de la República de Cuba expresó que ese es el senti­miento de los agradecidos, de quienes están claros y convencidos de que este, el cubano, es un modelo justo, equi­tativo, democrático, participativo e inclusivo, sin distinción de raza, sexo ni creencias religiosas.

«Lo que les duele es lo que sucedió en Cuba: un proceso electoral transparente, con una participación masiva del pueblo y donde la juventud asistió con mucha responsabilidad, consciente del destino que quiere para su Patria», añadió.

Morfa González explicó que ese respaldo de amor, cariño y convicción hacia la nueva dirección del país, leal a la generación histórica de la Revolución, es algo que les nace y ratifica que los jóvenes no abandonarán ni la lucha de hoy ni las que vendrán como parte de la continuidad del socialismo en Cuba.

Alertó, sin embargo, que hoy los valores de ese sistema son lo primero que el enemigo apuesta a resquebrajar en nuestra juventud, tratando de imponer, a través de una guerra cultural y simbólica, el individualismo, el egoísmo, la seudocultura, la enajenación y la desunión entre los cubanos.

Ganar esa batalla de pensamiento, razonó, será también nuestro mejor homenaje a la generación de jóvenes que tuvo que enfrentarse a una dictadura, muchos de los cuales cayeron torturados o masacrados por ver a su Patria libre e independiente como la disfrutamos hoy.